¿Dios Padre o la madre tierra? Por P. Andrés David Quiroga.
El centro de la predicación de Nuestro Señor Jesucristo es que Dios es Nuestro Padre y nadie conoce al Padre como lo conoce Él. Jesús nunca dijo que la tierra era nuestra madre, a la única que proclamó Madre Nuestra, desde la Cruz, es a la Santísima Virgen, su Madre.
En el ritual llevado a cabo en los jardines del Vaticano el Papa bendijo (y está el video) una estatuilla de madera de la madre tierra, la cual luego fue llevada también a la basílica de S. Pedro. En el centro de donde se celebraba el ritual había también una talla rústica de un aborigen con un pene erecto. Sin embargo el Papa no pidió perdón a los fieles católicos por la confusión y el escándalo que provocó su participación en dicho ritual, sino porque algunas estatuillas de la madre tierra («pachamama», dijo literalmente el Papa) fueron sustraídas de una iglesia y arrojadas al Tíber.
A quienes no comparten las propuestas del sínodo amazónico se los trata de «élites» que no acompañan al mundo, siendo que Jesús dijo en el Evangelio que «sus discípulos están en el mundo sin ser del mundo, y que no teman si el mundo los odia porque antes lo odió a Él, y Él ha vencido al mundo».
Es muy ingenuo pensar que la ordenación de diáconos aborígenes casados es sólo una propuesta para la amazonia. Hay quienes se refugian en que el celibato sacerdotal es una norma disciplinar de la Iglesia. En esto se manifiestan «fieles» a la doctrina, pero en el resto la cuestionan profundamente. En el capítulo 19 de Mateo Jesús señala que «hay quienes se hicieron a sí mismos eunucos por el Reino de los Cielos». Él mismo fue célibe. ¿No basta su vida célibe para encontrar sentido al celibato sacerdotal?
Jesús es Dios hecho hombre, varón. ¿Fue machista Dios por haberse hecho varón? ¿Fue machista Jesús por haber elegido 12 Apóstoles varones? En el fondo al que se cuestiona es a Nuestro Señor Jesucristo.
¿Un rito amazónico? El ritual católico no es un invento, en primer lugar es Jesús quien instituyó los Sacramentos, de los cuales la Eucaristía es el memorial perpetuo de su Pasión. El Rito Romano convive con diversos ritos orientales y algunos occidentales, pero dichos ritos son el fruto de una transmisión viva de la Iglesia, no fruto de la inventiva puramente humana. En un mundo donde la diversidad se ha exacerbado, no vendría mal un poco de unidad en el Rito Romano. Ir a cualquier parte del mundo y saber que se celebra el único Misterio, y de la misma manera, da la certeza de pertenecer a la misma y única Iglesia de Cristo. ¿Hay que esperar un rito alemán después del sínodo de noviembre?
Nadie puede negar que la mayor parte de miembros la jerarquía de la Iglesia, en este último tiempo se ha vuelto eclesiocéntrica, el centro son ellos y sus ideas, el centro ya no es Jesús, y todos aquellos que se opongan son desobedientes e hipócritas, porque en la «nueva iglesia» ser católico apostólico romano constituye una herejía.
¡Jesús y su Santísima Madre, dennos Pastores según su corazón!!!
P. Andrés David Quiroga
11 comentarios
¡Viva Cristo Rey!
Raro de encontrar en los que tienen la principal responsabilidad de sostenerlos.
En cuanto a esa figurilla tumbada boca arriba, no estaba en la situación que parecía estar en algunas imágenes, aunque esa extraña colocación de uno de sus brazos sí que parece ser un símbolo fálico.
En el capítulo 19 de Mateo Jesús señala que «hay quienes se hicieron a sí mismos eunucos por el Reino de los Cielos». Él mismo fue célibe. ¿No basta su vida célibe para encontrar sentido al celibato sacerdotal?Sí, claro que sí. Pero no solo Jesús fue célibe, sino que los apostoles, dejaron todo para seguirlo, y ese "todo" implicó dejar mujer, familia, hijos:
Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.Los que están en contra del celibato sacerdotal aluden a que Pedro era casado (aunque eso la Biblia no lo dice, solo sabemos que tenía suegra y eso no implica necesariamente que estuviera casado; podía ser viudo), pero si lo era, dejó todo para seguir a Jesús. Y los apostoles que no estaban casados, permanecieron solteros (caso Juan, caso Pablo). Pero creo que a esta altura de las cosas, lo del celibato sacerdotal (serio como es) pasa a ser una cuestión menor: ahora van por la Eucaristía, van por una "misa" sincrética. O en otras palabras, van por la abolición del perpetuo sacrificio y la instauración de la abominación de la desolación. En lo que a mi respecta, no tengo ninguna duda: estamos en los últimos tiempos.
—Lucas 18:28
Del Renacimiento tenemos la capilla Sixtina, y del autor de su fresco palabras como:
Muchos creen, y creo, que han sido designados para esta obra de Dios. A pesar de mi avanzada edad, no quiero renunciar a ella, yo trabajo por amor a Dios y pongo toda mi esperanza en Él.
La auténtica obra de arte no es más que una sombra de la perfección divina
. Señor, hazme ver tu gloria en todo lugar
Eso fue así hasta el Novus Ordo Missae, que fue confeccionado por unos "expertos". Al final del libro "Mi vida" del papa emérito, el recordado Benedicto XVI, explica muy bien esa ruptura, indicando que a su juicio la raíz de la crisis que sufre la Iglesia es de naturaleza litúrgica.
A los disparates del Amazonas no se ha llegado sin una previa deformacion de la liturgia. Lex orandi, lex credendi.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
Pero, en fin, su misma simbología los define:
- La Barca de Pedro, reducida a canoa.
- En la Barca de Pedro no duerme Jesús, pero reposa la Pachamama incaica -no amazónica-
- Mientras que Pedro es devuelto a la Barca por Jesucristo, su Vicario de alegra de la vuelta de Pachamama de las aguas del Tiber.
Menos cachondeo con la doctrina, o mejor dicho, más sentido común con ella.
Hay que ser muy cutres intelectualmente, o muy perversos, para haber escrito y firmado los ciento y pico de puntos del documento final, con menos sabor teológico que el que podrían haber proclamado una cuadrilla infantil de cualquier catequesis de mediados del Siglo XX.
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