Guardada, defendida y transmitida en su pureza e integridad

Así quiere el Papa que se actúe con la fe. Como dice el título de este post. Y así se lo cuenta a quienes tienen el deber de hacer tal cosa: lo obispos. En este caso, a los de Brasil, pero sus palabras valen para todos.

La responsabilidad de cada obispo al frente de su diócesis es única e insustituible. El Papa, y todo al aparato vaticano que le rodea, no puede gobernar el día a día de todas las diócesis en el mundo. En las visitas ad limina se analiza la situación de las iglesias locales, pero no sé hasta qué punto los informes que se presentan reflejan bien la realidad o, por el contrario, la disfrazan o maquillan para no tener problemas en Roma.

Me parece innecesario explicar por qué es necesario guardar, defender y transmitir la fe en su pureza e integridad. De ella depende nuestra salvación. La adulteración o la supresión de cualquiera de sus aspectos pone en peligro la salud espiritual de los fieles. No hay caridad alguna en permitir que el virus del error haga enfermar al rebaño que pastorea cada obispo. Los que piden manga ancha con los heterodoxos sirven al enemigo de nuestras almas. Los que acusan de inmisericordes a los defensores de la sana doctrina, sirven al padre de la mentira. Los que animan a los obispos a mirar para otro lado cuando un sacerdote vive abiertamente en pecado carnal o desvío doctrinal, son peones de Satanás.

Dice el Santo Padre:

… el obispo está llamado también a juzgar y disciplinar la vida del pueblo de Dios confiado a sus cuidados pastorales, a través de leyes, directivas y sugerencias, como está previsto en la disciplina universal de la Iglesia. Este derecho y deber es muy importante para que la comunidad diocesana permanezca unida en su interior y camine en sincera comunión de fe, de amor y de disciplina con el obispo de Roma y con toda la Iglesia.

Hágase pues, allá donde no se hace bien. No hay otro camino. Sólo puede haber unidad y caridad en la verdad.

Luis Fernando Pérez

7 comentarios

  
Miguel Antonio Barriola
Mejor espaldarazo imposible, para la valiente intervención de Mons. Munilla, que con amor innegable a Cristo y la grey que le fue confiada, tomó las medidas necesarias, para poner frenos a quien andaba confundiendo al pueblo cristiano.

--

LF:
Pues sí, ni aposta sale mejor.
20/06/10 12:27 PM
  
Maricruz
Prefiero a un Obispo que se gane la impopularidad por ser fiel a Cristo y a su Iglesia que uno popular que no lo sea. Y ya sabemos que existen un buen número de Obispos populares.
20/06/10 1:48 PM
  
Yolanda
Los que acusan de inmisericordes a los defensores de la sana doctrina, sirven al padre de la mentira...

____________

O no...

Sirven al padre de la mentira, salvo que los "defensores de la saba doctrina" sean realmente inmisericordes. Y sin son inmisericordes -además de desfenspores de la sana doctrina-, pues son inmisericordes.
20/06/10 1:55 PM
  
Jaume C.
Palabras clarísimas y oportunas las del Papa. Pero si no se traducen en gestos de gobierno, de poco sirven. ¿Qué está esperando la Congregación de la Fe para pronunciarse sobre la obra de Pagola?
20/06/10 2:00 PM
  
Pepe
Editado


LF:
Supongo que en Miami también serán delito las injurias, aunque se hagan desde detrás de la pantalla de un ordenador. Y supongo que a los responsables del IMMACULATE CONCEPTION CATHOLIC SCHOOL de Miami no les hará ninguna gracia que desde allá se insulte a un obispo español. Y menos que se burle del Papa en los comentarios de una de las noticias.
Pues ya sabe lo que tiene usted que hacer para que no les envíe copie de su actividad en este portal: no vuelva a escribir ni una coma.
20/06/10 3:29 PM
  
Ignacio Puras Abad
Así se hace Luis Fernando.

Enhorabuena
20/06/10 4:13 PM
  
Jordi
Hoy en día, a mi entender, uno de los problemas de la Iglesia está en la omisión disciplinar -el no hacer- de los obispos.

Cuando un obispo recibe una denuncia o tiene conocimiento de un hecho notorio, practica la tolerancia; si tiene un conocimiento de otro tipo, no oficial o notorio, entonces practica el disimulo.

El segundo problema está en la epidemia de herejías, salidas de la plena comunión, errores y proposiciones peligrosas que infectan a diócesis enteras a todos los niveles: congregaciones, órdenes, movimientos, parroquias... Es la situación de una diócesis donde el mal está tan extendido, y se ha dejado extender, y el obispo omite sus deberes.

En este caso, falla en su función de juzgar y disciplinar la vida del pueblo de Dios, y divide la comunidad diocesana en dos partes como mínimo: una que camina en sincera comunión de fe, de amor y de disciplina con el obispo de Roma y con toda la Iglesia, y otra que se descarría hacia el precipicio y pretende tener razón, circunstancia que se agrava cuando hay interferencias del poder político.
21/06/10 10:47 AM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.