La doctrina del odio

El Sacrosanto Concilio Vaticano II dice:

«La Iglesia va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios (San Agustín, De civ Dei, 18, 52, 2; PL 41, 614), anunciando la cruz del Señor hasta que venga (1 Cor 11, 26). Está fortalecida con la virtud del Señor resucitado, para triunfar con paciencia y caridad de sus aflicciones y dificultades, tanto internas como externas, y revelar al mundo fielmente su misterio, aunque sea entre penumbras, hasta que se manifieste en todo el esplendor al final de los tiempos» (Lumen Gentium, 8).

Ya desde sus inicios la Iglesia de Cristo tuvo que enfrentar diversos errores y herejías. Las epístolas de San Juan, San Pablo y San Pedro dan cuenta de ello. Las definiciones de la Iglesia son frecuentemente provocadas por el brotar de los errores. No indican pues una novedad en la Fe de la Iglesia, sino más bien fuera de ella: en el campo oscuro de las negaciones y de las herejías.

Jesús ya avisó a sus discípulos que como Él ya había sido perseguido lo serían también ellos, simplemente porque predicaban una doctrina en la que condenaba al malvado. Los fariseos y los escribas, sobre todo en el último año de su predicación no tienen más que un objetivo: desacreditarlo ante el público que le escucha con gusto, por eso no debemos extrañarnos de que hoy mismo haya muchos y muy poderosos enemigos de Jesús, de su Iglesia, y de los responsables más conspicuos de la misma.

Desde sus inicios la Iglesia esposa de Cristo, ha experimentado la persecución constante de tres enemigos, y por eso estamos siempre en «lucha con la carne, con el mundo y con el diablo» (Trento: Dz 1541). Así nos lo enseña Jesús en varias ocasiones, concretamente en la parábola del sembrador (cf. Mt 13, 1-8. 18-23). Los tres enemigos están aliados contra el cristiano y atacan a éste con una coordinación permanente, reforzándose mutuamente.

Jesús, al anunciar persecuciones a sus discípulos, habla muy claramente de la persecución del mundo (Jn 15, 18-21).

Toda la vida cristiana, vivida con fidelidad, es, pues un martirio continuo, es un testimonio permanente de la verdad del Evangelio, es una ofrenda espiritual que no cesa, siempre impulsada por Cristo desde su Cruz y su Eucaristía (cf. Iraburu, El martirio de Cristo y los cristianos).

El prejuicio político del Imperio Romano contra el cristianismo, ponía a los hijos de Dios «en el trance de volver al paganismo o morir», experiencia martirial «que no es característica sólo de la Iglesia de los primeros tiempos, sino que marca también todas las épocas de su historia» (Juan Pablo Magno, 7-V-2000).

Bajo el principio de «quien no está con nosotros es nuestro enemigo», 27 millones de cristianos durante el siglo XX fueron víctimas de las ideologías totalitarias. El marxismo que en su concepción totalitaria identifica sociedad con Estado, ha buscado no sólo manipular obispos, sacerdotes y fieles a favor de su ideología, sino incluso dirigir la Iglesia como ocurrió en Polonia, Hungría y otros países de la Cortina de Hierro, formando «iglesias católicas» paralelas.

En China donde Mao Tse Tung en 1957 ordenó la creación de la Asociación Patriótica, una «iglesia nacional» títere para colaborar con el Estado en orden a levantar una nueva China y someter a la jerarquía y los católicos a la dictadura comunista, obispos fieles a Roma fueron obligados por los comunistas a consagrar obispos y ordenar sacerdotes para tal Asociación Patriótica. La Iglesia fiel a Roma sufre hasta hoy persecución.

Pero no solamente tras la Cortina de Bambú, hoy por hoy, en varios países hispanoamericanos, empleando los viejos métodos totalitarios y buscando controlar también la Iglesia, varios de los gobiernos donde actúa el «socialismo del siglo XXI» están buscando el control del clero mediante el soborno, o, el establecimiento de «iglesias nacionales independientes».

El obispo auxiliar de Managua, Nicaragua, denunció «que el gobernante Frente Sandinista compra con dinero y prebendas la voluntad de líderes católicos y párrocos con el objetivo de que no critiquen la gestión del presidente Daniel Ortega o que callen ante acciones que sectores de la sociedad civil y de la oposición han considerado autoritarias», otros prelados nicaragüenses han denunciado también acoso y amenazas a sus sacerdotes.

Recientemente, como en su momento había procedido Chávez en Venezuela creando la herética y disidente colaboracionista «Iglesia Católica Reformada», en Bolivia, junto a los intentos de dar forma a una nueva religión de Estado sincrética y panteísta con el culto a la Pachamama, se ha procedido a conformar una pseudo iglesia, llamada «Iglesia Católica Apostólica Renovada del Estado Plurinacional de Bolivia».

«Estamos en el glorioso tiempo de los mártires, pero estamos también en el vergonzoso tiempo de los apóstatas» (Iraburu, El martirio de Cristo y los cristianos).

9 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Muy buen resumen, excelente artículo.
Da en el clavo con contundencia y precisión.

Creo que hay cierto déficit de los católicos en el sentido en que no se tiene una conciencia del ODIO que le tienen a Cristo sus enemigos. Y ello se debe a una razón muy simple: los impíos HACEN USO Y ABUSO DE UNA HIPOCRESÍA REFINADA Y HABITUAL, cosa que entre los católicos se considera pecado.

Otra cosa que quizás no esté debidamente asumida es que el enemigo ya está murallas adentro y que la lucha es casa por casa y parroquia por parroquia.

Pero bueno, lo que importa es que los católicos "hacemos trampa" porque sabemos de antemano el final de la película: ganará "el bueno", ganará Cristo.
A pesar de todo y de todos.
08/07/13 2:23 PM
  
Yvette Camou
Nuestra sociedad se ha convertido en un sólo régimen colaboracionista de Vichy. como el de Francia con los Nazis, sólo que esta nueva tendencia colaboracionista es con la cultura de la muerte y el global.

Ya no se necesitan maquinarias de propaganda de Eichmann ni nada por el estilo. Stalin tenía razón. Sobran los 'idiotas útiles', hay que ponerlos al servicio del estado, ya son terreno propicio. Las herejías ya fructificaron en sus corazones y ya superaron la etapa de proselitismo ideológico.
09/07/13 3:30 AM
  
tomas
Si, esta muy mal que la Iglesia y los catolicos sean perseguidos en algunos paises del mundo o que hayan sido sometidos a la persecucion y tortura por determinados regimenes o por las religiones ¿hermanas? imperantes en otras culturas. Sin embargo la Iglesia tambien deberia pararse a pensar cual es el origen de ese odio del que ha sido victima.
Los regimenes socialistas, asi como las ideologias de izquierda en general, han sido beligerantes con la Iglesia porque esta historicamente ha estado siempre al lado de de las clases altas y opresoras, de la realeza y la nobleza, y posteriormente la burguesia, sin hacer nada por mejorar las condiciones de vida de las clases mas pobres y miserables, de las clases oprimidas a las que solo se les ofrecia el consuelo de la resignacion y una difusa esperanza en una incierta vida posterior, como si no fueran dignas de bien o derecho alguno en este mundo.

La Iglesia paradojicamente tambien es victima del odio de religiones afines a la misma y con el mismo origen, en especial la musulmana, lo cual deberia hacerle pensar, porque es en realidad enfrentarse a si misma, a una ideologia de naturaleza afin, que muestra el mismo nivel de intransigencia con la divergencia, que se cree en possesion de la verdad absoluta y con el derecho a imponerla por todos los medios sin respetar ningun derecho ni libertad individual.

La Iglesia, que se siente victima del odio y la persecucion desde sus comienzos, no ha tenido reparo sin embargo en ejercerlos de manera despiadada siempre que se ha acercado al poder y ha tenido la oportunidad de imponer sus creencias y doctrinas de forma totalitaria. Buena parte del odio que la Iglesia recoge lo ha sembrado ella antes, buena parte de la intolerancia que cosecha la ha sembrado ella antes. Una Iglesia que respetara ideas y opiniones de personas no creyentes, que no tratara de imponerles ni regir sus vidas en las esferas publica, politica y juridica segun sus principios seria mucho mas respetada y considerada.

Yo me considero agnostico, empirico y racionalista, no se si hay dios o no, si lo hay no creo que haya hablado nunca a ningun ser humano y menos aun enviado a su hijo con ningun mensaje de forma tan peregrina y extrañamente mitologica. No creo en virgenes que tienen hijos ni en muertos que resucitan, pero respeto el derecho de otras personas a creer en ello, lo que quiero es que esas personas creyentes tambien respeten mi derecho a no creer en ello y a no regir mi vida en funcion de dichas creencias.



"¿Hasta cuando?" Fernando Savater

Por otro lado ¿hasta que punto la religion, y la creencia en un dios, el paraiso y el infierno no son producto de una realidad social miserable e injusta?. Daniel Everett es un misionero que originalmente fue a predicar la palabra de dios a los indigenas, a enseñarles la Biblia, y tras fracasar en su intento y descubrir lo felices que eran en su mundo, sin Dios, cielo ni infierno, se volvió ATEO, (es una experiencia que debieron compartir muchos de los primeros misioneros al nuevo mundo) ( buscar "Los Pirahãs: el código de la Amazonia"). No pongo enlaces porque no se permiten, a quien interesen los articulos que los bus que en google
09/07/13 1:19 PM
  
Germán
"El hombre tiene necesidad de desarrollar su espíritu y su conciencia. Esto es lo que a menudo le falta al hombre de hoy. El olvido de los valores y la crisis de identidad por que atraviesa nuestro mundo, nos obligan a una superación y a un renovado esfuerzo de búsqueda e interpelación. La luz interior que nacerá en nuestra conciencia permitirá dar un sentido al desarrollo, orientarlo hacia el bien del hombre, de cada hombre y de todos los hombres, según el plan de Dios. Esta búsqueda común, a la luz de la ley de la conciencia y de los preceptos de la propia religión, afrontando también las causas de las actuales injusticias sociales y de las guerras, pondrá una base sólida para colaborar en la búsqueda de las soluciones necesarias" (Juan Pablo II)
09/07/13 6:07 PM
  
Ricardo de Argentina
Tomás, se te nota de lejos que no sólo no eres tú católico, sino además anticatólico e ignorante de nuestra doctrina.

"Sin embargo la Iglesia tambien deberia pararse a pensar cual es el origen de ese odio del que ha sido victima."
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No lo necesita, porque su Santísimo Fundador dijo antes de subir a los Cielos: “Como me han perseguido a Mí, así os perseguirán a vosotros.” (Jn 15,20)

De lo demás ni esperes respuesta de mi parte, porque todo lo que dices hiede a rancio resentimiento.
09/07/13 6:17 PM
  
Juan
Tomas,

la Iglesia católica ha estado históricamente con los desvalidos. Los regímenes de izquierda escogieron el su nombre (izquierda) para oponerse los que están "sentados a la derecha de Dios". De todas las agresiones a los desvalidos, la mas grave ha sido, por mucho, el aborto, en donde el numero de víctimas es superior a los muertos de TODAS LA GUERRAS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
10/07/13 2:25 AM
  
Jaime Fernández de Córdoba
Tomás, para ser empírico y racionalista, tienes la cabeza llena de consignas.
En primer lugar, a ver si os enteráis de que los católicos somos tanto o más pecadores que los demás: precisamente porque creemos en la Verdad, nuestro pecado tiene menos justificación. El infierno debe estar lleno de católicos: también curas, obispos, cardenales, y seguramente hasta algún Papa. Pero nuestra doctrina es la del Amor. La del socialismo es el odio. Sólo entre Lenin, Stalin y Mao, ya asesinaron, y en pocos años, cien millones de inocentes.
La Iglesia es la única institución humana (porque humana, demasiado humana es, aunque fundada por Dios), que ha sufrido persecución durante dos mil años...y que sean muchos más, sed nómine Tuo da gloriam.
Vosotros llamáis imponer a que tratemos por ejemplo de que no se asesinen niños inocentes mediante el aborto, o ancianos mediante la eutanasia...decís preocuparos por los pobres, y habéis generado más miseria que nadie ( material y moral ). La Iglesia de Cristo no tiene "religiones afines" ni con el "mismo origen".
En fin, no dices una verdad, ni seguramente lo pretendes ni crees que exista.
11/07/13 9:09 AM
  
Jaime Fernández de Córdoba
Don Germán: precisamente estos días estoy leyendo el libro del filósofo ruso Nicolás Berdiaeff "El cristianismo y la lucha de clases"; lectura de lo más interesante y que recomiendo ( aún no estando del todo de acuerdo con el autor ).
Hay un capítulo que se titula "Dignidad del cristianismo e indignidad de los cristianos".
Ahonda en el sentido anterior comentario, y concluye que el cristianismo es la única religión que le pide a sus seguidores que vayan contra el mundo, contra sus instintos y deseos; por eso es tan difícil ser un buen cristiano.
El socialismo nos pide odiar, el capitalismo nos exige desear...¡qué fácil es todo esto!
¡Qué difícil es renunciar! ¡Qué miedo da la CRUZ!
Supongo que la secta esta nueva de Bolivia no exigirá sacrificios a sus adeptos...este es un buen anzuelo, la gente no quiere la Cruz, no quiere que le digan que no van por buen camino, que pueden terminar condenados....

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GML: Muchas gracias Jaime. De acuerdo, añadiendo que en ambos casos, tanto en el Este como en el Oeste, hay una madre común que es la masonería.
01/08/13 3:03 PM
  
Danitza
Tomas: Bienaventurados los que creen más allá de ver solo con ojos sociológicos las cosas!
02/08/13 7:32 PM

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