Tradiciones navideñas mexicanas.
En una sociedad mayoritariamente católica como es la de México, la temporada navideña tiene una importancia fundamental. Después de la Semana Mayor que es la Semana Santa, sin duda la Navidad es la temporada más importante para los católicos mexicanos. Durante este tiempo, México vive con gran intensidad las tradiciones, algunas de las cuales se comparten con otros países del mundo.
Uno de los fenómenos que se ha observado, es que cada vez se adelantan más los preparativos para la Navidad. Los comercios inician las ventas varios meses antes, de modo que podemos encontrar artículos navideños en los establecimientos desde el mes de agosto. Es así que para el mes de diciembre estamos listos para las posadas, que en ocasiones inician desde la primera semana de diciembre, aunque la tradición histórica indica que inicien a partir del día 16, para realizar el novenario que recuerda el peregrinaje de la Virgen María y San José desde Nazaret hasta Belén, que fue donde nació el niño Jesús. No hay que olvidar que esta tradición se remonta a la colonia cuando los monjes agustinos a través de Fray Diego de Soria obtuvieron el permiso del Papa Sixto V para hacer esa novena, que incluye la procesión con los peregrinos, los rezos, las canciones de villancicos y las tradicionales piñatas. En distintas partes de la república, se acostumbra ofrecer el ponche, que es una bebida de origen hindú pero que en México se hace a base de frutas muy mexicanas o que se dan muy bien en México.
No hay que olvidar que romper las piñatas tiene fundamentalmente un sentido moral y religioso, porque los siete picos que lleva la piñata de olla de barro o de cartón adornada con papel de china de colores, representan los siete pecados capitales que han de romperse. Los frailes españoles catequizaban a los aztecas enseñando que los ojos vendados representan la fe, que es un don de Dios que nos permite creer sin ver, mientras el palo de la piñata es la fuerza con la que hay que romper los vicios a que nos conduce una vida de placer desordenado y mundano; los dulces, frutas y regalos que se encuentran al interior, significan los dones como recompensa de haber acabado con los vicios.
Otra tradición muy hermosa que no falta, junto con el árbol de Navidad de origen germánico, adornado con esferas y luces, que representa la luz de Cristo que viene a iluminar al mundo, es la colocación del nacimiento o belén. Se trata de un pesebre con las figuras de Jesús, María y José, aunque, por lo general, el niño Jesús se pone hasta el día 24 por la noche. A la sagrada familia le acompañan el ángel, el buey y la mula, además de los reyes magos con el oro, el incienso y la mirra; pastores y ovejas, así como la estrella de Belén. Existen familias que incluyen figuras representativas de varios pasajes bíblicos y que tradicionalmente ponen nacimientos muy grandes en sus casas y que se pueden visitar. Esta tradición de los frailes de la época de San Francisco de Asís (siglo XIII) fue introducida a México por Fray Pedro de Gante en Texcoco. Además, en México no pueden faltar los arreglos con flores de nochebuena que son flores silvestres de Mesoamérica y que los aztecas llamaban cuetlaxochitl o “flor de la pureza” cuyo significado para los aztecas era la sangre de los sacrificios en honor al sol para que saliera más tiempo, ya que, en el mes de diciembre, el sol se ausenta más y el día 21 de diciembre con el solsticio vuelve a aparecer con más fuerza cada día. Durante el siglo XVII los franciscanos recolectaron la flor en los campos de Taxco Guerrero y enmarcaron una procesión navideña hasta el Pesebre. Fue durante la Colonia, que le pusieron el nombre de Noche Buena porque florece en esas fechas. Otro festejo es el de los reyes magos, el día de la epifanía del Señor en la que los niños amanecen con regalos el día 6 de enero y se parte la rosca de reyes que se come con chocolate caliente; aunque debido a la influencia de otros países, muchos esperan el día 25, regalos del niño Dios o de Santa Claus. Por si lo anterior fuera poco, tenemos también las pastorelas que son representaciones teatrales del nacimiento del niño Jesús en Belén, que nunca faltan en diferentes lugares. Además, México cuenta con una variada gastronomía en la que se incluyen platillos culturalmente muy elaborados como son los romeritos que llevan mole poblano, el pavo relleno, el bacalao, la pierna de cerdo mechada, buñuelos con miel de colmena o piloncillo, turrones, mazapanes, cacahuates, colaciones y muchos platillos más.
Como vemos, la Navidad se vive intensamente en México que aún conserva una cultura mayoritariamente católica. Sin embargo, no podemos negar que para algunos se ha perdido el sentido religioso y estas fiestas se han reducido al consumismo, convirtiéndose en festejos paganos llenos de excesos. Esto se debe al proceso de secularización y descristianización, y a la crisis que enfrenta la familia que es la que tradicionalmente se ha encargado de conservar y transmitir la fe, los valores y las tradiciones culturales. Por eso es tan importante, conservar la familia y la buena formación doctrinal porque de ella depende la transmisión de la fe, la conservación de la cultura y su enseñanza de las tradiciones católicas a las nuevas generaciones.
Les deseo una muy feliz navidad.
5 comentarios
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Muchas gracias y feliz Navidad.
Manuel Ocampo Ponce.
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Muchas gracias.
Igualmente Feliz y santa Navidad,
Manuel Ocampo Ponce.
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Muchas gracias.
Igualmente Feliz Navidad.
Siempre admiro su cordialidad y buen trato para sus comentaristas, aunque no esté de acuerdo con ellos.
Estoy convencido de que LA AMABILIDAD ES UN SIGNO DE AUTENTICA ESPIRITUALIDAD.
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