Las reformas buenas y necesarias, cuanto antes mejor
El Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Mons. Juan Ignacio Arrieta, Obispo titular de Civitate, nos cuenta en un artículo que allá por el año 1988, el por entonces Cardenal Prefecto de la Congregación para la Fe y hoy Papa, solicitó un endurecimiento de las penas canónicas para los clérigos que cometían delitos de suma gravedad, como es el caso de los que cometen abusos sexuales. Además pidió que se aceleraran los procesos.
En septiembre de 2007, el Papa mandó que se acelerara ese estudio. Y en las próximas semanas el Pontificio Consejo mecionado entregará a sus miembros un borrador de reforma del Libro VI del Código canónico, base del sistema penal de la Iglesia. En esta grave cuestión, como en varias otras, Benedicto XVI ha acelerado grandemente el enfrentamiento de problemas graves de la Iglesia estancados hacía décadas. Bendito sea Dios.
En todo caso, eso me lleva a hacerme algunas preguntas: ¿Por qué han tenido que pasar 22 años entre una propuesta tan sensata y extremadamente urgente y su puesta en marcha? ¿Cuántos cuántos problemas no se habría evitado la Iglesia de haberse hecho esa reforma a tiempo? ¿Por qué Juan Pablo II no tomó en cuenta la opinión de su mano derecha doctrinal? ¿Por qué la Iglesia es tan lenta en hacer algo que evidentemente redunda en el bien común de los fieles?
Creo que Mons. Arrieta no ha hecho otra cosa que señalar cuál es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Iglesia en las últimas décadas. A saber, su exasperante lentitud a la hora de atajar el mal en su seno. Porque una cosa es que se respete la presunción de inocencia, que se den todas las garantías procesales necesarias y que incluso se tenga siempre la puerta abierta a la conversión del pecador, y otra muy distinta que se dejen pudrir situaciones que obviamente no tienen apenas solución.
En otras palabras, no me imagino a San Pablo pidiendo a los corintios que abrieran un proceso canónico de varios años para decidir qué hacer con el tipo que se acostaba con la mujer de su padre. Y más grave que eso me parece que un cura se acueste con los hijos de sus parroquianos. Como dice el proverbio “a grandes males, grandes remedios". No se puede curar con tiritas y mecromina un órgano gangrenado. Ni se trata el cáncer con aspirinas. Ni tiene sentido dejar que un tumor crezca durante años sin aplicarle la quimioterapia o cirujía necesarias para evitar que se convierta en mortal.
Y si digo esto de los delitos contra la moral, digo lo mismo de los delitos contra la sana doctrina. Eso de dejar pasar años, incluso décadas, sin juzgar las herejías que determinados teólogos expanden cual chapapote inmundo por las costas de la Iglesia, es ocasión de enormes males para la Iglesia. Muchos católicos se desvían de la fe y de la moral verdaderas, perdidos en la confusión, engañados por aquellos lobos que, dejados sueltos, hacen estrago en el rebaño.
Pondré un ejemplo. Las obras del P. Anthony De Mello, S. J. (+1987), fueron durante decenios de las más difundidas, en varias lenguas, entre el pueblo católico. En 1998, once años después de muerto, fueron objeto de una larga y muy dura Notificación reprobatoria. Para entonces cientos de miles de católicos, sacerdotes, religiosos, laicos, estaban profundamente infectados por sus errores. ¿Puede hallarse alguna justificación para una lentitud semejante en el combate contra las herejías dentro de la Iglesia? San Agustín y Pelagio fueron exactamente contemporáneos. Y San Agustín combatió con todas sus fuerzas la herejía pelagiana que causaba estragos “en su tiempo". Hizo todo lo posible por apagar un fuego antes de que se convirtiera en un gran incendio.
La Iglesia debe combatir con toda fuerza y urgencia todos los males que surjan en su interior, lo mismo sea, por ejemplo, la pederastia en algunos sacerdotes, como la herejía en tantos profesores de Teología, que durante decenios enseñan en Seminarios y Facultades católicas.
Para que la Iglesia sea verdadera luz el mundo, debe librar primeramente la batalla por la santidad en su seno. El pecado va a estar siempre presente porque forma parte de la condición humana desde que Adán y Eva lo introdujeron en el mundo. Pero lo que puede y debe cambiar es la manera en que la Iglesia de Cristo lo combate. Ni puede ser una madrastra que deje la gracia y la misericordia a un lado, ni puede ser una mala madre consentidora que deje el castigo corrector y purificador en la alacena de su despensa. Y es que, como estamos viendo, si no lo hace ella, lo acaba haciendo su Señor, para vergüenza de todos los fieles. Ya lo dijo San Pablo de los judíos que pedían cumplir la ley y ellos mismos no la cumplían: “Pues escrito está: Por causa vuestra es blasfemado entre los gentiles el nombre de Dios” (Rom 2,24). Que nunca se pueda volver a decir lo mismo de nosotros.
Luis Fernando Pérez Bustamante
25 comentarios
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LF:
En el blog Reforma y Apostasía del P. Iraburu. Creo que le dedicó un post entero.
¡ Ay, aquellos catecismos tan diáfanos¡Cuánto se extrañan hoy en día
Pero, parece que esto no justifica una tolerancia dañina, que abandona los problemas molestos a Roma, sin preparar los caminos, en la circunstancia local, para evitar que el mal se expanda. Y hoy, sabemos lo fácil que es esta difusión casi instantánea.
De ahí que la vigilancia de los pastores, sea más que nunca necesaria."Te he puesto como centinela de la Casa de Israel...Cuando yo (Dios) diga al malvado 'Vas a morir', si tú no hablas...te pediré cuenta"(Ez 33, 7 -8).
Sería útil que alguno de los especialistas de Infocatolica escribiera algo para advertir acerca de Anselm Grün. El P. Bojorge, SJ, ha esbozado críticas, y me temo que estamos ante un nuevo caso De Mello. No es que a mí me interese leerlo, pero es un hecho que sus obras se venden de a millares.
Saludos.
En el caso concreto de la Iglesia del clero, mucho me temo, además, que de no haber sido por la fuerte presión de la opinión pública, la Iglesia habría tardado mucho más en abordar como se debe esta lacra.
La lentitud de la burocracia eclesial y de la vaticana es sumamente desesperante.
Es esta época cibernética donde todas las noticias se saben al día y en tiempo real, es muy necesario que la Santa Iglesia Católica SE ACTUALICE y dedique fuerte actividad y el necesario tiempo para resolver sus graves asuntos penales y doctrinales.
Hoy los lobos rapaces devoran a las ovejas con perfecta infamia y rapidez y la Iglesia desnortada se aturde, confunde y despuebla.
Hoy día los Blogs Católicos en el mundo entero y sus comentaristas, son como Juzgados de Guardia permanentes
que avisan con caridad, celo y nobleza, de cualquier descalabro penal o de la arbitrariedad y herejia doctrinal.
Hace falta en cada obispado un activo e inteligente ORGANISMO NUEVO ( si hace falta de fieles laicos especializdos comprometidos ) dirigido por INTERNET, que conecte con UN BLOG A ESCALA DE CADA NACIÓN y este, conectado con las diferentes Comisiones para la Doctrina de la Fe, e igualmente en contacto permanente con la Curia Vaticana y sus diversos apartados. Un sistema coherente y CENTRALIZADO, que mantenga al Papa al día de todo necesario y lo fundamental.
Alguién y algo que actué con rapidez y CENTRALICE la información, para adoptar con la debida cautela, prudencia y RAPIDEZ la SOLUCIÓN EFICAZ de los fundamentales problemas que se produzcan.
Ante este NUEVO mecanismo de CONTROL, muchos herejes y delincuentes se tentarían muy bien la ropa antes de cometer sus desafueros contra la Iglesia y sus fieles.
Con gran URGENCIA, LA SANTA IGLESIA DEBE PONERSE AL DÍA.
Si la Iglesia debe sobrevivir a la violencia de todo tipo del mundo actual, se debe NECESARIAMENTE ACTUAlIZAR Y MODERNIZAR.
Saludos cristianos.
En otro orden de cosas, yo aprovecharía la reforma para introducir penas canónicas contra los políticos católicos que voten o adopten medidas contrarias al Magisterio de la Iglesia y que fueran de aplicación automática, sin necesidad de intervención de Obispo alguno. Igual empezaban a acabarse muchas tonterías e hipocresías.
Estos pseudoteólogos me recuerdan a los periodistas sensacionalistas, que con tal de vender, tergiversan o inventan las noticias. Pues así parece que hacen ellos también, con tal de seguir vendiendo libros y estar "en el candelabro".
Pero está el caso grave de la legión que niega todas las verdades de la fé católica y no recibe ni siquiera un jalón de orejas y siguen conservando sus sueldos y sus canonjías y NADIE LES EXCOMULGA O MOLESTA POR SUS IDEAS ANTICRISTIANAS. oJALÁ que hubiera más coherencia en las políticas.
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LF:
Yo creo que Fellay hizo muy bien en mandar callar a Williamson. Y ha hecho muy bien en amenazarle con la expulsión de la FSSPX.
Y por cierto, las personas que por las razones que sean son solteras, ¿no son gente normal?
Falta profesionalidad, falta capacidad, y la Santa Sede se maneja con una estructura totalmente premoderna, no sistemática, chapucera. Esta reforma burocrática deberá ser acometida por el próximo Papa, o los problemas serán inmensos.
Este ataque ha sido tan tremendo y profundo, que el papa Paulo VI llegó a hablar de la infiltración del "humo de Satán" en la Iglesia. Nunca antes una incursión espiritual y cultural enemiga había llegado tan pero tan cerca del trono de Pedro, tan adentro de la intimidad de los seminarios y de las conciencias. Incluso han llegado a robarse todo un Concilio Ecuménico, lo han falsificado y lo han vendido así cambiando, causando una monumental confusión.
El desbarajuste ocasionado aún perdura, aunque de la mano sobre todo del papa reinante, se están encarrilando muchos aspectos descalabrados.
Yo creo que esto de alguna manera responde a la pregunta que plantea LF en el post.
El ataque concertado en el ´68 , e inspirado muy probablemente por la Masonería y el Sionismo, no se limitó a atacar a la Iglesia sino que tuvo un frente mucho más amplio, con el denominador común de socavar las tradiciones de los pueblos. Así, otra de sus manifestaciones más relevantes fue, por ejemplo, la Revolución Cultural china.
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