La presencia activa de Satanás en el mundo

Desde luego, el demonio es el dios del secularismo absoluto. Aun cuando México y muchos países de Hispanoamérica podrían considerarse marianos por la maternidad de la Virgen de Guadalupe. La realidad es que en el proceso de secularización la Virgen María ha estado siendo sutilmente menospreciada dentro de una dinámica de ortopráxis que reemplaza a la ortodoxia y que va logrando que la veneración a María Santísima vaya disminuyendo en muchos lugares del mundo. La autoridad del Papa y del Magisterio de la Iglesia, aun cuando pareciera recobrar un auge y popularidad, también va mermando mediante diversas acciones, algunas muy graves que podemos constatar.

Es necesario hacer conciencia de que mientras el mundo “católico” sigue su curso aparentemente en paz en la vida parroquial y en otros sectores de la Iglesia, bajo la perspectiva secularista que desmitifica todo, el texto (Lc 1, 26-56) ha sido sometido por teólogos y otras autoridades de la Iglesia a un proceso de desmitificación que ha llegado a tal punto que la Inmaculada Concepción, se ha reducido, como tantas otras verdades del Evangelio, a una presencia interior que no tiene relación a una verdad objetiva. Obviamente, lo que sigue a esta negación es la negación de la misión de la Virgen María. Como he venido anunciando en publicaciones anteriores, por la misma línea de la desmitificación, los “teólogos” de la secularización del siglo XX y lo que va del XXI han llegado a afirmar que el texto de Lucas no representa un hecho histórico y espiritual, sino que se trata de una expresión de la fe de San Lucas y los demás discípulos. De este modo han pretendido que la fe quede sin fundamento histórico a la manera luterana y bajo la interpretación idealista, marxista y neopositivista.

Estos errores que han sido ampliamente difundidos por teólogos y otras veces en prácticas y afirmaciones sutiles, son muy graves, porque si la anunciación, la concepción y el nacimiento virginales se reducen a “creaciones” elaboradas a partir de la fe de los discípulos y no a hechos históricos que fundamentan la fe, el papel corredentor de la Virgen se ve comprometido, porque la maternidad de la Virgen, es la que muestra la eficacia de la mediación salvífica de Cristo que además une a los fieles con Cristo.[1] No es raro que al predicar menos sobre la Virgen María los fieles se vayan alejando de Cristo porque por María se conoce mejor y se ama mejor a Cristo. Recordemos que la Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II menciona que para un conocimiento más perfecto de Cristo, es importante el culto a las imágenes de Cristo de la Bienaventurada Virgen María y de los santos.[2] Pero los “teólogos” del proceso de secularización han acabado negando el papel esencial de la Virgen en la Redención. Desde luego, bajo esta perspectiva quedan comprometidas y hasta el nivel de imaginería las apariciones de la Virgen, tales como la de Lourdes, Fátima, etc., que quedan incluso reducidas a meras supersticiones o a fanatismos.

Ante este panorama, es necesario aclarar que toda esta concepción que ha seguido minando la fe durante décadas, es contraria a lo que se nos revela en la Sagrada Escritura, a toda la Sagrada Tradición, al Magisterio de la Iglesia y a cualquier sentido sobrenatural en que quiera considerarse la fe católica. La disminución en la veneración a la Madre de Cristo es directamente proporcional a la disminución al amor a Cristo. Porque Cristo quiso que fuéramos hacia Él por María.[3]

En lo que se refiere al Sumo Pontífice, el secularismo introducido en la jerarquía, también pretende que se desmitifique. En la concepción de Iglesia democrática, el Magisterio de Pedro debe perder fuerza mediante diversas acciones muy puntuales que demuestren su falibilidad. La Iglesia como institución se enfrenta a una Iglesia comunidad. Esta concepción también va en contra de lo afirmado en la Lumen gentium del Concilio Vaticano II, que expresa la primacía de Pedro.[4] Los promotores de este secularismo, desean que se ponga en entredicho la infalibilidad de la Iglesia y el mandato de Cristo de enseñar fundado en la infalibilidad y en la fe. Por eso realizan toda clase de acciones para que se produzca una confusión respecto a estas verdades. Sin embargo, si leemos (Lc., 22,32) veremos que la infalibilidad compete al Romano Pontífice, cabeza del colegio episcopal, en razón de su oficio cuando proclama como definitiva la doctrina de la fe o de la conducta, en su calidad de supremo pastor y maestro de todos los fieles a quienes ha de confirmarlos en la fe. La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el cuerpo de los obispos cuando ejercen el supremo magisterio juntamente con el sucesor de Pedro.[5] Por eso es muy grave el hecho ya sucedido en la historia de la Iglesia, de que desde el cuerpo episcopal y aun el mismo Pedro, contradiga el Magisterio Ordinario, porque aunque no se trate de una formulación oficial ex-cathedra, produce una confusión prácticamente insuperable en la Iglesia. Porque nadie, ni un obispo ni un Papa, puede pretender enseñar, y mucho menos enseñar una pastoral viva, si se separa del Magisterio. En la medida en que nos separamos del Magisterio, nos convertimos en pseudo-maestros que no renuevan, ni recrean, sino que más bien corrompen, matan y dividen al liberarse del Magisterio. Pareciera que poco falta para que se diga que el Magisterio depende del voto de los fieles. Es un hecho que se ha estado confundiendo el Magisterio con una absolutización de las opiniones personales del Papa y los obispos, sin caer en la cuenta de que tampoco la autoridad del Papa es propia sino que le es conferida por Cristo. Por esta razón una vez separados de la autoridad y el  Magisterio no queda otra más que entender el Evangelio como medio de renovación. A estas personas hay que aclararles que si bien es cierto que la enseñanza del Magisterio se adecua a la situación histórica, esta situación histórica de ninguna manera puede ser la fuente de la renovación de la Iglesia, porque la única fuente de renovación es el Magisterio de la Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo.[6]

Aunque hoy cause tanto disgusto y pueda hacerme sujeto de toda clase de críticas y juicios, creo que es fácil mostrar que a la base de todo esto se encuentra el problema de Satanás. Simplemente recuerdo al rector de un seminario que en su momento me dijo que no mencionara en la formación de los seminaristas a Satanás. Y es que en el mejor de los casos, aun cuando no se niega abiertamente su existencia, Satanás forma parte de todo aquello que se quiere desmitificar. Lo curioso es que los evangelios que los promotores del espíritu del mundo están desmitificando, están llenos de advertencias sobre Satanás y los demonios, así como de un misterio de iniquidad que intenta la destrucción del orden del ser y de todo lo sagrado. Simplemente si leemos (Mat 12,26; Mc 3, 23-24; Lc 10,18; Lc 22,31; Jn 8,44 y otros textos más), veremos cómo Jesucristo se refiere al demonio de diferentes formas. La existencia del demonio es dogma de fe y es  muy claro que el origen del pecado está en Satanás. Como el mal es la negación del ser, es decir, la mentira radical, con el pecado se vacía el ser. Satanás se opone radicalmente al ser, a la unidad, a la verdad, a la bondad, a la belleza y por eso es división, engaño, maldad, fealdad, etc. El demonio es anti-vida, porque es homicida desde el principio (Jn 8,44), es el padre de la mentira ontológica, porque va en contra del Ser y por tanto va contra el ser de los entes creados. Satanás odia el orden y por eso introduce el desorden radical. Es el padre de la mentira y de la muerte, es el mediador de la muerte porque opone su propio “reino” al Reino de Dios y por eso odia a los miembros del Cuerpo Místico que Dios ha unido a Cristo por medio de la caridad.

Por eso el demonio se ancla en el mundo intentando absolutizar lo finito mediante la negación de la trascendencia. Es el príncipe de este mundo que induce a los hombres al mal. Satanás odia todo lo sagrado y es el dios de la secularización,[7] porque intenta absolutizar al mundo al margen de Dios. Satanás busca la autosuficiencia del mundo, busca que incluso la Iglesia se distraiga en los problemas del mundo desdibujando el Reino de Dios. El demonio fue vencido en el mismo instante de la muerte de Cristo pero su acción negativa y misteriosa subsiste hasta la Parusía (Ap 12, 12). Satanás trata de ser semejante a Dios y de inducir al hombre a la autosuficiencia. Por eso el secularismo es la manifestación de su acción.

La negación del pecado es el arma más poderosa del demonio, porque negando el pecado se instaura el “reino” de Satanás. Por eso el demonio tienta a partir de la solicitud de nuestro cuerpo sensible y luego de la debilidad de la voluntad humana. Satanás quiere convertir el Reino de Dios en un “reino” secular exterior. Hace que los hombres se olviden de la única liberación legítima que es la liberación del pecado. El demonio instaura su “reino” en la medida en que minimiza o elimina la gravedad del pecado. Mediante la confusión de la conciencia respecto al pecado instaura su “reino” de destrucción, porque el dominio destructor del demonio se ejerce por el pecado. El demonio busca sustituir el Reino de Dios por el “reino” del mundo porque él es el príncipe de este mundo (Jn 16, 11). Quiere someter todos los reinos del mundo mediante la secularización absoluta de toda la existencia, es decir, la desacralización de todo lo que existe. El demonio es un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. El demonio es una persona y es el insidiador sofístico del equilibrio moral del hombre, el pérfido y astuto seductor que sabe insinuarse en nosotros a través de los sentidos, de la concupiscencia de la lógica utopística, o a través de desordenados contactos sociales.[8] El demonio constituye un importante capítulo de la doctrina católica que hoy nadie quiere estudiar. Lamentablemente todo lo relacionado con el demonio o incluso con cuestiones de espiritualidad es canalizado a estudios psicoanalíticos y psiquiátricos tratados mediante medicamentos, terapias, etc., aun cuando paradójicamente nadie se preocupa del vuelo que se da al espiritismo, a las supersticiones y a tantos engaños que constituyen una poderosa fuente económica.  

Pero en este contexto, no todo es negativo porque el hombre no está desprotegido ya que mediante la gracia, los sacramentos, las virtudes y dones cristianos el hombre puede librarse del demonio. Todo lo que nos aleja del pecado, nos separa también del demonio. Por eso es tan importante que no olvidemos que al ser hijos de Dios, participamos del Cuerpo Místico de Cristo cuya unidad y vida le viene del Espíritu Santo, de modo que no debemos perder el diálogo con Dios mediante la participación en la liturgia, la oración y el culto privado e intentando sacralizar todo lo que esté a nuestro alcance. El Cristiano tiene la capacidad de iluminar, de sacralizar las cosas temporales incluso las más externas, efímeras y profanas aun con las insidias del demonio.

Por último, en relación a esto que he venido desarrollando, me parece oportuno recordar aquel discurso que pronunció el Papa Pablo VI el 29 de junio de 1972 y en la que enuncia textualmente: “Luego existe otra categoría, y a ella pertenecemos un poco todos. Y diría que esta categoría caracteriza a la Iglesia hoy. Se diría que a través de alguna grieta ha entrado el humo de Satanás en el templo de Dios. Hay dudas, incertidumbres, problemáticas, inquietud, insatisfacción, confrontación. Ya no se confía en la Iglesia, se confía más en el primer profeta profano –que nos viene a hablar desde algún periódico o desde algún movimiento social para seguirle y preguntarle si tiene la fórmula de la verdadera vida; y por el contrario, no nos damos cuenta de que nosotros ya somos dueños y maestros de ella. Ha entrado la duda en nuestras conciencias y ha entrado a través de ventanas que deberían estar abiertas a la luz […] También en nosotros, los de la Iglesia, reina este estado de incertidumbre. Se creía que después del Concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia. Por el contrario, ha venido un día de nubes, de tempestad, de oscuridad, de búsqueda, de incertidumbre, y se siente fatiga en dar la alegría de la fe. Predicamos el ecumenismo y nos alejamos cada vez más de los otros. Procuramos excavar abismos en vez de colmarlos.”

Todo parece indicar que este discurso ha sido el anuncio profético de lo que hoy estamos viviendo en la Iglesia, porque es indudable que esa grieta por la que el humo de Satanás entró en el templo de Dios, ha llegado hasta las más altas esferas y está produciendo graves consecuencias. Y es que por más que Dios quiera salvarnos y haya ganado la batalla por nosotros, si mediante acciones libres, el hombre está rechazando su auxilio, no puede culparle de las consecuencias del mal uso de su libre arbitrio. ¡Ayúdanos Señor!



[1] Cfr. Lumen Gentium, 60.

[2] Cfr. Idem, 67.

[3] Cfr. El secreto de María, I,6., apud. Caturelli, Alberto, op.cit. p.72.

[4] Cfr. L.G., 22.

[5] Cfr. L.G. 25; CVI Pastor Aeternus.

[6] Cfr. Caturelli, Alberto., op. cit. p. 77.

[7] Cfr. Aquino, Tomás de. S.Th., I, q.63, a.2.

[8] Cfr. Caturelli, Alberto., op.cit., p.84.

43 comentarios

  
Emilio Amadeo
Va en serio eso de que el demonio es un ser vivo? Lo mismo que un perro o un gato? No puede usted creer en eso. Es imposible. Que quiera usted creer, lo admito. Pero que se lo crea? Imposible.

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Es dogma de fe hermano.
Saludos fraternos:
Manuel Ocampo Ponce.
12/05/16 6:32 PM
  
jhon
muchas gracias. leer con usted el Salmo 33(34).
Agradecido y animo!!
12/05/16 7:10 PM
  
Gudelia Pacheco Tapia
No deje que sus comentarios y declaraciones confundan a los más sencillos, ellos son humildes de corazón y son los que alegran a Nuestro Señor Jesús, pues los conoce bien, y ama lo que ellos creen en la fe que es sencilla y noble, no falta la caridad de sus fuerzas que aunque pobre es leal y buena. Crea usted como ellos.
12/05/16 7:21 PM
  
Juan Carlos Perez
La existencia de toles como Emilio Amadeo que a pesar de no ser creyente y encantarle ridiculizar la fe pasa muy pendiente de venir a comentar en sitios como este me hace suponer mas que el demonio pasa muy activo.
12/05/16 7:39 PM
  
Alejandro Gonzalez M.
Muy de acuerdo con el articulo.
Sobre: El hombre no está desprotegido..... y El cristiano tiene la capacidad de iluminar.... Agrego por experiencia que si uno se decide a servir al Señor será testigo de que Él sostiene la obra de salvación, nos guia y protege.

En los evangelios se muestran signos de la divinidad de Jesús y de la existencia de Satanas. Si Emilio Amadeo busca un poco podra ser testigo de algunos de estos signos que le ayuden a creer, quiza en un grupo de oración o alguna celebración de la Iglesia por sanación y liberación.

Saludos
12/05/16 8:33 PM
  
josep
contra Satanás tenemos: la oración, los sacramentos, la devoción a la Virgen, las bendiciones, los sacramentales.....
12/05/16 8:48 PM
  
Emilio Amadeo
No se precipite al juzgarme, senor Perez. Soy catolico, apostolico y romano de los que aplauden a Francisco. Pero de ahi a ser un enviado del demonio, hay un abismo. No querra decir que Francisco sigue al demonio, me imagino. No. Seguro que no quiere decir eso.

Miren, yo si creo en el demonio, pero no como un ser vivo, sino como algo psicologico, vamos a decir. Son todas esas tendencias negativas que se apoderan de nosotros cuando algo no nos gusta. Ya saben, lo que nos incita a odiar cuando alguien nos llama trolls y cosas asi. (jeje) Pero eso se puede dominar, no tenemos por que dejar que nos lleven los demonios.... Psicologicos, quiero decir.

Existen, eso es verdad, ciertas truculencias para psicologicas que se han exagerado ultimamente en exceso. Yo he leido los libros del P. Amorth, senores mios, y de otros exorcistas. Podria tratar el tema en profundidad, senor Perez, cosa que tal vez usted no este capacitado para hacer. Es facil decir que se cree en el demonio. Pero es mejor no creer. Se ahorran problemas. Asi es como yolo veo. Duerman tranquilos.

Un saludo, doctor Ocampo.

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12/05/16 9:18 PM
  
Jaume
Me place mucho ver el saecula saeculorum y el ojo que todo lo ve de los masones e iluminati en la cabecera, señal clara de que Ocampo ha identificado a Satanás actuando ya en el mundo. El Nuevo Orden Mundial. Pero no nos enteramos.
12/05/16 10:55 PM
  
king crimson
El comentario es exagerado. Desde su fundación, la iglesia siempre ha estado en crisis y el Espíritu Santo la ha rescatado y llevado a buen puerto.

13/05/16 12:44 AM
  
Juan Carlos Pérez
Emilio Amadeo su dios es psicológico junto con su idea de catolicismo, no conoce lo que es fe. Y también que yo haya dicho que el Papa sigue al demonio también es psicológico de parte suyo, lo esta imaginando en su mente. Y como tal busque un sicologo o siquiatra no guias espirituales.
13/05/16 12:48 AM
  
Maria del Carmen Gaytan Avila
Solo puedo decirle gracias y sigo muy pendiente, tratando de asimilar, entender y vivir conforme Dios manda. Muchas gracias.
13/05/16 12:54 AM
  
Maria del Carmen Gaytan Avila
Lo importante es no perder de vista nuestro origen y fin! Y todas las pistas q nos deja para no perdernos. Gracias
13/05/16 1:06 AM
  
Ernesto Velàzquez (Guayaquil-Ecuador)
satanas y sus demonios existen. Sòlo Dios en su omnipotencia puede protegernos de el. Invocamos a la Virgen como Madre Coredentora, a ella teme el demonio porque su ternura y lucha por nuestra alma es permanente, ya que somos sus hijos. El mundo actual es un mundo de poder, de lucha por el poder y de confrontación de poderes maléficos, es la acción del demonio contra la bondad del hombre como ser humano, No sigamos elucubrando con mente filosófica, sino que vivamos con mente de fe, de fe católica, protegida por el manto de la Virgen, impulsadora de los cambios hacia el bien que Dios inspira atravès del Espìritu Santo. Lo demàs es lo que quieren los enemigos de la Iglesia, no les demos gusto.
13/05/16 1:32 AM
  
José J.
Sr. EMILIO AMADEO, ¿Dios vive o sólo son -siguiendo su argumento-, "tendencias positivas psicológicas (je,je)"? Me parece que usted confunde el "vivir" material, de ahí las "tendencias negativas" con las que identifica a Satanás, con la existencia espiritual del mismo y como consecuencia de ello, su influencia en la parte espiritual que es su alma y su cuerpo material, vamos sin tantos circunloquios, "las tentaciones" que las produce él pero que no son él.

Mire, leer no siempre es bueno y positivo, en ocasiones es mejor no hacerlo o dedicar el tiempo a cuestiones más "saludables" y menos arriesgadas.

La existencia del Demonio es dogma de fe, sus manifestaciones a lo largo de la historia son incontables, nada de chorradas de YOUTUBE, y hay que tomarlas muy en serio, ¿o es que el propio Cristo vivió las tentaciones en el desierto como "TENDENCIAS NEGATIVAS PSICOLÓGICAS (je,je)".?

El mayor triunfo de Satanás es precisamente hacer creer a los incautos que no existe, con la guardia bajada, con escaso o nulo sentido del pecado, es como se llega finalmente al ateísmo y a la muerte espiritual.

Me pregunto por qué la gente no se limitará a rezar y procurar no apartarse del camino señalado.

Que Dios le bendiga.

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Muchas gracias Sr. Ocampo por tan interesante y enjundioso artículo. Hay que tener mucho cuidado con esos ¿teólogos?, pero que también forman parte de los planes de Dios, aunque por muchas falsas elucubraciones a las que se entreguen, no por ello han de tener razón: los FALSOS DOCTORES de los que avisan Los Evangelios.
13/05/16 4:34 AM
  
toni
existe y NO es algo psicologico y el padre amorth estaria mas que de acuerdo con esta frase.y NO se trata de un ser vivo como un animalito o plantita se trata de algo mas; es un ser espiritual tal como lo son los angeles y arcangeles o sera que estos tambien son un mito o algo psicologico?
Mt 4:8,9,Lc 4:13;Job 1:6-12;2:1-7;Ap 12:9,12
13/05/16 4:50 AM
  
José J.
Palabras del P. Amorth:

«Lo primero que hago es preguntarle al demonio cuál es su nombre. A menudo no quiere decirlo, pues se vuelve más vulnerable. No hay que hacerle nunca preguntas estúpidas, como si la Roma ganará al Lacio. Sólo preguntas directamente relacionadas con la curación del poseído. Así, que, primero el nombre; luego el día de entrada en el cuerpo, los motivos y quién lo envía», explica el exorcista.

www.caminocatolico.org/home/testimonios/1283-1215

- ¿A los perros o los gatos se les pregunta el nombre, o eso es lo que se hace con seres inteligentes?

- ¿A las "tendencias negativas psicológicas" se les pregunta algo, no digamos ya su nombre?

- "No quiere decirlo, pues se vuelve vulnerable" ¿Y eso a quién le suele pasar?

Decir que está "VIVO" es el modo de afirmar que EXISTE y está PRESENTE. Que puede ejercer las peores influencias, que tiene VOLUNTAD y POSIBILIDAD de actuación, DESEO de causar daños para perder almas y ganarlas para SI.

¿Eso lo hacen los gatos y los perros?
13/05/16 4:52 AM
  
Alzado
Las intervenciones del tal Emilio Amadeo desprenden entre líneas ese inconfundible hedor dulzón de la putrefacción y de la corrupción. Hedor porque viene del maligno y dulzón porque aparenta serenidad y mesura en el pensamiento, para asemejarse a la astucia de la serpiente. Podría usar el pseudónimo de "Ka", como la serpiente del Libro de la Selva, y al menos sería más gracioso. Se te ve el plumero con la incipiente estrella de cinco puntas ...
13/05/16 8:14 AM
  
Fer
Dogma de fe? Por favor!! Hay que pensar por sí mismo!
13/05/16 8:54 AM
  
Javier M.


Al regresar de Misa un 8 se septiembre, nacimiento de la Virgen, la homilía vino a ser más o menos que la Virgen sí, pero… sin pasarse, vamos que había que contenerse, no fuéramos a quererla más que a Dios. … En fin, ¡poner límites al amor a la Virgen!, ¡ponerle peros!. La homilía siguió tan cristocéntrica, que podría firmarla algún protestante. Y yo, que me vi instado a imitar a Cristo, Hijo de la Virgen, escribí :

Amor a la Virgen
( O la Trinidad es Mariana )

Si la llama el Padre "Llena
de gracia", ¿podría yo
excederme al ensalzarla
como la ensalza mi Dios?.

Y por más que yo la honre,
... ¡si Jesús es su Honor!.
¿cómo temer que yo pueda
honrarla más que mi Dios?

Y si el Espíritu Santo
su seno divinizó,
... cuando yo logre adornarla
más que la adorna mi Dios

entonces, podré decirle :
¡Basta, Madre, se acabó!,
que ya conseguí amarte
como te ama mi Dios.

Pero mientras llega el día
que se cumpla lo anterior,
te veneraré María,
Madre mía y de mi Dios;

y como la hiperdulía,
dónde acaba, no sé yo,
por si acaso, ¡Trinitaria!
te veo, ¡Madre de Dios!,

porque, a lo que yo entiendo,
¿qué puede ser la Asunción,
sino asumirte en el seno
Trinitario de mi Dios?;

que si Eres criatura,
la Trinidad se donó
a Sí misma a ti, María
por Voluntad de mi Dios.

Y si es Su Voluntad
verte digna de su Amor,
... ¿me pondré yo a tasar
lo que no tasó mi Dios?.

Y, si acaso, por exceso
llegara a la adoración...
¿mi adoración será más
que los dones de mi Dios?.

Cordiales saludos.
13/05/16 9:15 AM
  
Martha Laura Mireles Vazco
No veo el por qué dudar de lo que estamos viviendo, o qué es lo que no quiero ver??? Obvio que debo seguir de la mano de los Sacramentos, mi oración e invocación para que me guíe el Espíritu Santo. El Santo Rosario, jamás dejarlo! El artículo es excelente Dr. Manuel. Gracias y saludos!!
13/05/16 11:09 AM
  
josé
Dr Ocampo, gracias por defender a la Madre de Dios y Nuestra Señora.
En el gran combate cósmico entre el Bien (el Verbo de Dios) y el Mal (Lucifer) el partido ha terminado ya con la venida de Nuestro Señor Jesucristo. Estamos en la prorroga y me parece que pronto vamos a entrar (o ya hemos entrado) en el último minuto...
Saludos cordiales
13/05/16 11:26 AM
  
José J.
Al Sr. FER, la cuestión ya es ¿qué fe tiene usted? Si no cree en la existencia y acción palpable del Demonio en el mundo, ya dirá usted qué cree en las palabras y hechos que vivió Nuestro Señor en la tierra. Lea Cor. 4,4 y Mt 6,13 también I Pe 5,8, sus referencias son numerosas en las Escrituras, es el enemigo de Dios y de los hombres, Act 12, 10 siendo que la Escritura se caracteriza por la inerrancia.
Y si, es DOGMA DE FE, infórmese usted, tiene esa obligación moral.

Respecto a la última frase suya: "Hay que pensar por si mismo", es la clásica expresión de los ateos que cuanto más ¿piensan? menos entienden. En cualquier caso, dicha expresión es la manida y habitual falacia "ad hominen" cuando no se tienen argumentos, porque ya dirá que sabe usted acerca de quienes acá hacemos estos comentarios.
13/05/16 12:40 PM
  
Almudena 1
Pablo VI:
Se creía que después del Concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia. Por el contrario, ha venido un día de nubes, de tempestad, de oscuridad, de búsqueda, de incertidumbre, y se siente fatiga en dar la alegría de la fe. Predicamos el ecumenismo y nos alejamos cada vez más de los otros. Procuramos excavar abismos en vez de colmarlos.”

¿Qué pensar del Concilio entonces?
¿No es de Dios todo aquello que trae paz y bien y lo contrario sería del demonio?
13/05/16 1:08 PM
  
josé
Almudena 1: tienes razón, en el concilio entró el humo de Satanás... también lo dijo Pablo VI... Y cuando el humo de Satanás entra en la Iglesia di Cristo... quiere decir que ha llegado la Hora de Satanás, la que Nuestro Señor llamó "la hora de las Tinieblas". Pasión y muerte...
pero después vendrá la Resurrección. Este momento es la hora del Mal,
pero su destino final será el Infierno (para él y para todos los suyos... y para los fieles (pequeño resto) la Vida eterna!
Saludos cordiales
13/05/16 2:54 PM
  
Emilio Amadeo
¿Qué puedo decir? Pueden creer en lo que estimen oportuno, pero las creencias y la fe no tienen nada que ver. Las creencias son una decision personal, mientras que la fe es algo que nos viene dada como un regalo. No digan que tienen fe en el demonio, porque eso sería absurd. Acepto que crean en él, pero la fe en el demonio está fuera de lugar. Y de todos modos, insisto en que creer en un ente separado que es el que nos está llevando de mal traer, es algo simplemente indemostrable.

Las posesiones diabólicas de las que hablan el P. Amorth, son asuntos para normales. Hay muchas cosas que entran en el campo de lo para normal, como por ejemplo los OVNIS. Nadie sabe lo que son, pero mucha gente afirma haberlos visto, e incluso los hay que afirman haber entrado en contacto con ellos. ¿Significa que existan? Significa que estamos ante algo que no podemos todavía clasificar. Puede ser sugestión, alucinación, enfermedad... Pero no tiene por que ser OVNIS.

Las posesiones diabólicas o de espíritus malignos han sido una explicación de muchas enfermedades de tipo psicosomático, hasta tiempos recientes, pero hoy (el doctor Ocampo es médico, y lo sabe mejor que yo) existen explicaciones científicas, y no nos hace falta recurrir a explicaciones anteriores.

Por otro lado, si leen los libros del P. Armoth, verán que los exorcismos no solucionan casi nunca las supuestas posesiones diabólicas. Él mismo reconoce que hace falta realizar exorcismos durante años y años, antes de que la persona quede curada. Es simplemente absurdo estar yendo a un exorcista durante 20 años, una vez por semana para solucionarte tu posesión diabólica, que nadie puede probar que sea un hecho. Yo me lo solucionaría de otra manera. Y, por cierto, esto es lo que creen la inmensa mayoría de los católicos.
13/05/16 3:12 PM
  
José J.
El CVII tenía unas intenciones, pero una parte de sus consecuencias han sido otras. En ocasiones tengo dudas acerca de la fe de los teólogos, de si ésta es verdadera o de si se trata de meras poses, de afirmaciones sin fondo. El NT contiene todas las respuestas, basta con verlas, y en muchos pasajes no hace falta interpretación alguna. ¿Por qué y para qué se celebró, pues, el CVII a la vista de este pasaje?


"Entonces os entregarán a los tormentos y os matarán, y seréis aborrecidos de todos los pueblos a causa de mi nombre. Entonces se escandalizarán muchos y unos a otros se harán traición y se aborrecerán; y se levantarán MUCHOS FALSOS PROFETAS que engañarán a muchos, y por el EXCESO DE MALDAD SE ENFRIARÁ LA CARIDAD DE MUCHOS; más el que perseverare hasta el fin, ése será salvo. SERÁ PREDICADO ESTE EVANGELIO DEL REINO EN TODO EL MUNDO, TESTIMONIO PARA TODAS LAS NACIONES, Y ENTONCES VENDRÁ EL FIN."

(MT., 24, 9-14)

Compárese este pasaje con lo que está sucediendo y quien tenga ojos que vea, y quien tenga oídos que oiga y habría que añadir que quien tenga entendimiento que entienda. Por supuesto, quien tiene fe no necesita más que perseverar y confiar en el infinito amor divino.

Detrás del "EXCESO DE LA MALDAD" sin duda está su gran promotor y director: Satanás.
13/05/16 3:28 PM
  
Juan
Tengo una consulta: al querer ir a las notas que están en el texto me dirige a una página v2b que no se que es.


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Es raro porque a mi no me sucede eso, ni me aparece así.
Saludos:
Manuel Ocampo Ponce.
13/05/16 3:50 PM
  
Palas Atenea
El demonio es un ángel caído, esa es su esencia y, como tal, no es visible. Según C.S.Lewis al demonio le vienen bien dos posturas: 1) La negación de su existencia 2) La creencia de que es algo simbólico o una forma de llamar al Mal. En ambos casos no se le tiene en cuenta que es lo que a él le conviene.
14/05/16 12:00 AM
  
José J.
Narra el padre Gabriel Amorth -el exorcista católico más reconocido en el mundo- en su obra "El último exorcista; mi batalla contra Satanás", en el capítulo 7, su desencuentro con un cardenal romano que había perdido la fe en un DOGMA FUNDAMENTAL DE LA IGLESIA CATÓLICA EN UNA VERDAD ENSEÑADA POR DIOS MISMO EN EL EVANGELIO: LA EXISTENCIA DE SATANÁS. El exorcista prefiere no dar el nombre del purpurado, pero el hecho es real y nos muestra a qué grado ha entrado la HEREJÍA MODERNISTA hasta las más altas cumbres de la Iglesia y la importancia que tiene para los laicos buscar sacerdotes que sostengan firmemente toda la doctrina de la Iglesia. Jesús dijo: "La sal es buena; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué será sazonada?. Nada vale ni para la tierra, ni para servir de estiércol; así es que se arroja fuera (como inútil). Quien tiene oídos para escuchar, atienda bien esto". (Lucas 14:34-35). Hoy muchos sacerdotes modernistas no creen ya en Satanás como lo ha denunciado no sólo el padre Amorth, sino también -entre otros- el padre Pedro Mendoza Pantoja, coordinador general de exorcistas de la arquidiócesis de la ciudad de México. La sal se ha desvirtuado. "Hay muchos escépticos entre los mismos sacerdotes", advierte el padre Mendoza. Y agrega: "Olvidan que quien no cree en la existencia del diablo está fuera del Evangelio". ("La Jornada", diario mexicano del 22 de julio de 2007).
14/05/16 12:06 AM
  
José J.
Veamos cómo relata el padre Amorth su desencuentro con el cardenal que heréticamente niega la existencia del demonio:

—Buenos días, eminencia, soy el padre Gabriel Amorth. Soy sacerdote paulino. Vivo en Roma. Soy también el exorcista oficial de la…
—Sé quién es usted. He oído hablar de usted. Por favor, ¿qué desea?
—Necesitaría dialogar con su eminencia.
—¿Con qué fin?
—Pues bien, he formado una asociación de exorcistas. Nos reunimos en Roma para debatir y ayudarnos. Ha de saber que en el mundo somos en realidad muy pocos.
—Escuche, ahora no tengo tiempo. Si quiere puede venir a mi casa mañana. Así me dice lo que desea. Hasta luego.

El cardenal da por terminada la conversación telefónica de manera más bien brusca. O al menos así me lo parece. Algo me dice que no le soy simpático. Intuyo el motivo de esto. Pero sigo queriendo encontrarme con él.

Al día siguiente me hago anunciar en su casa a la hora señalada. Un curita muy educado entra en un salón en el fondo de un corredor. Sale pocos momentos después sin mirarme. Viene hacía mí. Entra en otro salón sin decirme nada.

—¡Adelante!-grita una voz ronca que imagino proviene del salón al fondo del pasillo.

Entro.

Su eminencia esta sentado en una butaca. Delante de él tiene encendido un televisor. En la mano tiene el mando. Me hace señas de sentarme en una butaca al lado de la televisión. Después de sentarme, apaga la tele.


—Usted quería verme. Pues aquí estoy. Cuénteme.

—Bueno, eminencia. Deseaba informarle sobre el hecho de que, en calidad de exorcista de la diócesis de Roma, he pensado convocar una pequeña asamblea de exorcistas. Somos pocos en el mundo y poquísimos en Italia. He pensado que vernos nos podrá ayudar. Es un «oficio» difícil. Así que he venido aquí solo para informarle acerca de esta iniciativa.
—Pero debe informar a Ruini (el cardenal Camillo Ruini es, en el momento en el que tiene lugar esta conversación, todavía el obispo vicario para la diócesis de Roma, el sucesor del cardenal Ugo Poletti, Nota de la Redacción), no a mí. Yo dirijo una oficina vaticana que en el papel podría tener competencia en esta materia, pero solo en el papel. El que debe ser informado es Ruini.
—Eminencia, Ruini ya ha sido informado. Le he escrito personalmente. Me parece conveniente informarle también a usted...
—Sí, sí, claro está. Ha hecho bien. Pero en cuanto a esta historia del diablo...
—¿Cómo, perdone?
—Digo que... Usted hace el oficio de exorcista, pero los dos sabemos que Satanás no existe, ¿verdad?
—¿Qué quiere decir con «sabemos que no existe»?
—Padre Amorth. Por favor. Usted sabe mejor que yo que todo esto es una superstición. ¿No me querrá hacer creer que usted lo cree de veras?
—Eminencia, me asombra oír estas palabras de una personalidad tan importante como usted.
—¿Le asombra? Pero, ¿por qué? ¿No me venga a decir que usted de verdad cree en eso?
—Yo creo que Satanás existe.
—¿De veras? Yo no. Y espero que nadie lo crea. Difundir ciertos temores no es bueno...
—Pues, sí, eminencia, no tiene que decírmelo. Más bien, si me lo permite, le sugeriría algo.
—Dígame.
—Usted debería leer un libro que quizá le pueda ayudar.
—¿Ah sí? ¿Qué libro, padre Amorth?
—¡Usted debería leer el Evangelio!.

Un silencio glacial reina en la sala.
14/05/16 12:11 AM
  
José J.
El cardenal me mira seriamente sin responder. De modo que lo acoso.

—Eminencia, es el Evangelio el que habla del demonio. Es el Evangelio el que nos dice que Jesús expulsa los demonios. Y no solo esto, es el Evangelio el que dice que entre los poderes que ha dado a los apóstoles está el de echar a los demonios. ¿Qué desea hacer, eliminar el Evangelio?
—No, pero yo...
—Eminencia, quiero ser franco con usted. La Iglesia comete un pecado grave al no hablar ya del demonio. Las consecuencias de esta actitud son gravísimas. Cristo vino y luchó. ¿Contra quién? Contra Satanás. Y lo venció. Pero él es todavía libre de tentar al mundo. Hoy. Ahora. ¿Y usted qué hace? ¿Me dice que son solo supersticiones? ¿También el Evangelio es entonces solo superstición? ¿Pero cómo puede la Iglesia explicar el mal sin hablar del demonio?
—Padre Amorth, Jesús expulsa a los demonios, es verdad. ¡Pero es solo una manera de hablar para poner en evidencia el poder de Cristo! El Evangelio es una expresión continua de parábolas. Todas son parábolas. Jesús siempre enseñó con parábolas.

Padre Amorth
—Pero eminencia, cuando Jesús quiere usar una parábola lo dice claramente. El Evangelio dice: «Jesús les contó esta parábola». Mientras que el Evangelio distingue netamente hechos históricos realmente sucedidos, las curaciones, las enseñanzas, los reproches, los exorcismos, diferenciando a estos de las curaciones. Cuando Jesús expulsa a los demonios no se trata de una parábola, sino de una realidad. No combatió contra un fantasma, sino contra una realidad, de lo contrario se hubiera tratado de una farsa. Muchos santos lucharon contra el demonio, muchos santos fueron tentados por el demonio, piense por ejemplo en las experiencias de los padres del desierto, muchos santos realizaron exorcismos. Entonces, ¿todos habrían sido unos falsos, unos neuróticos? ¿Cómo es posible no creer en la existencia de Satanás?
—Está bien, pero aun admitiendo que fueran hechos reales, aun admitiendo que Jesús sacó los demonios, queda el hecho de que Jesús, con su resurrección, lo venció todo y, por lo tanto, venció también al demonio.
—Sí, es verdad, lo venció todo. Pero esta victoria se debe aplicar y ha de ser encarnada en la vida de cada uno de nosotros. Cristo venció, pero su victoria para nosotros debe ser reafirmada día tras día. Nuestra condición de hombres lo impone. La acción del demonio no fue anulada completamente. El demonio no fue destruido. El Evangelio dice que el demonio existe y que tentó hasta al mismo Cristo. Jesús ha dado las armas, nos las ha dado también a nosotros, para vencerlo. El demonio puede todavía tentarnos, todos podemos ser tentados, como lo demuestra la oración contra el maligno que el mismo Jesús nos enseñó, en el Padrenuestro. Hasta el Vaticano II, al finalizar la misa se decía la oración a san Miguel arcángel, ese pequeño exorcismo compuesto por el papa León XIII y se leía el Prólogo del Evangelio de san Juan precisamente en clave liberadora.


La existencia del demonio es un dogma.
Cristo habla de él en la Biblia.
Quien niega su realidad no
puede ser católico.
Su Eminencia ya no sabe qué decir. Ni habla ni reacciona. Me levanto, me despido y salgo. Y pienso: ¿Hasta aquí hemos llegado? Y sabiendo que hasta principios del Medievo los exorcistas existían en todas partes. Después, desafortunadamente, algo cambió.

En el primer milenio abundan los grandes padres de la Iglesia que hablan del diablo. Luchan contra él. Lo ven. Por eso hablan de él. Sus testimonios son únicos. Entre los más sugestivos y fuertes están los de los monjes del desierto. Sus batallas contra Satanás tienen un no sé qué de épico.

En Occidente es fuerte la tendencia, en parte debido al derecho romano, a querer regularizarlo todo. Ya a fines del siglo II san Ireneo habla con admiración de los exorcistas como de una categoría aparte, a pesar de que todos pueden pertenecer a ella. En Roma, el papa Cornelio, en una carta suya del 251 es el primero que habla de los exorcistas como de poseedores de un oficio sagrado. Creo que puede considerarse como concluida esta institución del sacramental del exorcismo en el año 416, cuando el papa Inocencio I establece que los exorcismos pueden ser administrados solo después de la autorización episcopal. Esta es la disciplina hasta ahora vigente (con la precisión de que el obispo puede dar la facultad de exorcista solo a los sacerdotes).

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14/05/16 12:12 AM
  
José J.
Sin duda señor Emilio Amadeo es usted un experto en sucesos "paranormales" y explicaciones pseudo-psicologístas sin fundamento empírico alguno, siendo particularmente llamativo el recurso a los OVNIS pero me da la sensación de que no lo es en los campos que está usted tocando, veamos por qué. Usted sólo hace generalizaciones precipitadas (secundum quid) a partir de lugares comunes, por ejemplo, negar las posesiones por que su número es escaso o que usted considera poco representativas. Pero eso sólo es un criterio personal subjetivo suyo, y es que si un sólo caso de contagio por ébola originó la alarma social que provocó en España, imagine lo que deberían provocar media docena de posesiones entre los católicos, aunque los casos psicóticos fuesen tres millones.

Además, usted afirma que la mayoría de los católicos no creen ya en Satanás, es decir, usa usted el típico "argumentum ad populum", o sea, que usted intenta apoyar su afirmación particular y personal en un supuesto número del que usted desconoce la cantidad, circunstancias y hasta opiniones estadísticamente analizadas. Sin embargo, de la lectura de mis anteriores mensajes destaca que no creer en la existencia de Satanás es un HEREJÍA en la que están incurriendo por ignorancia muchos católicos, porque ya dirá usted en qué TEOLOGÍA, ONTOLOGÍA; ESCATOLOGÍA; TRADICIÓN; DOCTRINA; MAGISTERIO...etc., son EXPERTOS dichos católicos a cuyo número imaginario recurre usted. Más aún, ¿en qué es usted experto?

En todo su argumentario no hay una sola verdad o una sola certeza, tan sólo unas imaginarias apelaciones de naturaleza "ad verecundiam". La cuestión es si es usted católico de verdad o tan sólo se le supone.

Sobre la diferencia entre "fe" y "creencias" que hace usted, demuestra un escaso conocimiento sociológico, antropológico y de historia de las religiones. Más aún, hasta de filosofía, le recomiendo la lectura del ensayo de Ortega y Gasset "IDEAS Y CREENCIAS" a efectos de conocer y diferenciar ambos conceptos. Todo "SISTEMA DE CREENCIAS RELIGIOSAS" PROCEDEN DE LA FE. Otra cuestión es que la "fe" otorgada por Dios sea la "FE VERDADERA" frente a otras "fes" que el hombre tiene o INTUYE pues el ser humano es un "HOMO RELIGIOSUS".

Mire, dos cuestiones: este es un tema de extrema seriedad y gravedad para los católicos, por tanto frivolidades "ovnísticas" y "pseudo-científicas modernistas" no tienen interés alguno para ningún católico. Y, en segundo lugar, es obligación de todo católico creer las verdades de fe, dogmas, contenidas en los Evangelios y las demás fuentes. Si no se cree en ello, no se puede uno definir como católico.

Saludos y bendiciones.
14/05/16 12:37 AM
  
José J.
"LA EXISTENCIA DEL DEMONIO ES UN DOGMA.
CRISTO HABLA DE ÉL EN LA BIBLIA.
QUIEN NIEGA SU REALIDAD NO
PUEDE SER CATÓLICO."

www.catolicidad.com/2013/05/el-padre-amorth-exorcista-catolico-se.html


Es decir, TODO CATÓLICO tiene la obligación de creer en la Palabra de CRISTO. Quien tenga dudas lea también el "CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA".
14/05/16 12:42 AM
  
José J.
Colombia: el obispo de Armenia advierte sobre la construcción de un templo a Lucifer

Luis Santamaría, el 1.01.16 a las 6:04 PM


El pasado 27 de diciembre estaba previsto que se inaugurara en Colombia, en la vereda “El Aguacatal” (municipio de Calarcá, departamento del Quindío) un templo en el que se dará culto a Lucifer, tal como publicamos en Info-RIES. La ley colombiana no permite, en principio, la libertad religiosa a una entidad dedicada al satanismo, así que por ahora no se ha inaugurado oficialmente el local.

Con motivo de esta noticia, que ha alarmado a la población del lugar, el obispo de Armenia, monseñor Pablo Salas Anteliz, ha difundido un comunicado valorando el hecho y ejerciendo su magisterio con los fieles católicos para orientarlos ante este tema. Por su interés, lo reproducimos a continuación.

COMUNICADO DEL OBISPO DE ARMENIA


Muy queridos sacerdotes y fieles católicos:

En razón de la noticia difundida en estos días por los medios de comunicación en torno a la inauguración de un templo dedicado al culto al demonio en el Municipio de Quimbaya, vereda “aguacatal”, me permito hacer las siguientes consideraciones a los presbíteros y demás fieles católicos de la Diócesis de Armenia:

1. El diablo existe, no es un mito. En efecto, la Biblia desde la primera página hasta la última, afirma la existencia del Demonio. Son muchos los lugares de la Sagrada Escritura en los que aparece como un ser personal que tienta al ser humano, como enemigo de su felicidad, porque es por naturaleza opuesto a Dios. Jesús lo llama “padre de la mentira” y “homicida desde el principio” (Jn 8, 44).


2. El culto al demonio. Así como se le rinde culto a Dios, también hay personas que le rinden culto al demonio; pero, también el demonio pretende ese culto por parte del hombre. En las tentaciones en el desierto (Mt 4, 10) Jesús le dice claramente que sólo a Dios se debe adorar. Esta pretensión de ser adorado se concretiza a través de personas e iniciativas como el templo construido en Quimbaya, del cual estamos hablando. De esta forma, el culto al demonio se constituye en una forma de idolatría, es decir, en un auténtico pecado mortal.

En este sentido, entonces, cualquier forma de culto satánico es una opción por el Diablo frente a la fe en Dios, algo que aparta radicalmente al ser humano de la comunión con quien lo ha creado y lo quiere salvar. Asociarse a Satanás no puede traer consigo otra cosa que unirse a su acción destructora de la felicidad del hombre.

3. El Catecismo de la Iglesia Católica. El Catecismo habla muy claro sobre el demonio (cfr. 391-395): Tras la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios (cf. Gn 3,1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte (cf. Sb 2,24). La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo (cf. Jn 8,44; Ap 12,9). La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. “El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos” (Concilio de Letrán IV, año 1215).

El diablo es “pecador desde el principio” (1 Jn 3,8), “padre de la mentira” (Jn 8,44). La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama “homicida desde el principio” (Jn 8,44) y que incluso intentó apartarlo de la misión recibida del Padre (cf. Mt 4,1-11). “El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo” (1 Jn 3,8). La más grave consecuencia de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios.

4. El Papa Francisco y el demonio. Son muchas las intervenciones del Papa Francisco en las que abiertamente nos ha alertado acerca de la presencia de Satanás y de sus distintas maneras de hacer que nos desviemos de los caminos de Dios. “A esta generación y a muchas otras se les ha hecho creer que el diablo era un mito, una figura, una idea, la idea del mal ¡pero el diablo existe y nosotros debemos combatir contra él! ¡Lo dice San Pablo, no lo digo yo! ¡Lo dice la Palabra de Dios!” (Homilía en Santa Marta el 30 de octubre de 2014).

5. Sacerdotes y fieles de la Diócesis de Armenia: vivamos con autenticidad nuestra Fe y rechacemos toda forma de pecado y seducciones engañosas del demonio. La vida cristiana es un combate, una permanentemente lucha contra el mal; siempre estaremos combatiendo contra el enemigo que pretende separarnos de Dios. Desde nuestro bautismo, hemos sido ungidos con el óleo de los catecúmenos, para luchar contra las asechanzas del enemigo, para combatir con el arma de la Fe. En este sentido, bien nos enseña el Papa Francisco en la homilía ya mencionada: “Sin fe no se puede ir adelante, no se puede defender la salvación de Jesús, necesitamos el escudo de la fe, porque el diablo no nos tira flores, sino flechas encendidas, para asesinarnos. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Y a elevar constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu”.

6. Un motivo más para evangelizar con seriedad y hacer presente a todos y en todas partes el Anuncio del Evangelio.

Frente al rechazo y negación de Dios que promueve este tipo de cultos, necesitamos con el vigor que brota del Espíritu Santo, hacer presente con la coherencia de nuestra vida y de nuestro Ministerio, hacer resonar en todos los ámbitos de la vida diocesana el anuncio del Evangelio que Salva. En efecto, Jesús, el Señor, ha venido para que el hombre tenga vida y la tenga en abundancia, para que el hombre viva y no muera, para que no se pierda ni uno sólo de los que el Padre le ha confiado. Por tanto, las iniciativas misioneras de las Parroquias deben estar animadas de este espíritu.

7. Estemos atentos. No seamos ni ingenuos ni cobardes, nos pide el Papa. Caminemos atentos, con temor y temblor, y también y sobre todo conscientes de que Cristo ya ha vencido y nos acompaña siempre. El culto a Satanás siempre será un desafío no solo para la fe, sino también para la sociedad misma, para la moral pública, para las familias, para nuestros hijos, para el orden institucional. Las familias del Quindío deben particularmente estar muy atentas en lo que mira a sus hijos, que lamentablemente son los más frágiles y vulnerables a este tipo de propuestas ajenas a la fe y a la dignidad de la persona. Bien sabemos que en torno a este tipo de culto, de manera conexa, se viven situaciones muy dramáticas que ponen el riesgo la integridad de las personas que lo frecuentan y que en muchos casos, se configuran como auténticos delitos ante las leyes del país.

8. Las autoridades. Las autoridades competentes, como en todos los casos, deben velar por la integridad de las personas y especialmente de los niños, adolescentes y jóvenes del Quindío. Asimismo, estarán atentas, a la normatividad jurídica que rodea este tipo de templos, que en ningún caso, quedan bajo el amparo de la ley 133 de 1994, que reglamenta la libertad de culto en Colombia, que expresamente dice: Artículo 5º.- No se incluyen dentro del ámbito de aplicación de la presente Ley las actividades relacionadas con el estudio y experimentación de los fenómenos psíquicos o parapsicológicos; el satanismo, las prácticas mágicas o supersticiosas o espiritistas u otras análogas ajenas a la religión.

9. ¡Cuidado con hacer tratos con el demonio! Así lo pide expresamente el Papa Francisco: “San Pedro lo decía: Es como un león feroz, que gira a nuestro alrededor. Es así. ‘¡Pero, Padre, usted está un poco anticuado! Nos asusta con estas cosas…’. No, ¡yo no! ¡Es el Evangelio! Y esto no son mentiras: ¡es la Palabra del Señor! Pidamos al Señor la gracia de tomar en serio estas cosas. Él ha venido a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido al demonio! ¡Por favor, no hagamos tratos con el demonio! Él busca volver a casa, tomarnos en posesión… ¡No relativizar, vigilar! ¡Y siempre con Jesús!” (Homilía en la Capilla de Santa Marta, 10 de Octubre de 2013).

Fraternalmente,

+ Pablo Salas Anteliz, Obispo de Armenia


14/05/16 12:48 AM
  
Ricardo de Argentina
Del texto del P. Amorth, que yo ya conocía y que ha transcripto José J., pueden sacarse graves conclusiones:

* Que la pudrición de la fe ha llegado a las altas esferas vaticanas. O mejor dicho, han accedido a altos cargos vaticanos hombres sin fe, que son meros políticos de la religión.

* Que si negamos la existencia del Maligno como persona angélica realmente actuante y todo en el Evangelio es mera alegoría, entonces el cristianismo no pasa de ser una moralina. Pero va a ser que no: relata hechos históricos y es fuente de salvación.

* Que la pérdida de la Fe lleva a la pérdida de la Razón, porque sólo quien tiene obnubilada la razón puede llegar a sostener que hoy en el mundo no existen fuerzas del Mal desatadas y sin control. Quien no las percibe tiene un problema.
Ésas son las fuerzas que responden a Satanás.
14/05/16 5:48 AM
  
Emilio Amadeo
Señor José J., nada de lo que usted dice en sus posts prueba en modo alguno la existencia de un ente con existencia propia, que pueda responder al título de demonio. Usted pone la entrevista del P. Armoth con un cardenal (al que usted califica de herético), el cual le dice claramente que la creencia en el demonio es una superstición. Efectivamente, así lo creo yo también. ¿Qué es una herejía? Ni lo sé ni me importa. Hace mucho tiempo que ha dejado de preocuparme lo que es una herejía. Vivir con esas obsesiones es una carga intolerable, y lo mejor es soltar lastre. Supongo que soy un hereje, como el 99% de los católicos que, como yo, no creen en el demonio.

Porque creer, ¿qué es creer? Hoy no se puede creer en algo porque sea un dogma de fe, si es contrario a lo que la ciencia demuestra. Por ejemplo, el Génesis, ¿Cómo coy a creer que Dios creó el mundo en siete días, y que lo hizo del modo que viene descrito en ese libro? Absurdo. La Ciencia demuestra claramente que tal cosa carece de toda credibilidad. Por tanto, creer en algo que resulta totalmente increíble es imposible. Y si usted quiere llamar a eso herejía, hágalo. Pero no por eso voy a creer en algo que está claramente desfasado y es falso a todas luces. Y por tanto, si usted cree en algo falso, es usted quien debería ser considerado hereje, no yo.

El demonio, como un ser con existencia propia, es una idea simplemente peligrosa. He visto al Padre Armoth en un vídeo en you tube, con otro colega evangélico que hace también exorcismos. Las cosas que hace, no es que sean absurdas, es que son manipulaciones peligrosas de las personas, abusando de ellas de un modo verbal e incluso físico. Una psiquiatra aparece en el vídeo juzgando lo que hace ese supuesto exorcista, y lo califica de manipulador. Se ha dado el caso de personas que han muerto durante los exorcismos a los que fueron sometidos, por si usted no lo sabe. Esas cosas son peligrosas, porque se entra en un terreno donde aparecen fuerzas del inconsciente colectivo (supongo que ha oído hablar de Jung) que existen, y que es mejor no despertar. Esas fuerzas o energías son muy peligrosas. Los psiquiatras saben de su existencia: son las que provocan enfermedades mentales.

Jugar con fuego es peligroso. Es mejor no abrir esa caja de pandora. Y si nos dedicamos a remover en esa caja, muchas personas empezarán a sentir síntomas de posesión diabólica, y los exorcistas no darán abasto. La sugestión y la superstición pueden jugar malas pasadas. Vamos a quedarnos en el terreno de lo científico, por tanto. Es más seguro. Si usted dice que no se puede ser católico y no creer en el demonio (como ente separado), es una opinión que respeto, pero que evidentemente no comparto. El demonio es un nombre para referirnos a esas energías para normales, que proceden de nuestro inconsciente, que no conviene tocar.

Un saludo.

14/05/16 5:50 AM
  
Emilio Amadeo
Esa cita de San Pedro, la de un leon feroz que gira alrdedor de nosotros para devorarnos... No es un ser fuera de nosotros, hombre. Somos justamente nosotros: nuestro ego. Nuestrs pensamuentos desbocados. Si es que lo entienden todo al pie de la letra.

_/\_
14/05/16 1:05 PM
  
Ricardo de Argentina
El último artículo de Luis Fernando sobre la explosiva multiplicación de los casos de eutanasia es una demostración palpable de la acción del demonio en la civilización que padecemos. Civilización que optó por renegar de Cristo y que por ellos mismo, optó por Satanás.
Como buen vendedor, el diablo no mostró de entrada todas sus cartas sino que convenció a millones de que habían hecho un buen negocio alejándose de Cristo: menos trabajos, menos obligaciones y prohibiciones, menos enfermedades, más placer, más tecnología, más confort. ¡Eso era el "progresismo"!
Pero ahora viene a cobrarnos la factura: aborto, inseguridad, eutanasia, corrupción, muerte de la institución familiar, drogas y abusos por doquier. Y algo mucho peor: la condenación de tantísimas almas.
15/05/16 7:36 PM
  
Davidp83
Emilio Amadeo es un pseudo católico que lo único que sabe hacer es negar persistentemente la fe católica. por cierto, la cosa es bastante fácil, el demonio existe porque así nos lo ha revelado DIOS atraves de la sagrada escritura y de la la tradición. así de sencillo. ademas la existencia misma del demonio es un dogma de fe proclamado por la iglesia durante el concilio de letran de 1215. por ende quien niega al demonio es un hereje, a lo que añadía juan pablo ii que quien negara la existencia del demonio niega el evangelio mismo y esta diciendo implícitamente que DIOS es un mentiroso. por ultimo, parafraseando a charles baudelair se podría decir que la victoria mas grande del demonio es hacernos creer que no existe y el hilarante Emilio Amadeo entre otros es prueba de ello.
16/05/16 3:56 AM
  
Davidp83
por cierto lo olvidaba, las falacias que utiliza el pseudo católico Emilio Amadeo para negar la existencia del demonio son las mismas falacias que utilizan los ateos para negar la existencia de DIOS. que coincidencia!
16/05/16 4:00 AM
  
Tulkas
El problema del demonio es que es muy difícil hacerse una idea de él, porque como dice Ocampo, "el mal es un vaciamiento del ser".

Yo no creo que sea un tipo simpático o mefistofélico con cuernos, ni un garritranca de Dante, ni un personaje de película de terror.

Es muy fácil hacernos una idea del "mal", en general, pero extremadamente difícil de aquél que fue el primero en obrar mal. Por eso es tan fàcil dudar de su existencia. En este sentido, sus representaciones pictóricas, artísticas y literarias ayudan muy poco. El Satanás de Dante es poco menos que simpático y el Melkor de Tolkien es de todo menos satánico, por más que obre mal.

Me convence un poco la obra "Satán" de un judío belga converso cuyo nombre no recuerdo.
21/05/16 1:20 AM
  
Para Emilio Amadeo
El papa Pablo VI dijo:

"El mal no es solamente una deficiencia, sino una eficiencia, UN SER VIVO, espiritual, pervertido y perversor. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa. Se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su existencia; o bien quien hace de ella un principio que existe por sí y que no tiene, como cualquier otra criatura, su origen en Dios; o bien la explica como una pseudorrealidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias."

w2.vatican.va/content/paul-vi/es/audiences/1972/documents/hf_p-vi_aud_19721115.html

Un estudio teológico sobre el tema, autorizado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, puede leerse aqui:

www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19750626_fede-cristiana-demonologia_sp.html
30/05/16 2:31 AM
  
Hortensia
No sé porque niega la existencia del demonio como una persona ( y para terrible realidad) de una inteligencia muy superior a la nuestra. Además de no haber perdido su condición de espíritu inteligente tiene un odio "satanico " a Dios y a su obra cuya cúspide somos nosotros. Naturalmente desea destruir en nosotros el amor a Dios y apartarnos de quién es nuestra perfecta felicidad. Quiere arrastrarnos al mundo de odio e infelicidad al que está condenado. Cuando nos lleva hacia Él suscita en nosotros las pasiones sentimentales o instintivas y las disfraza de caridad o realización personal. O, mueve nuestra soberbia, envidia, etc. y nos invita como a Adán y Eva a ser como dioses. Oh! sí. No lo vemos pero si somos astutos lo sentimos a nuestro alrededor y el de nuestros semejantes. Dios nos proteja!
31/05/16 2:58 AM

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