¿Tiene que pedir permiso el arzobispo de Pamplona para ejercer de arzobispo?
Monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona-Tudela, se ha convertido en la nueva diana del progresismo eclesial-mediático de este país. ¿Su “pecado"? Tomar las decisiones que él cree oportunas para el bien común del rebaño que le ha sido encomendado como pastor. Lo cual, convendrán ustedes conmigo, no es precisamente un pecado, aunque así lo presenten los que se resisten a entender que su tiempo ya ha pasado y que soplan nuevos vientos en la Iglesia que peregrina en Navarra.
Una de esas decisiones ha sido la de prescindir de los servicios de Jesús M. Asurmendi como profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos de Pamplona. Hablamos de alguien, por tanto, que ha sido responsable de la formación de seminaristas y estudiantes de teología en Navarra. Y por lo que se ve, así ha sido durante más de veinte años. Al menos así se lo cuenta a José Manuel Vidal en la entrevista que éste ha publicado en Religión Digital.
El propio cesado reconoce que don Francisco tenía derecho a hacer lo que ha hecho, pues a partir de los 65 años los Estatutos de los dos centros de estudios de Pamplona estipulan que el cese-jubilación de los profesores queda a discreción del arzobispo. A lo cual yo añado que independientemente de lo que digan unos estatutos, si un obispo no tiene confianza en la formación que un profesor pueda dar a sus seminaristas o a los seglares que estudian teología, lo normal es que le sustituya por otro del que sí se fíe. ¿O es que un obispo tiene que asumir como suya la herencia que le han dejado independientemente de lo que, en su leal entender, crea que es lo mejor para sus fieles?
En realidad, eso es lo que está en juego. Cuando a una diócesis llega un nuevo pastor, es de sentido común que al cabo de un tiempo prudencial, una vez que ha tomado conciencia mejor de la situación real de su iglesia local, introduzca los cambios que crea oportunos. ¿Tan difícil es de entender y aceptar algo tan elemental?
No conozco la labor de Jesús M. Asurmendi. La única pista que tengo es precisamente su entrevista con José Manuel Vidal. Pero me basta y me sobra. El siguiente párrafo aclara cualquier dudas sobre el acierto del arzobispo de Pamplona:
Vista la situación general me dio pena por los alumnos del Instituto de Ciencias Religiosas San Francisco Javier, laicos que “pagan” caro (en tiempo, esfuerzo y dinero) sus ganas de formarse en teología. Los seminaristas es otra cosa. La mayor parte de ellos están formateados y, desgraciadamente, la formación intelectual resbala. En ese ambiente de “escuela del partido", aunque no sea más que un atisbo de postura universitaria y por lo tanto crítica no cabe. Por otro lado, teniendo en cuenta lo dicho, se siente uno honrado de haber sido cesado por instancias que se definen y actúan así. En definitiva llega a ser un honor no participar ni colaborar en un plan estratégico global de exclusión de toda reflexión intelectual y teológica digna de ese nombre.
Ya ven ustedes cuánta prepotencia y soberbia intelectual y espiritual se gasta este señor. Su desprecio hacia los centros en los que deja de trabajar es patente. Vamos, poco menos que viene a decir: “La decadencia más absoluta se instala en Navarra con mi partida".
Como no podía ser de otra forma, la cuestión se presenta como una involución. Pues bien, es exactamente lo contrario. Lo que huele a pasado, a naftalina del armario de la abuela Angelita, es ese tipo de formación teológica a la que Asurmendi califica de “crítica”. Demasiado conocemos lo que significa esa palabrita en boca de un teólogo o de un biblista. En otros tiempos se le llamaba herejía o heterodoxia. Y precisamente la heterodoxia es lo que menos necesitan aprender los seminaristas y estudiantes de teología, salvo que sea para combatirla.
Creo que todos los fieles, pero muy especialmente los navarros, debemos manifestar nuestro apoyo y gratitud al arzobispo de Pamplona. Está dando un ejemplo que pueden seguir otros obispos, que no tienen por qué sentirse secuestrados por un pasado que no ha sido precisamente glorioso. La tan cacareada crisis post-conciliar, que en realidad empezó mucho antes del concilio, se soluciona con decisiones inteligentes, valientes, encaminadas a mejorar la formación de los futuros sacerdotes, de los catequistas y de los profesores de religión. Y si para eso hay que dejar a un lado a quienes se piensan el ombligo del mundo y no son más que un ejemplo de por qué dicha crisis ha sido tan intensa, pues loado sea Dios.
Por tanto, gracias don Francisco. Cuenta usted con nuestras oraciones para que la gracia del Señor le acompañe en el ejercicio de su ministerio apostólico.
Luis Fernando Pérez Bustamante
18 comentarios
Esa es la diferencia entre tener un pastor preocupado por el bien de todos y no tenerlo.
Ahora cualquiera de sus egresados, aunque sean ateos, pueden dar clases de religión.
Hasta aquí se sienten sus efectos.
Ya ves?
---
LF:
El mal es contagioso. Se extiende por todas partes. Por eso es necesario cortarlo de raíz.
Menudo grano que se ha quitado la diócesis de Navarra. Prepotente, soberbio... en fin, menos mal que una no es obispa ni nada por el estilo, que lo ponía a lavar enfermos e indigentes en Caritas hasta que se le bajaran los humos a este presunto teólogo...
---
LF:
Presunto, no. Es teólogo. Biblista, para ser más exactos. Otra cosa es qué tipo de biblista sea.
En el tema del Seminario de Barcelona, también ha mejorado pero aún está lejos de ser una competitiva Facultad de teologia. Todavía hay algunos profesores como los que denuncia Germinans pero esperar a la jubilación de estos no me parece la estrategia apropiada.
Doy gracias a Dios porque la Iglesia española no tiene ni un cuarto de la influencia que tenia en la sociedad de hace 100 años atrás.De lo contrario , con catolicos como tu(como los hubo por miles en esa época) ya hubiese habido otra guerra civil.
Tu solo pregonas: división,resentimiento,exclusión,insolidaridad.Que lejos del espiritu del Evangelio.
Lo peor que le puede pasar a la Iglesia en cualquier parte del mundo es abanderarse con una postura política, hecho innegable en la península.Lo lamento por España.
---
LF:
Satanás, que el Señor te reprenda.
Ni te molestes en escribir más comentarios. Van al basurero inmediatamente sin que los pueda leer nadie, incluido yo.
Prima la enseñanza de la verdad que la libertad de cátedra, porque aquí se deben de formar en la verdad católica de fe y moral a los sacerdotes, religiosos y laicos.
¿Se debe tener en nómina y docencia un profesor que enseña que errores de fe y moral? No. Y si quiere enseñar, tiene disponible otro lugar que lo acepten.
Me parece, además, que todo profesor de teología debe de hacer un juramento de fidelidad al ejercer un oficio que se ha de ejercer en nombre de la Iglesia, el cual, en caso de incumplimiento, se comete un delito canónico.
El texto del juramento:
http://www.unav.es/tdogmatica/teofundamental1/AdTuendamFidem.html#JURAMENTO
Ninguna persona es imprescindible y pensar lo contrario es simple soberbia. Ahora toca elegir un profesor fiel a la doctrina y capaz de enseñar dentro de la iglesia, lo que estipule el plan de estudios.
Saludos :)
Yo hablé con alguno de los seminaristas de Barcelona, chicos encantadores, llenos de ilusión y a los que les deben de meter un veneno en el seminario sin que ellos lo sepan , que luego ya veremos. No hay derecho.
Es una vergüenza que Roma no vigile mejor los seminarios porque han causado más daños a los fieles que muchos muchos Macieles juntos.
___
Evangelio según Jesús:
Mateo 7,15:
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. "
(Lucas 10,3)
"Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos"
Mateo 25,30)
"Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."
Mateo 8,22)
Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Mateo 23,27
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!
Ojalá cundiera el ejemplo en otras diócesis. No sólo esperando la jubilación de estos señores, sino cortando por lo sano y removiendo o llamando al orden ortodoxo sí o sí a toda esta patulea de sedicentes teólogos que tanto daño hacen a la fe del pueblo sencillo. Otro gallo cantaría en muchos seminarios hoy semivacíos.
¿Alguien me quiere explicar que necesitan muchos obispos para darse cuenta que la heterodoxia doctrinal consentida equivale,implacablemente, a desastre vocacional?
Por último, Gonzalo Chile, le aconsejo que deje de hacer el ridículo con esos comentarios muy aptos para engatusar a pobres hermanos que no han leído el evangelio en su integridad(como le demuestra Catholicus) ni se han asomado nunca o casi nunca a las Cartas de San Pablo (durísimas contra la heterodoxia.
---
LF:
Sí, exactamente. Ando recolectando leña verde y acumulando grasa gruesa para reinstaurar los autos de fe, versión infocatólica. Así que mejor no asomes por aquí, no vaya a ser que te chamusques. Hale, que lleves tanta paz como dejas.
En el fondo se creen unos ILUMINADOS GNÓSTICOS por una ciencia superior y esotérica; los otros, los tradicionales, unos pobrecicos bobos, irracionales e inmaduros. Parece que sólo él es el sujeto de una fe racional y madura.
Se trata una decisión SABIA, LIBRE Y PRUDENTE del pastor de Pamplona. Y,además, le han dejado muy sólo en esta decisión. El claustro durante 20 años ha mirado a otra parte. So capa de racionalidad, el hipercriticismo de este hombre ha hecho estragos en el rabaño de Dios. El anterior Obispo ya estaba advartido de esta situación. Y no hizo NADA sino apoyar al interfecto y ridiculizar de rancios ignorantes los que potestaron.
Don Francisco es todo un ejemplo de Buen Pastor: sabio, santo, prudente. Y muy cercano a su presbiterio y rebaño. Corazón gigantesco de buen pastor.
Realmente, salvo sus cuatro adeptos furibundos, nadie le echa de menos.
Pues bien, menos tonterías y a este presbítero le aconsejaría ir a la misión de la vida parroquial rural con otros presbíteros que con su edad de jubilado siguen "al pie del cañón" sin darse tanta importancia y trabajando por el Reino de Dios y su justicia.
Dejar un comentario