Profetas de calamidades
Tres fuentes actuales de profecías irrumpen con fuerza la cultura religiosa: 1) la fuente protestante; 2) la proveniente del mundo secular, y, 3) la del mundo profético católico.
Respecto del profetismo proveniente del mundo secular, hace tres años Carlos Eduardo Rodríguez Cañón, decía en una jornada de presentación de sus libros:
un abanico de futurólogos de distintas disciplinas, profesionales que estudiando las distintas culturas y hechos científicos, ecológicos y cosmológicos muestran que en muchas culturas y épocas ha habido un mundo profético que habla sobre una futura generación que ha de sufrir una serie de tribulaciones. Según ellos muchas de estas, dan épocas aproximadas de su cumplimiento y coinciden con la época actual: por ejemplo las llamadas profecías mayas; vemos este despliegue -desde hace ya varios años- en la llamada televisión cultural como History Chanel, Infinito, y NatGeo, que amalgamando un cientificismo y calidad técnico-comunicativa demuestran que se están cumpliendo todas las profecías de los mayas, de Nostradamus, etc…. ¡Hasta se atreven a poner fecha para el “fin del mundo”!: 21 de diciembre de 2012.
El fin del mundo es una trampa muy utilizada por los charlatanes del catastrofismo, para engañar a los ignorantes. Hubo varios falsos profetas que creyéndose especialmente inspirados por revelaciones particulares divinas señalaron fechas concretas en el calendario. Todos ellos fracasaron absolutamente porque llegaron dichas fechas señaladas con tanta solemnidad y Cristo no ha llegado aún en su segunda venida. Un elenco extenso de sectas fundamentalistas, anunciaron varias veces la cercanía del fin del mundo y del juicio final, pasaron las fatídicas fechas y el mundo sigue su curso, y consecuentemente, por ejemplo, los Testigos de Jehová, no se atreven ya a señalar una fecha concreta, no fueran a caer nuevamente en ridículo, si no volvieran a acertar.
Giorgio Bongiovanni, el falso estigmatizado que anuncia la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo en un platillo volador, predijo el fin del mundo para 1991, 1993 y 1996, y hasta el afamado diseñador de modas conocido como Paco Rabanne en un repentino acceso de adivino, anunció al mundo que la estación espacial rusa Mir iba a caer sobre París el 11 de agosto de 1999, en coincidencia con el último eclipse total de Sol del milenio, lo que —según una peculiar lectura de las Centurias de Nostradamus— iba a suponer la aparición del Gran Rey del Terror.
Nuestro Señor Jesucristo manifestó que el fin del mundo y el juicio final eran dos enigmas, ya que Dios mismo no quiso manifestar a ninguno qué fecha sería. Ni al Papa de Roma por mucha categoría que tenga, ni al fundador de los Testigos de Jehová ni a ningún otro profeta. Lo dijo nítidamente Cristo: En cuanto se refiere a ese día y a esa hora no lo sabe nadie, ni los ángeles de Dios, ni siquiera el Hijo, sino el Padre” (Mc 13, 32).
Es cierto que Cristo ha de llegar en su segunda venida para juzgar a vivos y muertos, puesto que lo afirma Él mismo. Otra cosa y muy distinta es cuándo haya de venir. La fecha queda en el misterio, de ahí que la gran preocupación de Jesús en su predicación, es de que estemos preparados en todo momento (cf.: Lc 17, 26-28). Y ¡ay de aquél que no se haya preparado suficientemente!
Bien está que se aproveche de esta nítida verdad de la Escritura, de la venida definitiva de Jesús como Juez para excitar a las almas a la conversión. Si Jesús nos habló de esa su venida, nos habló con la intención de que en ningún momento olvidásemos que llegaría el Juez y que todos pasaríamos por ese juicio, y que podría ser hoy mismo, ya que la Biblia no se opone a esta posibilidad. Lo que quiere Jesús es que estemos atentos, vigilantes para que ese día no nos sorprenda como un ladrón (1Tes 5, 4).
Jesús recomendó vivamente que estuviéramos en estado de alerta ya que ignorábamos el día y la hora de su llegada. La actitud de los fundamentalistas tiene su explicación en la Biblia misma. Desean estar preparados a la venida del Señor, algunos abandonan sus bienes y se despojan de todo. En lo que se engañan es en señalar un día concreto para esta venida definitiva de Jesús ya que ese día lo ocultó expresamente el mismo Dios.
Así, esperar la Parusía de nuestro Señor Jesucristo, significa tomar en serio nuestra condición presente. Cada vez que se hace necesaria una decisión, el hombre compromete su destino eterno. Esto explica la afirmación que hallamos en el Evangelio de san Juan: Ahora es ya el juicio del mundo (12, 31).
El verdadero cristiano vive con esto la realidad del juicio en todos sus pasos. Su vida toda adquiere una terrible seriedad por su conexión con el destino eterno. Espera todavía el último día y exclama el Maranatha – el Señor viene-, pero sabe también que quien escucha la palabra y cree… tiene la vida eterna y no está sujeto al juicio (de condenación) sino que ha pasado de la muerte a la vida (Juan 5, 24).
9 comentarios
Hay una serie de estudios cientificos que señalan una serie de catastrofes a corto o medio plazo y que curiosamente coinciden perfectamente con revelaciones privadas y con algunos pasajes del Apocalipsis.
Una de estas profecias cientificas es que una eyeccion de masa coronal del Sol dejara en los proximos años a la Tierra sin electricidad y anulara los satelites.
Otra de estas profecias nos advierte de una inminente inversio de los polos, de la debilitacion temporal de la magnetosfera que ya se ha debilitado un 10% en los ultimos años, permitiendo asi el paso de la radiacion solar y una inestabilizacion del nucleo terrestre que tendra como consecuencias fuertes terremotos sin precedentes, el movimiento rapida de los continentes, y enormes Tsunamis nunca antes vistos.
Esto es lo que dice la ciencia, curiosamente hay decenas de profecias que hablan precisamente de esto.
Haria falta estar ciego para no darse cuenta que estamos en el Fin de los Tiempos, que no tiene nada que ver con el Fin del Mundo, sino que es la epoca previa de Gran Tribulacion antes de la Segunda Venida de Cristo, no sabemos si esto durara 5,10 o 50 años. pero es innegable que estamos a las puertas de una Gran Purificacion.
Un saludo
Es probable, como se indica en las profecías de Garabandal -profecías no admitidas pero tampoco condenadas explícitamente por la Iglesia, posiblemente porque, de ser ciertas, su cumplimiento afectará a nuestra generación y es por ello lógico, ser prudentes-, que primero venga esa conciencia universal de vuelta al Creador ("El Aviso"), y en el caso de el hombre no responda, vendrá el desastre ("el castigo"). Por lo tanto, la libertad del hombre tiene en buena parte la llave de su destino.
Por último, es cierto que esta diferenciación de tiempos finales plantea el problema grave del "Milenarismo", que no ha sido visto con buenos ojos por la Iglesia, pese a su indubable constancia en las Escrituras y pese a ser admitido de manera muy constante por la Iglesia hasta los tiempos de San Agustín en la "La Ciudad de Dios". Sin embargo, como bien explica Castellani, el recelo de la Iglesia vino más por las derivaciones heréticas del "Milenio" que por su realidad profética.
-Allá Tú, Jesús el Cristo, como profeta primero y último de todas estas calamidades de fin de mundo.
-Yo soy uno de esos profetas. Y lo soy basándome en mis propias y singulares vivencias; Libre de la histeria colectiva, pro y contra pasada y presente, por lo que otros hayan dicho o digan al respecto del fin de este nuestro mundo en oscuridad y muerte dominado.
- Y ciertamente que no soy un profeta de calamidades, como tampoco lo fueron todos aquellos que anteriormente profetizaron la llegada de estos días en faltos de fe hacia la mesiánica promesa de Jesús el Cristo.
-Claro que yo por encima de birrete y cátedra, desde muy antiguo he preferido saber de mi verdad y la verdad de mis días contra todo aquello que fuere posesión y dominio en este mundo.
El Catecismo de la Iglesia Católica expone una cronología de los eventos del Fin del mundo: (ns.673-677).
Pero ohh el demonio no duerme y es un astuto mentiroso que lava cerebros, hasta habla de Dios, de amor, de caridad, de solidaridad, de teletones; se viste de presidente, de lider mundial, de científico, de filósosfo, se estadista y hasta de sacerdote que le hace misas a los masones... impulsa New Age donde te dice que eres igual o más que Dios... y otras corrientes "religiosas"... ¿y el ser humano que hace para cultivarse, saber, comprender las escrituras?
Nada, nada, nada todo lo hace la tecnología y los medios, el hombre de esta tierra solo busca su conveniencia y su COMODIDAD, lo demás no le afecta.
Como no va a enojarse nuestro Padre Dios, si hay quienes continúan escupiéndole a la cara, quienes se mofan, se rien de Él, le golpean la cara, le dan de puntapiés, le continúan crucificando... con el solo hecho de no creer, no creer en la práctica de los Sacramentos de la Reconciliación y Comunión.
Tan sencillo estar cerca de Dios y remediar todo tipo de calamidades. Estando en paz con Dios, venga lo que sea inmediato o mediato, el espíritu estará preparado y nada habrá que temer, porque Cristo venció a la muerte ... y el poder del infierno no prevalecerá.
Oremos por los que no creen en Dios.
Muchas gracias por tus artículos en InfoCatólica. Son muy buenos.
Veo con algo de preocupación que citas a Carlos Eduardo Rodríguez Cañón. Por si acaso te aviso que él defiende una doctrina milenarista más que dudosa. He aquí una página que lo prueba:
http://es.scribd.com/doc/80407479/Esquemas-de-Los-Grandes-Eventos-Profetizados-Peque
Un saludo fraternal en Cristo de
Daniel Iglesias
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Gracias por su comentario Daniel. Rodríguez hizo una visita a mi diócesis con la anuencia de las autoridades eclesiásticas (28 de junio 2012). No hubo en su disertación, ni en los escritos que presentó, alusión alguna que favorezca posturas milenaristas.
En todo caso, la referencia del señor Rodríguez, que inserto en mi artículo es sobre la manipulación de los grandes consorcios comunicacionales al tema del pasado 21 de diciembre 2012.
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