La mujer en la Iglesia
Mulieris dignitatem, y VI.
La mujer fue la primera que vio el sepulcro vacío, la primera en escuchar de los ángeles la noticia de la Resurrección, la primera que divulgó la noticia del triunfo de Cristo. Jesús la escogió, prefiriéndola a los varones, hasta a los Apóstoles mismos.
Inmensa la importancia que dio Jesús a la mujer en aspectos importantes de su vida y, su Misión salvadora, ya que la constituye como discípula, como a la samaritana, pecadora, que se convierte en predicadora de Cristo: es éste un acontecimiento insólito si se tiene en cuenta el modo usual con que trataban a las mujeres los que enseriaban en Israel puntualiza Juan Pablo II (15). Conocer a Jesús, admirar sus prodigios, recibir sus confidencias, desear su triunfo en las personas, defender los intereses divinos, propagar la bondad de Jesús que anhela salvar a todos: son etapas de la actuación de la discípula de Jesús que puede ser la más humilde y despreciada mujer.