Sacrificios sensatos
Hace poco publiqué una respuesta sobre el tema de la mortificación. A pesar de haber expuesto, eso creo, la doctrina católica, algunos lectores no acabaron de entender muy bien la exposición. Aprovecho una nueva pregunta que he recibido para completar la enseñanza con otros aspectos del tema que estaban implícitamente apuntados en mi anterior escrito.
Pregunta:
Dr. Mateo, tengo una prima que se ha propuesto un auténtico disparate. Dice que hizo una promesa y que ahora ha de cumplirla. Se trata de subir descalza a una ermita con muy mal camino. El problema es que ella padece una deformación grave en los pies y si hace este despropósito puede conllevarle muy malas consecuencias. Un amigo médico ya se lo ha dicho pero no hay manera de que lo entienda. Tal vez si lee su respuesta en Catalunya Cristiana se le piense…
Respuesta:
Lo intentaremos. Para bien de su prima y para formación de otros penitentes poco sensatos. Probablemente si acudiera a su Párroco o a otro sacerdote aconsejarían a su prima sustituir su promesa por otra obra de penitencia o de caridad más apropiada a sus posibilidades. De hecho, la promesa no tiene validez porque su prima ofreció algo que va en contra de la obligación moral de cuidar responsablemente de su salud. Ya lo dijo San Ignacio: “En las penitencias, cuidar que no se corrompa el sujeto”.
Es un deber de caridad de su prima para consigo misma y para los demás, pues si se destroza los pies va a darles muchos trabajos. Cumplir esta promesa sería un auténtico pecado. Que acuda a su confesor y éste le orientará sobre lo que le conviene hacer. Y antes de hacer promesas, consultarlo con el sacerdote.
Dicho esto, será bueno aclarar algo el concepto de sacrificio.
“Sacrificar” equivale a hacer una cosa sagrada, ofrecerla a Dios. Es algo noble y sublime y no algo necesariamente oneroso y doloroso, como a menudo se entiende, aunque pueda resultarlo. El mejor sacrificio que debemos ofrecer a Dios es el de una vida buena y justa, una vida de amor a Dios y al prójimo, y asumir las consecuencias de ello. En la realización del bien, a menudo, encontramos obstáculos y dificultades que pueden provenir tanto del exterior, del mundo, como de nuestra propia naturaleza. La práctica fiel y constante del bien en un mundo y en una naturaleza herida por el pecado suele comportar sacrificios, pero que asumimos con fortaleza y esperanza sabiendo que son para bien y contienen el germen de la resurrección. Es el camino de la cruz, el camino de Jesucristo y el camino del cristiano. Quien quiera venir conmigo, dice Jesús, que cargue la cruz y me siga. Es decir, que asuma mi camino y mi destino, hacer en todo la voluntad de Dios y realizar el proyecto del Reino de Dios. La ascética cristiana no es una ascética de faquires ni un ejercicio de masoquismo.
Negarse a si mismo, morir al hombre viejo y pecador, someter toda nuestra vida a la gracia de Dios, erradicar los pecados y vicios, corresponder al amor de Dios y amar al prójimo como a si mismo, éste es el camino a seguir. Y en cuanto a aspectos más específicos de la mortificación cristiana me remito a una respuesta ya publicada sobre la mortificación.
8 comentarios
ninguna religion en el mundo tiene un entramado burocratico tan gigantesco como la catolica.
Exceptuando el islamismo radical,ninguna religion en el mundo tiene las "dificultades" que tiene la catolica para reconocer plenamente el mundo laico y las sociedades abiertas y democraticas.
Pienso que en la Iglesia,tarde o temprano,va a venir una perestroika...un proceso de cambio.
Si hay en el mundo algún espacio de libertad, ese es el de la Iglesia Católica, donde caben todos los hombres de todos los tiempos, de todas las razas, de todas las culturas, profesiones, por caber, cabemos hasta los pecadores. Y por esos, es por los que se celebran fiestas en el cielo cuando vuelven. Dudo que haya más religiones que digan estas verdades.
Estamos comprometidos a Dios por ser sus hijos herederos y coherederos con Cristo, imitamos al Hijo para glorificar al Padre, nuestra salud física contribuye a la salud espiritual, así mismo los sacrificios tienen por objeto la honra al Padre y al Hijo, hay maneras de ofrecer sacrificios útiles, por ejemplo si ayunamos, podemos hacerlo de ver algo menos de televisión, reducir nuestras diversiones por periodos de tiempo para dedicar ese tiempo a la oración, a la ayuda a los necesitados, la pregaria y en general buenas obras para bien del prójimo.
El sacrificio lo es cuando lo hacemos de nosoros mismos poniendo nuestras vidas en manos de Dios.
Saludos: Ferran
yo no se en que mundo vive usted,seguramente en un mundo incomunicado con la vida real de las personas...cuando usted dice que la Iglesia es un "espacio de libertad" donde "caben todos"...eso se lo tiene que decir usted a los millones de personas (no digamos en siglos pasados) que hay en el mundo, discriminados y anatematizados de forma implacable por la Iglesia...como es el caso de los divorciados,los sacerdotes casados,los exseminaristas,las madres solteras,los homosexuales,los transexuales...o simplemente con cualquier disidente.Pero a lo largo de los siglos se llevan la palma de humillaciones y vejaciones,los judios.
La Iglesia Catolica no fue culpable de Auschwitz pero de alguna manera le sirvio de pavimento...al dicriminar historicamente a los mismos seres humanos que terminaron en Auschwitz,como es el caso de los judios o de los homosexuales.
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