La Filosofia y las Ciencias Experimentales
Las ciencias particulares o experimentales han alcanzado tal hegemonía que actualmente difícilmente podemos comprender que haya podido existir alguna conexión de ellas con la Filosofía. Por eso resulta indispensable la conciencia histórica de todos los ámbitos incluyendo el ámbito científico. Lamentablemente hoy predomina el error de evitar, aquellas fuentes escritas que rebasen los cinco años de antigüedad. Esto se debe a que también arbitrariamente se ha considerado como universalmente válido el método impuesto por la APA (Asociación Psicológica Americana).
Sin embargo, es necesario saber que, en el pasado la unidad del conocimiento humano, así como la natural pluralidad con la diversidad de saberes, ya había sido descubierta. Esta unidad en la diversidad, en la que la unidad prevalecía sobre la diversidad como naturalmente debe ser, se designaba con el nombre de Filosofía. El íntegro repertorio de las ciencias era parte integral de la Filosofía. La Filosofía era así, reconocida como la más perfecta de las ciencias. Esto debido a que la Filosofía se ocupaba, en general, de todo ente en tanto que es, o de todo existente en cuanto que existe. Además, en la Grecia clásica existían las que se llamaban Filosofías segundas, que eran modalidades que aplicaban la Filosofía a un determinado tipo de entes, sin profundizar en sus más universales causas, sino únicamente en las que correspondía a sus respectivos objetos. Es así como se distinguía lo que hoy conocemos como Filosofía y Ciencias Particulares. No existía un divorcio total entre el saber filosófico y el conocimiento científico, porque las ciencias experimentales coincidían en la Filosofía en cuanto las causas últimas de cualquier conocimiento y de cualquier ciencia reciben naturalmente su explicación más radical de la Filosofía.
Con el desarrollo de la Teología sobrenatural, el conocimiento científico se clasificó de otra manera. El saber filosófico tuvo que distinguirse, no sólo de los conocimientos vulgares, técnicos y artísticos, sino también de los conocimientos que suponían un origen sobrenatural. Se mantuvo la unidad entre los saberes y las distintas ciencias y también las ciencias filosóficas y las teológicas sobrenaturales mantuvieron una unidad respetando su distinción.
Lamentablemente la Modernidad con el racionalismo en sus dos vertientes, la empirista y la idealista, desarticuló todo el conocimiento. A partir de la Modernidad, cada grupo de conocimientos se ha considerado separadamente como una ciencia. Con esto, las ciencias menos perfectas han adquirido una independencia de las más perfectas, de modo que las ciencias menos perfectas acaban incluso por considerarse superiores a las ciencias más perfectas. En el extremo, el positivismo considera que la Metafísica y la Teología han sido superadas por las ciencias particulares. La única “ventaja” de esto es que las ciencias experimentales se han desarrollado ampliamente en los conocimientos más especializados, pero, lamentablemente desarticulados de la totalidad de la realidad.
En la modernidad, el hombre de ciencia, deslumbrado por los conocimientos experimentales, ha olvidado y desconocido la importancia de la Filosofía realista. En el mejor de los casos la Filosofía se concibe como la suma de los resultados de las ciencias especializadas. Desde la modernidad, el hombre ya no se percata de que las ciencias experimentales, y aun lo que se ha llamado ciencias humanas, no pueden ser totalmente independientes de la Filosofía y más aún de la Metafísica, que tiene por objeto el ser en cuanto ser. Urge reconocer que toda ciencia se subordina, en última instancia a la Metafísica.
Pero además, la autonomía de las ciencias experimentales no es sólo respecto a la Filosofía, sino que las ciencias experimentales también se van independizando unas de otras. Por lo mismo, actualmente las ciencias experimentales fallan en algunos o en todos los principios que exige un riguroso concepto de ciencia, entre los que se encuentran: la referencia al ser, la certeza que proporciona el conocimiento de las causas y el sentido de la totalidad de la realidad. Las ciencias experimentales, aunque se ocupan de objetos reales, se desentienden de la noción de realidad y de los problemas que afectan a la totalidad de las cosas. Esta es una de las razones del hecho de que la tecnología o ciencia aplicada se esté desarrollando tanto, pero al mismo tiempo, esté destruyendo la totalidad de las cosas.
Actualmente las ciencias experimentales o particulares se separan de la totalidad, abstraen de ella y de todo lo que no sea experimentable. No es que los conocimientos que proceden de las ciencias estrictamente particulares carezcan de certeza verdadera, sino que esa certeza no procede de un verdadero conocimiento de las causas. Las ciencias estrictamente particulares se han constituido con independencia del sentido de la totalidad de la realidad y por esa razón pretenden ser autónomas respecto a la Metafísica. Por todo lo anterior es necesario volver a considerar, que lo que hace posible la unidad del conocimiento filosófico, es la subordinación de las ciencias filosóficas a la Ontología. Porque lo que da a la Filosofía y a todo tipo de conocimientos su sentido de totalidad, es su relación próxima o remota al ser, que es el objeto de la Metafísica o Filosofía Primera.
10 comentarios
Saludos.
"Las ciencias particulares o experimentales han alcanzado tal hegemonía que actualmente difícilmente podemos comprender que haya podido existir alguna conexión de ellas con la Filosofía." Esa hegemonía, no es la Ciencia particular en su conjunto, sino una rama muy especifica, el positivismo lógico y el empirismo radical. Si bien existe esa "hegemonía" es por factores ajenos a la ciencia. véase las cuatro últimas conferencias impartidas por el Dr. Evandro Agazzi en Argentina
aquí una de cuatro
https://www.youtube.com/watch?v=W6nR_cCA7lY
Muy por el contrario es el medio de conocimiento del monoteísta: para los cristianos, la realidad no esta amputada, no esta reducida a lo sensible, a lo comprobable por medios empíricos. La razón y los sentidos se complementan mutuamente. Y muchas cosas, que para el materialismo filosófico y la tecnociencia son incomprensibles como la Revelación, la Resurección, Dios, la Misión Profética, etc., son verdaderas. Todo cuanto sea racional, aunque no sea percibido por los sentidos, es dominio de la ciencia. La Ontología, la Metafísica, la Filosofía Primera, son ciencias, tanto más fundamentales cuanto que piensan la realidad en su totalidad.
Pero la ciencia mundana se alegra de haber hecho saltar en pedazos todo el edificio de la Metafísica, mientras hunde al hombre y a la creación en la desesperación. El mundo verdadero es falso, ahora el mundo material es el único verdadero, pero este no es más que una mota de polvo en medio de muchas realidades supra-sensibles y supra-formales que lo envuelven.
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Muchas gracias por su comentario.
Saludos:
Manuel Ocampo Ponce.
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Muchas gracias por su comentario.
Coincido totalmente.
Saludos:
Manuel Ocampo Ponce.
¿Alguna de las dos es capaz de identificar las diferencias entre algo existente y algo imaginado o soñado, sin recurrir a la experiencia, solamente usando conceptos y descripciones?
Gracias anticipadas por las respuestas.
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Apreciado Renzo:
No te conozco pero de verdad estoy muy impresionado por lo asiduo que eres en las lecturas de las publicaciones. Debo reconocer que a veces ya no puedo ni responderte a todo lo que escribes. Creo que nunca había tenido un lector tan perseverante. Lamento no alcanzar tus expectativas en mucho de lo que escribo.
Respondiendo a tu pregunta, la diferencia es que lo que está en la imaginación es una representación o imagen de una rosa concreta que tu estás viendo. Una cosa es la rosa y otra la imagen de la rosa. Efectivamente para hacer la diferencia es necesario recurrir a la experiencia sensible. Sin embargo, con la inteligencia soy capaz de darme cuenta de que una cosa es la rosa, otra la imagen de la rosa que está en la imaginación y otra el concepto de rosa que está en la mente y que se puede aplicar a cualquier tipo de rosa. Cuando pienso rosa, esta puede ser cualquier rosa, pero cuando la imagino, lo hago de una amarilla, o roja, grande, pequeña... La respuesta es que efectivamente como tu bien dices, es necesario volver a la imagen sensible ya que nuestro intelecto requiere de lo sensible para conocer y recordar lo singular y concreto.
Espero que esto te satisfaga aunque sea un poco.
Y te reitero mi disculpa pero muchas veces no puedo responder todo lo que comentas. A veces por tiempo y a veces porque mi conocimiento es limitado y no puedo saber todas las cosas.
Saludos y muchas gracias:
Manuel Ocampo Ponce.
Por ejemplo, existe una idea muy aceptada de que la inteligencia artificial será capaz en un futuro de hacer que una persona exista en una computadora al vaciar la información de su cerebro en ésta y muchas líneas de investigación van en ese rumbo. No sé casi nada de filosofía, pero eso que ellos quieren, suena a que es filosóficamente imposible.
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Así es Falco. Todo eso es imposible pero es el hombre que quiere ser Dios.
Gracias por tu comentario:
Manuel Ocampo Ponce.
Contestando a la primera parte de tu respuesta, te diré que me gusta aprender y procuro aprovechar cualquier oportunidad para hacerlo. Tu blog y los de otros articulistas de esta web me permiten conocer formas de pensar y de ver las cosas distintas a las mías y, aunque, generalmente, haya muchas más diferencias que puntos de encuentro, siempre se pueda sacar algo interesante de debatir con quien presenta argumentos.
En no pocas ocasiones ha surgido en los debates de esta web, la crítica al empirismo o al materialismo, en base a que circunscribirse a ellos es perder una parte de la "realidad" que no es empíricamente verificable o queda fuera de la experiencia sensible, una especie de "realidad inmaterial". Se supone que la filosofía y la metafísica nos ofrecen herramientas para alcanzar el conocimientos de esas otras "realidades". La cuestión es que no veo como pueden identificar acertadamente lo que es real de lo que no lo es.
Intentaré explicar mi punto de vista apoyándome en tu respuesta:
"Respondiendo a tu pregunta, la diferencia es que lo que está en la imaginación es una representación o imagen de una rosa concreta que tu estás viendo.Una cosa es la rosa y otra la imagen de la rosa. Efectivamente para hacer la diferencia es necesario recurrir a la experiencia sensible."
Concuerdo, la construcción mental de una rosa, no es una rosa, y mi rosa "mental" no tiene ninguna necesidad de corresponderse con ninguna rosa concreta existente en el presente, pasado o futuro, es exclusivamente una imagen mental basada en mis recuerdos ,conscientes o no, de las rosas que he visto o que he oído describir.
"Sin embargo, con la inteligencia soy capaz de darme cuenta de que una cosa es la rosa, otra la imagen de la rosa que está en la imaginación y otra el concepto de rosa que está en la mente..."
Bueno, aquí estoy menos de acuerdo contigo. Es cierto en cuanto yo sea el actor único, el que imagina la rosa y el que somete esa imagen al juicio de la razón y la inteligencia (descartemos por un momento que alguna patología me impida separar lo real de lo imaginario), pero no es tan claro cuando quien realiza el análisis de esa imagen es otro actor.
La cuestión es saber qué certeza podemos tener sobre la existencia de algo que no es empíricamente verificable, que no puede ser medido, que no puede ser reproducido en condiciones controladas, que no es predecible...,usando como únicas herramientas de conocimiento la filosofía y la metafísica.
¿Cómo podemos diferenciar con ellas algo existente de algo que es sólo una creación de la mente de alguien?
¿El error es del empirismo y del materialismo por ser demasiado exigentes y "cerrados" o de la filosofía y la metafísica por ir dejando excesivamente abierta la posibilidad de que cualquier cosa imaginada pueda acabar adquiriendo tratamiento de "existente", sin serlo?
Es algo que me gustaría entender ya que sobre la única "prueba" de la filosofía y la metafísica, descansa una gran cantidad de creencias que marcan la forma de vida de muchísimas personas
Gracias por responderme y por darnos la posibilidad de debatir en tu blog. No hay nada que disculpar, entiendo perfectamente que las prioridades son otras muchas y no responder a los mensajes del blog, precisamente por eso es de agradecer que parte del, probablemente poco, como nos ocurre a casi todos, tiempo disponible lo dediques a escribir artículos, leer nuestros mensajes y darnos respuestas.
Un saludo.
Nuesto conocimento comienza por la experiencia sensible, pero no termina en ella ni se reduce a ella, sino que la trasciende.
¿Con qué cosa material o sensible identificarías la existencia que experimentas en las cosas materiales o sensibles?
Cual es la estructura de las ciencias particulares o experimentales??
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Las ciencias particulares o experimentales son aquellas que estudian las causas necesarias próximas de las cosas. Por ejemplo: La causa necesaria próxima de que caiga un cuerpo es la ley de la gravedad. Responden al por qué inmediato de las cosas.
Saludos y gracias por su comentario.
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