Y Jesús Bastante entrevistó a Masiá
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y a veces es así. Igual podríamos decir que “una entrevista vale más que mil artículos”. Y en cierta forma es lo que sucede cuando uno ve la entrevista que Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital y -al menos eso creo- responsable de la información religiosa de Público, el periódico de la extrema izquierda española (por tanto, anticlerical).
He aquí el vídeo de dicha entrevista:
Con semejante entrevistador y semejante entrevistado, no cabía esperar otro resultado que una repetición de típicos-tópicos del progresismo eclesial. Supongo que ocurriría algo parecido si yo entrevistara, por poner un ejemplo, a Paco Pepe. o viceversa, si Paco Pepe me entrevistara a mí. Diríamos los típicos tópicos de los bloggers católicos que somos fieles al magisterio de la Iglesia en su integridad y que tenemos una visión muy crítica respecto a los que viven mucho más allá de la frontera de dicho magisterio.
De todas formas, me ha parecido observar algunas claves en las respuestas de Masiá que me hacen pensar que algo se está cociendo en relación a su futuro en la Compañía de Jesús. Por ejemplo, se muestra bastante renuente a responder claramente a Bastante cuando le pregunta precisamente por ese futuro. Su intento de apoyarse en las palabras de Pío XII sobre la necesidad de una opinión pública en el seno de la Iglesia es muy burdo. Cuando yo era el director de Religión en Libertad escribí precisamente un post al respecto. Efectivamente, Pío XII se muestra contrario al oficialismo, que supone una aceptación acrítica de todo lo que ocurra en la Iglesia. Pero al mismo tiempo advierte que dicha opinión pública tiene un límite: “las materias dejadas a la libre discusión“. O sea, no podemos opinar libremente sobre aquello que pertenece al depósito de la fe. Lo cual, dicho sea de paso, no son sólo los dogmas. El sentido común católico, y el Vaticano II, dictamina que “los obispos, cuando enseñan en comunión con el Papa, deben ser respetados por todos como los testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte tienen obligación de aceptar y adherirse con religiosa sumisión del espíritu al parecer de su Obispo en materias de fe y de costumbres cuando él la expone en nombre de Cristo. Esta religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento de modo particular se debe al magisterio auténtico del Romano Pontífice, aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se adhiera al parecer expresado por él según el deseo que haya manifestado él mismo, como puede descubrirse ya sea por la índole del documento, ya sea por la insistencia con que repite una misma doctrina, ya sea también por las fórmulas empleadas“. Si a alguien no le gustan las frases anteriores, que vaya a reclamar a los padres del último concilio de la Iglesia, porque ese es un texto que aparece en la Lumen Gentium.
Por tanto, y vuelvo a lo dicho por el Papa Pío XII, el católico “sabrá evitar tanto un servilismo mudo como una crítica descontrolada“. ¿Es ese el caso del jesuita Masiá? Obviamente no. Él dice que la Iglesia tiene miedo a la mujer, miedo a la ciencia, miedo a la modernidad, miedo a tocar el tema de la sexualidad. El problema es que lo que él piensa, opina y enseña sobre la mujer, la ciencia, la modernidad y la sexualidad no es lo que enseña la Iglesia. Él está mucho más cerca de lo que cree el mundo, en el sentido bíblico del término, que lo que deben creer los cristianos. Eso no es estar en la frontera. Es estar y sentir con el mundo, sin ser luz ni sal. El cristiano que deja de ser luz del mundo para permitir que el mundo entenebrezca su fe, acaba dejando de ser cristiano.
Masiá riza el rizo de su resentimiento cuando asegura que Jesús diría que “el dios Padre-Madre en el que yo creo no es el Dios de Rouco y Camino“. Más bien habrá que decir que el dios en el que cree Masiá no es el Dios en el que creen el cardenal Rouco y el obispo Martínez Camino. El problema de Masiá, y de los que piensan como él, es que su dios no es el Dios de la Iglesia Católica, porque el Dios del cardenal Rouco es el Dios del Papa Benedicto XVI. Es el Dios de los católicos. Es el propio Masiá el que se sitúa fuera de la comunión eclesial con ese tipo de declaraciones. Con el agravante de que las pone en boca de Cristo, como si alguien le hubiera convertido en un profeta que pronuncia oráculos del Señor. La pregunta obvia es qué pinta este señor en la Iglesia de Rouco y de Camino, que es la Iglesia del Papa y la Iglesia de los que están en comunión con el Vicario de Cristo. ¿Qué sentido tiene mantener esa farsa? O sobra Masiá, o sobran el cardenal arzobispo de Madrid, su obispo auxiliar y el mismísimo Papa. Lo que eso implique de cara a la salvación de unos y de otros es harina de otro costal. Masiá asegura que los que somos fieles al magisterio y le hacemos frente nos vamos a salvar. Yo no tengo nada claro que él se pueda salvar haciendo lo que hace y diciendo lo que dice, pero eso lo dejo en manos de Dios, cuya misericordia y gracia llegan allá donde yo no sé llegar.
Por último, el jesuita Masiá confirma que se niega a obedecer una orden de sus superiores. Concretamente la de no escribir en castellano: “Obedecer esa petición sería darle la razón a la ultraderecha político (¿?) religiosa que la ha pedido, y eso hace que esa orden sea injusta y por tanto no hay obligación de cumplirla“. Con lo cual, confirma dos hechos: Uno, que la orden existe. Dos, que no le da la real gana de obedecer. Pues nada, señores míos, eso es lo que hay. La Compañía de Jesús tiene la palabra. Y si calla, le corresponderá hablar a quien está en autoridad sobre dicha orden religiosa. Y si no hablan ellos, hablarán las piedras, siquiera sea en forma de blog.
Luis Fernando Pérez
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28 comentarios
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LF:
Periodísticamente tiene su interés. Por ambos lados: entrevistador y entrevistado.
El asunto no es Masiá, Masiá ya está amortizado. Masiá tiene un problema muy serio, que es la salvación de su alma. Pero la Iglesia no tiene un problema con Masiá. la Iglesia tiene un problema muy serio que resolver: ¿cuántos paganos con alzacuellos sigue acogiendo impasiblemente la Compañía de Jesús, y otras órdenes religiosas? ese es el problema que tiene la Iglesia.
Lo anterior es tan triste como cierto. De verdad, produce triste, puede que consternación: no juzgo a ninguna de esas personas, todas autodenominadas católicas "de frontera", pero de verdad, lo que predican,lo que critican de la Iglesia católica, el considerarse permanentemente víctimas de la institución eclesial -cuando no pocos son lo que son gracias a la Iglesia católica difamada-, y hacer todo ello en nombre de Jesucristo, produce..., no sé qué produce, lo admito.
Practicando una mínima hermenéutica con lo que afirman ambos en esta entrevista, se concluye que el Magisterio es conservador y de derechas porque el Magisterio se quiere fiel a la Tradición y al Evangelio. Y porque defiende la vida contra el aborto, también. Y porque cree que el matrimonio es la unión amorosa y fiel y fecunda entre hombre y mujer, lo mismo. Y porque mantiene viva la memoria de los santos y santas, idem. Y porque afirma que la labor, coronada con la palma del martirio, de monseñor Óscar Romero, cuyo trigésimo aniversario martirial celebramos en este 2010, no es posible entenderla en claves secularistas y politiqueras, idem de idem. Y porque es voluntad de Jesucristo obedecer a los pastores, que en modo alguno son perfectos, puesto que entre ellos los hay pecadores, muy mediocres, muy deficientes. Y así un largo etcétera.
Ya no personalizo en nadie, ni en Juan Masiá ni en Jesús Bastante, pero les pediría a los promotores del progresismo eclesial que, cada vez que afirman tesis como que la Iglesia "oficial" actual es que se está apartando del Concilio Vaticano II, concretan en qué, en dónde, en qué ignoto lugar de los documentos del amado Concilio -a mi modo de sentir, tan amado como ignorado, es decir, en realidad les parece importar poco, en función de sus obras, no entro a juzgar, lo que afirma de verdad ese Vaticano II- se encuentra todo eso. Porque de lo contrario, que es lo que por cierto sucede, al menos yo, no siendo un experto teólogo, lo que voy a seguir creyendo es que ese constante recurso al Concilio Vaticano II, como para enfrentar la Iglesia de ese Concilio contra la Iglesia actual, que al parecer lo estaría traicionando, no es sino una burda maniobra o coartada para proferir heterodoxias ya anquilosadas.
Por lo demás, desconozco los méritos profesionales de Jesús Bastante, que deben ser cuantiosos y preclaros, pues resulta que está al frente de la información religiosa de dos rotativos importantes en este país: "Público" y "Religión Digital". Pero Dios mío, con lo rabiosamente anticlerical que es "Público", en cuyos foros, al igual que en los de "Elplural" -otra fuente periodística muy consultada por el progresismo eclesial-, yo mismo he llegado a leer insultos y toda clase de mofas e injurias contra lo cristiano y contra la Iglesia de la peor ralea imaginable posible; vamos, piénsese en lo peor, en lo más vil, y puede que acertemos.
Así que por último, no entro ni salgo a juzgar las conciencias y las intenciones de personalidades de relieve eclesial y mediático como Juan Masiá y Jesús Bastante -que bastante tendría yo con mis cuitas-, pero lo cierto es que lo que dicen no va a misa, nunca mejor dicho. Puede que les asista la buena intención, el deseo o propósito de ser muy evangélicos, muy verdaderos reformadores de los males de la Iglesia, etcétera. Pero no hay que ser muy perspicaz para advertir que a menudo tal propósito posible no aparece manifiesto por ningún lado de sus actuaciones, expresiones, escritos, pronunciamientos públicos... Y sobre todo y aunque esa buena intención en ellos y en otros tantos como los tales pueda existir, lo que plantean ni es evangélico ni es católico. Así de claro.
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LF:
Pues le ha salido más un post que un comentario, je je. No hace falta que le diga que estoy de acuerdo con lo que ha escrito.
Jesucristo, a quien tacharon de blasfemo, fue perseguido a muerte por los que creían poseer y transmitir fielmente la ley de Dios.
Creo que ese hecho y el mencionado anteriormente deberían hacernos reflexionar sobre nuestras precipitadas conclusiones y condenas.
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LF:
Ya, pero es que Rosmini no se apartó de la enseñanza católica perteneciente al depósito de la Revelación. Masiá sí lo hace. Esa idea de que como hubo teólogos que en su día fueron disciplinados y luego rehabilitados, entonces los herejes de hoy serán rehabilitados mañana es una manera como cualquier otra de intentar tapar el sol con un dedo. La teología arriana no se ha rehabilitado nunca. La nestoriana tampoco. La monofisita tampoco. Y la liberal-modernista extrema no tiene cabida en el futuro del dogma católico. Es metafísicamente imposible.
LF:
No, perdona. Mi Dios no es el dios de Masiá. El suyo, al que llama Padre-Madre, no es el de Rouco y Martínez Camino. El mío sí. Por tanto no vivimos EN la misma Iglesia aunque artificiosamente así lo parezca. Yo estoy en comunión con la Iglesia y su doctrina. Él no. Es más, lo reconoce. Por tanto, o sobra él o sobro yo. Y si sobro yo, sobramos todos los que aceptamos el magisterio católico en su integridad. Ante lo cual, me da la sensación de que no somos nosotros los que sobramos. Somos católicos. Él puede que sea cristiano, cosa de la que yo también dudo porque no tiendo a dar ese calificativo a los protestantes liberales, pero católico, desde luego, no lo es.
LF:
No, no. Es el mismo Masiá quien dice que su dios no es nuestro Dios. Nosotros nos limitamos a constatarlo.
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LF:
No tengo noticias nuevas.
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LF:
Yo soy pecador como Masiá. Yo necesito de arrepentimiento como Masiá. Muy posiblemente ese sacerdote es mejor tipo que yo. Seguramente ha hecho más obras de caridad que yo. No descarto que tenga mejor carácter que yo. Pero yo profeso la fe católica. Masiá la ataca desde su condición de sacerdote y, todavía, jesuita. Él dice que el Dios de mis pastores no es su dios. Como usted comprenderá, si no creemos en un mismo Dios no podemos formar parte de la misma Iglesia. No es que yo diga que Masiá no está en la verdadera Iglesia. Es él mismo quien se pone fuera con sus palabras. Efectivamente, en relación a la fe católica yo tengo razón y él no. Y lo que hace falta es que la Iglesia en cuyo Dios él no cree, actúe en consecuencia.
Sólo una cosa más. Todos los que sois progre-eclesiales, buenistas, etc, me acusáis de ser muy duro con todos los Masiá de turno. Pero hasta hoy jamás he dicho que mi Dios no es su Dios. Sin embargo, Él pone en boca del mismísimo Cristo que el Dios de un cardenal y de un obispo no es el Dios Padre-Madre del Salvador. No es la primera vez que usa a Jesucristo para soltar herejías. Eso es muy cercano a la blasfemia. Si tuvierais un mínimo de decencia moral y coherencia, le acusaríais a él, no a mí. Pero como pensáis lo mismo que él, como sois como él es, pues hermanos espirituales de él soy. Y una cosa es obvia. No tenemos el mismo Padre. El mío es el mismo que el de Benedicto XVI. El vuestro, al parecer, es otro. Se me ocurre quién puede ser, pero dejémoslo aquí. Simplemente os baste con saber que mientras Dios me dé vida, mientras el Señor me permita seguir profesando la fe de su Iglesia, me tendréis en frente, porque pienso que sois el mayor de los peligros a los que a Iglesia de Cristo se ha enfrentado en sus veinte siglos de historia.
Léete el Catecismo: El que no está con el Papa y los Obispos no es católico. Así de fácil.
Eso sí, espero que Bastante tuviera el pañal puesto al hacer la entrevista, se hacía pipí de gusto el pobre... qué triste, Dios mío.
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LF:
Yo voy más allá. Tengo serias dudas de que sea católico cualquiera que escuche la entrevista y opine que ambos son católicos. Un católico que profesa la fe católica integramente reacciona ante Masiá como los leucocitos cuando entra un virus en el cuerpo.
Dan, con tu actitud te sitúas fuera de la Iglesia Católica, me temo; pues allí es donde está el jesuita Masiá. Deberías recordar que Masiá no es el Papa, ni está en comunión con quien sí es el Papa.
Veo que sigues sin haberte leído el Catecismo. Mi concepto de Iglesia es el que aparece allí y es muy sencillo: Para ser católico, hay que obedecer al Papa en cuestiones de fe y moral católicas. Masiá y Bastante discrepan del Papa en esos temas con suma contumacia y, además, de manera abierta y pública, esto es, con escándalo. Luego, con el Catecismo en la mano, no son católicos.
Además, el padre Masiá nos toma a todos por cretinos redomados al decir que, para ser fiel al Papa, hay que discrepar del Papa ?¿?¿? Qué suerte tiene Benedicto XVI, oigan, ahí tiene a Juan Masiá para reconducirle al buen camino cada vez que se desvía, qué ganga tenemos los católicos con el jesuita éste... Tremendo.
Por cierto, oconmigocontrati: Despreciar a un hermano converso es de las peores cosas que puede hacer un católico (si es que eres católico, que lo dudo muchísimo). Te has comportado como el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo. Vergüenza debería darte.
Yo doy muchas gracias a Dios por la conversión de Luis Fernando y por su extraordinaria labor con InfoCatólica. ¡Ánimo, Luis Fernando!
No sé en qué Dios cree este señor. Lo que queda claro en la entrevista es que a quien más quiere es a él mismo y pretende hacer una religión a su imagen y semejanza. Yo no digo que no sea cómodo y que venda bien pero eso no es ser católico.
Hay principios en la vida frente a los cuales uno no puede situarse en la frontera. Porque la elección es entre el bien y el mal. Aquí no cabe la X del empate.
Me gustaría saber si este señor ha pensado a dónde le gustaría ir tras su muerte ¿Al cielo? ¿Al infierno? ¿O a la frontera?
Qué Dios le ilumine.
Como no quiero juzgar a ninguno de los tres que he citado ni a nadie en particular, acabo de reconocer que no tengo por qué dudar de que puede que sean los tres personas estupendas, generosamente entregadas a la solidaridad y la espiritualidad entre religiones. Pero no se identifican con el proyecto de la fe y la doctrina de la Iglesia católica, "cum Petrus et sub Petrus". Sencillamente esto. Sin entrar a juzgar a nadie, porque acaso no pocos progres eclesiales vayan a tener "primacía" sobre mí mismo en el Reino de los cielos, en paralelo ellos con los ladrones y las prostitutas.
Por lo demás, he de confesar que yo mismo no siempre estoy de acuerdo con todos y cada uno de los artículos que se publican en InfoCatólica, máxime teniendo en cuenta la cantidad de blogueros que hay concitados en este portal (cerca de 20 o acaso más). Pero es que hay heterodoxias y heterodoxias. Es decir, hay supuestos o reales heterodoxos, como por ejemplo el cardenal primado de Austria, Schonborg -seguro que me falta alguna letra-, que hacen planteamientos que pueden chocar, desconcertar, o bien ser muy interesantes, pongamos, pero que -hasta donde yo sé al menos- no ponen el solfa el núcleo de la fe y la doctrina católicas. Frente a esto, hay en la Iglesia católica heterodoxos que, aunque repito que puede que maravillosas personas y estupendos intelectuales, llevan sus heterodoxias hasta extremos muy extremos: acaban por disolver o confundir la fe y la doctrina católicas, al margen del Magisterio y la Tradición -y yo diría que por ende al margen del mismísimo Evangelio-,en un marasmo heterodoxo cada vezmás parecido al sincretismo religioso que al rostro de la Iglesia como lo soñó alguien como la activista y mística norteamericana Dorothy Day, fundadora del "Catholic worker", mujer proveniente de la izquierda radical y hoy en proceso de canonización a pesar de su vida pasada antes de convertirse, en que practicó el amor libre, una vez abortó, fue madre soltera, etcétera. Vamos, una auténtica enamorada de Jesucristo y de su Iglesia, una mística de la acción que participaba diariamente en la santa misa y vivió con una pobreza tan radical que es que prácticamente murió sin un centavo de dólar.
Sin ánimo de ofender ni de juzgar a nadie, es lo que pienso y siento: los progres eclesiales que yo mismo conozco, no me manifiestan querer parecerse a personalidades de la talla de Dorothy Day, pongamos.
"Quien a vosotros oye, a Mí me oye", dijo Jesucristo a los Apóstoles y, en ellos, a sus Sucesores. A los Apóstoles y a sus Sucesores, no a Juan Masiá y otros herejes de corte similar, por mucho que Masiá se empeñe en identificarse a sí mismo con Jesús (a quien, por cierto, nunca llama Jesucristo, ni Cristo; el Nombre de Jesús es plenamente válido, por supuesto, pero no se me ha escapado el detalle), a la hora de defender sus tesis heréticas. Por cierto, comparto la opinión de quien ha dicho que aludir al Nombre y la Persona de Jesús para combatir el Magisterio de la Iglesia constituye una blasfemia.
Pero no podían haber ocurrido las cosas de otro modo: a un heresiarca de segunda con aires de teólogo le corresponde un pésimo profesional con aires de periodista.
He dicho que ese tema está zanjado. Borro todos los comentarios que no tienen que ver el protagonista con la entrevista. Si no está de acuerdo con mi opinión, lo siento mucho. Pero a mí me gusta llamar a las cosas por su nombre. A la herejía le llamo herejía. Y lo seguiré haciendo como director de InfoCatólica o como blogger en un lugar perdido de la red. Punto final.
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