Súplica a los responsables de las retransmisiones de actos litúrgicos
A causa del problema de salud pública que tiene trastocados nuestros hábitos, las retransmisiones de celebraciones litúrgicas han adquirido una importancia sin precedentes. Este recurso, disponible ordinariamente para las personas impedidas de salir de sus casas, se ha constituido como necesario para la generalidad de los fieles. Quien escribe estas líneas se ha visto confrontado estos días con un fenómeno añejo sobre que el cual quisiera elevar un ruego, confiando en representar a otras personas.
Por favor, estimados responsables de las retransmisiones audiovisuales de actos litúrgicos: les ruego que realicen las retransmisiones conservando en el mayor grado posible la fidelidad a la realidad de lo que se retransmite.
Es claro que la Cristiandad plasmó todo su esplendor espiritual, vital y social en obras de arte de extraordinaria belleza, raramente igualadas por intentos posteriores. Pero no sé si es oportuno sustituir la imagen del presbiterio por la contemplación de tal vidriera, tal imagen o tal detalle de retablo, baldaquino o ábside.
Tampoco sé de dónde ha salido la idea de que los comentarios del locutor, sean estos improvisados o leídos, tengan preferencia sobre partes de la liturgia, como es el caso de las antífonas de entrada, ofertorio o comunión. Por si alguien no lo supiera, en estos momentos del rito lo que se oye no es como ese hilo musical que en algunas iglesias tienen puesto todo el día como música de fondo. Por el contrario, son elementos del rito que deben ser respetados y vividos como tales. No encuentro ninguna razón que asista al comentarista para sobreponer su voz sobre ellos, salvo si se limita a enunciar la traducción del texto del modo más escueto y breve posible. Aun así, dudo de que esto sea siempre necesario. Ayer sábado, en la retransmisión desde la basílica de San Pedro, el locutor tuvo el detalle de dejarnos escuchar sin estorbos el pregón pascual, que el cantor proclamó en la bellísima versión latina original. Hoy en día no existe ninguna dificultad para seguir la traducción en alguna aplicación o sitio web con el teléfono móvil. Tampoco sería demasiado complicado ir incluyendo la traducción del texto en la pantalla. Esta última es una sugerencia que elevo con la máxima intensidad.
Hay también algo de anacrónico en este deseo de llenarlo todo de palabras. Tengo oído que antes de la reforma de Pablo VI había presbíteros, celosos por la comprensión litúrgica de sus fieles, que se subían al púlpito a retransmitir el significado de las palabras y gestos del celebrante en la liturgia tradicional. Se supone que la simplificación de los ritos y la permisión de traducir ciertas partes a la lengua local que dispuso el segundo concilio vaticano tenía como objetivo hacer innecesarias esas explicaciones:
(…) En esta reforma, los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprenderlas fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y comunitaria (Concilio Vaticano II. Constitución Sacrosanctum Concilium, nº 21.
Pero parece que en las retransmisiones muchos no lo han comprendido así. De modo que, ante una audiencia que presumiblemente suele asistir a misa todos los domingos y en no pocos casos todos los días, hay locutores que, por ejemplo, impiden a los fieles escuchar el canto del ofertorio con el fin de explicarles qué es el ofertorio. Como si no lo supieran, como si nunca hubieran visto uno.
Más cómicas resultan las retransmisiones del silencio. Así, en la Actio Liturgica del Viernes Santo está prescrito ese impresionante silencio con que se inicia y termina la celebración. Lo último que hace falta es que irrumpa el locutor y destruya el silencio aclarando que “el celebrante entra en silencio” o “la celebración acaba en silencio". ¿Donde ha quedado el silencio, entonces? ¿Es que hace falta explicar el silencio? ¿Es que el signo del silencio -no digamos el de los celebrantes postrados ante el altar desnudo- no es suficientemente claro en sí mismo?
Por favor, ya resultan suficientemente cargantes los frecuentes excesos de pedagogía litúrgica que salpican tantas celebraciones habituales de moniciones, explicaciones, aclaraciones y mini-homilías. En la liturgia no solo es eficaz la palabra: también el silencio y la música. De lo contrario, las celebraciones degeneran en verborrea que acaba convirtiéndose en ruido (exterior e interior) que agota y dispersa la atención.
No sabemos cómo es el futuro inmediato que nos espera en cuanto al confinamiento domiciliario y la posibilidad de reunirnos físicamente en nuestros templos. Entretanto, las retransmisiones quedan como una oportunidad transitoria de participar en celebraciones hermosas, a veces modélicas, en basílicas, catedrales o monasterios. Déjennos vivirlas, por favor, no nos las estropeen con su buena intención, de la que nadie duda.
27 comentarios
Lo que no termino de entender es por qué las celebraciones papales que se transmiten a todo el orbe son en italiano (el latín hace su anecdótica aparición). No son misas en santa Marta, sino celebraciones que se transmiten al mundo entero y que ven hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación. Lo ideal es que fueran íntegramente en latín y la homilía en italiano por ser el Papa el Obispo de Roma.
Al fin y al cabo el latín es la lengua de todos y la lengua de nadie, por eso es más universal que cualquier otra. Y gran parte de los textos latinos de la misa son comprensibles, por sencillos o por sabidos.
Acerca de:
"No sé cómo será el futuro inmediato..."
1. La sola presencia de Jesús en las bodas de Caná lo dice todo: no era necesario más. Hizo nada menos que lo que sabemos; sin más.
Yo pediría que el darse la paz (da igual el medio: abrazo, darse la mano, beso, saludarse con movimiento de cabeza o de manos... con familiares, amigos, próximos o distantes) se suprimiera. Por la sencilla razón de que se sobreentiende que quién asiste al sacrificio de la Misa es persona de paz, que busca paz y que transmite paz. Es por tanto un gesto prescindible y que no aporta sino distracción y emotivismo (aparte del aspecto higiénico-sanitario que escuchamos y leemos sobre todo a raíz de la pandemia actual).
2. Suprimir la música del hilo o la "enlatada" en las iglesias tanto durante las celebraciones como en el tiempo en que la iglesia está abierta con quién quiere entrar a rezar o adorar al Santísimo. Estas músicas se notan demasiado postizas, distraen en la oración, a menudo contienen letras de estilo de sentimentaloide, no pocas veces suenan a melodía de autoayuda New Age, pueden crear un gusto popular musical de escaso gusto.
Tanto los gestos de darse la paz como esas músicas mayormente insípidas son elementos superfluos. Escribe en sus interesantísimos diarios (titulados "Martirologio") el director de cine Tarkovski que "el pecado es lo superfluo".
Es triste sobre triste que los cristianos aprendamos lenguajes de comunicación no verbal (y también verbal) de la tendencia marcada por personas de las que en general hay poco fiable que aprender porque sustancian su quehacer indoloro en el plano de la escenificación: no viven, representan; no les afecta el sufrimiento ajeno, pero lo verbaliza; no se conmueven ante la verdad, porque la detestan; no se maravillan ante la belleza, pues saben que la belleza alberga la verdad; no se sacrifican por el bien común sino que convierten en común el sacrificio.
Una Misa no es nunca un escenario al estilo predominante vacuo que nos dispensan personajes variopintos y pantallas por doquier. La palabra bien dicha vale más que mil imágenes. La Misa y otras celebraciones litúrgicas merecen una música digna. Es imaginable la cara que pondría San Agustín escuchando el castigo de la insulsez repetitiva del hilo musical al tiempo de estar arrodillado ante el Sagrario?
Totalmente de acuerdo.
Lo ideal seria subtítulos. Habría que exigírselo en aras a los sordos y tal vez con eso presten atención.
Por suerte hoy descubrí que aquellos que tenemos smart TV podemos poner las misas en idioma V.O. y adiós narrador. Pude disfrutar hoy de la Misa de Pascua en latín con sus cantos sin tener al monitor interrumpiendo o sobreponiéndose a los celebrantes.
¡Feliz Pascua!
Ejemplo de párroco pesado como el de mi pueblo (light y progre como él solo) con varios que tiene llega a los oficios de Viernes Santo tarde. Si ya soportamos que sean a las 8 fuera de hora y de sentido llega y no pide ni disculpas, luego sale a medio vestir y se pone a explicar en qué consiste. Ya ha perdido casi otro cuarto de hora.
Eso sí las lecturas corriendo y rápido, salmo ni leerlo sólo canto de una estrofa. Las oraciones ni arrodillarse ni nada todo de corrido. Resumidas cuentas sólo se le oye a él, pues la homilía es lo único que debe ser importante y la hace larga y muy pesada, tanto que acaba diciendo nada sobre lo que se ha leído en el Evangelio.
Esta Semana Santa y siendo cierto lo que se dice de los medios que retransmiten, yo he seguido las Misas desde Roma con un Misal antiguo. Un Misal donde se pueden seguir las oraciones en latín como Pater Noster, Gloria, Agnus Dei etc. El italiano se entiende perfectamente muchas veces, pero sí me llama la atención ese envolver lenguas en italiano y latín. Con el Misal se sigue muy bien e incluso se puede cantar si es de Angelis y alguno sabe música viene el pentagrama con las notas musicales de todos los tipos de Misa. Igual para la oración de la comunión espiritual, el Regina Caelis e incluso el pregón pascual "Exultet"de la Vigilia Pascual que lo leí en latín.
Entiendo (aunque uno tenga el nivel de italiano y de latín para seguirlo sin dificultad) que traduzca la homilía o las preces. Menos me gusta que traduzca los texto sagrados o los formulares de la misa que son fijos y ya conocemos todos, aunque comprendo que hay gente mayor que no tiene acceso a esos textos (internet, misal, Magnificat...) o que necesita una ayuda para situarse. ¡Pero que traduzca el Padrenuestro, los responsorios de la Misa o de las preces o del Via Crucis, especialmente cuando está pisando a un coro que muy pocas veces tiene uno ocasión de oír...! ¡Que ya sabe todo el mundo, señor mío, que están diciendo "Es justo y necesario" o "Roguemos al Señor" o "Te adoramos, Cristo y te bendecimos..."! ¡No hace falta que lo repita como un lorito, que ya nos juntamos las voces originales, la suya y las nuestras...!
Y en la comunión espiritual, deje un momento de silencio, que esa oración que usted dice la tenemos en casa y, si no, ya me invento yo una, que parece que está usted comulgando por mí. ¡Respete el silencio de la comunión, por Dios!
Creo que se tomó muy a pecho y al pie de la letra su labor, ejerciendo como traductor simultáneo, más que como comentarista. Por un momento temí que no me dejara escuchar el evangelio en griego (que además tenía el texto delante)...
Bueno, subtítulos sí, pero a ver qué es lo que ponen, porque yo la vi con subtítulos - quizás porque tengo permanentemente instalados subtítulos porque me gusta ver las series y películas en su idioma original- y resulta que los subtítulos soltaban una herejía tras otra a base de ignorar un "no" o meterlo donde no lo había y cosas parecidas, diciendo auténticos disparates.
Tal vez los ponía un robot, qué sé yo.
En fin, que estoy de acuerdo en que todo es muy mejorable, subtítulos incluídos.
Mundanismo y DesSacralización a todo dar
Mundanismo y DesSacralización a todo dar
Un abrazo a todos y feliz Pascua de Resurrección.
Es que no es lo mismo el subtitulador automático simultáneo del aparato de televisión (que funciona mayormente por reconocimiento de voz y previsión de texto) que los subtítulos previos y hechos "a mano" por la cadena emisora.
Los subtítulos fueron la primera solución en la que yo pensé cuando no se callaba ni debajo del agua el correspondiente locutor. Y esto para las pocas personas que, siguiendo este tipo de retransmisiones, no tienen en casa un texto de apoyo o no se saben la misa de memoria...
También en las misas a diario en TRECE a las 11h son la misa en directo sin locutor, son simplemente la misa en directo.
Buscad "vatican news italiano", en youtube, también hay un canal para localizar el programa que se quiera, aunque las misas del Papa son en directo, junto con otras celebraciones. También está disponible "vatican news español", ahí sí con locutor, pero yo prefiero en italiano que es simplemente la misa en directo.
Por cierto, si alguien conoce alguna misa en directo en youtube a diario ó por la tarde del sábado, por ejemplo, se agradecen comentarios.
saludos
Pediría, además, que se cuide muchísimo la música y las canciones: el sentido de la verguenza podría echar hacia atrás a los que "se asoman"..., y a los que ya conocemos el amor de Dios a veces lo sentimos en las entra ñas.
Este es el enlace. Espero le guste:
https://www.youtube.com/channel/UCGuXbN-ZZVkXTBWlLlcCsUg
Supongo que durante estos días muchas parroquias harán lo mismo.
Por favor, visiten las celebraciones del Santuario de Torreciudad; son las que sigo yo.
Las Misas desde el Brompton Oratory tienen un audio excepcional.
Y sin comentarios
En Córdoba (España), d. Antonio Evans, suele decir la Misa de las 20:00h en la Parroquia de San Nicolás de la Villa, y se retransmite por Youtube. Tambien a las 8:45 de la mañana.
Seguir sus homilias diarias es un aprendizaje y una meditación progresiva, extraordinarias
Dejar un comentario