Los dos ataques contra la asignatura de religión
Constitución española, art 27.3:
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Libro de Proverbios:
Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
(Prov 22,6)
Desde el momento en que la Constitución española reconoce el pre-existente derecho de los padres a que sus hijos sean educados conforme a sus valores morales y religiosos, la asignatura de religión confesional es absolutamente necesaria.
Y quien la combate, como ocurre con la práctica totalidad de la clase política española en estos momentos, está arremetiendo contra uno de los derechos más fundamentales de las familias: la educación de los hijos.
Habrá quien diga que los padres pueden educar a sus hijos en casa en esos valores, pero todos sabemos que la escuela tiene una capacidad educativa enorme y por tanto no puede convertirse en una excepción en relación a la transmisión de esos principios que configuran la conciencia del niño y adolescentes.
Dicho eso, hay un ataque muchísimo peor contra el derecho de los padres. Consiste en la existencia de profesores que en vez de enseñar en una asignatura confesional aquello que la religión objeto de la materia dictamina, se dedican a enseñar otra cosa. Como quiera que yo mismo he sido objeto de dicho ataque en mis hijos, sé bien de lo que hablo.
En relación a la clase de religión católica -las demás confesiones que hagan lo que crean oportuno- es bueno y necesario que la Iglesia defienda su existencia. Aunque no hubiera acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, esa asignatura tiene perfecto derecho a existir en base al texto constitucional y en base al mero sentido común.
Ahora bien, más necesario es que la propia Iglesia vele para que los conocimientos que se dan a los alumnos en las clases de religión sean conformes a la fe católica. Porque es mejor que no exista esa asignatura a que se haga un mal uso de ella.
Con esto no digo que la mayoría -o una minoría importante- de los profesores de religión católica no cumplan bien su labor. Ellos son los primeros interesados en que los pastores vigilen bien.
Luis Fernando Pérez Bustamante
20 comentarios
la clase de religión católica adolece de los mismos problemas que tiene ahora mismo la Iglesia Católica: la secularización interna. Yo apuntaría dos aspectos:
- Se contratan profesores por mero amiguismo personal, y da igual que sean creyentes o no, o se limiten a hacer el papel para que los contraren. Esto vale también para los colegios privados o concertados religiosos.
- Los contenidos de la enseñanza de la religión son dudosos en muchos casos: recuerdo un tema en el libro de mi hija donde se equipara la biblia al corán, sin más. Conclusión: que todas las religiones son iguales. Tuve que explicarle a mi hija que el corán no es revelación de Dios (no es falta de respeto, es que si lo creyera, sería musulmán, cosa que gracias a Dios no me ocurre).
En fin, no me logro explicar bien, pero como padre me preocupa muchísimo todo esto, y todo sin citar los contenidos ideológicos de educación para la ciudadanía, el tema LGTB....
Saludos
Desgraciadamente, no conozco a uno solo de mis antiguos compañeros que conserve la Fe.
Reconozco que hasta que un amigo me "riñó" por pasar tanto del tema, no cai en que no tenía por qué ser tan mala la clase de religión: bien explicada, nuestra fe católica da para toda una vida y más de hablar de temas apasionantes. Y anda que no habrá arte sacro como para llenar de imágenes bellas e impactantes los libros de religión. Más tarde he conocido a buenos profesores de religión, y buenos sacerdotes, que serían un lujo para la formación en clase. Para esos, sí que vale la pena luchar porque se mantenga la clase de religión.
Pero Cristo siempre peleó por mi, y al mismo tiempo defendía correctos principios filosóficos cristianos en mi clase de filosofía, donde la atea de mi profesora siempre agradeció mi coherencia; no se como, ahora soy católico, muchos años después de haber pasado por la Escuela de Agentes de Pastoral de mi diócesis, y haber estudiado ciencias religiosas con un temario de Comillas; pese a todo, Cristo siempre ha peleado por mi, y ahora soy católico y todo.
Saludos
Pero a mis tres hijos, LOS TRES, les he tenido que explicar la fe católica para protegerles de ideas heréticas que les han dicho en clase. Al primero, el mismo año en que regresamos a la Iglesia Católica, cuando le sacamos del colegio evangélico al que iba para meterle en uno público, su profesora les enseñó que el Dios del Antiguo Testamento era malo y el del Nuevo bueno. O sea, herejía marcionita. Era como para salir corriendo de la Iglesia y volver al protestantismo.
El segundo, en un colegio religioso, le hablaron más de otras religiones que de la católica.
Y a la tercera le dijeron que el infierno no existe y otras cosas que me callo, porque no la quiero crear problemas.
El asunto es que los tres han tenido la suerte de tener padres que conocen la fe. ¿Qué pasa con los que ni siquiera se enteran de esto o se enteran pero las da un poco lo mismo?
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LF:
Algunos sois muy plomizos con el tema de 13TV. Lo metéis en medio de cualquier tema, venga o no venga a cuento.
Y conste que yo propondría otro tipo de televisión católica.
Si a esto añadimos la dura realidad de que dentro del profesorado que la imparte tenemos un porcentaje (que yo llego a pensar que debe ser bastante alto dado el numero de casos que conozco) de gente cuya formación es (o asi lo parece)muy escasa; sus creencias son un refrito de catolicismo/cristianismo/otras religiones; y sus valores son mundanos completamente y dan esa asignatura para ganarse un sueldo, desde luego no para evangelizar... el resultado es el que es.
A veces llego a pensar que dado que la fe el niño la tiene que llevar puesta de casa, puesto que en la escuela es un "pasar el tiempo" cuando no entramos en contradicciones, me pregunto si no seria mejor eliminarla directamente. Pero veo que eso lo que supondría es eliminar otra manifestacion publica de la religion con lo que conlleva. Pero desde luego creo que la Iglesia debería reformar en profundidad su asignatura.
A no ser que se dedique a explicar cómo el catolicismo está presente en la misma idea de España. Evangelizar, los padres, no la escuela.
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LF:
Usted debe creer que en la escuela no se educa a los niños. Solo se les transmite datos.
Si pone películas como «Independence Day», al menos es más inocuo que lo que enseñan bastantes profesores de «Religión». Tuve buenos, regulares y malos profesores de Religión (padres escolapios); cuanto más jóvenes, peores. El peor: uno que repetía como un loro «toda palabra es posible»; colgó los hábitos. De todos mis amigos, yo soy el único católico que queda; el resto, más bien impíos.
@santir:
He oído muchas veces este argumento, el que la asignatura de Religión no es una catequesis. ¿Entonces qué es? Precisamente la catequesis es por definición la enseñanza de la Religión. Y que no me diga nadie que no puede ser evaluada con el rollo de que sería adoctrinamiento, porque 1.º: es un conjunto de enseñanzas evaluables (si alguien contestase que la Santísima Trinidad es Tintín, Milú y el capitán Haddock, creo que cualquiera estaría de acuerdo en que se merecería un cero pelotero); 2.º: si los padres quieren que se les enseñe Religión, es que quieren que se les «adoctrine» y están en su derecho; y 3.º: no lo es, de la misma manera que enseñar Materialismo Dialéctico en Filosofía no es per se adoctrinamiento; otra cosa es que te catee por verte «facha».
1-Es una asignatura apoyada por la constitución, aunque su presencia siempre será opinable discutible y nunca estaremos todos de acuerdo. Pero para los católicos debería ser un medio de formación indispensable.
2-Me pregunto si la comunidad católica (especialmente padres de alumnos) valoran este medio de formación y se interesan por los contenidos, conocen al profesor,saben lo que se hace en clase, etc. esto sería importante.
3-Aunque no es catequesis, me digo yo que algo tendrá que ver con la evangelización, al menos plantear la fe como propuesta válida ante la vida. Para dar una información aséptica, meramente histórica y cultural no hace falta que envíe la iglesia profesores.
4-Para muchos chavales es el único medio donde alguien les habla de Dios, pero sin el apoyo de la familia y sin contacto con la parroquia todo se queda en "agua de borrajas" con frecuencia.
5-En los colegios de ideario católico debería estar integrada en la pastoral evangelizadora.
Cierto, la educación es cosa de los padres, la escuela está para formarte. Es mi opinión claro está, pero creo que es lo mejor con mucho... Luego os quejais de que enseñan a los niños como ser maricón está genial, o que el aborto es una decisión de la madre. Si se deja la educación en manos de los entes públicos, pasan estas cosas. Y bueno, tampoco crean que la educación ofrecida por las órdenes religiosas es mucho mejor, sobre todo con el tema de los preservativos, que es alucinante ver como se alejan de la ortodoxia o con el tema de educación para la ciudadanía, en la que se vendieron por 2 pesetas.
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LF:
Solo faltaba que no nos quejáramos de que a nuestros hijos se les enseñe cosas contrarias a nuestra moral y nuestra fe. De hecho, tenemos el derecho a exactamente lo contrario. Tanto si le gusta a usted como si no, la escuela es fuente de educación. Siempre lo ha sido. Siempre lo será. Es que eso no hay ni que explicarlo. Y dado que lo es, no queda otra que exigir nuestro derecho a que nuestros hijos reciban una formación humana concorde, o al menos no contradictoria, con lo que nosotros queremos para ellos.
La disyuntiva no es religión sí y adoctrinamiento estatal también, sino religión sí, en caso de que lo queramos, y adoctrinamiento estatal nunca. Un estado aconfesional como el nuestro, salvo para transmitir valores comunes a todos -enseñar a los críos a comportarse, respetar al resto, ser buen ciudadano- debe abstenerse de formar moralmente las conciencias de los escolares.
Y lo esencial consiste en aceptar que la educación es por encima de todo, un derecho de los padres, no del Estado. Este debe hacer todo lo posible para que dicha educación sea la que quieren ellos. Solo en caso de que los padres sean unos energúmenos (por ejemplo, filoetarras, neonazis, etc), debería intervenir para impedir que esos hijos sean educados también en la escuela en el odio hacia los demás.
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