La verdad sobre el obispo de Bilbao y Queiruga
Los enfangadores profesionales de la progre-iglesia andan empeñados en montarle un pollo al obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta. La razón es que el prelado vasco ha “osado” vetar un curso del teólogo gallego Andrés Torres-Queiruga en el Instituto diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao (IDTP).
El problema de fondo tiene mucho que ver, como ya dije en otro artículo, con el concepto de Iglesia que tienen unos y otros. Desde el IDTP estaban acostumbrados a presentar a los obispos sus programas y actividades sin que los pastores intervinieran lo más mínimo. Actuaban de facto como si fueran autónomos de la autoridad episcopal. Con Mons. Iceta eso se acabó. Y así ha de ser porque no tiene sentido que el obispo de una diócesis no tenga el control sobre lo que se enseña desde un órgano académico teológico diocesano.
Sobre Torres Queiruga todavía no pesa ninguna nota doctrinal de la CEE ni de Roma. Digo todavía, porque esa es una situación que puede -yo creo que debe- cambiar en cualquier momento. Sin embargo, nadie duda que, como poco, es un teólogo controvertido. Mons. Iceta es consciente de ello y eso es, por sí solo, motivo más que suficiente para no admitirle como ponente en el IDTP. De hecho, si don Mario ha leído libros del teólogo gallego, no necesita ninguna nota de Añastro para hacerse un juicio sobre su ortodoxia o heterodoxia. Él, como obispo, tiene la autoridad e incluso el deber de juzgar magisterialmente la obra de cualquier teólogo que vaya a dar clase en su diócesis. Y si alguien tiene alguna duda sobre su juicio, que apele a Roma.
Mis fuentes en la diócesis de Bilbao me aseguran que el obispo no ha censurado completamente a Queiruga. No se opone, por ejemplo, a que participe en una mesa de debate con otros teólogos sobre la temática que se crea oportuna. Pero lógicamente, en dicha mesa deberían de estar teólogos sobre cuya ortodoxia no haya el más mínimo asomo de duda. Así estaría asegurada la defensa de la fe católica desde la fidelidad plena al Magisterio. El obispo no se opone al debate teológico -donde pueden estar presentes incluso miembros de otras comuniones eclesiales no católicas- y sí a que el IDTP sea instrumento de difusión de una forma de hacer teología que, según su parecer, no es conforme al magisterio.
Esas mismas fuentes me confirman que Mons. Iceta ya ha explicado su proceder en los órganos competentes de la diócesis y que hace lo mismo con cualquier sacerdote que le pregunte por lo que está ocurriendo. Es decir, no se esconde. Sabe lo que quiere, lo hace y lo explica.
Desde Religión Digital se habla de “indignación contenida entre la amplia mayoría del clero de Bilbao por el caso IDTP“. Se califica la decisión del obispo de “grave error, que hiere la comunión y quiebra la confianza en el prelado“. En otras palabras, como don Mario no hace lo que ellos quieren, entonces rompe la Iglesia y quiebra la confianza de los curas hacia él. Lo que esta gente -que no es tanta como parece- pretende se resume de la siguiente manera: Si el obispo quiere paz eclesial, tiene que seguir el ejemplo de sus predecesores y olvidarse de ejercer su autoridad pastoral sobre el IDTP y, de paso, sobre cualquier otro ámbito diocesano. Él debe limitarse a decir sí y amén a lo que unos cuantos marcamos.
Pues miren, va a ser que no. Don Mario no quiere romper nada pero él no ha llegado a Bilbao para que todo siga como antes. Se tomará el tiempo que crea oportuno, actuará conforme a la prudencia necesaria y tendrá sumo cuidado de que no se produzca un cisma -no tienen valor para ello, advierto-, pero no es prisionero de nadie salvo de Cristo y de la fe de la Iglesia, a la que debe servir como el primero de todos los fieles en Bilbao. Primero en servicio y primero en autoridad.
Y ya de paso, ¿le queda de una vez por todas claro a quien le tiene que quedar claro que no es conveniente parar notas doctrinales que ayuden a TODOS los obispos a desempeñar su labor pastoral? Porque es evidente que Mns. Iceta no habría tenigo que dar explicación alguna sobre lo de Queiruga si se hubieran hecho bien las cosas. Lo que no se haga aquí, se hará desde Roma. Pero Roma prefiere que los obispos lleven a cabo en las diócesis de sus respectivos países lo que tienen que hacer sin esperar a que sea la Santa Sede quien lo haga. Y así debe de ser.
Luis Fernando Pérez Bustamante
24 comentarios
Enhorabuena a don Mario Iceta por su valentía y mucho ánimo.
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Sobre el tema de las notas doctrinales:
Para los que somos analfabetos en temas tológicos, como yo, son muy necesarias esas orientaciones pastorales. Esas notas doctrinales no emiten una condena global sobre las personas sino que emiten un juicio sobre su doctrina teológica para orientar rectamente a los fieles.
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LF:
Corregí el error. Gracias.
¡Y mira que esos...!
Los curas a lo suyo que ya es mucho
Benditos curas los que se dedican al culto y ala evangelización de forma recta.
Opiniones tenemos todos para dar y vender.
Algo parecido pasa en San Sebastián con Monseñor Munilla y, !Ay! eso mismo espero acabe pasando en Barcelona cuando le llegue el relevo a Nostach.
Ánimo y gracias, D. Mario. Dios y la Iglesia en general estamos orgullosos de usted... y, al fin y al cabo, eso es por lo único que le examinarán al atardecer de la vida.
Un abrazo en Cristo!
Lo que debe hacer un Obispo, pues. Lo que han hecho siempre los buenos Obispos.
Y no debería ser un caso raro sino lo usual en cualquier Obispo.
Por eso me alegro de su decisión. Y de los otros "milagros" que evoca LF acerca de otras diócesis.
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LF:
Pues como el que tiene lugar en el diálogo ecuménico.
Ahora ha llegado la hora en que ambos prelados les están poniendo las pilas a sus presbíteros y a muchos de ellos (que tal vez no pasarían un examen de catecismo...),pues claro,les chirrían las clavijas.
Además están imponiendo un rigor pastoral, de clara y sana doctrina, que si bien molesta a algunos sacerdotes sesgados o equivocados,sin embargo fortalece y alegra al pueblo cristiano de sus diocesis.
Enhorabuena y adelante¡¡
... Los obispos deberían de ejercer sus deberes, ayudar a Roma y dejarla en paz en estos casos de teólogos heterodoxos, pues el obispo es la autoridad capacitada y competente más próxima al conflicto.
... Como dice LF, todos los casos de heterodoxos creciditos tienen su base en una dilatada dejación de funciones episcopales; con el tiempo, se cosecha lo que se siembra.
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LF:
Lo cual habla mucho de quién es Queiruga, obviamente. Lo grave sería que a ti te pareciera mal.
El punto es que la salvación que Jesucristo nos ofrece a través de la fe, la Iglesia tiene misión y obligación de transmitir y enseñar en toda su pureza y verdad. Y los teólogos estudian y enseñan esa fe en la Iglesia y en nombre y con autoridad de la Iglesia.
Ya es hora de que los Obispos hagan acto de presencia.
Me a trevo a sugerir que cambien el estilo de sus pronunciamientos. En lugar de "condenar" lo que los teólogos dicen, "declarar en afirmativo" que LA IGLESIA CATOLICA NO SE RECONOCE EN ESA ENSEÑANZA, Y PUNTO.
DEBO CONFESAR QUE ALGUNAS VECES HE PENSADO QUE EL CODIGO DE LA IGLESIA DEBERÍA INCLUIR EL DELITO DE PREVARICACION MAGISTERIAL APLICABLE A OBISPOS Y SACERDOTES.
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LF:
¿Eso se lo dices a Hermenegildo o a mí?
La segunda parte es un desideratum a nuestros Obispos, en la misma línea de lo que estas promoviendo en Infocatólica. La expresión "prevaricación magisterial" es fuerte, pero en casos ha sido y continua siendo real.
Recuerdo ahora una intervención de Don Marcelo, que te cuento, porque no se si habrías nacido en aquel entonces.
Apareció en la revista SAL TERRAE un artículo sobre la concepción Virginal de la Virgen. El autor (por supuesto un jesuita, y que me perdonen los hijos de San Ignacio si no lo era, porque eso al menos les exculparía en parte, aunque de ninguna manera al director de la publicación)lanzaba la pregunta, o teoría, -así, como si de nada se estuviera hablando- de qué inconveniente habría en aceptar que la concepción de María no se hubiera realizado por "fecundación natural" a través del semen de su esposo (¡perdón, Señor, perdón!). Pues bien, en el siguiente número de aquel blasfemo número de Sal Terrae, apareció por mandato de Don Marcelo y con su firma un articulo desautorizando la publicación y aquel escrito.
A eso podemos llamarle una digna intervención episcopal del pastor de la Iglesia Toledana. Ni Conferencia Episcopal, ni Comisión de la fe, ni puñetas. Antes de que el error prosperara, Don Marcelo, de bendita memoria, saltó en defensa del rebaño, con una intervención fulminante. Eso es un Obispo. Y no es que los demás no lo sean, pero no basta con que lo sean, los católicos esperamos que frente al error actuen con la autoridad de su magisterio, claramente, sin contemprizar.
¿Estamos, LF?
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LF:
Bueno, eso es lo que hizo don Demetrio cuando era obispo de Tarazona y publicó una carta pastoral pidiendo que no se comprara el Jesús de Pagola. Un obispo puede él solito hacer lo que crea oportuno respecto a los teólogos heterodoxos. Pero las conferencias episcopales, y sus comisiones doctrinales, están para algo. Y como están para algo, lo normal es que se les deje hacer su trabajo y, una vez hecho, tenga la repercusión eclesial necesaria. Y si no, que las cierren.
Y Don Demetrio estuvo muy cerca de él, de muchas maneras y en muchos momentos, y más mientras fue Rector del Seminario de Santa Leocadia. Así se aprende a amar a la Iglesia ºy servirla. Sin miedos ni perezas.
Por eso hay esperanza más que fundadas: están apareciendo ya los Obispos que necesita la Iglesia en España.
Gracias a Dios.
No obstante, tomando inspiración del post de Percival, con el que también estoy de acuerdo ( creo que Don Demetrio está a la altura de su maestro en Toledo) voy a parar a una anécdota reciente.
Me comentaba un buen Vicario de Pastoral que acababa de conversar con un arzobispo emérito. Uno que contrariamente a lo que hizo don Marcelo en la misma época,cuando estaba en pleno ejercicio tumbó el seminario de su diócesis, poniendo al frente a quien no tenía que poner y manteniendo a quien no tenía que mantener, hasta el punto de que al poco tiempo no quedaron ni seminaristas ni rectores.
Bueno, pues nuestro Monseñor le hizo el comentario de que no entendía por qué se estaba criticando tanto a la Sor Forcades, total porque era un poco feminista, pero nada más, y que él no veía algo censurable doctrinalmente en sus discursos... Vamos, que la moral de la Iglesia está ahí como un subproducto de libre consumo.
El Vicario tragó saliva, y, por respeto humano, censurable a mi juicio, en su timidez no le dijo al Monseñor que la mitra le caía ahora más grande que cuando malgobernaba su diócesis.
Bendiciones!
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