Cómo sería el mundo si...
Veinte siglos después de que Dios enviara a su Hijo a rescatarnos, las cosas no han mejorado sustancialmente. Cierto que en muchas naciones no tenemos la lacra de la esclavitud, que era el pan nuestro de cada día en tiempos en que nuestro Señor estuvo entre nosotros. Pero ha sido sustituida por el holocausto del aborto, que hace palidecer a esas sociedades paganas que sacrificaban a sus hijos a ídolos de piedra. Y no hay más que leer los periódicos o ver las noticias por televisión para darse cuenta que sigue siendo cierto lo que dijo Jesús, a saber, que Satanás es el príncipe de este mundo.
El Espíritu Santo tuvo a bien inspirar a San Pablo para escribir una carta a los gálatas, en la que les advertía los límites de la voluntad humana a la hora de cambiar las cosas. La ley mosaica había ejercido de maestra que preparaba el camino al Señor, a la gracia que transforma de verdad a las personas. Los preceptos de la ley eran buenos, pero por sí mismos no cambiaban el corazón de los miembros del pueblo de Dios. Era necesario algo mejor: dejarse guiar por el Espíritu. Así lo explica el apóstol:
Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne. Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otro se oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Pero si os guiáis por el Espíritu, no estáis bajo la Ley. (Gal 5,17-18)
En Romanos el propio San Pablo explicó aquello de que “no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Rom 7,19). No hablaba un hombre desconocedor de la ley divina. Desde la caída de los primeros padres, el hombre es incapaz por sí mismo de obrar el bien de forma continua en su vida. Necesita de la asistencia del Espíritu Santo, único que puede convertir al ser humano de un instrumento de iniquidar en herramienta de construcción del Reino de Dios.
El problema es que muchos que se dicen cristianos siguen demasiado atados a los deseos de la carne. El apóstol describe cuáles son los frutos de esa esclavitud:
Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, a saber: fornicación, impureza, lascivia, idolatría, hechicería, odios, discordias, celos, iras, ambiciones, disensiones, facciones, envidias, embriagueces, orgías y otras como éstas, de las cuales os prevengo, como antes lo hice, que quienes tales cosas hacen no herederán el reino de Dios. (Gal 5,19-21)
Todas esas actividades, y más, las tenemos delante de nuestros ojos. Y no podemos caer en la ingenuidad -o algo peor- de aquellos que, incomprensiblemente, han llegado a pensar y decir que los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenar las obras de la carne, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley. Ni que los hombres no vayan a caer en una excesiva confianza en los progresos de la técnica y el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida. Hay cosas que no cambian, por más buenismo y falso humanismo que se le quiera echar a la realidad.
Sin embargo, hay un camino mejor:
Los frutos del Espíritu son: caridad, gozo, paz, longanimidad, afabilidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra éstos no hay Ley. (Gal 5,22)
¿Se imaginan ustedes un mundo regido por esas características? ¡Qué maravilla sería! Pero “lasciate ogni speranza". Tal cosa es imposible si todos los hombres no son de Cristo y no viven del Espíritu de Dios:
Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. Si vivimos del Espíritu, andemos también según el Espíritu. (Gal 5,23-24)
Ahora bien, que el mundo incrédulo sea incapaz de andar en los caminos del Señor es algo lógico. El drama está en aquellos que en algún momento de sus vidas han puesto su rodilla en tierra para reconocer el señorío de Cristo y ahora viven como si siguieran arrodillados ante el príncipe de este mundo.
La mayor parte de los cristianos viven en una constante lucha entre esa parte de ellos que tira hacia el mundo y la gracia que les conduce hacia el Reino de Dios. Unos andan más cerca de la carnalidad que otros, pero lo fundamental es que todos sean conscientes de dónde está la meta. Es preferible un cristiano carnal que se reconoce como gran pecador y confía en la labor santificadora de Dios en su vida, a uno que comete la necedad de creerse ya lo suficientemente santo.
Cuando Cristo regrese, lo que queda de este mundo entregado a Satanás llegará a su fin. Mientras tanto, nos corresponde a nosotros ser testigos del Reino de Dios en la tierra. Solo así muchos podrán escapar de la condenación para venir a la salvación que el Señor nos consiguió en la Cruz y se atestiguó en su gloriosa resurrección.
Luis Fernando Pérez Bustamante
24 comentarios
¿Se imaginan ustedes un mundo regido por esas características? ¡Qué maravilla sería! Pero “lasciate ogni speranza". Tal cosa es imposible si todos los hombres no son de Cristo y no viven del Espíritu de Dios"
No tengo más que añadir.
"esfuersence por entrar por la puerta estrecha"
" si ALGUNO (uno entre tantos) quiere seguirMe..."
Cristo no vino a transformar el mundo en un paraiso... vino a rescatar a su "rebaño" y su "trigo" en un campo sembrado de cizaña... así que siempre seran mas bien pocos los que sean fieles a su Maestro.
Lo bueno es que la Gracia de Dios a nadie le falta... es sólo poner la decision de cada uno para poder ser salvados y entrar en el rebaño del Señor y en el gozo de su Reino
-Estas cosas no son de este mundo.
-Esto como esto no quiere decir que otro mundo no sea posible. Amén de que dos mundos antagónicos no pueden existir sin que uno u otro caiga.;
-A saber cuando ese otro mundo de diáfana paz y seguridad nos será esa prometida realidad.
-Nuestra esclavitud, la de hoy día de este nuestro mundo moderno; La que domina la mente de sus semejantes; la que tergiversando la verdadera realidad de lo que conviene o no conviene hace claudicar "científicamente" a grandes y pequeños: es hoy día mayor que la de antaño; Donde solo sufría el cuerpo material vestimenta del alma.
-Antaño, el esclavo de aquellos días en su cuerpo magullado moría y amén. Hoy día el esclavo de la ciencia muere desesperado, y odiando por lo que deja y no se puede llevar, en cuerpo y alma se va al infierno.
-El hombre no es tan malo o bueno no solo por lo que en su corazón de maldad o bondad albergue; sino por los medios de que dispone para ejercitar su bondad o maldad.
Tras el pecado original Dios no rompió (hasta la llegada de Xto) la relación que Satanás ,él, tuvo, por su iniciativa, con el ser humano. Fué relación porque hubo respuesta del ser humano con el que llamaba a Dios mentiroso, siendo que la reacción del ser humano habría debido ser confíar y mantenerse en la credibilidad de su Creador, negada por el maligno, Único que tenía en sus manos su destino. Su pecado no fué como el de los ángeles que conocían al 100 lo que hacían y fué, por tanto, definitivo.
No fué definitivo, pero las palabras de Dios no son en vano, ni la natural posibilidad de morir (la imortalidad fué un don especial que no correspondía a la naturaleza humana por creación -yo cuando lo supe también me quedé estupefacto-) algo permanente en caso de desobediencia -que no era más que falta de confianza- pero Dios no rompió lo que sucedió a instigación del diablo y su influencia perduró, por lo que, lo que lógicamente sigue a la tentación, pecado e iluminación de Dios sobre lo que el tentador era y la verdad y seriedad de la posibilidad de morir, es un cierto imperio sobre el ser humano. Imperio porque es más fuerte e imperio porque es una potestad externa. No obsoluta, porque se podía cumplir la Ley de Dios. En cuanto a la concupiscencia o tendencia al pecado no se puede decir que sea un estado al que el diablo tenga libre acceso en el hombre. La influencia es sobre la mente , pero no total, sobre la imaginación donde puede hacer daños,m pero no total. Ese imperio es una consecuencia lógica, No es de ninguna manera un don directo de Dios al diablo.
Después eso lo rompió Cristo, que "revivió" la situación del Paraíso y rechazó todo lo que el diablo le decía.
Por otra parte, en el mundo del pecado, el diablo es el rey, no porque él sea esencialmente ni pecado ni nada que no sea lo que es en sí mismo, sino porque es el mayor de los pecadores y ellos serían, para entendernos, no se hechura, sino sus "imitadores".
¿Quiere eso decir que todo está bajo ese imperio? ¿Todo es el mundo de pecado?
¿Y el resto de Israel? ¿Y los restos de Israel, por ej., el que quedará al final del periodo del final de los tiempos? ¿No habrá actividad del resto de Israel?
---
LF:
Sí, no hay más que ver cómo están las cosas donde el cristianismo no ha estado muy presente. Conmovedora situación.
¿Qué agregar? Francamente, aplaudo de pie.
Por favor...lea un poquito de historia nada mas, pero sin apasionamientos y se dara cuenta de lo absurda que es su frase
--
LF:
Empiezo a sospechar que usted confunde bondad y progreso con situación económica.
Japón, país al que parece ser que usted admira, es la nación del mundo con mayor tasa de suicidios.
De todas formas, no hay más ciego que el que no quiere ver. Y no tengo la menor intención de seguir debatiendo con usted sobre este tema. Fin.
¿Cómo sería si algunos de nosotros fuéramos solo un poco más santos?
"Mientras tanto, nos corresponde a nosotros ser testigos del Reino de Dios en la tierra. Solo así muchos podrán escapar de la condenación para venir a la salvación que el Señor nos consiguió en la Cruz y se atestiguó en su gloriosa resurrección."
Bellas palabras. Esa es nuestra Misión.
Y hace tanta falta...
Se ha alcanzado, en los países occidentales, un gran avance en cuanto a calidad de vida y bienes materiales, pero se ha ido retrocediendo en la relación del hombre con Dios y con sus semejantes, hasta llegar a las grandes aberraciones como el aborto, destrucción de la familia, matrimonios gays, falta de autoridad, permisividad total, relativismo absoluto, etc.
Así que como dice Luís Fernando, sigue siendo cierto que Satanás es el príncipe de este mundo.
En el Evangelio se habla de persecuciones y de ser entregados a los príncipes de éste mundo, (creo que era al final de los tiempos),por ser discípulos del Señor, y se me viene al pensamiento un blog de esta casa "La Catedral de los Mártires", en dónde miles de personas fueron asesinadas y algunas de ellas sufrieron crueles martirios, por odio a la fe, por ser cristianos. Y sigue pasando en distintas partes del mundo.
Hoy en día, fuera de los grupos de Iglesia, si hablas de pecado se te ríen en la cara, y te llaman antigua, fanática y demás piropos. Lo digo por qué he tenido varias experiencias de este tipo.
Y luego están los que como decía en el post pasado un comentarista, "los que se creen en el derecho de atacar en lo personal, a aquellos de entre sus prójimos que no son de su cuerda". Veo muy a menudo y muy a mi pesar muchos ejemplos de ello, y por personas que por ser quienes son producen en mí un gran escándalo.
En general: Se desprecian las Leyes divinas y humanas, se desprecia al prójimo, y se percibe por todos los lados una gran falta de Amor.
¡Qué poco en verdad, nos ha calado el Evangelio!
Es todo demasiado desalentador.
Muy de acuerdo con los comentarios de Gregory y Gloria.
A Ramontxu ya se le ha contestado.
La semilla cristiana crece a pesar de las zarzas, las piedras, los pájaros. La cuestión es que la hagamos crecer cada uno de nosotros. No se trata de arrancar la cizaña sino de que crezca el trigo. De la cizaña al final no quedará rastro, como dice LF con otras palabras. Pero lo nuestro es preparar nuestro terreno para que sea dócil al Espíritu y den fruto las espigas de trigo.
Lo terrible es que nuestro tiempo no solo no pretende impregnar el corazon de esa piedra, sino incluso secar hasta la superficie. Hasta esos pocos frutos superficiales se perderán, aunque los cristianos sabemos que esto -esa gran apostasia- ya esta profetizada. Por eso nunca como en nuestra época debemos pedir con verdadero fervor: ¡Señor, ven pronto¡
---
LF:
Ese pasaje es de lo mejor de la trilogía de El Padrino.
Después de ello, el demonio ha trabajado mucho para revertir Su triunfo y es por eso que estamos al borde de la Parusía.
La Trinidad ya ha sido reconocida por la humanidad y el demonio ha dado al traste con la Gloria debida a Élla, en este mundo.
Viva Cristo Rey entre sus seguidores, mientras regresa.
---
LF:
No.
Sería preciso compensar esas noticias con las buenas que, indudablemente, existen en la Iglesia en abundancia. Se ha de reconocer, además, que la Iglesia es peregrina en este mundo, y que no es misión “directa” de ella transformarlo, sino ejercer la caridad. Pero lo bueno pasa desapercibido y no se considera noticia: sus titulares no resultan tan atractivos, por lo que no se leen tanto como las malas noticias.
Si las malas noticias sirven para poder luchar contra el mal con mayor eficacia, bienvenidas sean, (las noticias, no los hechos que cuentan), pero junto a ellas necesitamos el bálsamo compensatorio de noticias sobre acontecimientos constructivos.
Saludos en el Señor.
---
LF:
El desmadre doctrinal que se permite dentro de la Iglesia es una realidad de la que hay que informar primero y denunciar después. Este medio de comunicación tiene esa peculiaridad. Para buscar otro tipo de información donde aparezcan más noticias positivas existen otros medios. Y no es que en InfoCatólica no demos esas buenas noticias, pero el alma mater de este portal está marcado por el blog del editor. Y su título es significativo: Reforma o apostasía. Y así seguirá siendo en el futuro.
Lo cual me trae a la memoria aquel lamento de San Pablo, que hago mío: "Veo el bien que quiero y hago el mal que no quiero; ¡Ay de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?".
Respecto al mundo, es célebre también aquella frase que Nuestro Señor Jesucristo le dijo a Santa Teresa de Jesús: "Teresa, Yo quise... pero los hombres no han querido".
En fin, como dice Luis Fernando, mejor reconocer los pecados propios y volver a levantarse y empezar de nuevo, con ayuda de Dios, que creerse ya santos. Eso sí, cada vez rezo con más intensidad aquellas dos peticiones del Padrenuestro de "venga a nosotros tu Reino, hágase tu Volunta en la Tierra como en el Cielo"...
También es conocida la anécdota relativa a algo que Satanás dijo a este gran Santo: "Si hubiera dos o tres más como tú en Francia, yo no podría hacer nada en este país".
Impresionante, ¿Verdad? Sí, Gloria, yo también echo de menos Santos así... quizá haya alguno o algunos, aunque no los conozcamos; ojalá...
Para mí ésta claro, me seguire reformando, con la gracia de Dios hasta la Muerte.
Ustedes con la verdadera doctrina, que es una persona, la Persona de las Personas, DIOS NUESTRO SEÑOR, me asegurán, hasta con sus correcciones, que pido con sinceridad, no alejarme de esa PERSONA.Mi director los conoce, por lo menos al Padre Iraburu.
La Tibieza, la pusilinamidad, la cobardía, los respetos humanos, se vencen con la vida interior, y sabiendo que como dijo "SIN MI", no podeís hacer nada, y es totalmente cierto, DIOS NUESTRO SEÑOR se tiene que incorporar a Nuestras Almas, santa teresa de Jesus, mi madre, soy seglar pero pernenezco al carmelo observante, el que sigue a santa Maravillas.
Las espirutualidades pelagianas son un peligro.
A Cristo por Maria y con el Papa.Les escribe un indigente total, lleno de defectos gracias a Dios, en lucha.
Vamos con el Señor a todos lados!!!!!!!
1. confundir la misericordia con la estupidez
2. confundir la justicia con la venganza
3. confundir la libertad con el egoismo
4. confundir la paz con la ignorancia
5. confundir el amor con la lujuria
6. confundir al varon y la mujer
PARA EVITARLO PROCLAMAMOS EL EVANGELIO
Dejar un comentario
