Aforismos 26. Revelación y Magisterio de la Iglesia.

Los siguientes aforismos fueron tomados de un trabajo que consta de aproximadamente 16 000 aforismos que he redactado limitándome a un aproximado de 140 caracteres cada uno, en un lapso de cinco años a partir de agosto de 2011. La mayoría de ellos pertenecen al patrimonio de la Cultura Universal.  Algunos de ellos han sido recogidos de la sabiduría de los grandes pensadores de la civilización greco-latina y cristiana-católica de los últimos 2400 años de historia de la humanidad, aun cuando gran parte de ellos han sido modificados. Muchos otros constituyen una aportación personal.

La intención ha sido reducir los conceptos a muy pocas palabras y con la mayor claridad posible para hacerlos accesibles a un mayor número de personas. También incluyen el intento de expresar un mismo concepto de distintas formas.

Este vigesimosexto bloque está dedicado a algunos aspectos generales sobre la Revelación y el Magisterio de la Iglesia.

  1. La ciencia teológica explicita los contenidos de la Revelación y, para ello, requiere de la Filosofía realista.
  2. Es Dios Trino el que se comunica en la Revelación que parte de la Trinidad y conduce a ella en la visión final.
  3. La Revelación se da en la historia mediante una economía de salvación que culmina en Cristo.
  4. La Revelación es un encuentro personal con el hombre que implica la manifestación del designio salvador de Dios y el testimonio de la gracia.
  5. La Revelación es, al mismo tiempo, doctrina y encuentro personal con el hombre.

  6. El protestantismo prescinde de las exigencias de la razón y de la Tradición.
  7. La Teología ha de estar centrada en la historia de la salvación.
  8. La Teología atiende al orden de la salvación en su realización histórica.
  9. Dios invisible rompe el silencio, se dirige al hombre y le interpela con un diálogo de amistad.
  10. La Tradición se transmite por la Palabra, las Instituciones y la vida misma de la Iglesia.
  11. La Teología y la exégesis sin Filosofía realista se reducen a “opinionitis”.
  12. La labor del teólogo consiste en explicar, con ayuda de la razón natural basada en la Filosofía realista, el dato de la revelación.
  13. La Revelación se subordina a la salvación.
  14. El objeto propio de la fe sobrenatural, es aquello que nuestra razón no alcanza.
  15. El fin de la Revelación es hacer posible al hombre la salvación. Por eso es importante que el hombre la conozca.
  16. Son tres los elementos fundamentales de la Revelación cristiana: el mensaje, los signos y la luz interior de la gracia.
  17. El Magisterio de la Iglesia es el criterio verdadero de interpretación de la Sagrada Escritura.
  18. La Revelación cristiana incluye la Sagrada Escritura: Antiguo y Nuevo Testamento y la Tradición Oral.
  19. Hay 3 modalidades de la autoridad docente del Magisterio: la infalibilidad, la enseñanza de modo definitivo y el Magisterio ordinario.
  20. Para la infalibilidad, la adhesión ha de ser desde la fe teologal, es decir, creer todo lo que se propone con carácter de infalibilidad.
  21. Para la enseñanza de modo definitivo por la autoridad competente de la Iglesia debe haber firme y constante aceptación de los fieles.
  22. Para el Magisterio ordinario religioso asentimiento de la voluntad y de la inteligencia, con lealtad aun en cuestiones contingentes.
  23. El Magisterio de la Iglesia es, o el Papa cuando habla excátedra y en formulación solemne, o el Papa junto con TODOS los obispos.
  24. El Magisterio ordinario de la Iglesia es lo que siempre se ha enseñado y se encuentra en los documentos oficiales de la Iglesia.
  25. No todo lo que se encuentre en los documentos de la Iglesia es infalible.
  26. Existen grados de infalibilidad y de obligatoriedad en los contenidos de los documentos oficiales de la Iglesia.
  27. Los documentos oficiales de la Iglesia son el Catecismo de la Iglesia Católica, Encíclicas, Cartas Pastorales, Exhortaciones, decretos, etc.
  28. Si no se comprende el lenguaje tradicional de la Iglesia, no se entienden sus documentos o se entienden en sentidos opuestos.
  29. El cristiano ha de formarse en el lenguaje tradicional de la Iglesia para comprender sus documentos y no dejarse llevar por falsos profetas.
  30. El Magisterio de la Iglesia es el único criterio autorizado para interpretar la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición.
  31. Tradición Sagrada, Sagrada Escritura y Magisterio de la Iglesia están de tal manera unidos que no tiene consistencia uno sin el otro.
  32. En la Iglesia Católica no es lícito interpretar la Sagrada Escritura en contra del Magisterio.
  33. El papel del Magisterio de la Iglesia Católica es determinante en el discernimiento de cuestiones filosóficas.
  34. El Magisterio eclesiástico ha de indicar las propuestas filosóficas que fueran incompatibles con la verdad revelada.
  35. Corresponde al Magisterio eclesiástico formular las exigencias que, desde el punto de vista de la fe, se imponen a la Filosofía.
  36. Los pastores deberían ser maestros de la Verdad que viene de Dios, de vigilar por la pureza de la doctrina.
  37. El teólogo debe tener presente que el Pueblo de Dios tiene el derecho a que se le expliquen las verdades fundamentales de la fe cristiana.
  38. En muchos hay confusión porque no leen ni un solo documento oficial de la Iglesia y eso es ignorancia culpable.
  39. Hay quienes esperan con ansia que el Papa cambie la ley natural y no se percatan de que no está facultado para eso.
  40. Si en un documento oficial de la Iglesia  se encontrara alguna afirmación contra la ley natural o que contradijera el Magisterio ordinario o extraordinario, no puede tener validez.
  41. No todo en la Iglesia y en la religión católica es reformable. Hay cosas que no son susceptibles de ser reformadas.
  42. “La historia, la liturgia, la vida misma de la Iglesia a veces tienen un peso más fuerte que una declaración formal.”
  43. La Palabra de Dios no se limita a un pueblo o época, pero su lenguaje histórico, expresa verdades que trascienden el fenómeno lingüístico.
  44. La Palabra de Dios, es también palabra de amistad y de amor.
  45. Por su Palabra, Dios salta la distancia que le separa del hombre para comunicarse con él. Le descubre su propia intimidad.
  46. La revelación es, en sí misma, un hecho de amistad, un hecho salvífico.
  47. La revelación termina con el testimonio del último apóstol, testigo de Cristo y, a partir de ahí, continúa la tradición explicativa.
  48. En la Sagrada Tradición y en la Sagrada Escritura Dios se hace conocer personalmente.
  49. La Revelación no sólo es desvelamiento de la verdad salvadora, sino una invitación a la salvación.
  50. Dios, al revelarse al hombre, no sólo lo invita a la bienaventuranza, sino que lo empuja interiormente a aceptar su invitación.
  51. Palabras y hechos. Por eso creemos en Jesucristo. Porque las palabras sin hechos son letra muerta.
  52. La Palabra de Dios entra como una espada. Siempre es eficaz y siempre perfecciona al que la escucha.
  53. Solamente Cristo es Mediador y camino de salvación presente a nosotros en su Cuerpo que es la Iglesia.
  54. El Colegio Episcopal no tiene autoridad si no se considera incluido el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo.
  55. El Romano Pontífice es Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia con potestad plena, suprema y universal que puede ejercer siempre, en aquellas cuestiones que le compete ejercer.
  56. El Colegio Episcopal sólo tiene potestad unido con su cabeza, que es el Romano Pontífice.
  57. Los Obispos no tienen infalibilidad. Ésta compete al Romano Pontífice cuando proclama como definitiva la doctrina de fe o costumbres.
  58. Las definiciones solemnes que el Romano Pontífice proclama como definitivas en doctrina de fe o de costumbres son irreformables por sí.
  59. La infalibilidad reside también en el cuerpo de los Obispos cuando ejercen el Supremo Magisterio juntamente con el Sucesor de Pedro.
  60. La Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II hace referencia a la unidad e integridad de la Doctrina sobre la Revelación.
  61. La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado.
  62. La Sagrada Tradición transmite íntegramente la Palabra de Dios.
  63. Para vivir la fe es necesario conocerla y profundizar en ella a la luz de la Tradición, o sea, de la Filosofía perenne y la Teología.
  64. Si no se conoce el Credo con precisión, profundidad y con sus implicaciones a la vida diaria, no es posible vivir la fe.
  65. Para conocer los contenidos de la fe católica es necesaria una formación sólida y profunda que no se limita a actos piadosos.
  66. Es preferible conocer grandes verdades imperfectamente a conocer perfectamente verdades intrascendentes.
  67. Los católicos estamos obligados a creer en el contenido de todos los documentos oficiales de la Iglesia que conforman su Magisterio Ordinario.

1 comentario

  
Conchi Duran Garcia
Me interesa, todo lo los conocimiento. Muchas gracias.
17/08/16 6:29 PM

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