La demolición de Occidente: "anti-filosofía de la nada"
Después de la demolición del pensamiento que nos ha dejado la modernidad y la posmodernidad agnósticas, ahora ya no tiene sentido hablar de ser porque la lógica del absurdo ha llegado a sus más lógicas, congruentes y devastadoras conclusiones. Tal es el caso de los sofistas del siglo XX[1] que han sido los grandes promotores de la nada; del vacío que repugna al propio acto de ser. Esto no ha sido más que el fundamento de la descomposición de Occidente que bajo la insistente bandera de los “derechos humanos”, del “amor”, de la “solidaridad”, de la “tolerancia”, de la “inclusión”, del “diálogo”, “de la casuística gnoseológica y moral” que busca ser superada en el consenso y la estadística, etc., no han estado haciendo más que promover el odio, la confusión, la división, el error y muchas otras destrucciones en cuanto tienen como punto de partida la negación del ser.