Generosidad máxima de la Iglesia hacia la FSSPX
El cisma lefebvrista podría pasar a la historia si la FSSPX acepta la condición que la Santa Sede les puso ayer para su reconciliación plena. Deben aceptar un preámbulo doctrinal que “establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el sentire cum Ecclesia, dejando abierto, al mismo tiempo, a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo“.
Como quiera que, no se sabe bien la razón, el texto de dicho preámbulo no se ha hecho público, todo lo que podemos decir sobre su contenido es mera especulación, aunque ayer mismo, Mons. Fellay dijo que en el texto que se les ha dado “no hay una distinción específica entre el campo dogmático intocable y el campo pastoral abierto a la discusión“. Si eso es así, y no tenemos por qué dudarlo, no parece que esté muy claro qué es lo que se quiere que acepten o dejen de aceptar. Esperemos que se nos diga algo más en los próximos días.
La sensanción que tengo es que ese documento es el fruto de meses de diálogo entre teólogos lefebvristas y la Congregación para la Doctrina de la Fe. Dado que el Papa ha mostrado un claro interés en el regreso a la comunión plena con la Iglesia de los obispos y sacerdotes de la FSSPX, que a día de hoy siguen suspendidos a divinis, es probable que desde la CDF se haya buscado establecer una especie de documento de mínimos que pueda ser asumible por la Iglesia y por la mayor parte de los lefebvristas. Pero, insisto, mientras no sepamos el contenido de ese preámbulo, todo es mera hipótesis.
Por cierto, resulta patético que a estas alturas de la película haya personajes -mayormente filolefebvristas histéricos- dedicados a sacar pecho porque la Iglesia ha reconocido que no todo lo que dice el Magisterio ni todo lo que enseñó el Concilio Vaticano II es dogma de fe, como si hubiera alguien que sostuviera lo contrario. Tras varios posts recordando las palabras de Pío XII sobre la opinión pública dentro de la Iglesia, cuyo límite se establece en las materias dejadas a libre discusión, no hace falta que diga que lo ocurrido ayer no ha sido causa de sorpresa para mí. Por ejemplo, ¿se puede discutir sobre el significado último de “subsistit” en la Lumen Gentium? Obviamente sí. Algunos blogueros lo hemos hecho en este portal (p.e, Bruno). O sea, nihil novum sub sole.
Aunque el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede no especifica cuál puede ser la solución canónica para los lefebvristas en caso de que acepten el preámbulo doctrinal, el P. Lombardi adelantó ayer que se les puede ofrecer una Prelatura personal, que sería la segunda creada en la Iglesia tras el Opus Dei. De hecho, cuando ayer InfoCatólica se convirtió en el primer medio de comunicación en lengua española en dar la noticia de la oferta de la Iglesia a los lefebvristas, el titular era la concesión de dicha prelatura si ellos aceptaban lo que se les pide. Eso fue lo que “nuestro” vaticanista Andrés Beltramo anunció por su twitter y así lo dijimos antes incluso de conocer el texto en español del comunicado. Cuando vi que en el mismo no aparecía lo de la prelatura, dicho dato pasó a ocupar el antetítulo de la noticia, advirtiendo que era una declaración de Lombardi. Así se hacen las cosas en el periodismo de internet, y así lo hemos hecho y lo haremos aunque algunos ignaros se dediquen a criticarnos por seguir el manual de esta profesión.
Quiera Dios que la FSSPX acepte lo que la Iglesia le pide. Quiera Dios que sus obispos y sacerdotes puedan ejercer legítimamente su ministerio. El Papa ha hecho todo lo que está en su mano para que así ocurra. Ahora la pelota esté en los tejados de Econe. Esperemos que la devuelvan intacta y no pinchada ni rajada.
Luis Fernando Pérez Bustamante
71 comentarios
Esto es como el fin de ETA: dejen las armas, digan donde están y entréguense; hagan Penitencia, dejen sus armas y vuelvan a casa, y se acabó.
Todavía Fellay se permite hacer distingos, suyos, sobre lo opinable/no opinable, así no.
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LF:
Hombre, me parece excesiva y fuera de lugar la comparación con ETA.
Un feo al Papa sería inolvidable. Y si en algo conocemos todos al Papa es en que habrá puesto en el texto todo lo que la Iglesia puede "conceder". O lo aceptan o que desaparezcan de nuestras vidas (vista).
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LF:
El Papa sabe que "o ahora o nunca". Y por eso es tan generoso.
Aquí veremos si la FSSPX cree de corazón que corresponde a Pedro confirmar en la fe a sus hermanos.
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LF:
Dudo que el Papa entre en el tema de la libertad religiosa. No está el horno para ese bollo.
No confunda un acto cismático (de Mons. Lefebvre) con un cisma, porque es completamente diferente; más aún hoy. Si no reconocieran al Papa nunca se habrían realizado estas conversaciones.
Saludos.
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LF:
Quien comete un acto cismático y es excomulgado por ello, es un cismático. Y el lefebvrismo toma su nombre de Lefebvre, el excomulgado.
¿Tenías que hablar de "cisma" cuándo el comunicado habla de "fractura"?
La generosidad del Santo Padre, ¿no vendrá porque la FSSPX tenía a lo mejor un poquito de razón? ¿Cómo que el Misal Tradicional no había sido abrogado o que se pueden discutir las formulaciones del Concilio Vaticano II? Esto no es generosidad, sino reconocer ciertas verdades oficialmente. Si hay generosidad por parte de la Santa Sede, será en la estructura canónica que se proponga a la FSSPX, y de ésta no sabemos nada.
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LF:
Lefebvre fue excomulgado por cismático. Punto. Pero vamos, si te parece mejor, les llamo fracturadores....
El texto del comunicado habla de "una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo". Pues oigan... eso llevamos haciendo desde que acabó el concilio. ¿O es que me van a decir ahora que en la Iglesia no se ha descutido, estudiado y explicado el Vaticano II en los últimos cuarenta años?
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LF:
Este artículo refleja la opinión del que lo ha escrito. O sea, yo. Que no soy precisamente sospechoso de negar la existencia de un cisma y de no pedir que la Iglesia acabe de una vez por todas con las miriadas de heterodoxos que pululan en su seno.
Ahora bien, también soy de la opinión de que con la herejía con conviene la generosidad. Con el cisma no herético, sí. Siquiera sea para evitar que acabe convirtiéndose en herejía, que es lo que antes o después le ocurre a todos los cismas.
Bueno, hasta Milingo con su iglesia africana independiente recién inventada tiene un poco de razón.
Lutero y Calvino también tenían un poco de razón.
Cualquier mal hijo desobediente que insulta y veja a su madre a veces tiene un poco de razón.
Eso no quita que el Papa está siendo extremadamente generoso.
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LF:
Lefebvre no tiene nada que ver con el crápula de Maciel. Nada que ver. No hay razón alguna para que los lefebvrianos renuncien a su fundador.
A los muertos no se les puede levantar la excomunión. Lo que sí se puede es pedir a Dios que acoja en su seno a quienes murieron fuera de la comunión con la Iglesia. Y además es seguro que Mons. Lefebvre murió tras haberse confesado. O mucho me equivoco o cualquier sacerdote puede levantar una excomunión (incluso para los casos reservados a la Santa Sede) ante el peligro de muerte del excomulgado. Lo que no sabemos es si el arzobispo de arrepintió de su acto cismático o cuál es el juicio que merece para Dios dicho acto conforme a la conciencia del prelado.
En otras palabras, confiamos y encomendamos su alma a Dios. Yo espero que esté entre los salvos.
JAA,
Ya, pero a la FSSPX les han acabado dando la razón en cosas que durante décadas han sido negadas: Misa Tradicional y discusión de CVII.
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LF:
Pero vamos a ver... si incluso la CDF ha admitido y respondido a preguntas sobre algunos términos del concilio (p.e, el "subsistit"), lo cual demuestra que se puede dudar sobre lo que significan, ¿dónde está el cambio?
Es más, el mero hecho de que la Iglesia quisiera dialogar con ellos sobre el CVII, ¿no indicaba que el mismo, al menos hasta cierto punto, estaba sujeto a discusión?
Insisto, el comunicado dice exactamente esto:
"establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el `sentire cum Ecclesia´, dejando abierto, al mismo tiempo, a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo".
Y ESO no es ninguna novedad. De hecho, es lo que se viene haciendo desde hace décadas, por no decir siglos. Hay principios doctrinales (dogmas y doctrinas de fide) que han de aceptarse sin más. Y hay otros asuntos sobre los que se puede discutir. Como no sabemos el contenido del preámbulo, no hay manera de saber qué principios del CVII son irrenunciables y cuáles no. Y hasta que no lo sepamos, no podemos opinar sobre ello.
La unión la veo próxima más será solo el primer paso, porque luego vendrá la etapa de convivencia la cual no para todos será fácil. Por eso también deberemos de rezar.
Completamente de acuerdo con el post de LFPB.
Lo que yo veo es que la disposición de corazones es importante, pero viendo los "peros" de los lefevrianos no me cuadra que se les de un ordinariato para que al día siguiente se mantenga la misma oposición frontal a doctrinas controvertidas.
Por lo que intuyo, los lefes podrían convivir con la progresía dentro de la Iglesia como cruz a llevar, pero no admitirán que la interpretación de esas doctrinas continúe siendo la que "parece" que es.
Es que si no se tocan casi todo va a seguir igual, no veo como cuadrar las cosas.
No es solución que existan dos magisterios dentro de la Iglesia, eso es locura.
En fin, ya veremos.
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LF:
Sobre la Misa tradicional el Papa ya se había pronunciado siendo cardenal. Así que no era novedad. Lo de los condones no creo que sea precisamente un tema sobre el que hayan quedado contentos en Roma -Papa incluido- de cómo quedó todo tras la polémica en los medios. La pederastia es un tema obligado por las circunstancias. Pero sobre la libertad religiosas, lo que se ve en la totalidad de las intervenciones de obispos y diplomáticos vaticanos es un discurso calcado al del Vaticano II. Me da que el Papa no entrará ahí, a menos que sea para aclarar lo que sea menester.
Ahora, por mí... como si quiere hablar sobre la confesionalidad de los estados.
Pero en mi opinión, lo que le motiva a buscar la regularización de la SSPX es, aparte de la caridad, el deseo de contar con su ayuda. Sabe que no le queda mucho más tiempo, y se avecinan tiempos turbulentos.
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LF:
Hombre, que la foto sea tomada de esa manera no significa que antes o después no inclinara la cabeza o besara el anillo.
http://www.publico.es/espana/396448/el-vaticano-premia-a-un-grupo-que-niega-el-holocausto
Es lo que tiene ser un mercenario de la izquierda radical. Uno se convierte en la misma escoria que aquellos a quienes alquila sus servicios.
No hay peor ciego que el que no quiere ver. No por nada este "problema" lo trata Doctrina de la Fe, evidencia de que ni siquiera la oficialidad cree en lo del cisma y tiene perfectamente claro que el cataclismo que siguió a la Iglesia tras el Concilio se debe precisamente a que se apartaron de lo que se hizo siempre y ahora deben justificarlo muy bien.
La solución a la crisis la tiene el Romano Pontífice, si el acoge los restos de tradición que aún permanecen, por la gracia del Espíritu Santo, no es generosidad, es su deber y me alegro de que esté cada vez más conciente de ello.
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LF:
En un principio no había dado paso a este comentario porque mencionaba lo del cisma. Pero me lo he pensado mejor. Creo que sirve para que nos hagamos una idea de cuál es la actitud de los lefebvristas y filo-lefevristas ante lo que está ocurriendo.
Pones el ejemplo de la aclaración del significado del "subsistit in". Pero esa aclaración no es una crítica al Concilio, ni constructiva ni destructiva. Es una defensa de éste frente a las interpretaciones heterodoxas de los progres.
El Concilio no lo hicieron los obispos, sino en gran medida, no digo en toda, los teólogos que tenían detrás. Y entre estos teólogos los había ortodoxos, claro, la mayoría. Pero también los había heterodoxos. Muchas expresiones del Concilio se han interpretado de manera heresiarca por una razón: eran conceptos nuevos, alejados de la teología tradicional, eran conceptos de la "nouvelle theologie" y, en algunos casos, se introdujeron con el objetivo expreso de colar "un gol" a los padres conciliares.
Que el texto conciliar es ortodoxo si se interpreta conforme a la tradición, está claro. Salvo para los muy cazurros. Pero todo esto no se podía decir hasta hace muy poco. Decir que hay cuestiones de procedimiento e incluso de contenido (por ambiguo) que no se hicieron bien, no estaba permitido. Sí a los progres, pero no a los que no lo eran. Quizá por un cierto temor solapado o inconsciente a que ello pondría en tela de juicio la autoridad moral del Concilio. Y no es eso, obviamente.
Qué pasada. Qué odio. Qué visceralidad. Cuánta falta de respeto; tanta, que incluso las posibles críticas justificadas a una institución como la Iglesia, santa y pecadora, pierden toda razón de ser.
Yo, por ejemplo, no simpatizo especialmente con el tradicionalismo y el conservadurimso social de los seguidores de la FSSPX, pero de ahí a espetar toda clase de injurias, mentiras, exageraciones, intoxicaciones contra ellos en particular y contra la Iglesia católica en general...
Y vaya costumbre malsana han adoptado ya cientos, miles de laicistas con querer acusar a Benedicto XVI de nazi. Esto es una injuria. En fin.
Cierto es que el Papa ha hecho todo lo que esta en sus manos (y no solo Benedicto) podriamos decir que "el papado" viene haciendo todo lo posible.
Y que ironia de la vida... Si se tomara el rigorismo antiguo que de a toda costa pretenden los lefebvristas se aplique, seguramente su excomunión llegaria a tanto tiempo como llevo la de los ortodoxos. Que ironia que lo que criticaron tanto (el Concilio Vaticano II) termine acelerandoles el trámite, en su retorno a la verdadera Iglesia.
Parece claro que el punto en cuestión no es si se interpreta de este modo o de este otro tal pasaje del Concilio, sino si se acepta o no al Concilio mismo como Concilio Ecuménico de la Iglesia, aprobado por el Papa legítimamente reinante.
Eso, sin necesidad de ser adivino ni nada semejante, sin duda que es parte de los "preámbulos".
Una vez reconocido de esa manera el Concilio, y que ninguno de los Papas posteriores fue hereje, y que Benedicto XVI es el legítimo sucesor de Pedro, en definitiva, una vez reconocida la autoridad de la única Iglesia real y que existe en cuestiones de fe y costumbres, podremos seguir peleándonos o no, según el tema que sea, con la Fraternidad, pero será, si Dios así lo quiere, una pelea entre católicos sin ninguna duda.
La verdad que si Benedicto XVI logra anotar ese tanto, con la gracia de Dios, es como para beatificarlo "subito".
Veremos si lo que se dé a conocer sobre el preámbulo doctrinal en días futuros hace que dicha idea se instale definitivamente en mi opinión o tenga que descartarla.
Tendría guasa que los lefebvristas fueran recibidos con honores en la Iglesia -con prelatura personal incluida- tomando como base la actitud pastoral de la misma hacia el liberalismo teológico.
Ahora respecto a la crónica periodística que posteaste... es la visión de la ignorancia, de la "mala fama" que los medios progresistas le han dado a la Fraternidad, pero que ellos no han eliminado de raíz (aún me sorprenden las declaraciones de Mons. Williamson, formador de sacerdotes de la Fraternindad, negando el "holocausto" y de paso los relatos de santos que sufrieron de las atrocidades en los campos de exterminio solo por ser fieles a Cristo).
Resumiendo, espero que la Fraternidad vuelva a ser CATÓLICA (sí, hubo Cisma y no pueden tapar el sol con un dedo ni buscar eufemismos para negarlo).
Lefebvre se marchó de la Iglesia como hicieron millones de católicos ante las aberraciones y abusos execrables litúrgicos y ante el avispero de heterodoxias y heterodoxos.
Los lefebvrianos algo o mucha razón tenían y tienen los seminarios llenos mientras muchas ordenes religiosas están en caída libre.
Por tanto ante tanto "progre" que no ha progresado nada, mas bien al contrario, ni ha construido nada, mas bien al contrario, los lefebvrianos recogen el descontento de millones, por lo que BXVI les tiende la mano como buenísimo trabajador en la Viña del Señor y en ejercicio de su ministerio petrino; para que éstos hijos temporalmente alejados regresen a sus labores como viñadores.
Yo creo que Benedicto XVI no se quiere morir sin arreglar esto, porque es una espina que tiene clavada desde 1988.
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LF:
Puede, pero como lo que esté en el fondo sea lo de "aquí cabe todo el mundo", no quiero ni pensar lo que seguirá después. De hecho, sospecho que como la FSSPX llegue a esa conclusión, dirán no al preámbulo. Y muchos dirán que es lógico que así lo hagan por coherencia interna. Pero ya veremos. Mientras no sepamos el texto del documento, es casi hablar por hablar.
En realidad, a ellos no les interesa la plena comunión con Roma, al menos no como lo entendemos la mayoría. Su objetivo es leerle la cartilla a la Iglesia y darle una lista de cosas que se deben cambiar para que ellos tengan a bien volver a juntarse con los demás.
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LF:
Yo creo que un sector de la FSSPX lo aceptará y otro lo rechazará. Lo que no sé es qué supondrá eso.
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LF:
¿En relación a qué?
Tras el concilio estallaron la herejía dentro de la propia Iglesia, herejía que quería llevar la interpretación consiliar por derroteros contrarios a la fe de la Iglesia. En muy buena medida lo consiguieron, con las consecuencias nefastas que hoy todos sufrimos. Co9ntra esto se levantó lefevre y en nombre de la defensa de la Tradición atacó la tradición en un punto esencial: la desobediencia al sucesor de Pedro. La excomunión vino por esa desobediencia. Juan Pablo II había preparado el reconocimiento del movimiento y la ordenación de los primeros sacerdotes y obispos. Pero Lefevre insistió en que era el el que las realizaría sin contar con el Papa, dado que éste era la continuidad del desarrollo interpretatiivo herético derivado del CVII. Y lo que la comunidad ponía en duda era esa interpretación lo cual implicaba la desarutorización del Papa. Entonces el Papa no tuvo más remedio que excomulgarle.
Al mismo tiempo Juan Pablo II se dio cuenta de que debía dar un giro a todo ese desarrollo interpretativo herético del CVII y comenzó a dar pasos (derrota de la teología de la liberación por ejemplo, así fue su primer viaje a hispanoaméricay, especialmente a Nicaragua recientemente sandinista y con los sacerdotes y teoólogos colaborando activamente en el gobierno comunista). Seguidamente fue la denuncia del comunismo y la caída de estos regímenes. Paralelamente orquestó todo un movimiento juvenil y familiar del catolicismo mundial hacia el Papa y la Iglesia, desde donde se comenzaron a dar las consignas sobre la fidelidad a la Doctrina y al Magisterio, y la comunión de la Iglesia con el Papa. Y seguidamente vino Benedicto XVI que lo primero que hizo fue sacar a debate público lo que él llamó hermenéutica de la continuidad o dela ruptura, al tiempo que comenzaba a rescatar públicamente formas tradicionales, mientras los teólogos de la ruoptura cada vez se hacían más viejos y la opinión católica se alejaba de ellos.
Y llegamos al momento actual, en el cual se trata de dar el paso final para terminar con toda la teología y hermenéutica de la ruptura desarrollada tomando como escusa el CVII y cambiar el curso de la Iglesia entera en dirección de retorno a la fidelidad doctrinal y magisteral. Y para ello pese a que los de la hermenéutica rupturista son pocos y viejos, aún tienen mucha fuerza y puestos de gran relevancia y están bien situados en territorios como Cataluiña, Austria, Alemania. Para dar ese paso final hacia la eliminación de la herejía dentro de la Iglesia se requiere reforzar el campo de los fieles a la Doctrina, al magisterio, a la tRadición. De ahí que Benedicto XVI refuerce a los “nuevos movimientos” (neocatecumenales, comunión y liberación, opus Dei, Schonstat...) y dentro de este espacio pero fuera de la Iglesia esta la Comunidad San Pio X. Sería el gran refuerzo al bando de la fidelidad a la doctrina y magisterio. De ahí todos estos pasos hacia esta comunidad. El Papa está preparando la Gran Batalla Final contra el bando de la Hermenéutica de la Ruptura.
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LF:
Pues según y como.
Deseamos cicatrice pronto y se cierre " ad integrum ".
La Bondad, santidad y paciencia de S.S.Benedicto XVI es incuestionable. Propia de un Santo varón.
Recemos a María Inmaculada.
En cuanto a la generosidad permítame discrepar. La de Mons. Lefebvre fue una situación a la que jamás se debió llegar. Pero el tan querido Juan Pablo II, ahora beato, también tenía dobles raseros. Uno para que las fotos le sacaran levantando el dedo a los teólogos de la liberación que camparon a sus anchas destruyendo la Iglesia, y aún hoy lo hacen... AUN HOY, sin que nadie les diga lo más mínimo. Y mire usted, son herejes formales... Y otro rasero con la FSSPX que tan solo se limitó a denunciar los abusos y continuar haciendo lo que siempre se había hecho (que de repente debía ser muy malo).
Si a eso se le llama generosidad, con todo el sufrimiento y la confusión que nos han dejado las ebriedades post-conciliares (me remito a Ratzinger "Informe sobre la fe"), creo que la generosidad es suya para con la jerarquía a la que, como católico, estoy sometido.
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LF:
Se ve que no vale de nada que diga que no se hable del tema del cisma, así que desisto. En todo caso, en los ambientes eclesiales donde me muevo, llamar cisma a lo que hizo Mons. Lefebvre no es políticamente correcto. Tampoco es pecado mortal, como les parece a los lefebvristas "pata negra".
En repetidas ocasiones he escrito que si se compara el trato canónico dado a los lefebvristas con el que se ha dado a los progres-heterodoxos, el resultado de la comparación es más bien "chungo", por decirlo suavemente.
En mi opinión, lo peor, con diferencia, del lefebvrismo no es lo que dicen y lo que sostienen, sino los cubos llenos de soberbia que destilan el 95% de los lefebvristas cada vez que abren la boca. Al menos los que participan en internet.
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LF:
Vale.
Agradecido por la respuesta.
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LF:
La autoridad final siempre la tiene Roma. Al menos mientras Roma quiera ejercerla.
Sé que lo de Pío XII era para la prensa, pero creo que es aplicable a todo.
Hay líneas canónicas que no se deben cruzar, por mucha razón que uno piense tener. El "estado de necesidad" no es un principio moral conforme al que se pueda actuar en plan libre examen, sino un parámetro para el enjuiciamiento de conductas de terceros. Y nadie es buen juez en causa propia.
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LF:
No olvidemos que antes de la excomunión hubo una prohibición de ordenar sacerdotes.
Y no se entiende porque no es pùblico y conocido AHORA. La verdadera doctrina católica siempre fue pública para todos, sin negociación ni componendas, que son propias de politicos y diplomaticos, y no de maestros de la Fe.
Con todos nuestros defectos, no podemos no advertir prima facie la divergencia, la contrariedad y hasta la contradicciòn en algunos puntos entre las innovaciones del Vat. II y el postconcilio, con el magisterio y la praxis anterior de la Iglesia (ecumenismo, libertad religiosa, doctrina sobre el judaísmo y religiones no cristianas, fines del matrimonio, est vs. subsistit, etc.)...
Si el preámbulo viene por tales motivos, no puede ser
un preambulo especial para la FSSPX...
O, discùlpeseme la expresiòn y la prevenciòn,¿ no saldrà un engendro como la declaraciòn sobre la justificaciòn con los luteranos, hecha para acordar con luteranos?
Mientras que Roma propone esto (que no se sabe que es),... el mes que viene se viene otro Asìs...
Entonces, ¿la unidad sería todos adentro, con doctrina propia para cada uno?
Ud. habla de generosidad, yo prefiero hablar de confusión.
Saludos.
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LF:
¡Hay confusión. Sin la menor duda! Es más, he hecho llegar esa realidad, la de que existe esa confusión, a quien creo que puede hacer "algo" para solucionarlo.
Ahora se verá si aman más a su grupito de élite o la verdadera Iglesia fundada por Cristo, y espero que lo segundo sea determinante para que podamos recuperar la unidad.
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LF:
Hoy lo hablé con un fenómeno de la comunicación católica en internet. Si las diferencias son mínimas, si no son sobre materia dogmática y sí sobre asuntos "opinables", si el motivo de la excomunión ya no existe porque no están ordenando a obispos sin permiso papal... ¿qué impedía o impide acoger sin más a los lefebvristas sin necesidad de toda esta movida?
Esta Declaración fue promulgada de oficio por la Santa Sede, no como respuesta a ninguna duda o pregunta planteada por ningún fiel. Por lo tanto, este caso no vale como ejemplo de que Roma haya permitido con anterioridad discutir sobre las expresiones de los documentos conciliares.
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LF:
Creo recordar que hay algún otro documento de la CDF específico sobre ese tema. Pero lo tengo que mirar.
Si no se apreciara una verdadera voluntad de reforma de todo lo que ha dejado de ser católico dentro de la Iglesia (en muchos casos son las mismas cosas que tú, Luis Fernando, denuncias habitualmente), puedes estar seguro de que los miembros de la Fraternidad nunca estarán de acuerdo en unirse al totum revolutum: la doctrina católica tradicional lo impide, como todos deberían saber.
Quiera Dios que los lefebvrianos vuelvan a obedecer a los Papas y a la comunión con la Iglesia. Para ello, hace falta humildad. Humildad, queridos lefebvrianos, lo cual excluye mirar al Papa y a los católicos (esto es, a los leales a Roma) por encima del hombro.
Y si no, efectivamente, que dejen de apelar al nombre de San Pío X, un Papa que jamás habría aceptado la ruptura con un Sucesor suyo en el Solio pontificio.
Advertencia sobre Público: Hace mucho tiempo ya que yo dejé de visitar la web de ese periódico demoníaco, donde, tanto en los artículos como en los comentarios de los lectores, pueden leerse blasfemias tan espantosas que parecen salidas, directamente, del mismísimo Infierno. No se molesten en comprobarlo, porque leerlas es muy desagradable y doloroso. Espero que ese medio se hunda y a no tardar mucho.
http://www.apologeticacatolica.org/Iglesia/LaIglesia26.html
Me parece que Benedicto XVI tiene un talante liberal, en un sentido de dar cabida a todos dentro de unos mínimos básicos, como lo demuestra el caso de los anglicanos.
Muy posiblemente, esté pensando en el futuro regreso de las diferentes iglesias ortodoxas, y quizás, de algunas comunidades protestantes bajo diversas fórmulas jurídicas.
Quizás estamos asistiendo a una nueva época de la Iglesia, en el sentido de integrar diversos grupos antes separados.
¡Le dijo la sartén al cazo!
Mas distantes de la Iglesia estaban los anglicanos y se les ha tendido la mano. ¿ Como no hacerlo con los lefebvristas ?
Quizás estamos asistiendo a una nueva época de la Iglesia, en el sentido de integrar diversos grupos antes separados."
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A eso lo llamamos ecumenismo , algo que inquieta de forma especial a los lefebvristas.
También por el Padre Julio Meinvielle, cuando en su libro "De la Cábala al Progresismo" afirma lo siguiente:
Ya hemos entrado en la sexta edad del mundo, en la cual Cristo inició para nosotros el camino nuevo. Después de la ley natural y mosaica, la ley evangélica. Qué curso han de seguir los pueblos en sus desvaríos, no lo puede conocer el hombre. Porque la Revelación sólo le da a conocer "ea quae pertinent ad necessitatem salutis" (4). El hombre sólo puede vislumbrar generalidades sobre el curso de los acontecimientos y sobre la densidad de la historia. Esta densidad se ha de medir por un acercamiento más o menos grande a la norma de Cristo, que constituye el centro y el eje de la historia. La Historia se ha de acomodar a la tradición cabalística o a la tradición católica. No hace falta mucha sagacidad para ver que desde hace cinco siglos el mundo se está conformando a la tradición cabalística-El mundo del Anticristo se adelanta velozmente. Todo concurre a la unificación totalitaria del hijo de la perdición. De aquí también el éxito del progresismo. El cristianismo se seculariza o se ateíza.
Cómo se hayan de cumplir, en esta edad cabalística, las promesas de asistencia del Divino Espíritu a la Iglesia y cómo se haya de verificar el portae in feri non prevalebunt, las puertas del infierno no han de prevalecer, no cabe en la mente humana. Pero así como la Iglesia comenzó siendo una semilla pequeñísima (5), y se hizo árbol y árbol frondoso, así puede reducirse en su frondosidad y tener una realidad mucha más modesta. Sabemos que el m ysterium iniyuitatis ya está obrando (6); pero no sabemos los límites de su poder. Sin embargo, no hay dificultad en admitir que la Iglesia de la publicidad pueda ser ganada por el enemigo y convertirse de Iglesia Católica en Iglesia gnóstica. Puede haber dos Iglesias, la una la de la publicidad, Iglesia magnificada en la propaganda, con obispos, sacerdotes y teólogos publicitados, y aun con un Pontífice de actitudes ambiguas; y otra, Iglesia del silencio, con un Papa fiel a jesucristo en su enseñanza y con algunos sacerdotes, obispos y fieles que le sean adictos, esparcidos como "pusillus grex" por toda la tierra. Esta segunda sería la Iglesia de las promesas, y no aquella primera, que pudiera defeccionar. Un mismo Papa presidiría ambas Iglesias, que aparente y exteriormente no sería sino una. El Papa, con sus actitudes ambiguas, daría pie para mantener el equívoco. Porque, por una parte, profesando una doctrina intachable sería cabeza de la Iglesia de las Promesas. Por otra parte., produciendo hechos equívocos y aun reprobables, aparecería corno alentando la subversión y manteniendo la Iglesia gnóstica de la Publicidad.
La eclesiología no ha estudiado suficientemente la posibilidad de una hipótesis como la que aquí proponernos. Pero si se piensa. bien, la Promesa de Asistencia dé la Iglesia se reduce a una Asistencia que impida al error introdu cirse en la Cátedra Romana y en la misma Iglesia, y además que la Iglesia no desaparezca ni sea destruida por sus enemigos (7).
Ninguno de los aspectos de esta hipótesis que aquí se propone queda invalidado por las promesas consignadas en los distintos lugares del Evangelio. Al contrario, ambas hipótesis cobran verosimilitud si se tienen en cuenta los pasajes escriturarios que se refieren a la defeccióú de la fe. Esta defección, que será total, tendrá que coincidir con la perseverancia de la Iglesia hasta el fin. Dice el Señor en el Evangelio: "Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?" (8).
San Pablo (9) llama apostasía universal a esta defección de la fe, que ha de coincidir con la manifestación del "hombre de la iniquidad, del hijo de la perdición".
Y esta apostasía universal es la secularización o ateización total de la vida pública y privada en la que está en camino el mundo actual.
La única alternativa al Anticristo será Cristo, quien lo disolverá con el aliento de su boca. Cristo cumplirá entonces el acto final de liberar a la Historia. El hombre no quedará alienado bajo el inicuo. Pero no está anunciado que Cristo salvará a muchedumbre. Salvará sí a su Iglesia, "pusillus grex" (10), rebañito pequeño, a quien el Padre se ha complacido en darle el Reino.
Es de apreciar que hay muchas contribuciones positivas tanto a favor como en contra del tema.
Quiero destacar que en mi opinión el verdadero asunto decisivo de fondo es la humildad y la confianza recíproca de las partes.
Benedicto XVI se muestra "generoso" -según varios comentaristas- pero creo que más propiamente lo que se muestra es humilde, con la más auténtica humildad. Esto se ve en que separa claramente los aspectos doctrinales de los desplantes, que existen tanto por parte de los lefevristas -algunos difíciles de dejar pasar- como también han existido en el pasado por parte de las ofertas de Roma.
En definitiva, creo que cuando hay que mirar con lupa a unas proposiciones doctrinales, el asunto más importante puede no estar tanto ni en las proposiciones ni en la lupa, sino en el ojo que mira.
Por poner un ejemplo: en un comentario anterior de Faustino de Andrés, mirando a la foto que encabeza este artículo, Faustino ve la imagen y la interpreta según su "ojo" (en el sentido evangélico en que habla Jesús de que la lámpara es el ojo). Lo que Faustino ve en la fotografía expresa más su propia mentalidad que la de Fellay. Dice:
[[[LA fotografía con la que se ilustra el post es muy significativa: Fellay muy sonriente, dándole la mano al Papa, pero sin la menor inclinación de cabeza, ya no digo besar el anillo pastoral. Vamos, como un Zapatero cualquiera. En un obispo, o en un sacerdote, de autoproclamada querencia tradicionalista, lo dice todo.]]]
Faustino no ve toda la imagen de la foto. Si su ojo fuera más transparente y abierto se daría cuenta de que Fellay sostiene en su mano izquierda el solideo que se acaba de quitar ante la presencia del Papa. Este es un detalle que habla de la actitud de Fellay de manera evidente. Pero Faustino no lo ve porque tiene su propio juicio sobre la sonrisa de Fellay.
De igual manera, a la hora de examinar el documento que tienen ahora que estudiar, los lefevrianos responderán "de la abundancia de su corazón". Si confían en los pasos que está dando Roma en la dirección de respetar y conservar la Tradición, verán bases para aceptar el documento. Si no confían en el Magisterio -por la razón que sea- o no son lo suficientemente libres como para ceder de su postura autosuficiente de monopolio de la verdad y la Tradición, entonces verán puntos y comas en los que basarse para rechazar el documento.
Hay que tener en cuenta que es un grupo y no sólo un individuo el que tiene que sentirse suficientemente seguro como para dar el paso de estrechar la mano que se les ofrece. Por tanto lo más importante, más que analizar el contenido del documento que desconocemos -o los corazones de los que han de pronunciarse, que también desconocemos- yo creo que necesitamos REZAR con insistencia por la luz del Espíritu para que continúe guiando tanto al Papa y al Magisterio como a los Lefevrianos, y también a todos los demás grupos que nos cobijamos bajo el techo de la misma Madre Iglesia de Jesucristo.
Me alegro de la cruzada de Rosarios con que Fellay inició su andadura en esta dirección, y que ha dado ya mucho fruto, pues los pasos que Benedicto XVI está dando para hacer posible y real su retorno a la comunión completa, no sólo beneficial a los Lefevrianos sino a todos nosotros y a la Iglesia misma.
Esta es mi invitación a todos, OREMOS!!!
"“Los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X estan validamente ordenados, pero suspendidos, eso es: prohibidos de ejercitar sus funciones sacerdotales porque no están propiamente incardinados en una diócesis o instituto religioso en plena comunión con la Santa Sede (cf. Código de Derecho Canónico, canon 265) y también porque aquellos ordenados después de las ordenaciones Episcopales fueron ordenados por obispos excomulgados. “Concretamente, esto significa que las Misas ofrecidas por los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X son válidas, pero ilícitas, i.e., contrarias a la Ley Canónica. Los Sacramentos de la Penitencia y del Matrimonio, sin embargo, requieren que el sacerdote goce de facultades de la diócesis o tenga delegación propia. Como ese no es el caso con estos sacerdotes, estos sacramentos son inválidos. Queda cierto, sin embargo, que, si los fieles son genuinamente ignorantes que los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X no tienen la facultad propia para absolver, la Iglesia suple estas facultades para que así el sacramento sea valido (cf. Código de Derecho Canónico, canon 144) “En tanto es cierto que la participación en la Misa en las capillas de la Sociedad de San Pío X, no constituye en sí misma “adherencia formal al cisma” (cf. Ecclesia Dei 5, c), tal adherencia puede acaecer en un periodo de tiempo en el que uno embeba una mentalidad cismática que lo separe a uno mismo de la enseñanza del Supremo Pontífice y de toda la Iglesia Católica. Mientras esperamos y oramos por una reconciliación con la Sociedad de San Pío X, la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” no puede recomendar que miembros de los fieles frecuenten sus capillas por las razones que hemos arriba expuesto. Lamentamos profundamente esta situación y oramos para que una reconciliación de la Sociedad de San Pío X con la Iglesia pueda llegar, pero hasta tal tiempo, las explicaciones que hemos dado permanecen en vigor.”
(Por si puede servir para aclarar dudas).
De esto a decir que se puede rechazar los documentos del Concilio Vaticano II la distancia es infinita.
Lo que si parece es que no se le va a pedir un reconocimiento explícito de la parte no definitiva, no declarada infalible por tanto, del Concilio Vaticano II y Magisterio posterior.
No es bueno rechazar una parte del Magisterio del Vaticano II.
Pero tampoco el rechazo de ese Magisterio no infalible es motivo suficiente para dejar fuera de la Iglesia a nadie.
Sobre tu respuesta de ayer a Gerundense a las 6:01.
"No olvidemos que antes de la excomunión hubo una prohibición de ordenar sacerdotes."
Y no ovidemos que el recurso a su suspensión a divinis que Mons. Lefbvre elevó a la Sigantura Apostólica nunca fue respondido (supensión a divinis 1976, ordenaciones episcopales 1988).
Y no olvidemos que en 1972 (la FSSPX fue fundada en 1970 y estaba en regla canónicamente) la conferencia episcopal francesa declaró que el seminario de Êcone era clandestino y que no incardinaría a ningún sacerdote procedente de allí.
La FSSPX fue perseguida desde el principio hasta empujar a Mons. Lefebvre a las ordenaciones de 1988. Digan lo que digan, con los progres se ha tenido muchísima más paciencia. Y la FSSPX jamás ha profesado ninguna herejía.
Faustino no ve toda la imagen de la foto. Si su ojo fuera más transparente y abierto se daría cuenta de que Fellay sostiene en su mano izquierda el solideo que se acaba de quitar ante la presencia del Papa. Este es un detalle que habla de la actitud de Fellay de manera evidente. Pero Faustino no lo ve porque tiene su propio juicio sobre la sonrisa de Fellay.
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La actitud de Fellay ante el Papa resume la vida de la FSSPX en los últimos años: dicen reconocer al Papa pero actúan por completo al margen de lo que diga o haga. Aceptan el Concilio pero no del todo. No dicen que el Novo ordo sea herético pero en la practica lo consideran pernicioso.
Fellay se quita el solideo ante el Papa pero no se inclina ni le besa el anillo. Se diría que no son cismáticos sino semicismaticos y semicatolicos. Estan instalados en una completa ambigüedad y a mi me da que la respuesta que darán al preámbulo doctrinal será - como siempre- un sí pero no.
En fin, Dios quiera que todo se arregle.
De no haber sido suspendido "a divinis" monseñor Lefebvre y disuelta la FSSPX, ¿habría contado con el auxilio de otros obispos, además del de Campos, Antonio de Castro Mayer, tan anciano como él, para ordenar a sus sacerdotes, haciendo innecesarias las consagraciones de 1988? Creo que la respuesta es que sí.
El motu proprio y el levantamiento de las excomuniones no son sólo expresiones del corazón paternal de Benedicto XVI, que también. Son el reconocimiento de que, para llegar al punto al que se ha llegado, hubo una responsabilidad no pequeña de la misma Sede de Pedro (como mínimo, por omisión ante la actitud de los obispos), y que en cierto modo había que repararla. Pues, en efecto, toda la represión contra la FSSPX entre 1976 y 1988 derivaba de la idea (falsa, como se ha reconocido en 2007) de que la misa tradicional estaba prohibida.
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LF:
¿Hubiera tenido lugar la reforma protestante si se hubieran asumido los puntos razonables sobre los abusos en el "reparto" de bulas que planteó Lutero en un primer momento?
Pues quién sabe...
Las cosas pasan como pasan y de lo que se trata es de solucionar lo que se pueda solucionar. En el caso del protestantismo, no hay solución alguna. Siempre habrá protestantes alejados de la Iglesia. Con la FSSPX todavía se está a tiempo. Pero como digo en mi post, la pelota está ahora en su tejado.
La excomuniones tuvieron lugar, no por celebrar Misas en latín, sino por las ordenaciones prohibidas por Juan Pablo II, que constituyeron un acto claramente cismático.
No creo para nada que Benedicto XVI piense que Juan Pablo II cometió errores en este tema. Simplemente, está queriendo encontrar alguna forma plausible de que la Fraternidad de Lefebvre vuelva a la unión con la Iglesia Católica. Los católicos lo que debemos hacer es obedecer a los Papas según van disponiendo las cosas; cuando atan y cuando desatan, punto. ¿Tan difícil es de entender esto?
Soy católico por obediencia, pero en mi Iglesia vivo a disgusto el ambiente protesante que nos ha invadido.
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LF:
Como quiera que he sido protestante durante bastantes años, puedo decir que no hay deformación protestante alguna en el último catecismo de la Iglesia.
Y en relación a la Misa, el Novus Ordo se puede celebrar dignísimamente.
muchos Obispos católicos de corte moderno, que con una actitud soberbia, han desatendido el documento pontificio Sumorun Pontificum, en afrenta directa al Papa.
En que se diferencian estos obispos catolicos rebeldes y desobedientes a los obispos lefebristas...que alguien me explique.
Esto nos está pasando aqui Costa Rica a lo igual que en otras partes del mundo.
Pues es la eterna duda. Yo me imagino que el Papa ve más santidad y buena voluntad en los lefes, y por eso los hace probar tanto. ¿Con qué preámbulos les vienes tú a obispos y curas que niegan hasta el dogma?
Que sí, que a los que niegan la letra pequeña se los "excomulga" y los que niegan el dogma forman a los sacerdotes diocesanos...
Pero esto es pura diplomacia -por no decir otra cosa-, así que lo mejor es no llevarnos a engaño y aprenderse de una vez la lección...
Basta de calumnias contra la Santa Sede.
Necesitamos que el Espiritu católico retorne a la Iglesia, y por lo contrario, debe ser expulsado el espiritu protestante que deformó nuestra Doctrina, y nos convirtió el Santo Sacrificio de la Misa, en un show de variedades para el entretenimiento.
Soy católico por obediencia, pero en mi Iglesia vivo a disgusto el ambiente protesante que nos ha invadido.
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LF:
Yo, que he sido protestante durante años, afirmo que quienquiera que diga que la Misa celebrada según el Novus Ordo es un show de variedades, falta a la verdad.
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