(359) Sobre la reciente profanación del templo de San Ignacio -Bs As.-, disculpa del párroco y pedido de desagravio.
“En las Escrituras se dice: “Mi casa será declarada casa de oración”, pero ustedes están haciendo de ella una cueva de ladrones. (Mt.21, 13)
"El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído las burlas de los que te insultan.” (Sal.69,9)
Con un cansancio que el enemigo querría convertir en resignación, hace unos días nos enteramos de la novedosa “celebración” de las bodas de plata del “BARS” (iniciales del “Buenos Aires Rojo Sangre”), uno de esos festivales internacionales pretendidamente culturales a los que nos tiene acostumbrados el gramscismo imperante hace décadas. El fin de este festival es difundir y promover el cine de “terror, fantástico y bizarro”, y la interesante “novedad” de este año es que la inauguración se había dado nada menos que DENTRO del templo parroquial de San Ignacio de Loyola, la iglesia más antigua y parte integral del casco histórico de Bs.As. Por supuesto, aunque se hubiese tratado de una capillita escondida, lo escandaloso del caso es el suceso en sí: un templo católico utilizado como mero “escenario” para la presentación de un evento, cuanto menos profano, de puro entretenimiento mundano y especialmente malsano si se tiene un mínimo criterio católico y razón ordenada.
Sin mucha reflexión, lógicamente, los fieles reaccionaron con bastante desagrado, y como respuesta, el p. Francisco Baigorria, párroco del lugar, envió ayer un mensaje de whatsapp que circuló rápidamente y que figura asimismo en la página de la parroquia.
Ahora bien, creemos que estos hechos ameritan algún comentario y reflexiones urgentes, en bien de la salud espiritual y psíquica de todos nosotros.
En primer lugar, una vez más, diremos unas palabras sobre el uso de los templos. Sobre este particular nos dice el Código de Derecho Canónico vigente (que supuestamente debemos tener como norma los hijos de la Iglesia), en el canon 836 que
“La liturgia es la realidad eclesial que procede de la fe y en ella se apoya; y está al servicio de la celebración de los sacramentos y sacramentales. Y esta celebración se concreta en esos lugares sagrados.”
Sobre los lugares sagrados, el Catecismo de la Iglesia Católica (también supuestamente vigente) se refiere a ellos (Cann. 1205-1243) señalando que
“se destinan al culto divino o a la sepultura de los fieles mediante la dedicación o bendición prescrita por los libros litúrgicos (c.1205), y cuya dedicación corresponde al Obispo diocesano (1206),
y más adelante se especifica que
“En un lugar sagrado sólo puede admitirse aquello que favorece el ejercicio y el fomento del culto, de la piedad y de la religión, y se prohíbe lo que no esté en consonancia con la santidad del lugar. Sin embargo, el Ordinario puede permitir, en casos concretos, otros usos, siempre que no sean contrarios a la santidad del lugar.”
Juzgue el lector sobre el uso y abuso, en base a esta liviana propaganda.
De aquí colegimos, pues, que 1) el uso que se dio fue claramente una profanación (esto es, en clara lógica, “uso profano de algo sagrado”, y según la RAE esto implica claramente una irreverencia, degradación, envilecimiento, y en última instancia, un sacrilegio.
2) la autorización debería haberse pedido al Ordinario, y no al párroco, como el sacerdote nos lo relata en su mensaje, que copiamos a continuación para no tergiversar ninguna de sus palabras, y manifestándole desde ya nuestro sincero respeto. Y como este mensaje ha sido público, nos creemos autorizados para responderlo públicamente, en honor a la claridad que el propio sacerdote alude, señalando entre paréntesis la referencia a nuestros comentarios. Las negritas son nuestras.
Muy querida Comunidad
Ante la presencia eucarística de Jesús, el Señor, vivo y actuante en el Santísimo, encomendado e iluminado por su Gracia los saludo, bendigo y me dispongo a escribirles estas líneas, con el deseo que sean de sosiego, luz y paz, especialmente en aquellas almas que me manifestaron pesar.
El pasado miércoles, se realizó en el Templo y claustro un acto protocolar, inaugural del festival del cine en su género ficción/suspenso. (1) En su momento, cuando se me solicitó él espacio para este evento cultural, analicé minuciosa y acabadamente todos los detalles del mismo, pidiendo exhaustivamente toda la info (2) y exigiendo una serie de pautas y requisitos para que el evento se desarrollara acordemente, sin causar agravios, ni violencias, ni irrespetuosidades, que pusieran en riesgo de profanación del espacio sagrado y la sensibilidad del pueblo fiel.
En la línea y fiel al magisterio del SP Francisco, que nos exhorta a tener nuestros templos - Iglesia abiertas, dispuestos a la acogida de todos, sin discriminaciones, ni prejuicios, en las que debe haber lugar para todos, especialmente los pecadores, los más alejados, lo que han perdido la Fe, la Esperanza, de los que son víctimas del error, el engaño y la mentira de las ideologías; discerní y accedí la solicitud de abrir el templo para el acto inaugural de festival. Exorando una serie de pautas y exigencias.(3)
Tristemente hemos sido, una vez más, víctimas de la desinformación, la mentira y de lo más dañino y oscuro, que es la perla favorita del demonio, de la habladuría, la elucubración infundada en la pérfida imaginación y la agresión.(4)
Por ello, y para traer sosiego y tranquilidad de todos, quiero expresarles los siguiente:
1. Yo estuve presente desde el inicio hasta el fin, supervisando y resguardando todo. Siendo testigo ocular y visual de todo lo que aconteció.
2. Todo se desarrolló en absoluta armonía y conformidad con lo acordado.
3. No hubo ningún gesto, palabra, conducta profanadora, violenta, irrespetuosa para con los espacios y nuestras verdades de Fe y costumbre.
4. Fue un sobrio acto protocolar de inauguración/apertura, concebido principalmente por las palabras/disertaciones de dos de los principales hacedores del festival. Palabras respetuosas y acordes a la circunstancia. Acompaño a esto un pequeño corto de una antigua película de suspenso (No terror) donde justamente los actores (niños) expresan su fe y confianza en Dios, como la única fuerza salvadora, que los animaba para superar la adversidad en la que estaban sumergidos.
5. En ningún momento se agravió la sacralidad del espacio, ni se atacó las verdades que profesamos.
6. NO se proyectó ninguna película de terror.
7. No se proyectará ninguna otra película de terror, ni de ningún otro género. El festival se desarrolla en una cadena de cines del barrio de Belgrano.
8. Lo único que puedo considerar desatinado y desubicado; que escapó de lo autorizado y de la supervisión que hiciere, fue que a la iluminación propia, agregaron, sin autorización, unas luminarias rojas, no acordes al espacio y de muy mal gusto estético. De lo que lamento y pido al buen Dios que tenga piedad de esta mi distracción. No fue algo acordado y me encontré con ese detalle de sopetón. Le pido también piedad si a alguno de ustedes pudo verse también herida en su sensibilidad.(5)
Todos somos muy conscientes que el demonio tiene a la Iglesia y de un modo especial, a sus ministros, como blanco preferencial, que con obstinación no descansa ni de día, ni de noche. Los ministros, que operamos in persona Chriti, haciendo presente, trayendo, al mismísimo Dios, de modo sacramental, visible, palpable, real, en cada Misa, y que revestidos de la potestad divina podemos perdonar los pecados y salvar las almas, lo exasperamos de un modo inimaginable.
Esta vez el demonio arremetió conmigo y esta comunidad, para que por medio de la calumnia y la mentira caigamos en la tristeza, la desesperación, y la tentación de abandonar al Señor. Pero el demonio no tienta más que lo que el Buen Señor le permite, y su Gracia nos basta.
Sentí imperiosamente la necesidad de trasmitir lo dicho, trayendo, verdad y objetividad de lo acontecido. Así mismo les doy gracias a la paciencia, el apoyo y la consideración de todos y cada uno de ustedes.
Me encomiendo, y a todos los sacerdotes, a sus fructuosas oraciones. Bendiciones. PF
(1) No se trató de un acto protocolar, sino que se proyectó en el interior del claustro, el primer film del Festival (hora y pico), como ud. mismo lo admite más adelante. En honor a la verdad, este uso es gravemente indebido, padre. Por otra parte, basta que cualquier particular ponga en su teléfono o computadora “BARS” para enterarse de que se trata de un festival tendiente a la promoción del género de “terror/fantástico y bizarro”. Puede ud. querer suavizarlo hablando de “ficción suspenso”, pero esto no responde a la realidad.
El punto 4 de su conclusión, perdón, pero nos parece excesivamente pueril, o cándido de su parte. ¿De verdad cree que la participación de “niños que invocan a Dios” es razón suficiente para convertir un templo en sala cinematográfica? La película de referencia es Si muero antes de despertar (1952), de Carlos Hugo Christensen, angustiante film de suspenso sobre un asesino de criaturas y que es un clásico de 1952 del cine noir nacional en copia restaurada. Por lo demás, aunque se hubiese proyectado un inocente cuento de dibujos animados, o una serie de cortos publicitarios de golosinas, hemos de convenir que no es el sitio adecuado, ergo, es inadecuado y denigratorio, tomando como telón de fondo la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. ¿Hace falta mucha imaginación para que se “hiera la sensibilidad” cuando se usa el término “Rojo Sangre” aplicado a un pasatiempo, en el sitio en que Jesucristo ofrece cada día Su Sangre preciosa para nuestra salvación?
(2) No terminamos de comprender por qué “pidió toda la info” si ud. mismo podía acceder a una catarata de información sobre el tema en la web, previendo la certeza de profanación del templo con la sola vinculación con el festival, que a lo largo de 25 años ha incluido una enorme cantidad de producciones francamente demoníacas, hablando ya en castizo, porque le pese a quien le pese, la difusión de este género conduce probadamente a la naturalización de lo diabólico en nuestra sociedad, tanto en su estética como en gran parte de sus contenidos, remitiéndome a lo expresado por cantidad de exorcistas y hasta por los profesos del satanismo. Basta dar un breve vistazo a la Programación Completa del Festival o a las “actividades especiales” para que cualquiera se dé cuenta de que la materia no es precisamente inocente y santificante. Los puntos 5, 6 y 7 parecen respondidos con esto.
(3) Me perdonará, padre, pero aquí llegamos a un punto en que los fieles suplicamos a nuestros pastores inmediatos el uso de criterio católico, por sobre todo obediencialismo e idolatría que no se corresponde con un proceder responsable. Es vox populi que de Roma nos llegan a diario ejemplos absolutamente contrarios a la misericordia y “diálogo” rectamente entendidos. Ni la admisión de los pecadores empedernidos a la Eucaristía sin confesión, ni la asociación de ritos paganos a la liturgia católica pueden ser esgrimidos como “prejuicios” so pretexto de hacer de los templos un sucedáneo de una plaza pública.
A lo que ud. llama “magisterio del papa Francisco”, le presentamos un magisterio precedente que no debería ser tan fuertemente contrariado:
“Por su propia naturaleza, una iglesia es un lugar sagrado, signo permanente del misterio cristiano y de la presencia de Dios, incluso cuando no haya una celebración litúrgica, debiendo conservar siempre su propia identidad y misión. Es un ámbito propicio para el encuentro personal con Dios, la adoración, la contemplación y la meditación, que llevan a alcanzar la paz del espíritu y la luz de la fe. Por tanto, las iglesias no pueden considerarse lugares públicos de carácter polivalente, aptas y disponibles para cualquier tipo de reuniones y actividades" (Congregación para el Culto Divino, Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales y a los Presidentes de las Comisiones Nacionales de Liturgia sobre los conciertos en las iglesias, 5 de noviembre de 1987, 5).
Creemos sinceramente en su buena fe, pero es justo que los fieles sepan si para ud. “ser fiel al magisterio del papa Francisco” incluye también seguirlo en las actitudes en que éste violenta el sentir católico, porque en ese caso, podría ser gravemente infiel a Cristo y a las almas por El mismo encomendadas. A cualquiera hace sonreír, por no llorar, la grosera paradoja de que mientras se excluye violentamente de muchos templos a todo lo que huela a “tradicional”, se los abre de par en par para acoger a “los más alejados”, pero no para que regresen a la comunión eclesial, sino para que usen a la Iglesia como escenario o incluso como felpudo. No es igual abrir mi hogar, que dejarlo desprotegido…
(4) Señala ud. que ha sido víctima de la desinformación y la mentira, a lo que volvemos a sugerir –no sólo a ud. sino a cualquier sacerdote del mundo, que podría estar en su lugar- e incluso implorar, que no sólo se formen adecuadamente (sin poder delegar totalmente esto a los seminarios diocesanos), sino que se informen responsablemente sobre “quién es quién” en el mundo, porque de su desinformación dependerá muchas veces la salud o enfermedad de muchas almas. No espere, por amor de Dios, que todo sea explícito y claramente dicho, porque el padre de la mentira, por definición, no vendrá a darle su tarjeta de identificación para engañarlo. No es tiempo de ingenuidades cuando estamos atravesando un campo minado por todas partes, en medio de fuego cruzado.
(5) Con respecto a la iluminación, padre, ¿acaso no hubo conexión de las luces previa al evento? ¿Acaso no podía ud., cuando lo advirtió, hacer uso de su legítima autoridad para volver atrás? El “detalle” de la iluminación -que excede en mucho la cuestión estética, y en realidad tiene que ver con una connotación teológico-espiritual demoníaca muy evidente- no fue sino la “frutilla de la torta” obligada, perfectamente coherente con el discurso y marco de referencia. Las sorpresas de este tipo se evitan cuando se conoce responsablemente la naturaleza y fin del evento.
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Ahora bien, más allá de la responsabilidad del párroco, nos interesa llamar la atención sobre algo más importante a tener en cuenta en este tipo de situaciones, para que todos los sacerdotes y sobre todo los obispos, tengan por favor en cuenta: los templos no son meros “espacios públicos”, sino que constituyen para los fieles, su propia casa, y por sobre todo, la Casa del Señor, que es Nuestro Señor, reconocido por los católicos. Así nos lo recuerdan cuando se trata de solicitudes para contribuir a su mantenimiento, ¿no es así? Pedimos entonces, en justicia, que no sólo se considere como una condescendencia a los “sentimientos” de los fieles el respeto por lo sagrado, sino como una exigencia de coherencia con el propio discurso sostenido por la fe que profesamos. No es signo de buen gobierno promover la esquizofrenia.
¿Creen ustedes realmente en la Presencia Real, en la naturaleza sacrificial de la Misa, y en la santificación que se opera por los signos sagrados?
Miren, padres y Monseñores: el demonio no lo cree, lo SABE. Y por eso busca nuestros templos y espacios (el año pasado se usó para la porquería de marras un cementerio católico, profanándolo también), y se goza en la distracción de unos o complicidad de otros, para gritar en algunos exorcismos “tenemos a muchos sacerdotes de nuestro lado”, dándole la razón a Nuestra Señora en Garabandal cuando advirtió que muchos pastores van por el camino del infierno y llevan a muchos detrás.
Padres, educadores, autoridades de colegios que presumen de católicos: la literatura y el cine de terror no es indiferente, y no se puede pretender una cultura en que reine Cristo cuando se permite y promueve la naturalización de lo horrendo, y el regodeo morboso en el espanto.
No es sólo el guiño cómplice hacia Halloween (incluso por algunos que presumen de catequistas piadosos), y no se trata de mojigatería, sino de recta doctrina, o de ignorancia. Como en los asuntos jurídicos, no es una defensa el alegato de la propia ineptitud.
No es casual que la profanación se haya consumado en la fiesta de la Medalla Milagrosa (27/11), y finalice nada menos que el 8 de diciembre, fecha emblemática si las hay, para la presentación de “eventos culturales” de tenor pseudocultural en Buenos Aires.
El modernismo puede vivir cacareando la paz y la alegría (del mundo), pero por más que quiera negar la naturaleza bélica de la vida cristiana, lo único que hace es convertirse en funcional al enemigo. Por eso debe ser combatido, a tiempo y a destiempo, pero no sólo en el orden litúrgico o doctrinal, sino especialmente en lo cultural. Suponer que el ámbito secular debe ser completamente independiente del sobrenatural, es entregar sin más, nuestra vida a los demonios. Como en toda guerra, lo que no ocupa un bando, lo ocupa el contrario, sencillamente, a veces a sabiendas, y otras, con tontos útiles, que no saben a quién sirven, pero no hay más que dos banderas. Al respecto, resultan bastante sugestivas algunas declaraciones
de los organizadores del festival.
Leemos así al programador del BARS, Pablo Sapere:
“Hay algo en el cine de terror, que es que la gente que se vincula a él empieza desde muy chiquito…no sé, es algo como que lo atraviesa espiritualmente…” Y más adelante agrega: “Es muy raro en una iglesia. Lo que pasa es que el año pasado lo hicimos en un cementerio. Era muy terrenal, incluso por debajo de la tierra. Entonces dijimos este año de hacer algo mirando más para arriba, más espiritual. También porque en algún punto el cine es nuestro ritual, nuestra fe, si se quiere y era el contexto adecuado”
Gabriel Schipani, director y fundador del Festival, dice por su parte al celebrar el espacio elegido para inaugurar:
“El cementerio del año pasado dijo ‘pasen por la iglesia’, así que conseguir un espacio como este, que es un lugar donde no se ve cine, ni de terror ni de ningún tipo de género, la verdad que para nosotros es una evolución y un crecimiento muy grande. Son lugares donde no se ve cine (…) Los que somos fanáticos del cine de terror, y fantástico…somos muy particulares, porque una vez que entra no se va nunca más, es como una infección, queda para toda la vida, y cada uno que viene por primera vez sigue…es un género que entra visualmente y a la gente le divierte y es algo que se extiende y no se va nunca más…”
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Lo que le sucedió al padre Baigorria podría haberle sucedido a algún rector de colegio católico, como sucede cuando se “sorprenden” al encontrarse con personajes o materiales inesperados para dar talleres municipales, u otras situaciones semejantes en el ámbito sanitario. En estado de guerra no se puede vivir cándidamente y es preciso acostumbrarnos a preguntar a) Quién está detrás de esto, y quién es quién; b) A quién beneficia?, Cui prodest?…
A menudo recordamos a los niños por nacer en nuestras oraciones, y a los pobres, enfermos o abandonados, pero no solemos tener en cuenta que cada vez son más y más los jóvenes y niños posesos, gracias a una cultura infecta, abonada por una innúmera cantidad de católicos que en la práctica, para no quedar como “desactualizados”, pisotean y desprecian el temor de Dios y luego se rasgan las vestiduras ante el avance de las leyes más abominables.
Nuestras almas han sido hechas para contemplar a Dios: Bien, Verdad y Belleza. La naturalización del mal (pecado), de la mentira y de lo horrendo, no es otra cosa que vivir dando culto indirecto al mono de Dios, aunque no lo mencionemos.
Ahora bien, ¿cuál es el motivo de estas profanaciones de los templos y espacios católicos? ¿Por qué no sucede esto con sinagogas y mezquitas?
El motivo de la profanación es lisa y llanamente naturalizar y banalizar todo lo cristiano. Hacer desaparecer su estatuto sagrado y relegarlo a los museos o a un género de fantasía, mientras por oposición, se sacralizan términos (democracia, tolerancia, cultura, diálogo, apertura, etc.etc.) que refieren a otros universos no cristianos con sus respectivas celebraciones, héroes, fechas, elementos.
Resulta interesante lo manifestado en otra entrevista por la organizadora y productora general del festival, Meri Lucewicz (Aquí una elocuente muestra de sus producciones como maquilladora): “Nos estamos preparando emocionados y muy a tono con lo que son unas Bodas de Plata porque estamos en una iglesia, felices de esta convocatoria y de que tanta gente tenga ganas de venir.” Refiriéndose aquí a la sorpresa de la edición anterior con la apertura en el Cementerio de la Recoleta, añade que buscan cada año llegar a nuevo público, y afirma entre risas:
“Son caprichos míos, no hay otra”.
Huelgan comentarios.
Ahora bien, los fieles, ¿qué corresponde hacer ante la profanación de una iglesia? No olvidamos que cuando hace años, en este mismo templo, unos jóvenes defecaron sobre el altar, en la misa que se suponía sería de desagravio, el entonces Arzobispo, Mons. Poli, dijo en la homilía que si se encontraba con los ofensores, los invitaría a “tomar unos mates”, porque no sabían lo que hacían, y debíamos perdonar y ser inclusivos, etc. etc. En este caso, habida cuenta de la carta del párroco, no creemos que debamos quedar todos contentos y “siga la fiesta”…Creemos que al menos, una manifestación de reparación deberíamos hacer, como testimonio de fidelidad a Nuestro Señor y pedido a nuestros pastores de un mayor cuidado en lo sucesivo. Pedimos por tanto, se ofrezcan misas en desagravio, y se promueva el rezo del Santo Rosario explícitamente con esa intención.
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15 comentarios
2. Los masones y marxistas creen que con su pensamiento perverso pueden conquistar a la cultura. Pero, la única verdadera cultura nace y se mantiene en la Sabiduría de Dios, en la Persona divina de Cristo.
3. El mundo está podrido porque calla la Iglesia como decía Santa Catalina de Siena.
4. Esto no es evangelizar, es comercio en la Casa del Señor y propaganda del pensamiento anticristiano. El aprecio del terror es propio de la antibelleza, de un espíritu oscuro. Al ordinario del lugar y al párroco les aconsejo que abandonen la mala vida, que abre la puerta al diablo, y la ignorancia de la fe católica (traditio, fiat y don).
Primero que el ordinario, a saber el Arzobispo de Buenos Aires, quien es el responsable de lo que pasa en su jurisdicción, no tenga nada que decir. Lo cual dice mucho.
Y segundo que el párroco, que se supone ha de ser el celoso defensor del templo confiado a su custodia ("El celo por tu casa me consume") pareciera haberse cambiado de bando. Con un curioso celo digno de mejor causa, intenta justificar la profanación.
Como fiel creyente, tenía miedo de lo que pudiera suceder, pero no hubo ninguna falta de respeto por parte de los organizadores y los asistentes para con la parroquia y nuestro Señor, así que hablar de "profanación" me parece exagerado. Sí estoy de acuerdo que la iluminación no fue la adecuada, pero no sé cómo fue arreglado eso.
Estoy seguro que no hubo ninguna mala intención por parte del párroco. Quizas quiso hacerse el moderno, no sé... pero todos cometemos errores, ya ha pedido disculpas públicas y realizará la reparación correspondiente. Que sea una lección para todos, perdonemos y sigamos adelante.
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V.G.: Yo tampoco creo para nada en la mala intención, por supuesto, pero como decía Sta. Teresa, "de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno". Para que un acto sea bueno no basta la intención.
En cuanto a su opinión de que no ha habido profanación, le comento que el tema no es opinable sino objetivo. Se usó un espacio sagrado para algo extremadamente profano, ergo es profanación. Sobre la iluminación, se respondió en el cuerpo del artículo; es la frutilla lógica de la torta de chantilly que se sirvió.
Esperemos esa reparación, de modo público. Roguemos que así sea.
Es muy difícil creerles, lamentablemente. No se puede ser sacerdote y ser tan iluso para no darse cuenta que están colaborando con el demonio haciendo esto. Que tipo de hombre adulto y con estudios es? Sentido común? Fe? Temor de Dios? Bien, gracias.
No trabajan para Dios.
Parece ser que todo lo que se haga en un templo católico está bien hecho; que hay libertad, y blá blá blá.
Pero si alguien profana sinagogas es muy probable que este sacerdote se hubiera indignado porque se está hiriendo la sensibilidad de nuestros hermanos mayores los judíos; que nadie los quiere; etc.
Los fieles mismos debieran mostrar su indignación ante tal sacrilegio.
Los que practican falsas religiones, defienden lo que es suyo, pero los católicos lo permiten todo, porque no se ama a Cristo.
Con mis 56 años, hno pensé que podía verse tanta infamia.
Que Dios y la Virgen la bendigan y protejan.
M. Virginia
Quiero referirme a los comentarios contrarios al pensar del Papa Francisco y no coincido con lo mencionado. También digo que no es necesario ponerlo como pauta referencial en menosprecio. Es tema para otro debate.
Nuestros Papas fueron elegidos no sin intervención del Espíritu Santo.
De todos los Papados escuchamos y leemos polémicas y es bueno que ocurran en un ámbito de respeto y caridad. De todo aprendemos si entendemos no tener la razón sino viviendo haciendo el bien, lo que hizo Jesús sin mirar a quien.
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V.G.: Le agradezco la justa corrección, aunque como bien dice, es tema para otro debate.
De todos aprendemos, pero de algunos se recibe demasiada confusión, más que enseñanza. Los frutos, a la vista en este mismo post.
Cordial saludo.
In Domino.
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V.G: Muchas gracias por el comentario y por la corrección, Federico.
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