Retorno (urgente) a la Doctrina
La última consulta que he recibido para la sección de El Consultorio del semanario Cataluña Cristiana me la envía una simpática abuela que está preocupada por la ignorancia doctrinal que manifiestan hoy muchos católicos. Mi último post sobre las desafortunadas doctrinas de Teresa Forcades provocó una auténtica tempestad mediática en el Principado de Andorra. Artículos, cartas… La verdad es que he quedado maravillado que mi escrito desde este humilde sitio en la red haya tenido tanta repercusión mediática. Me enviaron unos amigos recortes de prensa sobre el debate suscitado y confieso que he quedado perplejo de leer tantas estupideces sobre temas de fe y de moral. Un “periodista” , por haber defendido principios fundamentales de la fe católica, me calificaba como “guardián (rancio) de la fe (rancia)". Ignora que lo único “rancio” que me gusta es el buen vino rancio y que con mucha probabilidad su estilo periodístico sí que es “rancio": tendencioso y manipulador de la verdad.
Ciertamente, la formación doctrinal es más urgente que nunca. Dicho esto ofrezco a los lectores la pregunta y respuesta sobre el tema.
DOCTRINA
Me gustan mucho sus respuestas porque nos da doctrina de forma amena. Yo no sé si estoy pasada de moda pero encuentro mucho a faltar la formación doctrinal. En los sermones y en la catequesis creo que se da poca doctrina. Tengo un nieto que se prepara para la confirmación y alguna vez le pregunto cosas muy elementales del catecismo como qué hay que hacer para realizar una buena confesión y la verdad es que se queda en blanco. ¿No cree que nuestros jóvenes necesitan una mayor formación doctrinal?
No sólo lo cree usted y yo, sino que ésta es una preocupación de la Iglesia. Y no sólo para los jóvenes, sino para todos. Una experiencia cristiana que quisiera prescindir de una sólida formación doctrinal estaría abocada al fracaso. Hay una gran ignorancia religiosa. Muchos católicos resbalan en cuestiones fundamentales de fe y de moral y quedan descolocados en debates de gran actualidad e importancia. Se impone seriamente el retorno de la doctrina. En la catequesis, en la predicación hay que exponer de manera pedagógica los grandes contenidos de la fe y las exigencias de una vida cristiana en todas sus dimensiones. Hace muy poco, el Papa Benedicto XVI, en el prólogo que ha hecho al Youcat (Catecismo para los jóvenes) escribía: “Tenéis que saber qué es lo qué creéis. Tenéis que conocer vuestra fe de forma tan precisa como un especialista en informática conoce el sistema operativo de su ordenador, como un buen músico conoce su pieza musical. Sí, tenéis que estar más profundamente enraizados en la fe que la generación de vuestros padres para poder enfrentaros a los retos y tentaciones de este tiempo con fuerza y decisión…Por eso os pido: ¡estudiad el Catecismo con pasión y constancia! ¡Dedicadle tiempo!”. Sería muy provechoso para todos acoger esta invitación del Santo Padre. El texto del Youcat me parece precioso para la formación doctrinal seria y con garantías de nuestros jóvenes y de la mayoría de adultos.
14 comentarios
Gracias por el artículo.
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Efectivamente. Hay que decir que no desbarró aunque, por lo que he leído en la prensa de la conferencia, me parece que tiene muy poca idea de mariología católica. Así, en su relectura sobre la virginidad de María dijo que esto suponía que no es imprescindible vivir en pareja y sobre la Asunción afirmó que sin cuerpo no se es persona. Esto es lo poco que me ha llegado. La mariología que se ofrece, por ejemplo, en el Catecismo de la Iglesia Católica es mucho más enriquecedora. Con todo creo que mi intervención sirvió para que hablara con prudencia y no dejara ir ciertas lindezas que ha dicho recientemente en otros lugares.
Y las catequesis actuales, con el pretexto del método "inductivo" (?) se reducen a juegos, dibujos y crucigramas... Desterrado el contenido "duro" de la doctrina, y marginado el uso de la memoria, ¿qué se puede esperar?
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Es sencillo: hasta ahora no había revisado los comentarios.
Me pregunto si algún obispo ha realizado un simple ejercicio: distribuir entre sus curas una relación de temas a tratar en los 156 domingos del ciclo litúrgico, con los números del catecismo donde se pueden encontrar esos temas.
Mi família es de Andorra así que conozco muy bien este país. Creo que lo que le ha sucedido es muy bueno, porque es demuestra que hay gente que le interesa conocer lo que de verdad la Iglesia defiende. A mi lo que me preocupa es que en Catalunya ya ni tan sólo se habla ni se publica nada que tenga que ver con el catolicismo.
En todo caso, le ánimo a hacer alguna carta al diari d'Andorra o conferencia, no hay que dejar que el debate se enfrie tan rápido(des de mi punto de vista).
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Viendo la calidad periodística de ciertos medios de comunicación he creído más conveniente callar. No descarto publicar algo sobre la Virgen o impartir alguna conferencia, pero al margen de la polémica y sólo con el deseo que María sea más conocida y amada. Un cordial saludo.
No dude usted qye está haciendo un gran servicio desenmascarando al error y a sus propagadores. A Teresa Forcades cada vez se le ve más el plumero. Ella va a su bola. Lo que cuenta es la teología pero como ella la entiende. Le importan un rábano frito las enseñanzas de la Iglesia. Ya me han dicho que algún monje serio de Montserrat ve con preocupación un fenómeno que, si no se para, puede provocar un serio descarrilamiento en la Montaña. Forcades y su troupe me recuerdan aquellas monjas de Port Royal que eran puras como ángeles pero soberbias como demonios.
Muy bien por usted que no se arreda en dar la cara por defender la fe verdadera y proteger al pueblo de Dios de los errores. Esta es una misión importante de los pastores de la Iglesia. Muy mal para el párroco de Andorra que ha propiciado todo este desaguisado. Conozco a Mons. Vives y estoy seguro que todo esto se hizo sin consultarle.
Adelante! No se inmute usted porque cuatro mequetrefes le llamen "rancio". Lo que sí debe importarnos es la opinión de Dios.
Aunque cuando estuve en la JMJ, en la mochila del peregrino incluía el libro «Youcat», he pensado comprar algunos más para regalarlo, pero, ¿dónde podría comprarlo? Hay libros de interés que se agotan en las librerías religiosas, pero podría ser que todavía queden algunas otras librerías que tengan algunos ejemplares.
¿Usted o algún comentarista podría darme esa información? Muchísimas gracias.
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No se preocupe. Lo van a reeditar pronto.
Le dejo la pregunta de la 'GRAN PARADOJA' actual (o a cualquier lector que pueda/deba contestar):
"Extra Ecslesiam, nulla salus", de acuerdo a la Enseñanza del Magisterio formal y/o de los Padres y/o Doctores, es dogma explicito?
Si (________)
NO (________)
De la vera respuesta a esta pregunta, depende La Fe, Su Fe, la Fe de los parroquianos, y el futuro de la Iglesia (en estos tiempos actuales)
Esta es la pregunta del dia. Basica. Elemental para todo Catolico. A ella va ligado todo movimiento actual/futuro.
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El Magisterio de la iglesia en tiempos recientes se ha ocupado de precisar el alcance exacto de la expresión "extra Ecclesiam, nulla salus". En este sentido le recomiendo, para evitar simplificaciones que ofenden la inteligencia, la lectura del documento de la Congregación de la Fe explicitando l célebre expresión del Concilio vaticano II (tan mal comprendida) según la cual "Ecclesia Christi subsistit in Ecclesia Catholica". La expresión que usted menciona hay que entenderla en su contexto cristológico que la fundamenta: Extra Christum, nulla salus. Fuera de Cristo no se nos ha dado otro nombre (=realidad) que pueda salvarnos. Dado que Cristo es cabeza (Caput) de su Iglesia ("ecclesiam meam" le dijo a Pedro) y ésta subsiste (es decir existe en toda su plenitud) en la Iglesia Católica, la dispensación de la "salus" siempre se realiza por la mediación de la Iglesia. A partir de aquí, dado que usted es suficientemente inteligente, com prenderá bien el alcance da la expresión que menciona, una expresión que tanto el Magisterio como la verdsders teología han tratado de explicar para evitar falsas comprensiones que se podrían expresar en una respuesta simplista. Finalmente, para comprender el tema (suficientemente serio) de la salvación de aquéllos que, sin culpa propia no han recibido el bautismo y han sido incorporados por el mismo en la iglesia, recomiendo una lectura muy atenta de lo que dice al respecto el Beato Juan Pablo II en su luminosísima encíclica Veritatis splendor. Un cordial saludo.
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