Abortistas a Nueva York a "representar" a las mujeres argentinas
En la ciudad de Nueva York, durante dos semanas, tendrá lugar la 57 sesión de la “Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer” (CSW) que organiza la agencia ONU-Mujeres que encabeza la ex presidente socialista de Chile, Michelle Bachelet.
La delegación argentina esta compuesta por reconocidas abortistas como la médica radical Mabel Bianco, esposa de Aldo Neri, ministro de salud de Ricardo Alfonsín durante el gobierno de la UCR; la psicóloga de izquierda Eva Giberti, por el Ministerio de Justicia, y Marta Alanis del grupo apóstata de falsas católicas denominado “Católicas por el Derecho a Decidir”.
ONU-Mujeres es una de las tantas “agencias” que la ONU utiliza para promover la anticoncepción en el mundo, especialmente en los países ricos en materias primas, incluyendo de modo especial el aborto, el que es presentado como un “derecho de la mujer”.
Las “representantes” de las mujeres argentinas, que viajan con representación oficial y gastos pagos, tienen aceitados vínculos con agencias y fundaciones externas, especialmente de EEUU, promotoras del aborto y de la cultura de la muerte en todas sus variantes.
Mabel Bianco dirige la “ong” local denominada Fundación de Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM) y en su pagina oficial explica como efectuar abortos químicos o medicamentosos conforme la receta que divulga la Organización Mundial de la Salud de la ONU.
Dicha fundación cuenta con el apoyo económico del Fondo de Población de la ONU (UNFPA), del Banco Mundial y de fundaciones ligadas al grupo económico Rockefeller.
Eva Giberti, actual funcionaria del gobierno kirchnerista ha sido consultora de UNICEF, agencia de la ONU también, y asesora de las Madres de Plaza de Mayo.
Marta Alanis, del grupo abortista “Católicas por el Derecho a Decidir” que financia la Fundación Ford de EEUU, ha sido reiteradamente desautorizada por la Iglesia como entidad “católica” siendo conocida su actividad para imponer el aborto en distintos países haciéndose pasar por una condición religiosa que a todas luces es falsa.