Los rebeldes de Arizona

“Somos” es un canal temático que ofrecen las plataformas de televisión digital (Imagenio, Ono, Telecable, etc), dedicado al cine español. Emiten desde las típicas “españoladas” -Alfredo Landa, José Luis lópez Vázquez, Paco Martínez Soria, Ozores factory-, a películas del año de Maricastaña -de cuando Lola Flores era joven-, pasando por algunas de un terror que ya no aterroriza a nadie. Pero he de reconocer que las que más “gracia” me hacen, aunque no las veo nunca, son las que emiten a la hora de la siesta. Son las conocidas como spaguetti western. Hoy, por ejemplo, echan “Los Rebeldes de Arizona". Y así la presentan:

Sinopsis: Peggy y Allan, una pareja de atracadores recién casados por el alcalde de Tombstone, piden refugio en una hacienda mexicana para pasar la noche. El dueño de la hacienda está amenazado por el banquero de Tombstone, que intenta apoderarse de sus terrenos, ya que el mexicano no puede pagarle una deuda que tiene contraída con él. Para resolver el problema, le da el dinero, pero después asaltan el banco y lo recupera.

Intérpretes: Charles Quiney, Claudia Gravy, Michael Rivers, Dianik Zurakowska, Enrique Navarro, José Truchado, Luis Induni

Director: José María Zabalza

Más ejemplos. Ayer emitieron “¿Por qué seguir matando?":

Sinopsis López y su hijo, acompañados de una comitiva, dan muerte a Mc Dougall. Su hijo, Steven, que se encuentra en milicias, deserta y viene decidido a vengar la muerte de su padre, logrando matar al hijo de López en reto legal. López, lleno de rabia, contrata a Gringo, un pistolero sin escrúpulos, para vengar la muerte de su hijo.

Intérpretes: Anthony Steffen, Pepe Calvo, Evelyn Stewart, Gemma Cuervo, Hugo Blanco, Stanley Kent

Director: José Antonio de la Loma

¿Y qué no decir de la que nos pusieron el pasado lunes? Ojo al título: “El Puro se sienta, espera y dispara". Pero lo mejor es el nombre “real” del protagonista. Lean, lean:

Sinopsis: Un grupo de bandidos busca al famoso Joe Bishop “El Puro", por el que pagan 10.000 dólares de recompensa. Años atrás éste fue el mejor pistolero, ahora es un pobre diablo que se pasa el día escondido, bebiendo continuamente. Ya no quiere seguir matando, pero cuando asesinan a su amada Rosie, se ve obligado a cambiar de actitud y volver a desenfundar el arma.

Intérpretes: Robert Woods, Ashborn Hamilton Jr., Rosalba Neri, Aldo Berti, Gustavo Re, Mauricio Bonuglia, Mario Brega.

Director: Edoardo Mulargia

¿Saben ustedes qué tienen en común, además de la calidad de sus guiones y sus actores, esas obras maestras del celuloide? Prácticamente todas fueron rodadas muy a finales de la década de los 60 o a principios y mediados de los 70. Pero ya saben ustedes que todo lo excelso en esta vida tiene un final, y por alguna razón que se me escapa, ese género tan peculiar desapareció para no volver jamás.

El caso es que cuando leo determinados discursos de los “progres", tanto en blogs como en artículos de prensa, tengo la sensación de estar ante la versión teológico-eclesial del spaguetti western cinematográfico. Y también surgieron a finales de los 60 y principios de los 70. Es cierto que adornan su simplismo con una retahila de términos que sólo ellos saben bien lo que significan, pero todo se resume en un: hay que adecuar la doctrina y la moral a lo que diga el mundo, la jerarquía es mala, nosotros buenos y el pueblo está con nosotros.

Pasan los años, las décadas -e incluso un siglo- y siguen con los mismos temas, los mismos argumentos, los mismos actores -ya envejecidos- y las mismas soflamas caducas. Son nuestros rebeldes de Arizona, nuestros Joe Bishop (o sea, Pepe Obispo), nuestros taberneros que nos ofrecen un whisky mientras miran con temor a ese tipo con pintas chuscas que entra por la puerta.

A la teología le pasa lo que al cine. Mientras que el buen cine clásico gana con el paso del tiempo, de manera que uno nunca se cansa de ver las grandes películas, sean en blanco y negro o incluso en cine mudo, el mal cine no hay quien lo soporte. La buena teología siempre agrada el paladar del espíritu. La mala no soporta el paso de los años. No hay naftalina que la libre del apolillamiento. Y ni siquiera te hace sonreír, como sí ocurre con algunas de esas pelis horteras del oeste.

Luis Fernando Pérez

PD: He reabierto mi primer blog en blogger.com. Allá escribiré de cualquier tema que no crea oportuno para este blog debido a la temática propia de InfoCatólica.