Una parroquia como Dios manda
Cuenta con dos sacerdotes que celebran dignamente la Misa, predican homilías conformes a la fe de la Iglesia, sin separarse del Magisterio. Además tienen la sana costumbre de sentarse en el confesionario para administrar el sacramento de la confesión.
Al párroco se le ocurrió la feliz idea de abrir una capilla de adoración perpetua. No es moco de pavo hacer eso, porque previamente hay que contar con los fieles, que son los que tienen que comprometerse a que haya siempre al menos una persona ante el Santísimo.
La última idea ha sido abrir un economato social para atender a los más necesitados. No es que antes no lo hicieran, pues contaban con un grupo de fieles que se encargaban de la Cáritas parroquial, pero lo del economato es un paso más. Al fin y al cabo, ya lo dice la Escritura:
¿Qué le aprovecha, hermanos míos, a uno decir: Yo tengo fe, si no tiene obras? ¿Podrá salvarle la fe? Si el hermano o la hermana están desnudos y carecen de alimento cotidiano, y alguno de vosotros les dijere: Id en paz, que podáis calentaros y hartaros, pero no les diereis con qué satisfacer la necesidad de su cuerpo, ¿qué provecho les vendría? Así también la fe, si no tiene obras, es de suyo muerta. (Stg 2,14-17)
Estamos pues, ante una parroquia que cumple con lo indicado por Cristo:
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte. Ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. (Mt 5,14-16)
En el caso de esta parroquia concreta, da la casualidad de que geográficamente está asentada sobre una lugar que se ve desde lejos. Pero aunque estuviera hundida en una sima, en una caverna profunda, seguiría iluminando todo el barrio que la rodea.
Quienes leen InfoCatólica saben de qué parroquia concreta estoy hablando, pero eso es lo de menos. De hecho, sé que hay otros sacerdotes que escriben en este portal a los que les encajaría todo o buena parte de la descripción que he hecho. Y ni les cuento la de sacerdotes que no escriben aquí hacen más o menos lo mismo. No son perfectos. Pero son fieles al llamado que Dios les hizo.
Todos ellos deben recordar lo que dijo Cristo:
Así también vosotros, cuando hiciereis estas cosas que os están mandadas, decid: Somos siervos inútiles; lo que teníamos que hacer, eso hicimos. (Luc 17,10)
Ahora bien, me van ustedes a permitir que a esos siervos inútiles les dé las gracias por ser fieles a Dios y por ayudar a otros a servir al Señor. Y a nuestros obispos les pido que mimen con esmero a ese tipo de sacerdotes. Sé que muchos ya lo hacen. Pues más aún. Son de lo mejor que tiene la Iglesia. La mayoría no figurará nunca en los titulares de los medios de comunicación terrenos. Pero en el cielo se habla mucho de ellos. Ojalá los fieles aprendiéramos a ser más agradecidos a los sacerdotes que dedican su vida a servirnos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
13 comentarios
*Otros títulos muy buenos y muy a la moda habrían sido "Comunidad de Base de los Apóstoles", "Liberación de los Apóstoles", o "Los Apóstoles entre los Pobres".
Curas Santos es lo que nos hace falta. Felicidades y gracias a ellos.
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LF:
El elogio excesivo daña. La falta de reconocimiento del "trabajo" bien hecho es una injusticia. Y los que desde la fe tenemos cierta responsabilidad mediática, debemos evitar lo uno y lo otro.
Y me sumo al elogio de Luis Fernando
Ahora bien, pongamos que es una parroquia grande, de unos 500-1000 fieles que van a Misa, de un barrio de quizá 10.000-15.000 personas, o más. Hace algo la parroquia por intentar llegar a esa gran mayoría de personas que no se acercan a ella?
Dicho de otro modo, aunque haya una pastoral de sacramentos cuasi perfecta -eso ya es una auténtica gozada y un mérito enorme-, y la caridad funcione muy bien, creo que todavía le falta algo, y es la pastoral de evangelización. No podemos esperar a que la gente venga sola, 1º hay que crear comunidades cristianas que vivan el Amor -¡Mirad cómo se aman!- y 2º hay que salir a buscar a toda esa gente que se alejó.
Pero lo dicho, esa parroquia ya es mucho mejor que la gran mayoría de parroquias de España.
Gracias al sabio magisterio de Don Fernando, que fue un extraordinario sacerdote a través del cual el Señor suscitó muchas vocaciones, la Parroquia se convirtió, se lo puedo asegurar, en un trozo de paraíso aquí en la tierra. Fueron tantas las enjundiosas y santas anécdotas que recuerdo de sus homilías, de sus palabras en el despacho parroquial, de sus obras de caridad, del orden y la armonía con que lo mantenía todo en la parroquia, del tiempo que se pasaba en el confesionario, lo que nos contaba y veíamos de buenos ejemplos de sus cinco hermanos sacerdotes (uno de ellos fue Obispo de Jaén, Don Miguel Peinado), que podría escribir hasta un libro. Como tú bien dices, LF, ojalá los fieles aprendiéramos a ser más agradecidos a los sacerdotes que dedican su vida a servirnos.
Un saludo en el Señor. Pax Christi.
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LF:
¿Casi todas las parroquias de Lima tienen una capilla de adoración perpetua?
No todo lo que brilla es oro. Tenemos un cerro de defectos como nación, pero no me negará que mi pueblo tiene un potencial místico de película. No en vano San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima son santos perpuanos emblemáticos. Y nuestro máximo héroe nacional es un santo no canonizado: Puede preguntar por él a los chilenos.
PD: ¿No hay capillas de adoración en los colegios católicos españoles? Creo que sería una buena idea entronizarlas en éstos.
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LF:
Pues no, no las hay.
Me alegro mucho que allá sí.
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