Reporte de una conferencia del P. Cortés. Lo que piensa un capuchino del papado y otros temas doctrinales

La conferencia la dió Fra Enric Cortès, capuchino, se tituló "Visita del Papa. Reflexió sobre el missatge evangèlic respecte la funció de Pere " ( Visita del Papa. Reflexión sobre el mensaje evangélico en referencia a la función de Pedro ), y se dio el día 18 de noviembre del 2010 a las 20 horas en una Sala de Grupos (entrada Riera de Sant Miquel 1 bis) del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya de los capuchinos en Barcelona . La asistencia la cifro en unas 30 personas, algo menos de un cuarto del aforo; excepto unos cinco, el resto eran ancianos. Hubo risas en algunos momentos en referencia a ello.

Ante todo decir que me intriga saber por qué mantienen al P. Cortés como formador bíblico de futuros sacerdotes, sus superiores, el arzobispo Sistach, y los directores de la Facultad de Teología y del Seminario, de los cuales presumo que ya tienen un notorio conocimiento de las posiciones teológicas del conferenciante (imparte clases desde hace 30 años, según me dicen).

No es el único que piensa con estas ideas, me consta que otro capuchino también, por lo que puedo deducir que este tipo peculiar de teología posiblemente está muy extendido en la Iglesia Tarraconense, y quizás puede explicar las posturas de las religiosas Forcades y Caram, así como la de muchos consagrados más que no son mediáticos pero que tiene cargos docentes o de gobierno. Y lo bueno del caso es que no tienen conciencia de que dicen errores de fe y moral, sino todo lo contrario: su teología es la correcta, la de antes está superada por el Concilio.

Esta nueva teología viene a decir que SÍ existen los dogmas del infierno y del purgatorio, no se niega abiertamente, pero luego los vacían de contenido, afirmando que o bien cualquiera es libre de creerlos o no creerlos, o bien que nadie entra en ellos y están vacíos, y  o bien que al final de los tiempos desaparecerá el infierno y que sus moradores, demonios y condenados, irán al Cielo.

Y todo ello debido a que Jesús nos salvó por su sangre en cruz, que su amor vaciará el purgatorio y el infierno porque el amor de Dios perdona todo pecado y no tolera la condenación eterna ("Hasta Hitler entrará"), y que nuestro juicio particular simplemente será una revisión de vida, un simple "conócete a tí mismo", por el cual sabremos de nosotros todo aquello que no pudimos autoconocernos en vida. Además, toda esta teología piensan que es correcta "en conciencia" de que es verdad y que está acorde con el espíritu del postconcilio.

Y ello también puede explicar los extraños silencios que existen entre todos los consagrados (obispos, sacerdotes, teólogos, biblistas, religiosos…) en cuestiones como el purgatorio, el infierno, el demonio, las posesiones e influencias, el exorcismo y las oraciones de liberación, el sufragio y la intercesión por los difuntos, la misa gregoriana, las oraciones de sanación, las indulgencias, los sacramentales (agua, sal, aceite, medallas), las bendiciones, las devociones y celebraciones populares, la confesión, la unción de los enfermos, el rezo del Rosario, la Adoración Eucarística…

 

“ UNA CONFERENCIA SOBRE TEMAS BÍBLICOS Y TEOLÓGICOS” por Enric Cortés

Templo expiatorio

El Templo de la Sagrada Familia es expiatorio según los conceptos preconciliares, es decir, que servía para la expiación de los pecados del mundo, por los cuales Dios exigía un precio u obra o servicio proporcional para el perdón de la pena del pecado.

De acuerdo con los modernos criterios del Concilio Vaticano II, la palabra "expiatorio" carece actualmente de validez y sentido, por lo que debería de llamarse "Templo de la Salvación", porque Dios nos salvó sin pago de precio u obra alguna nuestra, Dios no rescata nada, pues nada pagó al Diablo ni a nadie.

Actualmente, la moderna teología establece que la salvación es un don de Dios, por lo que el Cielo ya lo tenemos regalado, sin necesidad alguna de hacer nada para ganárnoslo. Además, es suficiente con leer sólo la Biblia para tener un conocimiento de la voluntad de Dios.

Gaudí preconciliar

Gaudí era un arquitecto que diseñó el Templo de la Sagrado Familia de acuerdo con la caducada teología preconciliar de su tiempo, de principios del s. XX. Dicha teología se fundamenta en el error de que, a más dolor, sufrimiento, miedo y temor, existirá más amor, redención y perdón de Dios.

Papolatría  

Los modernos exégetas dicen que la base del primado de Pedro ("Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia") únicamente aparece en el evangelio de Mateo, capítulo 16, pero no en los restantes, y que en consecuencia, se trata por ello de una interpolación añadida por la primera comunidad cristiana mateana, la cual inventó dicha frase transformando unas palabras de Jesús con la intención de obtener un líder que asumiera un parecido papel al que tuvo Jesús en vida. Por lo tanto, hay que poner en cuestión el Primado de Pedro y su infalibilidad.

Lo mismo le sucede al concepto "Iglesia" ("…edificaré mi Iglesia" ), que fue inventado también por dicha comunidad, dado que dicho término sólo aparece en dicho evangelio pero no en los demás evangelistas y además, porque la palabra "Eklesia" procede del griego y no existe en arameo.

El Papa no debe ser Jefe de Estado, y debe de abandonar toda la pompa, rito y protocolo (imagen, vestidos, residencias) que le impiden el ser humilde. Debe, además, renunciar al papamóvil, aún al precio y riesgo de sufrir un atentado, para demostrar con ello su humildad. 

La preeminencia del Papa debe entenderse en el sentido que le dan los ortodoxos, es decir, nomás como preeminencia de honor, debido a que no existe una base evangélica que justifique la primacía de Pedro, la cual sólo empieza en Roma cuando dirige la Iglesia allá por los años 50. Además, Pedro no dirige la Iglesia de Jerusalén desde sus inicios allá por los años 30, sino que sus jerarcas son los parientes más cercanos de Jesús, ante los cuales Pedro se retira y aparta humildemente, razón de más para establecer que la actual gloria de Pedro es inventada.

En el tema de la elección de obispos, existe una romanitis por parte de los nuevos obispos electos que les ocasiona una peculiar tortícolis hacia Roma y que los hace callar por obediencia a Roma.

Profesión de fe de Pedro

Continuando con lo anterior, y ampliándolo, afirmó que la frase del reconocimiento mesiánico petrino que aparece en Mateo, capítulo 16, no se corresponde a la realidad del diálogo original entre Jesús y los apóstoles. 

El diálogo mateano que actualmente conocemos es una transformación de la primera comunidad cristiana: 

«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo» . Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. 

"Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: «Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá». Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».  (Versión Biblia Clerus)

La moderna exégesis, no obstante, dice que ha podido reconstruir las verdaderas estas palabras de Jesús contenidas en Mateo 16, despojándolas de todos los abundantes añadidos propetrinos de la primitiva comunidad mateana y restableciendo el verdadero significado de "Mesías" entendido, eso sí, en el contexto de la época, como la de un líder político independentista y militarista:

«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro, respondió:  «Tú eres el Mesías, aquél que expulsará por la fuerza a los romanos y restaurará el Trono de David independiente y poderoso». Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». (Versión moderna supuestamente auténtica)

Purgatorio, indulgencias e intercesión

El Purgatorio es una creencia en la que se es libre de creer o no creer en ella, porque el Concilio Vaticano no la menciona, como tampoco la Biblia. Además, Dios soluciona las situaciones de muchas maneras, y nadie habló del Purgatorio y nadie regresó de él para que supiéramos cómo es.

Las indulgencias no están de acuerdo con la actual teología, porque suponen una redención o salvación mecánica por la que se compensa la pena del pecado por el pago de un precio o la realización de una obra, por ejemplo, cumplir la ley. 

La intercesión por los difuntos, por su parte, es una mera y simple oración o plegaria sin más efecto.

 

Mi opinión   

1. Es grave que exista una metodología bíblica que dé lugar a formadores de sacerdotes que no creen en la verdad de fe del Purgatorio, los cuales proporcionarán sacerdotes que tampoco creerán y que a su vez estos enseñarán a los fieles a no creer, cuando la verdad del Purgatorio está explicada en los puntos 1030 a 1032 del Catecismo. Los desvíos de dicha metodología afectan, a su vez, a los superiores de dichos formadores: los directores de la Facultad de Teología y del Seminario, así como el ordinario de la diócesis. Cuando seamos juzgados en el amor, Jesús nos preguntará sobre si hemos amado a las benditas almas de Purgatorio mediante oraciones, sufragios, limosnas, indulgencias y obras de penitencia a favor de los difuntos.

2. Existe una línea de pensamiento teológica y biblista que cuestiona la historicidad de Jesús y sus dichos, afirma que los evangelios son una combinación de historias, mitos, idealizaciones y otras fuentes añadidas por una pluralidad de autores de las primeras generaciones cristianas, dice que el catolicismo fue una construcción de Pedro y Pablo e impugna las verdades nucleares de la fe católica (el pecado y sus consecuencias,  la Iglesia y el Papa). Esto provoca división y enfrentamiento entre católicos, debilita y desprestigía el catolicismo cara al mundo y, finalmente, se enseñan errores de fe y moral a fieles y sacerdotes sin temor a ninguna repercusión espiritual, porque de acuerdo con una metodología concreta, creen en conciencia de que Dios hará todo lo posible para que todos vayamos al Cielo. Pero por lógica, no es posible que exista un Cristo y una Iglesia que, a la vez, digan " debes creer en el Purgatorio " y lo contrario, " puedes no creer en el Purgatorio ".  

3. Según la normativa de la Iglesia, la negación de la doctrina de fe del Purgatorio, así como de cualquier otra verdad revelada, conlleva graves consecuencias:

"Esas doctrinas están contenidas en la palabra de Dios escrita o transmitida y son definidas como verdades divinamente reveladas por medio de un juicio solemne del Romano Pontífice cuando éste habla «ex cathedra», o por el Colegio de los obispos reunido en concilio, o bien son propuestas infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal. Estas doctrinas requieren el asenso de fe teologal por parte de todos los fieles. Por esta razón quien obstinadamente las pusiera en duda o las negara, caería en herejía. (Ad Tuendam Fidem, Nota Doctrinal, punto 5)

 
4. La formación de sacerdotes y fieles a través de una visión secularizada de las Escrituras ha sido denunciada por Benedicto XVI en " Verbum Domini ":

- El peligro del dualismo y la hermenéutica secularizada . "…Lamentablemente, sucede más de una vez que una estéril separación entre ellos (la investigación histórico-crítica contra la metodología teológica) genera una separación entre exégesis y teología, que «se produce incluso en los niveles académicos más elevados»." (35)

"Según esta hermenéutica (secularizada positivista), cuando parece que hay un elemento divino, hay que explicarlo de otro modo y reducir todo al elemento humano. Por consiguiente, se proponen interpretaciones que niegan la historicidad de los elementos divinos… Una postura como ésta, no hace más que producir daño en la vida de la Iglesia, extendiendo la duda sobre los misterios fundamentales del cristianismo y su valor histórico como, por ejemplo, la institución de la Eucaristía y la resurrección de Cristo." (35 a, b)

- Importancia de la homilía . "Se han de evitar homilías genéricas y abstractas, que oculten la sencillez de la Palabra de Dios, así como inútiles divagaciones que corren el riesgo de atraer la atención más sobre el predicador que sobre el corazón del mensaje evangélico. Debe quedar claro a los fieles que lo que interesa al predicador es mostrar a Cristo, que tiene que ser el centro de toda homilía." (59)

Fluminus Anae