La Legión tendrá como Comisario Pontificio a un canonista experto en economía
El Papa ha cumplido lo anunciado y ya ha nombrado a quien va a ser el máximo responsable de los Legionarios de Cristo. Se trata del arzobispo italiano Mons. Velasio de Paolis, miembro de los Misioneros de San Carlos, fundados por el Beato Juan Bautista Scalabrini, considerado como Padre y Apóstol de los migrantes.
Pero si algo parece destacar en la figura del prelado italiano es su condición de curial. Y dentro de la curia, en el ámbito del derecho canónico y los asuntos económicos. Obviamente el Papa habrá visto en él más cualidades, de orden espiritual y pastoral, pero esas son las que saltan más a la vista en un primer análisis sobre este nombramiento. De hecho, esto nos lleva a pensar que para dirigir la Legión hacía falta alguien que tuviera muy claro cuál es la ley por la que se gobierna internamente la Iglesia y además conociera bien el mundo de las “finanzas". Siendo los Legionarios una congregación donde el dinero no falta, es buena cosa que al frente haya un buen gestor.
En realidad, este nombramiento es sólo un paso más en el intento de Benedicto XVI de salvar a los Legionarios de la espantosa crisis en la que están sumidos tras darse a conocer que los peores presagios sobre su fundador, el indigno P. Maciel, eran ciertos. No sé bien si la llegada de Mons. De Paolis supone la salida inmediata de todos los que han sido hasta ahora dirigentes de la Legión, aunque es evidente que la misma ya no está bajo la autoridad del P. Corcuera. Veremos cuáles son las primeras acciones del Comisario Pontificio.
Parece evidente que una de las tareas del representante papal para los legionarios es discernir hasta qué punto el “mal de Maciel” está inscrito en la identidad de la congregación. En el comunicado vaticano tras la Visita Apostólica se aseguraba que “la conducta del padre Marcial Maciel Degollado ha dejado consecuencias serias en la vida y la estructura de la Legión, consecuencias que requieren un camino de profunda revisión” y se reconocía que el sacerdote mexicano “supo crearse coartadas, obtener confianza, confidencialidad y silencio de quienes lo rodeaban, y reforzar su papel de fundador carismático“. Me parece evidente que hay que acabar con todos esos cómplices, sean quienes sean, si se quiere que la Legión tenga futuro. Aunque la mayor parte de los legionarios son víctimas de la situación, es claro que la única forma de ayudarles es separar el trigo de la cizaña.
Como hermanos en la fe católica de todos los legionarios, no nos queda más que pedir a Dios que ilumine y guíe los pasos del Comisario Pontificio. El bien de ellos será el bien para toda la Iglesia. El proceso de purificación y de cruz por el que han pasado y por el que van a seguir pasando es imprescindible. La figura de Maciel debe quedar enterrada y superada. Su nombre pasará ya a la historia entre los nombres de aquellos que han hecho mucho daño a la Iglesia. Y de lo que se trata es de impedir que dicha mancha recaiga sobre los que han vivido gran parte de sus vidas creyendo que eran hijos espirituales de semejante padre. Antes son hijos de Dios y de la Iglesia. En el Señor tienen su verdadera identidad.
Luis Fernando Pérez
10 comentarios
Claro que la parte economica tiene importancia ya que no se puede servir a dos Señores.
En cambio, Luis Fernando, no me gustan nada, pero que nada, los dos nombramientos de Fisichiella y de Carrasco en Nª Evangelización y Vida. Acabo de leer en la Gaceta unos comentarios del barcelonés que me dan muy mala espina. ¡Ojalá me equivoque!
Esperemos que tenga más suerte que el primer interventor en la década de los 50, el padre Ferreira, al cual un grupo de legionarios, como cuenta Juan Vaca, le ponían un purgante en su desayuno todas las mañanas, quedando virtualmente incapacitado por misteriosas diarreas.
Saludos.
Su artículo me parece bueno aunque lamento su comentario impreciso de que el obispo sea experto en finanzas ya que el dinero no falta en la Legión, quiero decirle que pertenezco al MRC en México desde hace varios años y siempre tenemos que trabajar para recaudar para hechar a andar nuestros apostolados y que nuestros sacerdotes tengan lo necesario para vivir y eso viene de la generosidad de los laicos del movimiento y simpatizantes católicos comprometidos y preocupados por ser eficaces en la evangelización del mayor número de almas posibles, pero le comento que los Legionarios viven el voto de pobreza poseen uno o dos trajes, sotana sus libros y artículos personales, a lo demás se le da solo un uso en tanto cuanto sirvan para el objetivo principal que es proclamar el amor de Cristo.
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