¿Católicos a tiempo parcial?
Vaya por delante que no me gusta que el Papa haya utilizado el nombre de una enfermedad mental para referirse a los católicos que creen que pueden profesar la fe y la moral de la Iglesia en privado a la vez que se alejan de la misma en su actividad pública. Existen otras formas de referirse a esa contradición existencial sin necesidad de que los esquizofrénicos y sus familiares se sientan molestos, incómodos e incluso ofendidos. Por no hablar de que habría sido más ajustado a la realidad el haber hablado de trastorno bipolar y no de esquizofrenia.
Dicho eso, es evidente que el Santo Padre ha puesto el dedo en la llaga. Quien cree que la fe católica ha de ser aparcada en garaje del ámbito privado, es que no ha entendido bien en qué consiste dicha fe. Es más, el Señor Jesucristo fue especialmente contundente al afirmar el carácter público de la confesión de los cristianos: “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios” (Luc 2,8-9). Y no basta con decir que se cree en Cristo. Él también nos dijo: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Luc 6,46)
A todo esto, el Papa respondía a una pregunta sobre la teología de la liberación (TL). Hay todavía muchos empeñados en querer tapar el sol con un dedo. Creen que la TL es salvable si se le quita el poso marxista que siempre ha tenido. Bueno, seguro que si a Lutero le quitamos el sola fide, el libre examen y el resto de sus herejías sobre sacramentos, eclesiología, etc, nos queda un Lutero la mar de católico. Pero no habría luteranismo sino catolicismo. Con la TL pasa un poco lo mismo. Si se le quita lo mucho de heterodoxo que hay en ella, lo que queda es Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Pero si tenemos DSI, ¿para qué queremos TL?
Este Papa conoce demasiado bien el desastre que ha supuesto la TL para muchas Iglesias locales de Iberoamérica como para que vaya a dejar caer una especie de legitimación de la misma. Basta echar un vistazo al mapa eclesial para darse cuenta que allá donde la TL tuvo fuerza, el catolicismo ha retrocedido espectacularmente, dejando paso a evangélicos y sectas. Eso no es discutible. Es un hecho. ¿A cuento de qué, pues, vamos a ser condescendientes con lo que ha sido un instrumento de error y de demolición de la Iglesia?
Y quede claro que soy de la opinión de que la DSI tiene que dejar de ser la “última de la fila” en la predicación de la fe católica. Hay magníficas encíclicas papales sobre el tema como para que la pongamos de cara a la pared. No habrá verdaderamente una nueva evangelización si aparcamos las exigencias éticas y morales del evangelio en el ámbito de la acción política y económica.
Luis Fernando Pérez Bustamante
25 comentarios
Me he dado cuenta de que el papa ha utilizado la palabra "esquizofrenia" sólo cuando el señor 'blogger' lo ha indicado en su escrito. Ese vocablo se utiliza metafóricamente de la forma en que lo ha hecho Ratzinger todos los días y en todos los ámbitos de la vida, y confieso que jamás había visto a nadie incomodarse por ello. Tiene razón Ignacio Bosque, de la RAE, cuando viene a lamentarse de que a este paso, entre tanta sensibilidad a flor de piel ofendida sin matices, llegará el día en que no podamos ni hablar. La pena es que también en ámbitos no estrictamente progres "se la cojan con papel de fumar" (y perdón si con esta torpe expresión ofendo yo también a las víctimás de la nicotina, a las feministas, a los ecologístas contrarios a la pasta de papel...).
Se ve que no tiene un hijo con esquizofrenia, bastaría con decir doblez, ¿no le parece?.
Por otra parte LF, si hay curas, incluso obispos, por horas, como las empleadas de hogar o los fijos discontinuos de hostelería, ¿dónde está el problema?.
llevar la contraria sin motivo alguno al Santo Padre de Roma, es algo notable y muy importante y usted no tiene capacidad alguna ni conocimientos capacitados profesionales para hacerlo.
Yo defiendo con respeto el buen hacer del Papa, y a usted le falta la valentia de publicarlo, para no hacer el más espantoso de los ridículos.
Desde su incompetencia hace juicios temerarios sobre las sagradas y medidas palabras del Santo Padre.
Le agradezco no lo publique, no deseo quede usted como un analfabeto. Todavía, con un poco de esfuerzo puede si se lo propone hacer el bachillerato e ilustrarse un poco.
Le perdono sincera y plenamente.
Y rezo por usted para que sea humilde, verdadero y sincero.
La soberbia y la ignorancia no son buenas consejeras.
Como siempre, respetuosos saludos de Asclepio Profesor de Medicina.
Tiene mucho que aprender.
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LF:
Tres cosas:
1- No he borrado ni desaprobado ningún comentario en este post.
2- Sí, tengo mucho que aprender. Pero no necesariamente de usted.
3- ¿Cómo es eso de que he llevado la contraria al Papa? He dicho que no me ha gustado que haga uso de una enfermedad mental para referirse a una situación concreta. Tampoco he dicho que sea algo espantoso, condenable y reprobable. Yo mismo lo hago en ocasiones casi sin darme cuenta. Y he explicado el porqué pienso así. No existe nada en la doctrina católica que obligue a que nos guste absolutamente todo lo que dice un Papa al responder a las preguntas de unos periodistas. Y el Papa Pío XII dijo lo siguiente:
Finalmente, Nos querríamos todavía añadir una palabra referente a la opinión pública en el seno mismo de la Iglesia (naturalmente, en las materias dejadas a la libre discusión). Se extrañarán de esto solamente quienes no conocen a la Iglesia o quienes la conocen mal. Porque la Iglesia, después de todo, es un cuerpo vivo y le faltaría algo a su vida si la opinión pública le faltase; falta cuya censura recaería sobre los pastores y sobre los fieles.
Soy católico fiel a la Iglesia, pero no un sectario. No sé si me explico.
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No solo para las Iglesias locales, me pregunto cuánto de la violencia que existe hoy en América no es sino el fruto moral de esa TL, en su espíritu.
Al fin y al cabo, lo que acaba interiorizando la gente es que la violencia, si es "para bien", para derribar "estructuras de pecado", acaba también justificándose para cada uno según sus necesidades. Da igual que esto sea siquiera meditado, pero es claro que la post- TL ha dejado naciones con un Cultura de la Violencia. La vida allí no parece valer nada.
-Claro que la esquizofrenia es una enfermedad mental que se puede paliar con medicamentos. Pero contra la hipocresía,...ni el exorcita
Eso no es cierto. Y usted lo sabe.
Me ha borrado completamente mi primer respetuoso y educado comentario.
Y me publica solo el segundo, que yo no queria fuera publicado. No me gusta dejar a nadie mal en ningún sentido. Y menos a usted, que sepa le tengo merecido aprecio.
S.S. Benedicto XVI, mide muy bien siempre lo que dice y todas sus palabras, y desde mi punto de vista en el tema esquizo ( división ) frenia ( razón ) tiene toda la más completa y científica razón.
El Transtorno bipolar a que usted se refiere, alegría - tristeza, maniaco - depresivo no tiene nada que ver, se lo aseguro.
Yo no deseo más que resplandezca la verdad. El Santo Padre no se ha equivocado en nada como de costumbre.
Con el respeto de siempre. Atentos saludos.
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LF:
Que no he borrado nada. O si lo he hecho, habrá sido sin querer.
Desde luego se usa coloquialmente pero no es elegante, desde luego Su Santidad no ha tenido la ínfima intención de nada malo.
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LF:
Eso es evidente.
Antes la gente que tergiversaba el cristianismo se les llamaba herejes. Hoy en dia suena muy mal esta palabra, pero no hay otra, para definir lo que hacen algunos con la doctrina cristiana.
En cuanto al termino esquizofrenico, creo que no hay para tanto, el mismo Cristo llamaba "ciegos guias de ciegos" a los fariseos, y por ello no creo que se sintieran ofendidos los que sufren la imposibilidad de la vision.
Cristo nos libera del pecado y de la muerte eterna,
pero también nos ayuda a luchar por una sociedad más justa y fraterna.
El término no me parece apropiado porque los pícaros de la doblez, de enfermos, ni pizca. "Casualmente" jamás se muestran católicos en la vida pública, vamos, que aquí no puede hablarse de enfermedad. Ni por analogía. Hay una intencionalidad manifiesta en su accionar.
El P. Castellani encuadraba a esos ejemplares dentro de la inmensa fauna de FARISEOS que infesta la Iglesia, y no desde ayer. Pues como bien enseña el P. Iraburu, el fariseísmo apareció en el momento en que ser cristiano pasó de ser heroico a ser conveniente.
Contrariamente a lo que piensan muchos, FARISEO no es un mero hipócrita. Aunque la hipocresía le sea consustancial. El fariseo no se limita al "Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan."(DRAE). No, el fariseo va mucho más allá: el fariseo usa a la religión, usa a la Iglesia, ¡usa a Dios!
Hace poco el notable escritor De Prada hizo notar dos cosas : que la Iglesia está llena de fariseos, y que el fariseísmo de muchos católicos es causa de que la Igesia sea odiada en vez de amada.
Casi lo matan. Los fariseos, claro. Casi le pasa como a Cristo. En sentido figurado por supuesto, pero vale como botón de muestra.
Leed a Castelani. Vale la pena.
Los evangélicos y las sectas han hecho su trabajo, la Iglesia no. En el catolicismo, la obligación de evangelizar compete sólo y exclusivamente a la Iglesia, no a los laicos ni mucho menos al Estado. Sin embargo, siempre resulta más cómodo atribuirle esa labor a los esclavos (perdón, quise decir: “a los fieles”); y si éstos no logran ser persuadidos para que cumplan con su “obligación”, pues habrá que imponérsela al Estado bajo el eufemismo de “libertad religiosa”. Y de esta forma, el Estado será el que se encargue de la evangelización del pueblo a través del sistema de educación pública…más cómodo, ¡imposible!
Cuando Jesús ordenó enseñarle a la población todo lo que él había encomendado, esa orden sólo recayó en los apóstoles, no en el resto de la población que carecía del grado o nivel necesario para hacerlo (Mateo 28:16-20).
A la pregunta hecha por el blogger: “¿A cuento de qué, pues, vamos a ser condescendientes con lo que ha sido un instrumento de error y de demolición de la Iglesia?” Pues eso, habrá que estar en contra de que el clero evada su OBLIGACIÓN de evangelizar, delegándola a la feligresía o al Estado.
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LF:
Insisto. Con un mapa en la mano se ve la clara relación entre "pujanza" de la TL y pujanza de los evangélicos y las sectas. No es mi culpa que sea así. Pero es así.
Y otra cosa más. La evangelización es cosa de TODOS, no solo del clero.
Sí que me gustaría comentar, en cambio, sobre el título del artículo, entre otras cosas porque me he acordado de algo que creo haberle oído decir a Juan Manuel de Prada en algún programa de "Lágrimas en la lluvia" de Intereconomía (no estoy seguro si fue hace una o dos semanas, cuando calificaba de "fariseos o hipócritas modernos" a los políticos actuales, o algo así).
Evidentemente, cualquier persona con un poco de sentido común sabe perfectamente que no se puede ser católico a tiempo parcial. Si somos católicos, tenemos que ser coherentes con nuestra fe y, por tanto, tenemos que ser católicos las 24 horas del día (es decir, incluso cuando dormimos). Y, si no somos capaces de serlo, por cobardía, respetos humanos, miedos, egoísmos, debilidad espiritual o carnal, etc., debemos acudir al sacramento de la confesión.
Precisamente creo que éste es uno de los grandes males que tienen nuestras sociedades occidentales: que creemos que la fe debe restringirse al ámbito privado, y esto es un gran error. Una de las cosas que, a mi entender, más se echa en falta es precisamente la presencia en la vida pública de personas que sean capaces de defender sus creencias católicas contra viento y marea, y en especial contra las ideas de los izquierdistas "progres" que tantas ganas tienen de arrinconar la fe, es decir, se echan en falta políticos que digan claramente que la fe católica es la verdadera y por qué lo es, y que actúen en consecuencia, entre otras cosas. Claro que también hay que admitir que la estructura de los partidos políticos y su declaración (creo que en casi todos los casos) de no confesionalidad no favorece la aparición de muchos políticos coherentes, muchos de los cuales (si no todos), a mi entender, probablemente se meten en Política más para medrar y buscar el poder que para defender la Verdad.
Quizás, y aunque suene un poco fuerte, a estos políticos se les podría aplicar la expresión de "fariseos" e "hipócritas" que utilizó Jesucristo con los verdaderos fariseos y dirigentes religiosos de su época. Y quizás también nos lo podríamos aplicar a nosotros mismos en muchos casos, cuando no hemos sido coherentes con nuestra fe.
(Del gr. σχίζειν, escindir, y φρήν, inteligencia).
Escindir la inteligencia
Yo no lo niego públicamente, pero reconozco que dejo mucho que desear con respecto al que vivencio en mi ámbito privado; sobre todo dependiendo del ambiente en el que me encuentre. lo que me lleva a pensar (¿tal vez para autojustificarme?) que ser cristiano es un continuo proceso de acercamiento y purificación.
: )
Castellani decía que así como NSJC se pasó luchando contra el fariseísmo, nosotros, siguiendo su ejemplo, deberíamos hacer lo mismo. Contra el ajeno y contra el propio.
.
Las Letanías de la Humildad son un buen antídoto. Aunque mal no estaría agregar expresamente:
"Del fariseírmo,
Líbranos Señor".
Lo que pasó luego con el advenimiento de las democracias fue una especie de antítesis que consiste en un cierto distanciamiento de los laicos con respecto a la jerarquía “Yo soy católico, pero con los curas no quiero saber nada” o “Yo creo en Dios, pero no en los curas”.
Además, es casi impensable que en iberoamérica prosperen Teólogos al estilo de Faus, Masiá, o Arregui, por nombrar algunos, no por conservadores, sino porque el paladar religioso latino no soporta semejante dispersión, y porque además el yugo Vaticano es mas efectivo que en las europas.
Busque el problema adentro, no por fuera, intente algo de autocrítica, lo cual en las actuales circunstancias es tanto mas imperativo, que recomendable.
Cordiales Saludos
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LF:
Los hechos son los hechos. El mapa religioso no miente. Allá donde tuvo fuerza la TL, el catolicismo retrocedió para dar paso a los evangélicos, especialmente los pentecostales.
En principio le agradezco se haya tomado la molestia de contestar mi comentario. No he pretendido adjudicarme la verdad respecto a este tema. Sin embargo no por ello dejo de expresar mi punto de vista basado en la experiencia personal.
Yendo a lo específico, aquí en Argentina (Yo soy de esa nacionalidad). La mayoría de los católicos no van mas allá del catecismo básico, por lo cual el interés por las discusiones teológicas es tan escaso que la influencia de la TL no mueve el amperímetro.
El problema del pentecostalismo en general, y de las sectas en particular se basa en este desinterés, de tal manera, un individuo puede ser tomado desprevenido o pobremente preparado cuando se encuentra atravesando una situación límite, así es fácilmente captado por estas organizaciones oportunistas, las cuales le ofrecen un placebo para su problema particular. Entrar es fácil, salir no lo es tanto.
La “Santería” es el otro tema: Las personas se encomiendan a un santo, le hacen promesas, le encienden velas (Lo cual no es un hecho censurable en si) Pero no se ocupan por conocer cuales fueron sus virtudes, o su carisma. De esta manera muchos terminan venerando a “santos” Como El gauchito Gil, La difunta Correa, o san la muerte.
En cuanto a la TL no me canso de repetir lo mismo: Es como el sarampión. Se tiene una sola vez, pera hay a quienes le les encanta rascarse.
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