(330) "Educación de las virtudes en la era digital" - Jordán Abud (XXIII EFC de Bs.As.)

Difundimos a continuación la conferencia del Dr. Jordán Abud del último Encuentro de Formación Católica de Bs.As., sobre un tema que a nuestro juicio, ofrece muchos y muy necesarios puntos de reflexión para padres y educadores en general, puestos a enfrentar los tiempos en que Dios nos ha puesto a batallar, sin negarnos nunca la gracia necesaria para ello.

“Es preciso preguntarnos si existe alguna conexión entre las nuevas tecnologías (NT) y la revolución cultural anticristiana, para entender el marco educativo e histórico de la situación que nos toca vivir.

Veamos, aunque pueda generar una inicial resistencia a nuestros oídos adormecidos, si es legítimo y posible pasar con alguna lógica de la inteligencia artificial a la salvación de nuestras almas. Es preciso entender que la tecnolatría ha invertido los planteos generando una confusión de consecuencias inconmensurables.

Tiene razón Craig Gay cuando señala que “la naturaleza compleja de los medios técnicos ha tendido a eclipsar los fines para los que estos medios fueron originalmente creados . No hacen falta complejos silogismos; alcanza con abrir los ojos. Las nuevas tecnologías  están omnipresentes y son acogidas a priori como una bondad en sí mismas. Así, vemos que es notable la tendencia creciente a tecnificar el lenguaje allí donde cabe y se impone una perspectiva ética (lo mismo que sucede en política y en educación). El panorama actual pareciera que es el de un mundo donde las máquinas viven y los hombres se automatizan. En el pensamiento y en el obrar, las máquinas han ocupado nuestro lugar. Y la gravedad consiste en terminar de aceptar que el tema tecnológico en el hombre no es sólo el tema tecnológico. Y menos esta técnica. O para plantearlo de otra manera: la técnica no es neutral. Por varios motivos. Antropológica y éticamente.

Por las intenciones que hay detrás.

Por las promesas implícitas.

Por la idea de hombre que presupone necesariamente.

En la avalancha tecnológica, pareciera que se ha perdido la dimensión ética que es el orden del fin y de los medios que a él conducen. Paranoias de lado, ¿nosotros utilizamos la técnica o la técnica nos utiliza a nosotros? ¿Las NT nos vienen muy bien o nosotros les hemos venido muy bien a las voluntades que hay detrás de las NT? Preocupante, una paideia que invierte la semejanza y pasa de ser teológica a técnica. No hay neutralidad en semejante pretensión.

“Toda tecnología intelectual -o de inteligencia artificial, como dicen-, encarna una ética intelectual, un conjunto de supuestos acerca de cómo funciona o debería funcionar la mente humana”. Atentos, entonces, pedagogos, educadores. Entonces, viendo no a las máquinas sino al corazón humano, podemos decir que todo lo que el hombre actual tiene de herido y revolucionado lo ha manifestado en el uso de las NT.

Estas NT, lejos de instar a una regeneración genuina de lo humano, creemos que han promovido y despertado lo peor de él. Las NT despiertan las heridas más hondas del hombre moderno. Y si aceptamos que detrás de la técnica está la ética, que detrás de la máquina está el hombre, nos resulta más comprensible vincular la revolución tecnológica con la revolución cultural.

Las realidades y los problemas de fondo son siempre los mismos, salvar el alma y preservarla de sus enemigos siguen siendo los ejes. La subversión cultural ya lo sabemos es la deformación de los hábitos mentales por medio de la cultura, los medios, lo cotidiano. Podemos estar pensando por fuera de las categorías realistas y cristianas, podemos estar pensando como el enemigo quiere que pensemos. Entonces, ¿cuándo se dijo que las Nuevas Tecnologías quedaban exceptuadas de este dilema de fondo?

El querido padre Julio Meinvielle alertaba diciendo que para que la guerra revolucionaria sea realmente eficaz no debe actuar desde afuera del hombre sino en el hombre mismo y en su totalidad, alcanzando no sólo al cuerpo sino también al alma. Tan entrelazados están, según creemos, la revolución tecnológica con la cultural, que signo de esa misma revolución es cómo se la plantea. Porque suele creerse que este dilema del uso de las NT, que esta inquietud educativa, se resuelve con un curso acelerado de informática o con una advertencia semanal sobre las últimas aplicaciones. Pero en rigor se ahonda y se resuelve a la luz de los fines y del mejor ser del hombre. Creemos ver entonces dos notas son importantes para entender mejor la relación entre revolución tecnológica y revolución cultural, y ésta con la revolución política (o control social): el totalitarismo de la cantidad y el reino de lo virtual. Y tal vez este sea el punto. Hemos caído en la red, en la doble acepción del término (de tantas posibles). Hemos quedado inmersos en un mundo digital (tal, la red en sentido tecnológico), pero en ella y tal vez sin repararlo solemos quedar cercados por la otra red que constituye una trampa letal y por la cual quedan todos los peces presos y “unificados” (así se organizan mejor para el proceso de faenado y comercialización). Y en esta red en la segunda acepción somos tan protagonistas como víctimas, y he ahí la clave de la revolución cultural que cala hasta el corazón del hombre. (Jordán Abud)

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Jordán Abud es Licenciado y Doctor en Psicología por la Universidad del Salvador. Docente, consultor académico y conferencista. Ha publicado, entre otros - Aproximación a los escrúpulos. Un estudio del trastorno obsesivo compulsivo en la vida moral. Ediciones Buen Combate, Buenos Aires. 2014. - Psicología de la Niñez. Misterios y Falacias. Editorial Katejon, Buenos Aires, 2015. - Tres ensayos de psicología. Editorial Katejon, Buenos Aires, 2017. - Educación real en un mundo virtual. ¿Desafío técnico o dilema moral? Katejon, Buenos Aires, 2019. - Nosotros, los discapacitados. Una aproximación clínica, antropológica y ética a la discapacidad”. Katejon, Buenos Aires, 2021. Disponibles en Librería y Ed. Santiago Apóstol - (+54911 59909239)

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