Dice Queiruga que Dios no condena ni castiga a nadie
Andrés Torres Queiruga es un teólogo importante. Su obra es amplia y su influencia en multitud de fieles, sacerdotes incluidos, es innegable. Recientemente fue entrevistado por “A Sentinela", el programa de la Iglesia en la Television autonómica gallega. Precisamente en Galicia, su tierra natal, Queiruga es un totem capaz de suscitar adhesiones eclesiales de alto rango cuando se ha sugerido que la Iglesia Católica puede pronunciarse sobre su teología. Y es que semejante figura cumbre de la teología de finales del siglo XX y principios del XXI tiene una cierta tendencia a no ajustarse a la doctrina católica. Por ejemplo, niega que Cristo resucitara tal y como lo dicen los evangelios y tal y como lo sostiene la Iglesia.
Así vemos que mientras que el Papa Benedicto XVI, a una pregunta sobre la resurrección de nuestro Señor, responde que “el sepulcro está vacío. Es decir, Jesús no abandonó su cuerpo a la corrupción, nos ha enseñado que también la materia está destinada a la eternidad, que resucitó realmente, que no ha quedado perdido. Jesús asumió también la materia, por lo que la materia está también destinada a la eternidad“, Queiruga dice, a la pregunta de un periodista, que si se encuentra el cuerpo de Cristo crucificado será el día más feliz de su vida.
Hasta donde yo sé, todo lo que la Iglesia ha hecho respecto a Torres Queiruga fue retirarle de la docencia en facultades y seminarios católicos. Pero también sé que el arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, se ha opuesto a que se condenen públicamente sus ideas heterodoxas. No porque esté de acuerdo con él sino, al menos así lo creo, porque se teme que haya una reacción del sector eclesial cercano al teólogo gallego. Hasta ahora lo ha logrado, pero queda por ver si antes o después asistiremos a una nota de la comisión episcopal para la doctrina de la fe de la CEE o a una notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede.
Ayer Religión Digital publicó la entrevista que su director, José Manuel Vidal, ha realizado a don Andrés. Es acerca de su último libro, “Repensar el mal". Como ya he escrito recientemente sobre las afirmaciones de Queiruga en dicha obra, no tiene sentido que vuelva a hacerlo ahora. Eso sí, no puedo por menos que sonreir ante la coincidencia entre lo afirmado por Queiruga en la entrevista con uno de los puntos del post que escribí ayer para parodiar las tesis que los progres quieren que se impongan para que la Iglesia y la fe católica sea más atrayente al mundo. Decía yo: “La Buena Nueva consiste, a partir de ya, en que todo el mundo se salvará. Da igual qué religión profeses. Dios te va a salvar de todas formas“. Y dice el teólogo gallego:
-¿Dios no condena a nadie?
-¡A nadie!
-¿Ni a Hitler? Se decía antes que a Hitler por lo menos…
-No. Hay una frase que digo que tiene copyright: Dios, como consiste en amor, consiste en estar amando. Luego Dios no sabe, ni puede, ni quiere hacer otra cosa que no sea amar. En él no hay más que amor y salvación. Por eso, el libro en el que empecé a desarrollar este pensamiento, lo titulé Recuperar la salvación.
De Dios sólo nos llega salvación: Dios no castiga. Nosotros podemos negarnos a acoger su amor, pero pensar que Dios nos castiga, a pesar de las frases de la Biblia, que hay que entenderlas como formas de expresarse, es un error.
El problema, una vez más, no es que haya un teólogo que predique algo contrario a la fe de la Iglesia. El drama es que desde la Iglesia no se dice públicamente que su teología no es católica. Entre los comentarios publicados en Religión Digital, encontramos este:
Osoro, sacerdote
Gracias José Manuel Vidal por la entrevista a Queiruga, la he leido y visto y escuchado atentamente, me ha gustado mucho, es una vos profética en la iglesia de nuestra España de hoy. Como antiguo alumno de Queiruga sigo sus pasos y su obra, he bebido de su fuente y de su teología desde hace muchos años. Gracias
Y este:
Juan, sacerdote, Madrid
Genial, profesor Queiruga, lástima que se pierda la riqueza del debate teológico y se quiera imponer el pensamiento de unos pocos. Si fuera por ellos, no hubiese nacido la Iglesia. pero que no nos mueva el odio, sino el ejemplo de Jesús, que no buscaba la perdición sino la salvación de todos.
No tenemos manera de comprobar que dichos comentaristas sean en verdad sacerdotes, pero no hace falta. Sabemos muy bien que, efectivamente, son muchos los curas que han asumido las tesis teológicas de este presbítero gallego. Y en buena lógica, su teología asomará de una u otra manera en sus homilías, de manera que miles y miles de fieles se verán impregnados de ella. Ante esa realidad, ¿cómo cabe calificar la actitud de los pastores que se niegan a que la Iglesia se pronuncie públicamente sobre la teología de Queiruga? Y voy más allá, ¿cómo podemos calificar la actitud de los pastores que quieren que se produzca dicho pronunciamiento pero no fuerzan las cosas por miedo a no enfrentarse con sus otros colegas de episcopado? ¿Acaso la colegialidad consiste en mirar para otro lado ante el error con tal de no quedar mal con los demás?
Ahí dejo esas preguntas. Que otros den las respuestas.
Luis Fernando Pérez Bustamante
73 comentarios
Bueno, me parece que lo que dice Queiruga no es ninguna novedad. Claro que Dios no condena a nadie; nos condenamos nosotros solitos en caso de no existir arrepentimiento y si Hitler antes de morir no se arrepintió, pues supongo que SE condeno.
Un cordial saludo.
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LF:
Eso de que Dios no condena a nadie es mucho decir, sabiendo que habrá un juicio final (Ap 20,11-15). Y digo yo que si hay un juicio habrá sentencias, en uno y otro sentido.
Otra cosa es decir que Dios no quiere condenar a nadie. Efectivamente, Dios quiere que todos sean salvos. Y efectivamente, los condenados lo son por sus actos, no por voluntad expresa del que los juzgará.
Mat 23,33
"¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar de la condenación de la gehenna?
Juan 5,29
y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Editado:
Tomo nota de lo otro que dices, pero es norma para todos los bloguers el no aceptar críticas a otros blogs en el blog propio.
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LF:
¿Dios condena y castiga?
Pues sí:
Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.
Mt 11,24
Que el hombre se labre su destino eterno -aunque en realidad la salvación es labranza de Cristo, no nuestra- no quita que sea Dios el que le juzgue.
DIOS COMO ES JUSTO nos da a cada cual según hayamos hecho.
"Pongo delante de ti, Fuego y Agua, Muerte y Vida, Escoge".
El error de Queiruga no está en eso. Para mí el Error está en que dice que el alma se disocia en "buena y mala"... y que todos salvamos la parte buena del alma (la oveja) y la parte mala (el cabrito) se queda sin Dios y por tanto es condenada.
Entonces tendremos en el cielo a toda la Humanidad... Solo que unos más "próximos a Dios" que otros debido a la "hermosura de su alma".
Ese es el error para mi gusto.
Catequesis de Juan Pablo II sobre el infierno:
"Por eso, la «condenación» no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción."
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LF:
A ver si va a resultar que yo no he dicho que la condenación no es deseada por Dios.
Creo LF que estas frases de Q., aunque probablemente heterodoxas, no merecen tanta atención.
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LF:
Sobre las tesis de Queiruga en ese libro ya escribí un post. Me preocupan más otras tesis heterodoxas de ese teólogo, pero también conviene prestar atención a lo que dice sobre el mal y la condenación.
Maravillosa dicha de que sea precisamente Nuestro Señor el que nos juzgue. El que murió por nosotros, El que ofrece su sacrificio en nuestro favor a su Padre, El que intercede continuamente hasta el final de los tiempos por suestra salvación, Ese mismo nos juzgará. Realmente con tan misericordioso juez, como dice también Pablo, "Estamos salvados en esperanza"
Seremos realmente necios si perdemos una salvación tan grande como dice Hb. 2,3.
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LF:
Pues sí, pero ya dijo Cristo que "ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella" (Mt 7,13)
En todo caso, lo que sí me parece totalmente heterodoxo e incluso esperpéntico es que se afirme que Dios siempre salva aunque no exista arrepentimiento, que según acabo de ver en tu post linkeado, es lo que afirma Queiruga; así que según este señor aún en el caso de que Hitler no se arrepintiera de sus atrocidades, no se condenaria (osea, estaría salvado). ¡Qué fuerte (y qué injusto)!.
Un cordial saludo.
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LF:
Pues eso. Al final, hasta Satanás va a estar en el cielo. Claro que esta herejía no es nueva. Ya la sostuvieron Orígenes y los Capadocios.
Sin ser teólogo, a la legua descubro el sin sentido de ese argumento, por lo que tienes razón en que desconcierta que las autoridades no corrijan esos desvaríos.
Lo vengo diciendo desde el Concilio: los verdaderos teólogos antropocéntricos se ven en las duras y maduras. Es muy fácil decir, suelto de cuerpo, como mi otro alumno: el Infierno está vacío. Pero tener el coraje de proclamar que el mismo Fuhrer, en su mejor parte de sí mismo (y vaya si tenía aspectos positivos: amaba a su pueblo con pasión y sobre todo era auténtico, creía en lo que decía)se ha salvado, eso es para un Happy Few de valientes.
En mi curso de Soteriología Antrópica senté el siguiente axioma: sólo quien puede sostener, contra el pensamiento políticamente correcto, que Hitler, Nerón y Stalin se han salvado puede calificarse de teológo cristiano. Porque eran auténticos y creían en Sì Mismos. Esos es suficiente, todo lo demás es fraude.
Lo explico en mi folleto "Prometheus unbound: hacia una ética de la autenticidad", Edit. Stigia, Berlín, 1968.
¿Y no le parece igual de fuerte e igual de injusto, para las víctimas, que si se arrepintió se haya salvado?. ¿Qué pasa que el arrepentimiento es un comodín que libra del castigo en el último momento?.O sea, yo no hago daño a nadie y mi único "pecado" es no creer en Dios, si muero sin aceptarle me condeno. Yo soy un Hitler, o un Stalin, mato a millones, pero si antes de morir me arrepiento y acepto a Dios, ¡salvado!. ¿Cómo puede ser esto justo?.
Quien de verdad cree en Dios no tiene miedo de quedar mal con los hombres, si teme callar antes las incoherencias y la incredulidad de los hermanos porque cierran la puerta de la iglesia gloriosa y santa, donde si no existe la condena y el castigo, porque donde reina Jesucristo esta el bien.
Y que monseñor Barrio tenga la sabiduría necesaria para pastorear a su grey protegiéndola de los salteadores ideológicos y doctrinales.
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LF:
Mientras viven tienen la puerta abierta al arrepentimiento.
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LF:
No necesariamente. Lo que pasa es que tienen un concepto sobre Dios que no es el que aparece en la Revelación (Biblia y Tradición). Y no aceptan lo que dijo recientemente Benedicto XVI, o sea, que no podemos crearnos un Dios a imagen y semejanza de nuestro entendimiento. Dios es quien es -ya se ha revelado- y actúa como actúa tanto si lo aceptamos como no.
-Por eso, la «condenación» no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.
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LF:
Efectivamente, hay una sentencia de Dios.
Y que hacer con estos textos?
Castigo de Ananías y Safira
Hechos 5, 1-11.
Castigo de Elimas
Hechos 13,4-12.
9 ¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.
1 Corintios 6, 9-10.
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LF:
Nada, nada. Elaboraciones teológicas primitivas que no encajan en la idea de un Dios más bueno que Papá Noel.
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LF:
No es fracaso. Es ausencia.
Que les remorderá para necesitar esa justificación...
Léase con detenimiento el versículo 41 "Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles", y luego otra vez. Y otra.
Y luego a Queiruga, enmendando al Redentor
"pensar que Dios nos castiga, a pesar de las frases de la Biblia, que hay que entenderlas como formas de expresarse, es un error".
Jesús tiene una forma de expresarse como muy suya, pero el que realmente conoce a Dios es Torres, claro.
Queiruga no es la causa, es el síntoma. Gente así ha existido siempre. Es más bien como un termómetro que nos indica hasta que punto toleran los pastores de la Iglesia que los falsos profetas confundan al rebaño, y despeñen a varias ovejas que les siguen entusiásticamente a la tierra prometida de "salvación gratis". Como vemos, la temperatura está muy alta, y las defensas de la Iglesia por los suelos, pues esta gente no solo puede seguir enseñando, sino que sus libros se estudian en alguno seminarios ante la pasividad de los superiores.
Si además tienes razón y la razón de que su arzobispo no lo reconvenga es que "teme que haya una reacción del sector eclesial cercano al teólogo gallego", entonces es que el miedo al mundo (versión mezquinas politiquerías clericales) domina a nuestros pastores.
Por cierto, que la frase de tu querido Vidal (y lo digo sin sorna, cada vez entiendo menos que le defiendas) "¿Ni a Hitler? Se decía antes que a Hitler por lo menos" como un niño chico pidiendo a su madre que castigue al hermanito que le fastidia, es gloriosa, y revela la catadura moral de ese progresismo eclesial que se inviste de superioridad fatua, impartiendo condenas y salvaciones a quién le place. El auténtico culto satánico a uno mismo.
Aparte de poner de relieve que es un merluzo sin caletre ni profundidad teológica mínima exigible. Menudo ganado y vaya nivel.
Hay que rezar mucho por nuestra Iglesia.
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LF:
¿Que yo defiendo a Vidal?
Pero, en serio, ¿es esto un "teólogo importante"? ¿Tan mal anda la Teología?
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LF:
Digamos que yo acepto pulpo como animal de compañía.
En serio, lo de teología en el último siglo es como para meditarlo seriamente.
“El que cree en El, no será condenado. Pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios” (Jn. 3, 14-21).
Duras y decisivas palabras. Palabra de Dios escrita por “el discípulo amado”, el Evangelista San Juan. Palabras que sentencian la importancia de la fe: el que no cree en Jesucristo, Hijo de Dios hecho Hombre ... ya está condenado.
Os hago saber, hermanos, el Evangelio que os
prediqué, que habéis recibido y en el cual permanecéis
firmes, por el cual también sois salvados, si lo guardáis tal como os lo prediqué... si no, ¡habríais creído en vano!
Esa es la Sana Doctrina, creer el Evangelio de la forma que le fue entregado a los Apóstoles, de lo contrario “se habrá creído en vano”.Me temo Sr.Queiruga que si sigue esta Doctrina de “Salvo siempre salvo” está creyendo en vano
¿Se imaginan ustedes lo que pasará si en Añastro o Roma "osan" condenar la teología del "mejor teólogo español actual"?
EJEMPLOS DE CASTIGOS DE DIOS A INDIVIDUOS.
ADAN Y EVA POR DESOBEDIENTES, FUERON CONDENADOS AL TRABAJO Y LA
MUERTE.Genesis Ch.2, 3.6
EL EXODO DE LOS ISRAELITAS. Exodo 32:1:4,20,27,28. POR ADORACION DEL BECERRO
DE ORO. MILES MURIERON.
NADAB Y ABIU. LEVITICO 10:1,2. OFRECIERON UN SACRIFICIO A DIOS NO
AUTORIZADO. MURIERON QUEMADOS.
KORAH: NUMEROS 1:3,30,31,32, SE REVELO CONTRA MOISES Y LA TIERRA SE LO TRAGO
CON SU FAMILIA.
ISRAELITAS. NUMEROS 21:4-6 . SE PELEARON POR LA COMIDA Y DIOS LES MANDO
SERPIENTES QUE MATARON A MUCHOS DE ELLOS.
ISRAELITAS. NUMEROS 25:1,4,9. (INMORALIDAD SEXUAL ), LES ENVIO UNA PLAGA QUE
MATO A 24.000 DE ELLOS.
DAVID. 2 SAMUEL 24:1-4,10,12,15. ( HIZO UN CENSO CONTRA LOS MANDAMIENTOS DE
DIOS ) LES ENVIO UNA PLAGA QUE MATO A 70.000 DE ELLOS.
ANATHOT: JEREMIAS 11:21-23. ( AMENAZO LA VIDA DEL PROFETA JEREMIAS), FUE
MUERTO POR UNA ESPADA.
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EJEMPLO DE CASTIGOS DE DIOS A CIUDADES:
Sodoma y Gomorra: Genesis 19:5,24,25. (Homosexualidad).
Ambas ciudades fueron destruidas por el fuego.
JERUSALEM: La Ciudad de Dios, fue castigada a menudo por desobediencia,
abandono, adoraciÓn a los idolos y por otras perversas razones.
Y la Sagrada Biblia es palabra revelada por Dios.
Lo que dice Queiruga, NO ES CIERTO.
Miente como un bellaco.
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LF:
Dejo tu comentario un rato para que lo vuelvas a escribir sin usar mayúsculas.
No entiendo que la jerarquía competente no diga claramente (esa conclusión saco de lo que pones en el artículo, yo no sigo este asunto) que esa enseñanza es un error tremendo.
A Infocatólica por lo menos no le pueden acusar de no reclamar esa actuación. Bien hecho.
Y todo el Genesís es una alegoría para ellos. Además según Queiruga Dios no pudo crear un mundo perfecto cuando vivimos en un mundo finito.. Y como además parece ser que Queiruga estaba allí... si Dios creara un mundo perfecto Andan y Eva no habrían caído tan pronto. Todo esto lo dice en el video de la entrevista el "gran teólogo gallego"
En este segundo caso, supongo que pensarán que las malas conductas de quienes siguen la enseñanza de estos "teólogos" no perjudican a los fieles cristianos ya que actúan bajo error y de buena fe. Digo yo que pensarán esto, porque si piensan que les hacen daño y no hacen nada...
Pues bien, si leen la encíclica Veritatis splendor, de Juan Pablo II, en el número 63 (lo encuentran en http://www.vatican.va/edocs/ESL0044/__PN.HTM) verán que no es así. A quien actúa objetivamente mal con conciencia errónea invencible (o sea, que no sabe que está en el error), le sucede esto:
"El mal cometido a causa de una ignorancia invencible, o de un error de juicio no culpable, puede no ser imputable a la persona que lo hace; pero tampoco en este caso aquél deja de ser un mal, un desorden con relación a la verdad sobre el bien. Además, el bien no reconocido no contribuye al crecimiento moral de la persona que lo realiza; éste no la perfecciona y no sirve para disponerla al bien supremo". ¡Atención a la última frase!
O sea, permitiendo errores doctrinales en materia de fe y de costumbres, se produce un perjuicio continuo en los fieles cristianos que no son prevenidos, defendidos e instruidos en la verdad. Actuando con conciencia invenciblemente errónea no pecan, pero no crecen. Y ese es un daño enorme. No sirve esa posible justificación para su pasividad e indolencia.
Inmediatamente después de exponer la idea de Queiruga el blogger sentencia: "El problema, una vez más, no es que haya un teólogo que predique algo contrario a la fe de la Iglesia...", lo que quiere decir que este teólogo con esa idea predica algo contrario a la fe de la Iglesia.
La idea predicada por Queiruga es: "Dios no condena a nadie...como (El) consiste en amor...en estar amando.. no sabe. ni quiere. ni puede hacer otra cosa que no sea amar. En el no hay más que amor y salvación. De Dios sólo nos llega la salvación ... Nosotros podemos negarnos a acoger su amor...".
Que este blogger se escandalice es constante, cansina rutina. El blogger expresa el escándalo que lleva dentro de si....pq ¿qué tiene de escandalosa la idea de Queiruga: Dios es Amor?.
El blogger se desespera (esa desesperación es también constante en el) pq "...desde la Iglesia no se dice públicamente que su teología (la de Queiruga) no es católica"; es decir: es herética. Pero ¿qué tiene de herética la idea de que Dios es Amor?. Yo que soy lego no lo se, sólo que me sorprende oirlo (¡no saque el blogger otras ideas de Queiruga, no se escape del post!).
En su desesperación el blogger increpa dulcemente a "...los pastores que se niegan a que la Iglesia se pronuncie oficialmente sobre la teología de Queiruga". Aquí me entero que a día de hoy (mañana, Dios dirá) no existe desautorización magistral de las ideas de Queiruga. ¿Se puede saber pq los pastores habrían de desautorizar la idea de que Dios es Amor?.
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LF:
El dios de amor de Queiruga no es el Dios de amor de la Revelación cristiana. Tan es así, que él necesita desautorizar las Escrituras porque el Dios que vemos en las mismas no encaja con su concepto de Dios.
¡¡Timorato!!
Decir que son un castigo de Dios les supone ofender a Dios y a los hombres.
Pero el mal que afecta a la vez a culpables e inocentes lo tenemos, por ejemplo, en la profecía crística de la destrucción de Jerusalén por Roma en las guerras del 66 y 132 d.C. y en el propio libro de las Lamentaciones sobre la destrucción del I Templo de Jerusalén el 587 a.C., tres momentos que representaron una verdadera matanza sin fin de inocentes por babilonios, romanos y entre judíos.
Además, el juicio, castigo y recompensa de Dios tiene referencias bíblicas suficientemente claras, y opino que negar el castigo y retribución divinas puede ser una herejía, pues implicaría negar la doctrina sobre la inmortalidad del alma y sobre la retribución inmediata después de la muerte y la inerrancia de las Sagradas Escrituras (Ad Tuendam Fidem, Nota doctrinal, 11)
Existe un buen diccionario en francés sobre el juicio, castigo y retribución divinas.
JUGEMENTS DE DIEU:
www.clerus.org/bibliaclerusonline/fr/fdv.htm#dw4
RECOMPENSE-CHATIMENT:
www.clerus.org/bibliaclerusonline/fr/fdz.htm#e2y
GUERRAS DEL 66 Y 132:
www.historialago.com/xto_05800_fin_israel_01.htm
DESTRUCCIÓN DEL PRIMER TEMPLO 587 a.C.:
es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Jerusal%C3%A9n
Ya no sería el amor de Dios al no castigar la maldad y en fallar de rescatar a aquellos atrapados en las redes de Satanás. Pero, la salvación puede venir solamente basada en la justicia hecha sobre la penalidad pagada en su totalidad y es dada solamente a aquellos que han aceptado que tal castigo fue pagado por Cristo por su beneficio. Y que esa fe salvadora en Cristo puede obtenerse a través de la confesión que Él fue castigado justamente en nuestro lugar.
“ Con la gracia que Dios me ha dado, yo, sabio arquitecto, he echado el cimiento: y otro es el que construye encima. Pero ¡atención a cómo cada cual construye por encima! Cimiento, nadie puede ya poner otro que el puesto: Jesucristo. Y si sobre este cimiento se construye a base de oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o caña, la obra de cada uno quedará al descubierto; pues el día del juicio la pondrá en evidencia, porque se manifestará en forma de fuego, y el fuego mismo verificará la calidad de la obra de cada uno. Si la obra construida por uno subsiste, éste recibirá el salario; si la obra de alguno se quema, se quedará sin ella; él, sí se salvará, pero como entre llamas (3, 10-15)
He aquí un cuadro claro. Todo creyente comienza a levantar su edificio sobre Jesucristo, el fundamento, cuando lo recibe como Señor y Salvador. Los materiales para su edificio toman forma de sus actividades, de sus actitudes, preferencias, prioridades, madurez, carnalidad, carácter cristiano o falta del mismo, cosas que hace que afectan a Dios y a él mismo, doctrina, uso de sus finanzas, mayordomía de sus bienes y de su tiempo, palabras, hábitos, motivaciones, calidad de su servicio a sus semejantes etcétera.
La lista parece interminable. Todos los días escogemos materiales y añadimos a la estructura. Pero llegará para nosotros el momento de la inspección. El examen de lo que hemos edificado será tan severo que el apóstol lo compara como con fuego.
Toda construcción inútil, descuidada, desemejante a Cristo, egoísta y carnal será rápidamente consumida. Algunos creyentes hacen uso tal de sus vidas, que cuando sus obras sean probadas, nada quedará. Sus obras serán sin recompensa. Será como si nunca hubiesen edificado sobre su salvación. Otros experimentaran pérdida pero hallarán que el fuego es impotente para consumir lo que permanece de auténticas obras. Esos serán recompensados. ¡Y qué mejor recompensa que saber que edificamos sabiamente sobre el fundamento que nuestro bendito Señor proveyó para nosotros a costa de su propia vida!
A decir verdad, toda porción de las Sagradas Escrituras que explica cómo desea Dios que viva el creyente, formará parte de la evidencia cuando comparezcamos ante el tribunal de Cristo. Así lo indican pasajes tales como Colosenses3, Romanos 14y 1 Corintios 4:1-5. Y es probable que nos preguntemos: ¿Y esto, dónde me coloca a mí? ¿qué debiera hacer yo?.
En primer lugar, no debe sorprendernos que una tan costosa salvación confiada en manos del hombre exija hacer cuentas. Leamos las parábolas del Señor y pensemos en ellas.¿cuántas de ellas se refieren a siervos a quienes se les encomendaron responsabilidades, y eventualmente se presentaron al Señor para rendir cuentas? Debemos plantearnos la siguiente pregunta: Esta reseña escritural del tribunal de Cristo, ¿ nos hace más conscientes de nuestra responsabilidad por haber recibido una salvación tan grande?
En segundo lugar, se infiere claramente de las Sagradas Escrituras, que el creyente que tiene clara conciencia del futuro tribunal de Cristo, puede efectuar cambios en las prioridades de su vida, que harán que el “examen” le sea más favorable. Por ejemplo, consideremos cuidadosamente el mensaje en Corintios 11: 31,32: “Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo”.
Podemos examinar nuestras vidas en preparación para el futuro juicio. Podemos cambiar actitudes, revisar motivaciones, y dirigir nuestras energías hacia las cosas que importan mucho a los ojos de Dios. Y sobre todas las cosas, podemos permanecer abiertos al Espíritu Santo, que nos guiara a una vida de servicio fructífera y espiritual.
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LF:
Bien, pero no me pongas un comentario que puede ser más largo que algunos de mis posts.
¡Hoy me he comprado el libro!
Me va a venir muy bien por dos razones:
1. Así podré juzgar rectamente y con propiedad
y 2. Si lo leo y me gusta... ¡Ya sé que necesito una Confesión pero de las buenas para Reconciliarme con la Iglesia Católica.
Estos libros funcionan de termómetro de "herejías"... Si sabes que no corresponden a la doctrina de la Iglesia y tú los ves "correctos"... Si eres honesto y católico (y yo lo soy) y nada soberbio (bueno, es un pecadillo mío que intento corregir... el ser más humilde) ya sabes que tienes que empezar a buscar la Verdad de la Buena y de forma Sincera que nos da la Iglesia aunque no se corresponda con tus opiniones personales.
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LF:
Pero para que sepas seguro que no corresponde a la doctrina de la Iglesia, la Iglesia tiene que decirlo públicamente.
Según Queiruga el Dios-Amor sólo salva, no condena, nunca, no puede. El no es juez ni verdugo. Si hubiese condena, esta no procede de Dios; sinó del mismo individuo que libremente(?, el interrogante es mío) se separa de El.
Según Vd. el Dios-Amor de la Biblia es juez y verdugo. No deja esos trabajos para otros. El mismo juzga y ejecuta, y premia o castiga a cada uno según su fe y sus obras.
¿Entiendo bien las diferencias?.
(A falta de versión magistral tengo que referirme a Queiruga y a Vd, partes en la polémica).
Ahora hay que dormir.
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LF:
Mire, yo creo esto:
Romanos 2,5-11
Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual dará a cada cual según sus obras: a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; mas a los rebeldes, indóciles a la verdad y dóciles a la injusticia: cólera e indignación. Tribulación y angustia sobre toda alma humana que obre el mal: del judío primeramente y también del griego; en cambio, gloria, honor y paz a todo el que obre el bien; al judío primeramente y también al griego; que no hay acepción de personas en Dios.
O sea, es Dios tanto el que da gratuitamente la salvación como el que da el castigo.
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LF:
En este post, como en la mayoría de los posts que escribo, no tengo el menor interés en debatir con quienes no son cristianos. Es como discutir de física cuántica con quien no sabe multiplicar. Punto final.
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LF:
Me dedico, entre otras cosas, a la apologética católica y a combatir la secularización interna de la Iglesia. Ese es mi camino. Y es allí donde encuentro más herejías. No es mi culpa. No es por gusto. Si no me dedicara a esto, no entraría ni por un casual.
La condenación y el castigo son cosas distintas. Hasta cierto punto es cierto que la condenación se la busca el hombre solito en cuanto rechaza el amor de Dios o su palabra (Cf. Jn 3,18). Por otro lado está la realidad del juicio divino, que es en el fondo una consecuencia del hecho de que Dios sea amor y bondad infinitos. En la analogía con la justicia humana se ve con facilidad que no hay ninguna dificultad en entender que ambas afirmaciones son ciertas, es decir, que el condenado se condena a sí mismo en cuanto que hace el mal, y que el juez condena al condenado en cuanto que al aplicar la ley hace ver la maldad de los actos del condenado y sus consecuencias.
Lo que hace Queiruga es tratar de deformar a Dios desde sus propias neuras e ideas preconcebidas. Es el error principal del mal teólogo: en lugar de escuchar la Revelación y dejarse transformar por ella, trata de encasillarla en sus categorías intelectuales.
Menuda estupidez, pero todos lo hacen porque atenta contra el sentido de Justicia el no hacerlo.
Los inocentes, el resto de la sociedad, las víctimas, los padres y maestros reclaman justicia, y por tanto juicio y veredictos.
Jesús no habló de otra cosa que de hacer justicia en el Reino, por eso venía a salvarnos.
Si no hay castigo, no hay salvación, porque si no: de qué se nos salva que no haya dispuesto Dios?
Decir que no hay castigo es negar el pecado original, el bautismo, la redención y el valor expiatorio de la Cruz y la necesidad de los sacramentos.
Toda nuestra fe se basa en la redención. Negar el castigo divino es la madre de todas las herejías, porque niega desde el primero hasta el último libro de las Sagradas Escrituras.
Inaceptable semejante absurdo intelectual. Solo da tristeza la pereza mental de esos sacerdotes que no saben ni lo que significa lo que están leyendo.
Qué se les enseña por Dios?
No tenemos manera de comprobar que dichos comentaristas sean en verdad sacerdotes, pero no hace falta. Sabemos muy bien que, efectivamente, son muchos los curas que han asumido las tesis teológicas de este presbítero gallego.
Pues no, no hace falta. Y aún hoy los seminaristas se forman en doctrinas similares (en mi seminario diocesano, por ejemplo, el invierno todavía está vacío), que es lo triste. Triste que después de taipico años la Iglesia aún parezca aturdida por el zarpazo tan fuerte de Satanás y siga sin saber reaccionar según la medida adecuada de la gracia de Dios, y aún negándola, llegando a sostenerse que es Dios el que quiere que estemos así de anonadados. ¿Será que Dios quiere que la Iglesia predique doctrinas ineficaces y falsas que no convierten ni transforman?
"Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él. Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando habla de condenación o infierno. No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior, sino del desarrollo de premisas ya puestas por el hombre en esta vida."
Subrayo esta frase: " No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior".
Y dice más:
" Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios...Así resume los datos de la fe sobre este tema el Catecismo de la Iglesia católica: "Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de auto exclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno" (n. 1033).
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LF:
¿Orta vez ese argumento?
Haz el favor de leer los comentarios anteriores.
Una cosa es segura. Dios mismo no se dedica a "bajar" al infierno a castigar a los que están allí. Es decir, no anda por allá con un látigo y echando carbón a la caldera. Pero que habrá castigo tras el juicio y que no será el mismo para todos lo dice el propio Cristo. Y yo le creo a Cristo.
Y por cierto, que el infierno es un estado no es discutible. Pero tampoco puede ser discutible que sea un "lugar", porque si todos vamos a resucitar, y eso es dogma de fe, todos acabaremos teniendo un cuerpo material que habrá de estar en algún sitio. El cuerpo de los salvos, será glorioso. El de lo condenados... who knows!
Por otra parte, la doctrina católica sobre el infierno aparece muy clarita en el Catecismo:
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P2P.HTM
1.Me alegro que cites el Catecismo porque es lo que hice yo en mi post. Y lo sigo citando:"Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno."… “Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno". Subrayo la idea de “ autoexclusión” y separación del amor de Dios, ideas que impregnan la doctrina del catecismo respecto al infierno, (el catecismo, por cierto omite cualquier expresión referida a actuación activa de Dios para provocar la situación del que se encuentra en el infierno, tampoco emplea el término condena, en una sonora omisión: “Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte…La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira.”
2. Respecto a que el infierno sea un estado, un lugar o ambas cosas, es un tema interesante, profundo, sobre el que se pronuncian los dos últimos papas. Para empezar el catecismo utiliza en varias ocasiones la expresión “estado” pero omite en todo caso utilizar el término “lugar”. Juan Pablo II afirma rotundamente en su catequesis que “el infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría.” Benedicto XVI afirma que “el infierno existe” pero tampoco dice abiertamente que sea un lugar, al menos no conozco ninguna declaración en que lo haga. No es algo en todo caso para tomar a la ligera y tachar de hereje al que adopte la postura de que el infierno no es un lugar (seria como tachar de hereje a Juan Pablo II).
3. En ningún momento trato de defender las posturas de Queiruga, sencillamente porque no las conozco, pero sí de aportar luz sobre lo que es la postura oficial de nuestra Iglesia sobre este asunto, ya que se puede inducir a error en la fe de los lectores.
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LF:
Pues yo insisto en que la resurrección final de todos, sea para condenación o salvación, es parte de la Revelación. Y dado que la materia (el hombre no es hombre sin carne) ocupa un lugar físico, en algún sitio habrán de estar los resucitados.
Cuando Juan Pablo II dice que el infierno "más que un lugar", es un estado, no está negando que sea un lugar. Por otra parte, dado que las almas condenadas ya están en el Hades, parece evidente que el infierno no puede ser meramente un lugar físico.
Y a todo esto, el que los últimos Papas no entren en estas disquisiciones no tiene nada de particular. La Tradición de la Iglesia tiene material de sobra para que los fieles se hagan una idea.
En el Evangelio de hoy vemos como ver al Señor no es suficiente, si él mismo no se nos revela. Es decir, no es suficiente nuestro razonamiento si no se abre a la luz de la revelación. Y eso es pura gracia, que eso sí, hay que pedirla al que la da, a Dios mismo.
El error de los queirugas es que creen a sus razonamientos solamente, sacados de sus axiomas y presupuestos.
Para ellos parece que el error procede de la consideración que el diablo no existe. Su existencia nos la garantiza Dios mismo, y la experiencia lo confirma, porque la fe es razonable, sus postulados pueden tener sentido para nuestra razón, una vez revelados.
Dios no ha creado al diablo, sino a los ángeles que se rebelaron. Pero a esos ángeles caídos tuvo que asignar un lugar, ya que no pueden estar en la presencia de Dios. En ese sentido podemos decir perfectamente que Dios condena, ya que no permitir estar en un lugar (su presencia), implica “mandar” hacia fuera, o condenar.
Lo mismo ocurre con la alma de una persona que se rebela a la salvación de Dios, por decisión libre de su voluntad (un misterio, sin duda), la que Dios respeta. Podemos decir que es el hombre que se condena, pero como aquel que causa su condenación y no acepta la salvación que Dios quiere para él. Pero el juicio no le corresponde al hombre, sino a Dios. Y es Dios quién “firma” la sentencia, porque solamente Dios, y nadie más, puede decir “entra”, o “no puedes entrar”, que es lo mismo que “apártate de mi vista”, o “te condeno”, y “vete al Infierno”.
Por eso perfectamente se puede decir que Dios condena, ya lo creo.
Existe el Cielo, el Infierno, y también el Purgatorio, ¿cómo no y cómo olvidarlo? Pues nada impuro puede subir ante la presencia de Dios. Una vez que el alma ha visto, en el juicio particular, lo que es amar, ve claramente el estado de su alma, lo que tiene que trabajar y purificar. Esa purificación puede ser muy dolorosa para el alma, y por eso es de gran caridad rezar por las almas de los difuntos. Esas almas forman la Iglesia purgante y nos sirve de gran ayuda aquí en la tierra, por eso podemos pedirles también que nos ayuden con sus oraciones. Pero sobre todo una vez que alcancen el Cielo, desde el cual su ayuda nos va a ser muy eficaz.
Eso son novísimos y era lo que se predicaba y lo que predican buenos y fieles sacerdotes, es una doctrina buena y sólida, y no la birria de Queiruga.
¿Cuáles son consecuencias de las enseñanzas queiruguianas, aliadas del Enemigo?
La desacralización y secularización del Occidente. Porque si lo que importa es el “amor”, y ese se puede vivir en cualquier lugar, ¿para qué ir al templo? El templo y lo sagrado sobran, no hay que preocuparse por salvar el alma, la que ya está salvada. Se pierde el sentimiento religioso, ya que es superfluo. Finalmente, hasta el Dios mismo desaparecerá del horizonte del hombre, justo lo que quiere siempre el demonio.
"El Catecismo, con tanto malabarismo, es foco de confusión en este tema."
Pues los malabarismos se hacen en el circo, el catecismo es bien claro y no es foco de confusión. Otra cosa es que no te guste lo que diga la Iglesia al respecto.
Dices también:
"Deberían corregirlo".
¿Pero no quedamos en que el Catecismo es una "presentación auténtica y sistemática de la fe y de la doctrina católica"? Ahora resulta que cuando no nos gusta su contenido hay que corregirlo. ¿Pero entonces cabe la discusión sobre la teología del catecismo? ¿hay aspectos que requieren modificación? ¿Es bueno modificar el catecismo para añadir más fuego y condenación pero no para otros aspectos? ¿nos estamos haciendo una fe a la medida de nuestros prejuicios ideológicos y de nuestra cosmovisión particular? ¿Apostamos por la fe de la Iglesia o por una visión oscurantista de la existencia aunque se oponga a la doctrina cátólica?
Un cordial saludo.
Al que se condene por toda la eternidad, tanto le dará que el castigo le venga por el epicentro o por la estratosfera. El castigo le sabrá igual de mal.
El Infierno lo creó Dios, no olvidemos el dogma. Partimos de ahí. Ahora bien, no lo creó como un abuso de su omnipotencia según las categorías humanas de revanchismo y "ahora te jo..", sino por su amor y justicia, pues es su amor el que sostiene en la existencia a los condenados por toda la eternidad.
Es de Dios quien reciben amor externamente, pero oscurecida eternamente su visión por el pecado, este amor de Dios es percibido por el condenado como pena de sentido.
El siguiente, el temor de perder el amor de Dios por siempre. Es otro tipo de miedo, es el miedo a ofender al Amado en lo más mínimo, en no saber contentarlo siempre y en todo.
Muchas almas han empezado por el primer temor y han acabado siendo santos y con el segundo.
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LF:
Yo no hablaría de primer y segundo paso. La atrición cumple su función ciertamente, pero me parece más "genuina" la tristeza por ofender a Dios.
Y por cierto, que el infierno es un estado no es discutible. Pero tampoco puede ser discutible que sea un "lugar", porque si todos vamos a resucitar, y eso es dogma de fe, todos acabaremos teniendo un cuerpo material que habrá de estar en algún sitio. El cuerpo de los salvos, será glorioso..."
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Sobre la resurrección existe una interesante explicación en Wikipedia, pero a veces, una imagen vale más que mil palabras, y en recuadro donde está la pintura de Gerard van Honthorst sobre "Tomás el indrédulo", además hay un excelente comentario:
"Según los Evangelios, Jesús resucitado no es un fantasma: su cuerpo es visible, y las llagas de su crucifixión, tangibles." (y añado, hasta come)
Por lo tanto, los cuerpos resurrectos, que no serán como los cuerpos terrenos, estarán en unos estados y en unos lugares especiales, adecuados a su nueva situación.
¿Cómo será un cuerpo resurrecto en estado, situación o condición de gloria o condenación? No se sabe.
RESURRECCIÓN
es.wikipedia.org/wiki/Resurrecci%C3%B3n
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LF:
No sé... prefiero leer a los Padres que la wikipedia, je je.
-Quien peca mortalmente, rompe su amistad con Dios y, por lo tanto, queda apartado de él.
-Para volver a la situación de amistad con Dios es preciso arrepentirse y pedir perdón mediante el sacramento correspondiente.
- No es posible pecar mortalmente y no arrepentirse y no pedir perdón y seguir en amistad con Dios, ya que se le ha ofendido gravemente. Como no es posible beberse media botella de coñac y seguir estando sobrio.
- Mientras vivimos en la tierra, podemos arrepentirnos y pedir perdón, y Dios, perdonarnos nuestros pecados mortales.
- Después de la muerte física ya no hay posibilidad de arrepentirnos y pedir perdón. El alma queda petrificada en el mal y ya no querrá arrepentirse, ya que ha rechazado a Dios de forma perfecta. Por lo tanto, quien muere en pecado mortal, queda, definitivamente, apartado de Dios, o sea, que sufrirá el eterno castigo.
Q.E.D.
(Un resumen un poco largo, pero bueno.)
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Exacto, sentencia de premio (salvación) o de castigo (reprobación) eternos.
Para Susi, con cariño.
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Es decir, Dios condena, porque el hombre "se condena".
El Catecismo es un compendio, y lleva ya 130 correcciones, algunas en temas tan claves como la sodomía. Y es que un párrafo ahí creaba confusión.
LF, hago una crítica constructiva en ese punto en particular.
Y no he criticado a Juan Pablo II, lejos de mí, pero conozco la historia de la elaboración del Catecismo y muy a su pesar se tuvieron que escribir muchas cosas de manera "no demasiado clara" por decirlo suavemente.
En su conjunto el Catecismo es una de las mejores ideas y más efectivas de la Iglesia en mucho tiempo.Es una herramienta colosal.
Cuando el alma pierde de vista a Cristo, desconfía de la Iglesia Católica.
No se cree a Jesucristo, por eso algunos enseñan que "nadie puede condenarse, ni siquiera Hitler".
Es tremendo las cosas que Satanás siembra en los corazones que enseñan herejías.
Recuerdo aquello que leí hace años, cuando Voltaire recibió una carta de un amigo suyo un protestante, "He descubierto que el infierno no existe". Alegrándose Voltaire por la noticia, le felicitó. Y decía "yo no caeré en él infierno", al cabo de los años, le sobrevino una enfermedad mortal, sus amigos estaban cerca del moribundo. Voltaire entre alaridos y dolores en su cuerpo, vio, el infierno en una visión, y con la mano retorciendose de espantosos dolores, ¡"veo el infierno, tapadlo"!. Había visto el infierno, se había convencido de que estaba a punto de ir allí, convencido también para toda la eternidad.
Aquellas almas que apartadas de la fe de la Iglesia Católica, que han dejado de creer, antes de morir, lo pasarán muy mal.
En las Sagradas Escrituras, Dios mismo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento nos habla de estas realidades, también la Iglesia Católica merece ser creída, amada y respetada porque es Dios mismo que nos habla, y en los Santos Padres.
Saludos a Luis Fernando
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LF:
Eso, eso. Otro no católico que sale a apoyar a Queiruga. Muy bien.
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