Los impuestos de los castellano-leoneses van para financiar abortos
1. Los hechos:
El martes me informan de que AES ha denunciado el apoyo del PP en Castilla y León al aborto. Dicho partido pidió la retirada del acuerdo entre la Consejería de Sanidad y la clínica abortista Ginemédica. Efectivamente, la Consejería de Sanidad de Castilla y León, Comunidad gobernada por el Partido Popular con mayoría absoluta, ha firmado un acuerdo para la prestación de los servicios de Interrupción Voluntaria del Embarazo con la clínica Ginemédica de Valladolid. Según el Boletín Oficial de Castilla y León la Comunidad pagará un total de 750.463 euros. AES ha pedido al presidente de la Junta de Castilla y León el inmediato cese del consejero de Sanidad por su apoyo al aborto. Algo que de no producirse indicará la complicidad del presidente autonómico.
2. Los documentos:
a. Publicación de la resolución en el BOCYL: http://www.scribd.com/doc/26961205/BOCYL-D-28012010-32
b. Contenido de la resolución de adjudicación definitiva: http://www.scribd.com/doc/26961477/RESOLUCION-DEFINITIVA-IVES-1
c. Ley 14/2008 de apoyo a la mujer embarazada, que sigue sin dotar: http://www.scribd.com/doc/26961860/BOCYL-D-26122008-6-Apoyo-a-La-Mujer-Embarazada
Hasta ahí, los datos. El análisis es sencillo. Se vuelve a demostrar una vez más que la cultura de la vida no tiene en España a quien la represente en las instituciones de representación popular. Los dos partidos mayoritarios se diferencian en muy poco, por no decir nada, al abordar la cuestión del aborto. Y eso no va a cambiar. El sector “provida” del PP tiene las mismas posibilidades de lograr que triunfen sus tesis que las que tiene en el PSOE Paco Vázquez, todavía embajador de España en el Vaticano. Ni siquiera son capaces de evitar que el dinero que pagamos los españoles en impuestos sea destinado por los gobiernos autonómicos en manos de su partido a las clínicas abortistas.
Ante esa realidad, caben diversas opciones:
1- Que los católicos miren para otro lado y voten sin tener para nada en cuenta los valores éticos y morales. Lo que no sé es si son conscientes en el PP de que en ese caso, mucha gente de derecha puede optar por votar a una UPyD que ya gana de largo a los populares en su trato político de la cuestión nacional.
2- Ponerse a trabajar desde YA en la creación de una plataforma electoral que sea capaz de llevar al parlamento la defensa de los principios no negociables. Como quiera que a dicha plataforma deberían de adherirse partidos políticos minoritarios con nulas posibilidades de alcanzar, por sí solos, representación parlamentaria, debería de quedar muy claro que el programa electoral ha de evitar entrar en materias que dividan a dichas opciones políticas. Debe de entenderse que lo que se busca no es alcanzar mayorías parlamentarias sino poder llegar a ser una fuerza determinante para alcanzar dichas mayorías necesarias para gobernar. Si tan solo se consiguera alcanzar un diputado o un senador, ya sería un gran éxito.
Habrá quien me diga que tal o cual partido, por sí solo, es una opción que encaja con el punto 2. Bien, no lo niego. Pero hasta un ciego ve que es casi imposible romper el muro de la insignificancia mediática, que lleva a la insignificancia política, yendo cada uno por su lado. De hecho, veo bastante complicado lograr cruzar esa barrera aunque se forme la plataforma electoral que propongo, pero al menos se puede intentar. Y por otra parte, me pregunto cómo se las arreglarán en determinadas instancias eclesiales para impedir que haya un apoyo claro y nítido de la Iglesia a una iniciativa de ese calibre. Por ejemplo, ¿qué papel jugaría la disminuida Cope ante un escenario electoral en el que se pueda votar a una opción claramente pro-vida y pro-familia? ¿seguiría entregándose en manos del peperismo rajoyista?
¿Se hará algo? Lo dudo.
Luis Fernando Pérez
Palabras a la red: “El factor Rosa Díez”