¿Por qué me voy de youtube? (Carlos M. Aguirre)

Carlos M. Aguirre es licenciado en Filología Clásica. Ha sido profesor de español en el Instituto Cervantes de Atenas y becario de investigación en el Instituto de Estudios Bizantinos de la misma ciudad. En 2002 obtuvo plaza por oposición en el cuerpo de profesores de Secundaria. Por más de diez años trabajó como profesor de griego y latín en distintos centros de enseñanza media de Castilla-La Mancha. Desde 2015 dirige Clásicas desde su hogar, plataforma multimedia dedicada a la enseñanza del latín y el griego clásico a alumnos de todo el mundo.

Durante este tiempo se convirtió en un «influencer» en YouTube, si alguien que se dedica apasionadamente a la enseñanza del latín y el griego se le puede llamar «influencer». Muchísimas personas han empezado a estudiar latín y griego gracias a él, o a mejorarlo o a perfeccionarlo. Enseña de un modo riguroso y desenfadado con el método Orberg. Con la particularidad de que siempre utilizaba la pronunciación eclesiástica del latín y la bizantina del griego.

Ofrecía un pequeño noticiero diario en la plataforma de «streaming», en abierto, sobre la lengua latina y muchísmo material con el que se podía ir «haciendo oído».

Ahora deja la plataforma, aunque continuará su labor en otros medios. Explica los motivos en un directo y conciso artículo que reproducimos.

¿Por qué me voy de youtube?

Hace diez años renuncié a mi plaza como profesor en Enseñanza Secundaria y comencé a dar clases particulares por videollamada a través de internet.

De todos mis alumnos aprendo muchísimo, pero especialmente me he sentido bendecido al dar clase a numerosos hombres y mujeres de vida espiritual que se acercan a las lenguas clásicas con intención de avanzar en su búsqueda interior. Lo que he aprendido yo de ellos -especialmente de algunos sacerdotes y religiosas- es muchísimo más que lo que yo haya podido enseñarles nunca.

En 2016 comencé a subir un pequeño curso de latín para principiantes en formato radiofónico empleando la pronunciación eclesiástica: Lingua Latina Nostra Quotidiana. Decidí subirlo a youtube, porque, aunque el curso era solo de audio, me parecía que era la plataforma más sencilla de manejar y en la que podía llegar a más gente.

Poco a poco llegaron los suscriptores y las visitas; nunca quise monetizar el canal. Me bastaba con que sirviera para dar a conocer mi labor y, también, me sentía feliz compartiendo mis conocimientos y entregando gratis et amore los pequeños dones con que la Divina Providencia me ha querido agraciar.

Después de los vídeos del curso de latín para principiantes vinieron otros muchos. Al principio todos estaban relacionados con la enseñanza de lenguas clásicas, pero, poco a poco, comencé a sentir la necesidad de compartir también con mis oyentes todo aquello que estaba aprendiendo en mi propia búsqueda de la paz interior, con la ayuda de mis queridos alumos -no solo sacerdotes y religiosas, sino también teólogos o simples hombres y mujeres de fe que quieren aprender latín y griego para acercarse más a la tradición.- Así que comencé a subir lecturas piadosas: la Biblia Sacra Vulgata Clementina con la traducción y los comentarios del padre don Felipe Scío de San Miguel y otros textos de autores Cristianos y Padres de la Iglesia en latín y griego clásico.

En 2022 el canal de youtube había alcanzado los 4.000 suscriptores y tenía unos 300 vídeos, muchos de ellos con decenas de miles de visitas.

Y, sin embargo, yo no estaba nada contento; algo dentro de mí -una vocecilla interior, como diría el viejo Sócrates- me decía que aquel ya no era mi sitio. Así que hace unas semanas decidí borrar todos los vídeos de mi canal (que también eliminaré en breve y tan solo he dejado vacío durante un tiempo para dar fe de la verdacidad de este artículo) y a subir los que considero que tienen más interés a dos canales de pódcast: Cursos de Latín y Griego Clásico y La Biblia de Scío.

Estas son las razones por las que cierro mi canal de youtube:

1. En 2021 youtube decidió incluir publicidad en todos los vídeos, incluso en los no monetizados. Por supuesto esto es algo a lo que tiene derecho y siempre que la publicidad no sea ofensiva, no tengo nada que objetar a ello. Por lo tanto esta es la razón de menor importancia y, aunque los anuncios son muy molestos, si sólo fuera por ello, no habría cerrado el canal.
2. Desde hace unos años youtube ha decidido dar mayor relevancia a los vídeos basándose en la «interacción» que estos provocan con los lectores. Pues bien, resulta que a mí todo lo que tiene que ver con la «interacción» -las redes sociales, los comentarios, los likes- me parece perjudicial para la paz de espíritu y para la sociedad. Hace mucho que abandoné las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea. Sé que puedo parecer un radical, pero sinceramente, vivo mucho más feliz sin ellas. No me gustan, me parecen dañinas para la sociedad como medio, independientemente del fin para el que se utilicen. Y una de las cosas que he aprendido muy bien en los últimos años es que el fin nunca justifica los medios, porque los medios son el fin.
3. La calidad de los «vídeos recomendados» por youtube es cada vez peor. En los últimos años, a mi entender, se ha vuelto intolerable. Da igual que el vídeo que visites sea una lectura de los sermones de San Bernardo. En la columna de la derecha -por no hablar de la página de inicio de youtube- el famoso «algoritmo» contamina tu retina con una buena dosis de propuestas zafias y de mal gusto. Esto es algo que me resulta especialmente molesto y no quiero que mis audios estén expuestos en un sitio así.
4. Pero, sobre todo, lo que me ha decidido a cerrar mi canal de youtube es la actitud de censor que youtube ha tenido en los últimos tres años, actuando al más puro estilo del Ministerio de la Verdad Orwelliano, censurando cualquier vídeo o canal que se atreva a contradecir la doctrina oficial del pensamiento único y políticamente correcto.

Habrá quien piense que actuar así es una tontería y no sirve de nada, e incluso me podrían objetar que Jesús no vino a predicar a los santos, sino a los pecadores.

Sé que a youtube le da igual que cierre mi canal, pero como dijo el pajarillo de la fábula que llevaba en el pico una gota de agua para luchar contra el fuego del bosque: «yo hago mi parte.»

Y respecto a lo de predicar a prostitutas y publicanos, desde luego que es algo muy santo y necesario, pero una cosa es eso y otra pedir a la multitud que vaya a escuchar el sermon de la montaña dentro de un burdel.