¿Padrino de bautismo teniendo pareja del mismo sexo?
El pasado viernes aparecía una noticia en el periódico El País bajo este llamativo título. En el cuerpo del artículo, se presentaba a la Iglesia Católica como discriminatoria por impedir a este señor ser padrino de bautismo de su sobrino, y se manifestaba que los interesados se han puesto en contacto con UGT para solucionar este problema. Asimismo también recogen manifestaciones de la secretaria de igualdad de UGT, en las que denuncia este trato discriminatorio y vejatorio.
A mi juicio, la noticia se presenta de una manera tendenciosa, induciendo a error sobre la verdadera doctrina de la Iglesia Católica, y obviando por supuesto las normas que rigen la imposición de los sacramentos. Pero lo que me deja perpleja es la falta de explicación por parte de la Iglesia Católica, exponiendo las razones que conducen a adoptar esta decisión. Razones que vienen impuestas por el Derecho Canónico, por la doctrina de la Iglesia y por el Catecismo, no por un supuesto trato discriminatorio.
En primer lugar, no se le impide ser padrino por ser gay, sino por convivir maritalmente con otra persona, y por tanto no llevar una vida congruente con la doctrina de la Iglesia Católica, remitiéndonos al canon 874.3º del código de Derecho Canónico, a cuyo tenor “Para que alguien sea admitido como padrino de bautismo es necesario que : 3º. Sea católico, esté confirmado, haya recibido el sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la obligación que va a asumir.” Requisitos que no se dan en este supuesto. En concreto no lleva una vida congruente con la fe que profesa, dado que el Catecismo de la Iglesia Católica establece en el punto 2359 que “Las personas homosexuales están llamadas a la castidad”, además en el punto anterior se dice expresamente que todos ellos “deberán ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.