Carta abierta a las hermanas clarisas de Belorado
Queridas hermanas,
junto con miles de fieles católicos asisto atónita a los acontecimientos de estos últimos días. Acontecimientos dramáticos que desgarran el corazón de los sencillos.
Somos muchos los que vivimos con dolor la situación de la Iglesia en la actualidad pero no voy a entrar en detalles al respecto porque no vienen al caso para el fin de esta carta.
Mi familia y yo estuvimos con vosotras la pasada Semana Santa. Nos alojamos en vuestra hospedería junto a otras personas entre las que se encontraba un sacerdote.
Colaboramos en la preparación de los oficios, participamos en ellos junto a la comunidad y todo en un ambiente de fe, recogimiento, paz y sosiego; de gran alegría, finalmente, cuando celebramos la resurrección del Señor en la vigilia pascual.
Al leer vuestro manifiesto de abandono de la Iglesia comprendo que todo fue una pantomima por vuestra parte.