Japón, tierra del catolicismo decreciente
Al auge del cristianismo en el continente asiático es innegable. La sangre de los mártires va produciendo frutos allá donde la Iglesia sabe mantenerse fiel a su misión y a sus raíces. Sin embargo, hay una nación donde el catolicismo no sólo no avanza sino que retrocede. Se trata de Japón, el país económicamente más próspero de todo el continente. Es probable que ese factor, el de su riqueza material, sea uno de los determinantes para explicar la poca querencia hacia el cristianismo de la población nipona. Ya dijo Cristo que la riqueza y el reino de los cielos no suelen llevarse bien.
Sin embargo, creo que lo que mejor explica la decadencia del catolicismo en tierras japonesas es el modelo eclesial allá presente. La otrora misionera Compañía de Jesús es hoy una fábrica de secularización y sincretismo (p.e, Masiá). Y los obispos japoneses huyen de los verdaderos misioneros (pe., familias neocatecumenales) como gato escaldado del agua. Prefieren tener menos fieles a permitir que alguien venga de fuera a predicar de verdad el evangelio.
Yo creo que en Roma se es consciente de la situación. Pero no se puede revertir en poco tiempo. El Papa no puede sustituir de golpe a la totalidad del episcopado japonés. Y es posible que no sea fácil encontrar buenos candidatos a ese episcopado entre un presbiterio hecho a imagen y semejanza de sus obispos. Sin embargo, algo habrá que hacer. El Redemptoris Mater que el Papa sacó de la diócesis de Takamatsu por presiones de los obispos puede ser, ya en Roma, fuente de futuros prelados nipones.
Desde luego, si yo fuera misionero allá -kiko o no kiko-, si viera que los obispos son los primeros en ponerme mala cara ante mi intento de convertir a Cristo a los japoneses y si constatara que desde Roma no se hace nada para acabar con ese sinsentido, tomaría la opción recomendada por Cristo: “Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies” (Mt 10,14).
Luis Fernando Pérez
28 comentarios
LF:
Mayor razón para predicar el evangelio auténtico y no quedarse mirando a la luna o dejando la formación de los fieles en manos de Masiá y cía.
- Habrá que preguntarse si la reacción japonesa tiene tintes raciales, dado que la presencia de movimientos implica el establecimiento de no-japoneses, y la cultura japonesa suele ser muy renuente con el y lo no-japonés.
- También me pregunto si no habrá nacionalcatolicismo japonés, parecido con el nacionalcatolicismo catalán que denuncia Germinans (relaciones iglesia-política), dado que se puede asociar un tipo especial de ser católico con la idea de "iglesia nacional japonesa": una manera de no perder control ante movimientos que son autónomos por naturaleza de la cultura y la política del lugar.
- También sería interesante saber el tipo de influencia del progresismo y del orientalismo en el catolicismo japonés, dada la tolerante cultural japonesa en materia de sexualidad y sincretismo religioso.
- Japón tiene además un problema de desagregación de las familias, una alta presencia de ancianos y un conflicto con todos sus vecinos debido a la resolución pendiente de las responsabilidades causadas por el imperialismo japonés.
Recemos por ellos.
Basta conocer algo de sus expresiones artísticas más influyentes - el manga y el animé - para conocer cuan enferma se encuentra el alma de este país. Resulta perturbador (por decir poco) descubrir que los mismos artistas o equipos creativos que participan en la producción de no pocas de las series y películas animadas que ven nuestros hijos, participan por igual en la creación de historias donde prima una visión acrítica y amoral de la blasfemia (obviamente de la fe cristiana y católica), el fetichismo, el incesto, la homosexualidad (temática presente incluso en producciones infantiles), la pederastia, el sexo prematrimonial y la violencia. Y no hablo de series o películas que puedan calificarse fácilmente de pornográficas. De hecho utilizan una serie de eufemismos - fanservice y ecchi, entre otras - para evitar esta calificación .
Lo lamentable es, que gracias a Internet y el esfuerzo de cientos de jóvenes fanáticos, no es difícil contar con estas series animadas, debidamente subtituladas al castellano, incluso la misma semana de su emisión en Japón. Hoy por hoy su difusión por Internet es universal. Nuevos capítulos pueden descargarse semanalmente con la misma facilidad que se descarga nuestro correo electrónico. Y lo que era un problema de Japón, ahora es un problema de todos. Lo anterior lo escribo para que los padres cristianos estén particularmente atentos de lo que ven sus hijos. Casi no hay producción japonesa (sea manga o animé) que de una u otra forma no atente contra la moral cristiana y la formación de nuestros hijos.
Germinans es nacionalista español y por eso sólo ve nacionalistas por allí y por allá cuando son reductos muy minoritarios (ambos nacionalismos).
Recomiendo la lectura de este artículo 'Por qué en el Japón del bienestar la vida vale tan poco' (http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1342418?sp=y) para entender cuan necesitada está la sociedad japonesa de la fe en Cristo.
Que plan pastoral tienen los obispos para evangelizar?
Tengo un amigo sacerdote ordenado en Japón, por el anterior Obispo, Fukahori, del Seminario Redemptoris Mater de Takamatsu, ya trasladado a Roma. Y me ha hablado muchas veces de esta realidad.
Efectivamente, si San Francisco Javier levantara la cabeza... se toparía con Juan Masiá y se tiraría de los santos pelos.
Más que nada porque ya cansa que siempre que aparece cualquier mención al Camino, una realidad que, a pesar de sus muchos fallos, no hace sino dar frutos, cosa discernida por todos los papas coetáneos, vengan siempre los de siempre a deponer las tonterías, los topicazos y los prejuicios de siempre.
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LF:
Como verás, aquí no asoman.
Creo que la Compañia molesta por ese tufillo de superioridad con la que se planta, y me parece que no es una buena actitud. Sin embargo creo que su intención no es mala, y lo que intenta es formar fieles que desarrollen una fe más madura, los cuales escasean notablemente. Puedo estar de acuerdo en las críticas en su forma de proceder, pero no en los juicios de valor sobre sus motivaciones.
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LF:
Yo no he dicho que la misión de la Compañía sea esa. Es más, un buen jesuita hoy sigue siendo un tesoro para la Iglesia. Pero a estas alturas de la película no pretenderás que ignoremos cuál ha sido la deriva de esa orden en el postconcilio. La realidad es la que es. Yo estaría encantado de que la Compañía regresara a sus orígenes. Mientras no lo haga, seguiremos diciendo lo que decimos. Hablo en plural porque es evidente que no sólo yo opino así.
Cuando vi esta película en la década de los 80, me asustó más ver el estado espiritual de los dos sacerdotes que la niña posesa; almenos, quien lo tenía claro en la película era el Acusador, mientras que los dos curas me parecieron en un estado de duda muy angustiosa.
Saludos
Ya me ha picado la curiosidad de conocer esa lista de esas presuntas iglesias «nacionalistas españolas» en las que se haya de hablar en la «lengua del Imperio» (se ha pasado tres pueblos, y también anclado dos generaciones atrás). Sólo conozco una en toda Barcelona (no es diocesana) en donde se dé la misa exclusivamente en castellano, y sólo es por motivos pastorales y/o prácticos: los sacerdotes ni siquiera son españoles, pero eso no impide que se llene a rebosar de gente muy catalana, porque lo que encuentran es piedad y plena ortodoxia, no bazofia progre como en muchas más «catalanistas», que, por cierto, suelen estar vacías.
Jordi:
Hace tiempo leí (el problema es que no me acuerdo dónde) que uno de los principales problemas de comunicación del mensaje cristiano procede de la «inculturación» de los términos de la doctrina cristiana, que, aunque parecidos, no son equivalentes y deforman el mensaje; o sea, indicaban el canal de comunicación como el problema. También se comentaba que en donde se transmite claramente, buscando vocablos equivalentes, no análogos de la cultura japonesa, sí que se producen conversiones.
Después está el problema de la doctrina lobuna de personas como Maciá y cía., que se ve que están haciendo estragos en las catequesis de los niños. Aberrante era lo que se comentaba que enseñaban en las escuelas sobre la resurrección de Cristo: que había resucitado «en espíritu» y lo ilustraban con una representación ridícula con abanicos; se ve que los chavales se sorprendían porque no era lo mismo que decían sus padres. En fin, nada nuevo bajo el Sol, en este portal se ha comentado hasta la saciedad la postura de Maciá, que allí campa a sus anchas.
Vale la pena leer la segunda parte de las memorias del P. franciscano Gereon Goldmann, que describe la obra que llevó a cabo en Japón después de la Segunda guerra mundial y la sociedad de la época, para ver que sí hay cabida al cristianismo en esas tierras.
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LF:
Suponer que el terremoto y tsunami en Japón es un mensaje para la Iglesia es mucho suponer. De hecho, es bastante temerario suponerlo.
Ricardo Alvarez
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