Pagola y el Dios interior
El sacerdote y teólogo José Antonio Pagola ha escrito un artículo titulado “Experiencia interior”, en el que hace unas reflexiones que me resultan un poco inquietantes. Dice:
De ordinario, a los cristianos no se nos ha enseñado a percibir la presencia del misterio de Dios en nuestro interior. Por eso, muchos lo imaginan en algún lugar indefinido y abstracto del Universo. Otros lo buscan adorando a Cristo presente en la eucaristía. Bastantes tratan de escucharlo en la Biblia. Para otros, el mejor camino es Jesús.
Pregunto: ¿qué tiene de insuficiente buscar a Dios en su palabra, en el sacramento de la Eucaristía y en el mismísimo Cristo, que al fin y al cabo es Dios encarnado?
Dice más:
El misterio de Dios tiene, sin duda, sus caminos para hacerse presente en cada vida. Pero se puede decir que, en la cultura actual, si no lo experimentamos de alguna manera dentro de nosotros, difícilmente lo hallaremos fuera. Por el contrario, si percibimos su presencia en nuestro interior, nos será más fácil rastrear su misterio en nuestro entorno.
Yo creo que cada vez que enseñamos a un niño a rezar, le estamos abriendo la puerta al encuentro con Dios. La oración es diálogo -más que silencio- entre el Creador y la criatura. Sin duda las oraciones prefijadas ayudan a ello. No en vano Cristo nos enseñó una. La Iglesia nos ha enseñado otras. Pero todos, prácticamente todos los cristianos, vamos más allá a la hora de comunicarnos con el Señor. No nos quedamos en el rezo de padrenuestros, glorias, etc. Expresamos a Dios nuestras necesidades y anhelos concretos, nuestra gratitud por hechos puntuales, etc.
Pagola propone el siguiente método:
¿Es posible? El secreto consiste, sobre todo, en saber estar con los ojos cerrados y en silencio apacible, acogiendo con un corazón sencillo esa presencia misteriosa que nos está alentando y sosteniendo. No se trata de pensar en eso, sino de estar “acogiendo” la paz, la vida, el amor, el perdón… que nos llega desde lo más íntimo de nuestro ser.
Es normal que, al adentrarnos en nuestro propio misterio, nos encontremos con nuestros miedos y preocupaciones, nuestras heridas y tristezas, nuestra mediocridad y nuestro pecado. No hemos de inquietarnos, sino permanecer en el silencio. La presencia amistosa que está en el fondo más íntimo de nosotros nos irá apaciguando, liberando y sanando.
No seré yo quien niegue que a veces conviene mantener una actitud de recogimiento en la oración. Pero el modo ordinario de encontrarnos con Dios no es el silencio. La oración que Cristo nos enseñó tiene adoración, petición y ruego, no introspección quietista.
Se están poniendo de moda “talleres de silencio” que no son otra cosa que la aplicación de métodos propios de la meditación trascendental y de los gurús orientales a la oración cristiana. Pero el común de los cristianos no son monjes ortodoxos del Monte Athos, que usan técnicas concretas para orar y que se pasan gran parte del día recitando la oración de Jesús (leer El Peregrino Ruso). Y nunca lo serán.
Existe el peligro de pasar del “Padre nuestro, que estás en los cielos…” al “oooom… oooom” y resto de mantras propios de una espiritualidad que no es la cristiana. Y nadie dude que el mejor método para acoger la paz, la vida, el amor y el perdón de Dios es de rodillas ante un sacerdote que te administra el sacramento de la confesión y de rodillas ante el Sagrario adorando a Cristo con el corazón.
Luis Fernando Pérez Bustamante
26 comentarios
- ¿Pagola sabe que en estado de gracia se tiene al Espíritu Santo dentro de uno?
- ¿Pagola sabe cuántas personas terminaron frente a un exorcista por seguir el método que él propone?
Pagola, que es tan progre, acaba de descubrir la meditación oriental... ¡con treinta años de retraso!.
Tipico.
Cuando algunos llevamos muchos años de vuelta de esas "místicas naturales", él se creerá a la última.
Es imprescindible conocer la diferencia entre la "mistica natural" y la "mística sobrenatural", pero eso es mucho pedir a un teológo progre; les encantan estas cosas. Ya me extrañaba a mi que tardaba mucho en proponer su peculiar interiorización del tipo Grum, Lasalle, Jaeger...
Y, sí, Luis Fernando, confirmo que el mejor método es el que tú propones al final. Sin lugar a dudas. Totalmente. Cien por cien. Lo he comprobado. Y te lo dice alguien que ha pasado a fondo por todo lo oriental.
Pero hace tiempo de eso...
¡Que pereza que Pagola venga ahora a recordarnoslo...!
¡Como me aburren estos teólogos a la última... ya caducada!
"Ninguna desviación lleva a consecuencias tan desastrosas y es tan difícil de curar como este orgullo del espíritu por consecuencia del cual el hombre pecador pretende llegar a la suprema unión con Dios sin pasar por el camino laborioso de la penitencia, sin practicar incluso las primeras y las más necesarias virtudes cristianas y sin otra guía que el sentimiento íntimo y la luz que da al alma la certeza infalible que Cristo opera en ella..."
(AA.I.536)
Ninguna desviación lleva a CONSECUENCIAS TAN DESASTROSAS.
Hay pues "espiritualidades" de este tiempo que han sido profetizadas como máximamente destructivas.
Pero, por supuesto, la oración no es un silencio hueco, o una quietud cálida pero autocentrada, una refinación del autoendiosamiento, que también está de muy moda entre algunos de nuestros hermanos.
Esa meditación pagolista "de living" y de "autoperdón" es un poco extraña, si profundizamos en ella. Con esa presencia interior amistosa, en realidad no necesitamos más nada. Y capaz que hasta podemos "perdonarnos a nosotros mismos". La Confesión? Bien, gracias. Si me puedo auto-perdonar, y si la fuente de ese autoperdón es la presencia divina simpática en lo profundo de mí mismo, no necesito más nada. Es más, ni siquiera necesito al propio Pagola.
No sé si alguna vez le pidieron a Pagola que explique en términos sencillos, que pueda entender un niño de ocho años, qué es lo que cree.
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LF:
No soy yo el que saca a pasear la adoración eucarística como si fuera una práctica que se oponga al recogimiento interior. Es Pagola el que pone en un lado una cosa y en el otro otra.
Y una cosa es segura: no todos pueden ser místicos. Para alcanzar según qué estados hace falta haber pasado antes por un crecimiento espiritual considerable.
Pagola no es más que un diabólico vendedor de mentiras.
Es cierto que parece deslizar la idea de que a Dios solo lo podemos alcanzar desde una experiencia profunda en nuestra alma, frente a formas más o menos periclitadas de su manifestación (sacramentos, adoración eucarística, iconografía, lecturas de la Palabra, oración, etc.). Parece más un error de énfasis que doctrinal. En cualquier caso, comparto su idea de que el hombre contemporáneo necesita imperiosamente que ese encuentro personal con Dios sea intensamente vivido como una experiencia interior. Pero ello, es evidente, no excluye que pueda lograrse por las vías "clásicas" de la actuación divina.
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LF:
En realidad este artículo no es especialmente crítico contra lo que escribe Pagola. Solo advierto de algunos peligros y de que no tiene sentido oponer caminos de encuentro con el Señor.
No ha dicho que nada sea insuficiente. Ha dicho que hay muchos caminos, pero hoy más que nunca es necesario hacer silencio y ser conscientes de la presencia de Dios en nuestro interior.
No creo que nadie haga adoración eucarística como quien adora a un Dios distante, sino como quien se deja inundar por la luz de Dios. Por algo adoramos a un Dios que se ha hecho pan para ser comido.
Pues simplemente dice que esa conciencia de que Dios está en nuestro interior es especialmente conveniente en nuestros días. Sin despreciar ningún modo de oración, más bien sería una concienciación conveniente en todos los tipos de oración.
A mí me ha gustado y no tiene nada que ver con ningún taller de oración de tipo neognóstico.
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LF:
Yo no le hago decir nada que no haya dicho. Tan es así, que copio lo que ha dicho.
Y opino que hoy más que nunca es necesario insistir en la necesidad de orar de la manera en que Cristo y la Iglesia nos han enseñado. Es más, antes que meterse por los caminos de la mística, hay que recorrer otros. Como he comentado antes, no es recomendable transitar territorios para los que es necesario tener educada el alma.
No me cabe en la cabeza que un adorador eucarístico crea que adora a un Dios distante. Quien así lo sugiera, no sabe lo que es ser adorador eucarístico. Uno no se pasa una hora o más delante del Sagrario pensando en un Dios alejado de él.
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LF:
Es que Pagola es ambiguo. Casi siempre.
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LF:
Y los monjes. Y los seglares a los que se les da ese don. Porque es un don.
La convicción radical que nos da la fe de que tenemos junto a nosotros su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, nos desarma, nos desnuda y nos diluye nuestras excusas y justificaciones. Nuestra oración deja de ser un monólogo. No nos queda más remedio que escuchar, arrepentirnos, adorar y amar a quien "primero nos amó".
Dios es Espíritu pero en Jesús se ha hecho Pan del Cielo para que le veamos, le adoremos y le consumamos a fin de que seamos uno con Él. Esa es la mayor grandeza de nuestra fe. Absolutamente nada que ver con meditaciones trascendentales de otras religiones. Por eso que un sacerdote -desgraciadamente más de uno-rebaje la grandeza de este encuentro, radicalmente real, con Jesús es lamentable. Y triste.
La gente no se da cuenta que fuera de los métodos espirituales que nos han trasmitido nuestros grandes místicos de la Iglesia, corremos el riesgo de dejar entrar en nosotros entidades perturbadoras que están esperando el momento de adueñarse de nuestro espacio para confundirnos y confundir a otros. No se si a Pagola le habrá pasado eso dada su dudoso doctrina. Solo Jesucristo es el camino la verdad y la vida.
Y no creo que esté hablando de caminos raros ni caminos especialmente elevados de la mística, sino simplemente de silenciarte y ser consciente de la presencia de Dios, en la misma línea que han dicho Gregory y otros comentaristas.
Y claro que es compatible con todos los caminos y todos los caminos se deberían practicar, en mayor o menor grado según la idiosincracia y las necesidades de cada cual, pero no se excluyen. En todos ellos la atención consciente a la presencia de Dios en la vida es fundamental. Siempre he visto que las meditaciones se comienzan diciendo "pongámonos en la presencia de Dios" Y esa presencia de Dios es eminentemente interior al mismo tiempo que es comunión.
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LF:
Él dice... de ordinario se nos ha dicho.
¿Y cuál es el problema en todo lo que se nos ha dicho, si eso es precisamente lo que hay que hacer antes de meterse en profundidades mayores?
Creo que sobra el "Pero..." posterior.
Ojo que no estoy acusando a Pagola de promover talleres de silencio chungos. Digo que los hay. Por ejemplo, en mi diócesis. Pero cuando uno habla de la oración interior, hay que advertir de que esos talleres son un peligro.
Lo cierto es que a veces es así. Por ejemplo, la oración vocal, si no se invita a la consciencia se puede quedar en la periferia. El rosario, por ejemplo, se reza a veces atropellándose unos a otros sin mucho sentido. Incluso la misa hay quien no la deja calar en su interior lleno de ruidos.
Y comprendo lo que dices de ciertos talleres -supongo que no del tipo de los talleres de Larrañaga que son estupendos, sino otros que serán más esotéricos. Supongo que no tendrá nada que ver con ellos lo que dice Pagola, al menos lo que yo entiendo me parece bien.
Despedida cordial
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/sublime_presencia
Como verá no dice nada de un lugar equivocado, sino que habla de distintos caminos -que desde luego no son incompatibles entre sí- para que Dios se haga presente en nuestra vida, y por tanto no los considera ninguna equivocación.
El error sería considerar, por ejemplo, que Dios está en un lugar lejano del universo sin considerar, al mismo tiempo, que "en Él vivimos, nos movemos, existimos" y que está en lo más íntimo de nosotros mismos. Y en nuestros tiempos, considera que hay que recalcar que tengamos en cuenta la presencia de Dios en nuestro interior -sin que eso signifique negar ninguna otra forma de estar presente.
En cambio ya dije que me parece cercano a la falsa generalización eso de que de ordinario no nos han enseñado a percibir la presencia de Dios en nuestro interior. Pero es cierto que en muchos casos sí hay personas que han sido adoctrinadas en la religión sin haberles fomentado la vivencia de la presencia de Dios, el pensamiento y sentimiento de que Dios habita en sus corazones.
No creo que sostenga infocatólica que existe una hermenéutica de ruptura en el concilio Vaticano II ni en el papa actual.
Pues debería permitirse afirmarlo claramente frente al machaqueo continuo de los que parece que ni siquiera reconocen al papa como tal.
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LF:
Si te refieres a comentaristas, obviamente no.
Si te refieres a blogueros, no veo que ninguno haga eso.
Yo practico zen ,porque el camino contemplativo uno no puede emprenderlo solo , como bien sabemos los que estamos en él y cómo bien y severamente advertía S.Juan sobre que jamás nadie sin experiencia guiara a otro
.Ojalá hubiera en mi parroquia un grupo de oración contemplativa !
Por qué tanto dogma , si estamos hablando del Misterio Último?
Dentro de nuestra Iglesia cabemos todos, nada está contra nada , respetemos la religiosidad de cada uno.
Pagola y los que así hablan nos animan mucho a los que vivimos esta espiritualidad,los que han sido llamados por otra espiritualidad no deben juzgarnos , al final es el seguimiento de Jesús y sus Santos
Lo que expone Pagola no es distinto a lo que dice la tan citada y poco tenida en cuenta cita de Rahner : " El cristiano del siglo XXI será místico o no será"
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LF:
No profesamos la misma fe. No pertenecemos a la misma Iglesia. Afirmar lo contrario es servir a una gran farsa. Así de simple.
Concilio Vaticano II
Decreto Ad Gentes
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LF:
Je..
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