PPrietas las filas, impasible el ademán
El Partido Popular demostró ayer que tiene control sobre sus diputados. Cabía la posibilidad de que unos cuantos decidieran demostrar su condición proabortista radical -que la tienen- apoyando la proposición no de ley del PSOE que pedía al gobierno la retirada del anteproyecto de reforma de la ley del aborto. Finalmente, aunque determinadas fuentes sostienen que 4 diputados populares podrían haberse abstenido o votado en contra -no hay manera de saberlo-, se ha impuesto la disciplina de partido. La insigne Celia Villalobos (*), vicepresidenta del Congreso y abierta defensora del “derecho” a matar a los seres humanos antes de nacer, dijo que no tenía intención de apoyar la propuesta del PSOE porque eso sería traicionar a su partido. Es decir, está antes su fidelidad a las siglas que su conciencia, por muy corrompida que la tenga.
¿Creen ustedes que eso significa que dentro del PP hay unión en relación a esta reforma? De ninguna de las maneras. El diario El País publicó ayer una información en la que indicaba que decenas ayuntamientos han sacado adelante mociones contra la reforma con el apoyo del PP. Dichas mociones no valen para nada, pero demuestran dónde está cada quién. De hecho, son conocidas las protestas contra la reforma realizadas por presidentes autonómicos y dirigentes destacados del Partido Popular. No ha habido ninguna ley en la historia de la democracia en España que haya recibido tanta oposición y rechazo por parte de los miembros del partido que la presenta. Decir que el PP es provida es como asegurar que Madame de Pompadour era pura y casta.
Los titulares de la prensa de papel de hoy en España son elocuentes. El País titula: “El PP impone disciplina de voto en el aborto ante las fisuras internas“. El ABC: “El PP vota unido en defensa de la vida” (no es broma, les aseguro que eso han titulado). La Razón: “Lección de unidad del PP ante la ley del aborto“. El Mundo sitúa la noticia en un lugar menor de la portada. La Vanguardia: “El PP aguanta el envite del PSOE por el aborto“. Y El Periódico: “El PP se retrata con la ley de Gallardón“.
Como ven ustedes, hay práctica unanimidad en señalar que lo importante de ayer era saber si el partido que sostiene al gobierno se mantenía unido en el Parlamento a pesar de su evidente desunión fuera del mismo. Lo del ABC, presentado al PP como defensor de la vida, siendo que estamos ante una ley que, de aprobarse, seguirá permitiendo decenas de miles de abortos en España, es una prueba más de que la cultura de la muerte ha calado bien hondo en los medios de comunicación conservadores de este país. El derecho a la vida no se defiende pisoteándolo con una ley de supuestos y de plazos. Pero eso le importa bien poco al establishment político-mediático de esta democracia liberal abortista, que cuenta con la complicidad de millones de católicos que viven más preocupados del estado de sus cuentas bancarias que de las leyes amorales e inicuas que están conformando esta sociedad paganizada de principios del tercer milenio.
No quiero acabar este artículo sin felicitar al ministro Gallardón. No tanto porque siga adelante su reforma -la considero un engaño que dejará las cosas igual-, sino porque ayer tuvo la feliz idea de devolverle a la izquierda la acusación de estar apoyado por la extrema derecha francesa. Efectivamente, a pesar de que el fundador del Frente Nacional francés, Jean-Marie Le Pen, había mostrado su conformidad con la reforma del aborto, su hija, actual dirigente máxima de ese partido ultraderechista, la ha criticado. En realidad, ser provida o proabortista tiene poco que ver con ser de izquierdas o de derechas. Ahí tienen ustedes al presidente ecuatoriano, de izquierdas, plantando cara a sus camaradas que quieren llevar el aborto a su país. La defensa del derecho a la vida es una cuestión de decencia moral, de humanidad. O sea, de aquello que carecen los que creen que una mujer puede decidir matar al hijo que crece en su seno. Son escoria.
Luis Fernando Pérez Bustamante
(*) La “insigne” vicepresidenta del Congreso ha vuelto a amenazar hoy con votar “no” al texto final de la ley. Y ha dicho que espera que finalmente no llegue siquiera a ser votada. ¿Habrá en Málaga un solo católico que tenga el cuajo de votar a una lista del PP encabezada por esa proabortista radical?
14 comentarios
Aborto cero y no hay otra opción. Y leyes que castiguen a los abortistas igual que se castiga a los criminales. Basta de ya Auschwitzs, Gulags, experimentación humana por los japoneses en Manchuria, de los ingleses con los indigentes, de los americanos con tropas de espaldas mojadas en pruebas atómicas, etc., etc. ¡Basta ya!.
Nosotros mismos, y no sólo con el invento de armas cada vez más destructivas, nos estamos formando el fin de nuestra especie, el fin del mundo.
Ni Sodoma ni Gomorra.
Y sí, soy un cavernícola, un atrasado, un anticuado, un facha, pero la dignidad que Dios me ha dado con su Redención nadie me la va a quitar, ni nadie, con la Gracia de Dios, me la puede quitar. No quiero ser esclavo de mis pasiones. ¡Soy libre con la libertad de los hijos de Dios!.
Y el que más chifle, capador.
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LF:
Al concebido lo protegen dejando que lo maten en determinados supuestos, uno de los cuales es un coladero inmenso.
Y por cierto, en la parte que va de la semana 14 a la 22 de embarazado, la futura ley es peor que la de Aído, que no dejaba claro que se pudiera abortar por riesgo psicológico de la madre.
Y en cuanto a la autora del aborto, la madre, esta ley es peor que la de Aído. Una mujer puede abortar si le da la real gana hasta el día antes de dar a luz sin que le pase absolutamente nada. Como bien dijo Gallarón, es la primera ley en España que despenaliza totalmente el aborto para las mujeres que abortan.
"...complicidad de millones de católicos que viven más preocupados del estado de sus cuentas bancarias que de las leyes amorales e inicuas que están conformando esta sociedad paganizada de principios del tercer milenio"...
LF:
Excelente análisis, sin concesiones a lo políticamente correcto. Gracias
Bendiciones
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LF:
No. Es que Celia Villalobos se presenta por Málaga.
Pues bien, dado que los medios considerados "de derechas" son de circulación profusa en manos de católicos y, muy especialmente, en conventos y parroquias, yo, miserable pecador, me siento en la obligación de decirles lo siguiente, no sólo a católicos sino muy especialmente a sacerdotes y religiosos: Nadie, recalco, na-di-e puede votar a partidos abortistas y después acercarse impunemente a la Eucaristía, porque su voto es colaboración directa con las políticas pro-aborto. Elegid, porque es absolutamente incompatible: o con Cristo o contra Cristo. Y, no lo olvidéis, la muerte no es el final. Y me importa un absoluto bledo que nadie me tache de apocalíptico.
Yo me considero liberal, y estoy en contra del aborto, ya que creo, que su vida al ser independiente, se debe respetar por encima de otras consideraciones.
En cualquier caso, los que no son liberales, serían los que están a favor del aborto, no os parece?¿?
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LF:
Lo que hay en España es, según el manual, una democracia liberal. ¿Estamos de acuerdo en eso?
En todo caso, es claro que de la misma manera que hay gente de izquierda provida, también hay liberales provida.
Ya pueden venir ciclones de estos raros y explosivos, que Cristo sabe calmar las tormentas.
Archie, no temas. Con Cristo y la Virgen, y con la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo y su Doctrina, no tenemos pérdida.
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LF:
Estando de acuerdo en que hay un silencio muy peligroso sobre estos temas, sinceramente no necesito que un pastor me diga que tengo que hacer caso a lo que dice la Humanae Vitae. Me basta ser católico para entenderlo.
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LF:
Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Radical:
4. adj. Extremoso, tajante, intransigente.
Pueden llamarme antiabortista radical. Lo soy.
Un caso. Le afeé la conducta a un párroco, Vicario episcopal, porque celebra las dos consabidas confesiones generales (Adviento y Cuaresma) al año. Le dije que estaba engañando a sus fieles ya que dichas confesiones, si no van seguidas de la individual, no son válidas. Me negó la mayor. Reconozco que me puse nervioso, y le espeté que mientras los médicos teníamos que dar la cara en nuestras consultas para cumplir con lo que manda la Iglesia, de recibir insultos, incomprensiones por parte de compañeros y de amenazas, ellos en las homilías mudos que mudos, y le reté a que si tenía coraje dijera en la homilía que el que usara anticonceptivos pecaba mortalmente y que no podía comulgar. Respuesta del pastor: "No toca".
Sabes que rezo, cada vez que abro el ordenador, por los sacerdotes. Y sigo rezando porque es muy necesario, como también rezo por mí y mi familia, que somos tan pecadores que a pesar de las grandes Gracias que Dios nos ha mandado y manda, necesitamos muchas más.
Perdona LF, pero algunos, bastantes, sacerdotes me duelen. Otros me santifican. Rezo por los dos.
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