Catequesis por los suelos
Alguien ha dicho que el catecismo actual es la televisión, debido a que los padres por comodidad, o porque no tienen tiempo, o porque se avergüenzan, o ciertamente porque carecen de la suficiente formación doctrinal, no enseñan catecismo en sus hogares.
Los niños se han convertido en la primera víctima de un influjo negativo, deseado y ejecutado. La llamada psicología del New Age ha invadido el mundo entero con innumerable literatura infantil y películas para niños, de tal forma que el momento decisivo de la formación de la conciencia moral, se verifica hoy en día, para incontables niños prácticamente delante del televisor, estimulados a un desarrollo precoz y expuestos a todo tipo de pecados, a esa edad el alma del niño es tierna como la cera que cede a toda presión (Obispo Keller).
Los escasos sacerdotes, ocupados en múltiples actividades, no hallan tiempo para congregar a sus fieles y darles una instrucción sólida y gradual sobre la doctrina de la Iglesia. Los maestros no aceptan el catecismo en sus aulas, porque no figura como asignatura oficial. Los laicos comprometidos realizan labores dentro de la Iglesia, pero muy pocos de ellos estiman la importancia de enseñar las bases de nuestra fe católica a niños y adultos, con el consiguiente resultado de una espantosa ignorancia de la religión.
Uno puede darse cuenta de la gravedad de esto, cuando constata que muchísimos niños y adolescentes, alumnos de establecimientos católicos, no saben por ejemplo las principales oraciones de un cristiano, y ni qué se diga de otros, así, a falta de una catequesis sólida, ordenada y permanente, la situación de amplios sectores de la Iglesia parece no solamente ser grave, sino gravísima.
Es verdad que hay planes llamativos de pastoral, estupendos programas de formación, cronogramas de personalización, pero de catecismo nada, la sequía es espantosa, ya que ignorando las enseñanzas de Jesús, las nuevas generaciones están creciendo como auténticos paganos.
La Iglesia, en cuanto casa espiritual, está arruinada: en sus parroquias y estructuras diocesanas apenas ofrece albergue suficiente para vivir. En tal situación, o bien los cristianos se procuran la casa de alguna agrupación cristiana, o sobreviven solos como pueden, o se dispersan y dejan de ser cristianos (Evangelio y utopía, José María Iraburu).
Jesús dijo que su Iglesia es la luz del mundo, una ciudad colocada sobre el monte, la cual no puede ocultarse (Mateo 5, 14). Consecuentemente
es necesario que, lo que la Iglesia es en sí misma, lo sea también en sus miembros. Lo que es para nosotros, es preciso que lo sea también por nosotros. Es preciso que, por nosotros, continúe siendo anunciado Jesucristo, que, a través de nosotros, continúe Él transparentándose. Esto es algo más que una obligación. Es, podríamos decir, una necesidad orgánica (Meditation sur l´Eglise, cardenal de Lubac).
Señalaba el cardenal Danneels:
Nos faltan los retiros escolares, las misiones parroquiales, las grandes misiones rurales de los siglos pasados que suscitaban auténticas conversiones y frecuentes regresos a la práctica. Ninguno de estos medios ha sido reemplazado en nuestra época por algo que lo sustituya.
Y hace falta rehacer el entramado auténtico de la catequesis, que padece de un lenguaje secularista, con todo su contenido de planteamientos y orientaciones, para conectar mucho mejor con el pueblo, pero que no produce frutos duraderos sino efímeros y superficiales, una catequesis falsificada que soslaya la fidelidad a la verdad de Cristo, una anti-catequesis.
La tarea fundamental de la Iglesia es la catequesis… en el campo de esta obra de la fe cada vez más consciente, que se introduce siempre de nuevo en la vida de cada generación, sabemos cuánto depende del esfuerzo común de los padres, de la familia, de la parroquia, de los sacerdotes pastores de almas, de los catequistas y de las catequistas, del ambiente, de los medios de comunicación social, de las costumbres. De hecho, los muros, los campanarios de las iglesias, las cruces en las encrucijadas, las imágenes santas en las paredes de las casas y de las habitaciones, todo esto catequiza de algún modo. Y de esta gran síntesis de la catequesis de la vida, del pasado y del presente, depende la fe de las generaciones futuras” (Papa Juan Pablo Magno, Polonia, 3-6-1979).
El Catecismo de la Iglesia Católica, ya desde sus primeras páginas subraya que
La catequesis es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana (5).
Año de la Fe y nueva Evangelización: los períodos de renovación de la Iglesia son también tiempos fuertes de la catequesis (Catecismo, 8).
17 comentarios
Mi hija pasò la mayor parte del tiempo de catequesis para primera comuniòn, pintando y jugando.
Mi hijo es catequista de niños de segundo de primaria y por curiosidad indaguè en el material que usan. Si el marasmo que forman la doctrina y la pedagogia en el citado material son reflejo del estado espiritual de quienes los han inspirado y materializado, lo que usted dice en su articulo, se queda corto.
Hay una constante en todos los textos y mètodos que se unsan hoy dia, almenos en èsta diocesis : la mundanizaciòn de la catequesis.
Tanto en las diferentes catequesis como en los textos de religiòn en las escuelas e institutos, lo que yo percibo es una enseñanza no distinta a cualquier otra, es decir, se enseña la letra, no el espiritu, se imparten conocimientos, no virtudes.
El libro de religiòn de mi hija en segundo de Eso, solo contiene informaciòn tècnica acerca de la religiòn Catòlica. No hay mensaje moral, sobre las virtudes, ni se habla. Asi que no esperemos mucho de la catequesis actual.
qué (yo aún no lo sé, pero intento descubrirlo).
Imagínese que expusiésemos al mundo que cada cual aprenda las matemáticas por sí mismo cogiendo un manual si es su intención, que en clase de matemáticas se divagase sobre si los números primos son tan primos como parecen, sobre si la raíz cuadrada mejor fuese redonda o si a los quebrados se les pusiese una férula para mejor llevar el tema. En la catequesis en edad escolar, donde tienen la suerte de que se dé, pasa lo mismo: se debate sobre el compañerismo, sobre las ONG's,... todo menos doctrina católica pura y dura al alcance de niños y jóvenes.
Hay colegios que ofrecen sólo una hora de Religión a la semana, es decir, menos de lo que ofrecemos nosotros en la Catequesis Parroquial Salesiana.
Están en secundaria y preparatoria y no conocen ni las oraciones, ni identifican el ciclo litúrgico, ni conocen los signos más elementales.
En la Catequesis Juvenil, hay muchos sicólogos, como si los jóvenes necesitaran terapia en vez de formación Cristiana.
------------------------
Completamente de acuerdo Yvette. Gracias por tu excelente aporte, no podía ser menos viniendo de una catequista de toda su vida.
Yo tuve catequesis de esas de "pintar y jugar" como dice Pedro. Catequistas muy buenas personas, pero muy malos catequistas. A veces, incluso claramente en contra del propio catecismo (libro que nunca utilizamos) y más centrados en sus propias opiniones que en la Doctrina de la Iglesia.
Además, es un delito privar a los catecúmenos, aun desde niños, de leer directamente el catecismo, que trata todos los temas de fe con exquisita delicadeza y con posiciones sencillas y claras.
A mi me ofrecieron ser catequista y mi respuesta fue la siguiente: esto que dan no es catequesis, así que solicito participar como monitor de acompañamiento a los catequistas. Jugaba el fútbol, organizaba convivencias y otras actividades, pero tenía claro que no era catequista, porque no tenía ni el conocimiento ni la preparación adecuada.
¿sería muy exagerado que los catequistas tuvieran que pasar un examen como el de conducir y contar con una licencia del obispado?
Gracias al Señor Germán por abrir este interesante tema y crucial en la Iglesia de hoy.
Lo raro es encontrar a alguien que no tenga reparos en enseñar la fe con pureza y con firmes anclajes morales.
Es un desastre.
Muchísimos sacerdotes prefieren no tener "problemas" y miran más que haya "gente" alrededor suyo, que no predicar el Evangelio que siempre tiene un punto de provocación y no puede agradar a todos. Así, se enseña una fe que de "fe" tiene regular.
Es como poner a mil Zapateros de catequistas, te salen unos niños "buenos" "buenísimos", con un talante y tolerancias abundantísimos, preocupadísimos con la paz mundial intergaláctica, el medio ambiente y el buen rollito a raudales, más respetuosos que nadie con la sodomía, el divorcio, las pobres mujeres que abortan, los indios del cauce profundo del rio Guayanamará etc etc
Lo de la fe cristiana... eso ya es otro cantar.
Claro que si los obispos aprueban esos libros de catequesis, esos libros de religión y esos descafeinados "youcats".. a ver de quien es la culpa.
Yo he mirado los ojos de un niño que te pregunta algo con la esperanza en los ojos de saber la verdad y mirarte adentro y agradecer por que en estos actos pequeños Dios se manifiesta cada día.
Ánimos hermanos,
Dios es lo más grande y perfecto,
Enseñemos a amarlo con el ejemplo, no en clases magistrales.
Lo que el niño debe saber para recibir la Santa Comunión, es lo siguiente:
1. Que hay un solo Dios que todo lo hizo.
2. Que hay un solo Dios en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
3. Que Dios premia el bien y castiga el mal.
4. Que Jesucristo se hizo hombre por nosotros.
5. Que Jesucristo nos ha redimido mediante su muerte en la Cruz.
6. Que el niño debe saber distinguir la Santísima Eucaristía del pan ordinario.
¿Por qué no empezar preparando bien las homilías? Un ciclo de tres años que sistemáticamente recorra el Catecismo de la Iglesia. Incluso si se toma el Compendio como guión puede verse entero en los 52 domingos del año.
estoy de acuerdo con algunos comentarios, pero el
problema no esta tanto en la catequesis sino en los
catequistas x que hay muchos catequistas q nisiquiera
saben qué hacen dentro de la catequesis. La mejor manera
de dar doctrina no es al modo de un libro, sino al modo
de Jesucristo. Jesucristo hablaba tanto de lo espiritual como
de lo terrenal. Evangelizaba a las multitudes partiendo de
sus problemas, culturas, etc. No se a qué se refieren al
decir qué hoy en día la catequesis es mundana, solo se
que una catequesis basada al modo de Jesucristo habla
tanto de lo terrenal como de lo espiritual, es una catequesis
sanadora y acojedora.
----------
GML: El Papa Francisco habla también de la mundanidad, es decir el espíritu del mundo, y no el espíritu de Cristo el que guía los actos de nuchos creyentes.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.