(275) Por un Corpus sin Misa proscripta
Jueves de Corpus Christi.
Una celebración más que en Argentina, como en muchos países cristianos, habremos de vivir sin procesiones ni manifestación pública alguna que haga profesión de nuestra Fe en Cristo Rey del Universo presente real y verdaderamente en la Sagrada Eucaristía…
Es el mismo: el Señor Crucificado, resucitado y glorioso, y el Rey del Universo, Quien ha querido permanecer con nosotros con Su presencia real y eucarística. No es un mero símbolo, como no lo es tampoco su Realeza. Por eso es oportuno recordar hoy que
450 Desde el comienzo de la historia cristiana, la afirmación del señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia (cf. Ap 11, 15) significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a Dios Padre y al Señor Jesucristo: César no es el “Señor” (cf. Mc 12, 17; Hch 5, 29). ” La Iglesia cree que la clave, el centro y el fin de toda historia humana se encuentra en su Señor y Maestro” (GS 10, 2; cf. 45, 2).
No obstante, habiendo pasado ya una cuarentena presuntamente sanitaria que amenaza volverse perpetua, en Argentina hemos visto cómo en estos meses el supuesto cuidado de los cuerpos ha servido de pretexto para rendir pleitesía a un César que cada vez más descaradamente pretende socavar todo derecho natural y divino ante los dictados de los titiriteros internacionales, contando con el beneplácito de la Jerarquía vernácula.
Desde hace ya un mes, asistimos a la reapertura de todos los templos, PERO con la prohibición de celebrarse Misas, de modo que mientras hay justificación de público para una multiplicidad de “actividades esenciales” entre las que se contaría el aborto, las Misas parecen ser consideradas, además de totalmente prescindibles, actividades de “alto riesgo” para el bien común.
Hemos tenido en este tiempo, pues, desde sacerdotes que se niegan a bautizar considerando que se trata de un “atrevimiento” por parte de los padres del niño, hasta párrocos que a diario realizan “celebraciones de la Palabra” y dan luego la comunión a grupos de fieles, manteniendo una inexplicable negativa a celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, con la misma cantidad de personas. No hablemos, para no abundar, del obispo “villero” sureño que explícitamente ha prohibido las Misas, comuniones y Adoración eucarística –considerándola una “devoción personal e individualista”- e imágenes, en una de las provincias con menor densidad de población del país, y que no presentaba ni un caso de contagio en las últimas 3 semanas…
Chocando este tipo de situaciones violentamente contra la fe que profesamos, no podemos sino, en conciencia, pedir a nuestros pastores que mirando el bien integral (esto es, físico y espiritual) de todo el Pueblo de Dios, ya no se dejen llevar por la obsecuencia con las autoridades civiles en desprecio de las almas que les han sido confiadas.
Ante esta situación, teniendo en cuenta la normativa del Derecho Canónico para los hijos de la Iglesia, recordamos que
212 § 2. Los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos.
§ 3. Tienen el derecho, y a veces incluso el deber (…) de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
213 Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia principalmente la palabra de Dios y los sacramentos.
214 Los fieles tienen derecho a tributar culto a Dios según las normas del propio rito aprobado por los legítimos Pastores de la Iglesia, y a practicar su propia forma de vida espiritual, siempre que sea conforme con la doctrina de la Iglesia.
Considerando asimismo que
“El Obispo diocesano, consciente de que está obligado a dar ejemplo de santidad con su caridad, humildad y sencillez de vida, debe procurar con todas sus fuerzas promover la santidad de los fieles, según la vocación propia de cada uno; y, por ser el dispensador principal de los misterios de Dios, ha de cuidar incesantemente de que los fieles que le están encomendados crezcan en la gracia por la celebración de los sacramentos, y conozcan y vivan el misterio pascual. (id., 387),
Y admitiendo que “Compete a los fieles reclamar legítimamente los derechos que tienen en la Iglesia” (221 § 1), no parece una “culpa” el reclamar un derecho que la misma Madre Iglesia nos concede y reconoce, cuando respetuosamente rogamos que se revisen las actuales disposiciones relativas al culto católico, devolviendo al Pueblo de Dios el “centro y culmen” de nuestra vida cristiana.
En Buenos Aires, a las 16 hs; en San Rafael, ante el Obispado a las 12 hs.
Pero por sobre todo, apelamos hoy al Pastor que ha dado Su Cuerpo y Su Sangre por nosotros, para que derrame una gracia especial sobre todos los corazones, librándonos de toda peste del cuerpo y del alma que asolan hoy a nuestra Patria.
Todo por intercesión del Corazón Inmaculado de María, nuestro refugio y Alcázar.
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Infocatólica agradecerá vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo.
6 comentarios
En España ya hemos pasado por esto, darles la pelmada hasta que se queden sordos, o hasta que os hagan caso, como la vieja del evangelio con el juez iníquo.
Algo está chirriando. Pidamos, pidamos. Pero con sumo respeto, caridad y obediencia.
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V.G.: Oscar, sinceramente creo que describir una situación en que se falta a la caridad y al respeto a los fieles, haya de ser leída como desobediencia, o falta de respeto por parte de éstos. Lo que chirría, por supuesto, es la situación en sí, y no su descripción. ¿Ante dicha obsecuencia y desprecio evidentes, cree ud. que hemos de mirar piadosamente hacia otro lado, so pena de ser acusados de rebeldes?...
No; no olvidemos que también rige para los pastores, en tanto padres, el "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten" (Col.3, 21)
por los milagros eucarísticos y recordar que no sólo es Presencia real sino que también sustancial: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
2. La Solemnidad del Corpus Christi nació con el objetivo de reafirmar abiertamente la fe del Pueblo de Dios en Jesucristo vivo y realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
3. A finales del SXIII surgió en Lieja, Bélgica, un Movimiento Eucarístico cuyo centro fue la Abadía de Cornillón fundada en 1124 por el Obispo Albero de Lieja. Este movimiento dio origen a varias costumbres eucarísticas, como por ejemplo la Exposición y Bendición con el Santísimo Sacramento, el uso de las campanillas durante la elevación en la Misa y la fiesta del Corpus Christi.
4. Santa Juliana de Mont Cornillón, por aquellos años priora de la Abadía, fue la enviada de Dios para propiciar esta Fiesta.
5. El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy cerca de esta localidad se encuentra Bolsena.
6. En Bolsena en 1263 o 1264 se produjo el Milagro eucarístico: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264 y hoy se conservan los corporales en Orvieto.
7. Precisamente en Argentina, el milagro eucarístico tiene relación reciente, ya que entre 1992 y 1996, fue cuando sucedieron cinco eventos eucarísticos prodigiosos en la misma Parroquia de Buenos Aires, Santa María en Avenida La Plata 286. Estos milagros eucarísticos convirtieron a un científico muy escéptico y ateo, por con quien trabajaba, al doctor Ricardo Castañón, ante el descubrimiento de la realidad de la Resurrección de la carne de Cristo. La Ciencia ante el prodigio inexplicable de las hostias consagradas que en cinco ocasiones se transformaron en sangre y tejido humano en la capital argentina y que tuvieron como custodio prudente al entonces obispo auxiliar, el sacerdote jesuita y luego cardenal Jorge Mario Bergoglio. El futuro Papa pidió ayuda a la ciencia antes de que se pronunciara la Iglesia sobre la veracidad de los signos sobre milagros eucarísticos en Buenos Aires. La ciencia considera inexplicable la presencia corroborada de sangre, tejido de corazón vivo y herido en los fragmentos de hostias consagradas analizadas en laboratorios de fama internacional. Esta es la festividad del Corpus Christi: el recordatorio del milagro eucarístico en el Sacramento de la fe visible cuando Dios quiere para ayuda de los fieles de todos los tiempos, inevitablemente tentados por la difícil comprensión de la verdad excesiva del Sacrificio y Resurrección del Hijo de Dios encarnado en la eternidad esté presente en una partícula de pan y su sangre en el vino.
Ojalá no me haya mal interpretado. Me parece que debemos diferenciar dos temas.
Primero, sobre si la decisión de nuestros Pastores ha sido o no acertada, conveniente o no.
Sobre esto todos podemos debatir, opinar, compartir o diferir en el análisis. De hecho en este medio, diferentes columnistas y blogueros se han posicionado. Por supuesto, sobre esto yo también tengo mi postura. Y otra cosa es el juicio sobre los motivos de esta decisión.
Aquí es donde nadie tiene el don de escrutar almas ni impecabilidad para juzgar intenciones que sólo conoce acertadamente Dios.
Quizá sólo me suceda a mí, (o a lo mejor lo perciban también así otros lectores) pero respeto muchísimo y presto más atención a los opiniones que, aunque sean implacables, se abstienen de juzgar la íntima intencionalidad de los actores, salvo que por supuesto, sean claramente manifiestas, que no es este el caso.
Se lo comento con sumo respeto, porque admiro su ardor por defender la verdad y su manifiesto celo por la gloria de Dios. Hacen falta muchas almas así.
Me recuerda mucho usted a Juan, el apóstol amado, al que el Señor corrigió por pedir hacer bajar fuego del cielo, pero al que le dio el privilegio en la ultina cena de escuchar los latidos de su Sagrado Corazón, y el ver salir la Sangre y el Agua de su Amor Misericordioso al pie de la cruz.
Muchas bendiciones.
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V.G.: No, Oscar, no lo malinterpreto, y le agradezco la intención y la inmerecida comparación, sinceramente.
Y también sinceramente le digo que no estoy juzgando intenciones en mi post ni en mi fuero interno, pero sí viendo y viviendo actitudes que describo. Cuando a una madre se la "reta" diciéndole que es una "insolente" por querer bautizar a su hijo en este tiempo, o cuando se ironiza sobre los católicos "pretensiosos" que quieren Misa como si estuviésemos fuera de la realidad; o cuando se dice que la comunión está prohibida porque no corresponde solicitarla fuera de la Misa; o cuando se pide a un fiel que se confiese por internet, al pedir la confesión, etc.etc. no estoy inventando ni suponiendo sino describiendo situaciones en que se está despreciando a las almas, so pretexto de cuidar el cuerpo. E insisto: en un país que cuenta con menos del 1% de infectados, y en el cual se toman medidas prudentes para que se asista a cualquier parte, menos a los templos..que también son nuestra Casa. Cuando esos pastores responden así a sus fieles, pero esgrimen las medidas civiles para justificarlas, incluso excediéndose de lo pedido en las mismas...yo veo obsecuencia pura y dura, Oscar.
Dios me perdone si me equivoco, pero en conciencia lo veo claro.
Conozco también a sacerdotes sencillos, prudentes y fieles, en cuyo trato no se observa el menor dejo de apariencia de desprecio, sino celo. Pido de todo corazón por unos y otros, créame, pero me preocupa sobremanera lo que queda como saldo en el camino.
Todos necesitamos conversión pero está claro que dentro de la Iglesia, ya no todos profesamos la misma fe, y aunque se lo quiera ocultar, es evidentísimo.
Nos vamos acostumbrando a culpabilizar a las víctimas por expresar y hasta por sentir dolor, y no me parece sensato. Creo que la misericordia no puede hacer acepción de personas.
Se nos está preparando la Abolición de la Eucaristía, mezclando la Verdad con la mentira, miren la homilía de ayer del Corpus.
¡Cuidado!, ya está utilizando la palabra memorial. Nos están preparando la falsa misa o "santa memoria", como la llaman ellos.
Documento del conflicto a la comunión-Conmemoración conjunta luterano-católica romana de la reforma en el 2017. Página 72 nº. 154. Acuerdan eliminar el concepto de la terminología “transustanciación”, por lo tanto ya no habrá consagración, no habrá presencia real de Cristo.
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/lutheran-fed-docs/rc_pc_chrstuni_doc_2013_dal-conflitto-alla-comunione.
Daniel 8-9-11 y 12.
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Tertulia 16-VI-1971:
«Si se le quita la Transubstanciación a la Misa… Esta palabra es de una importancia capital, porque al suprimirla se omite la Presencia Real y deja, por tanto, de haber Víctima. ¡No dejes de emplear esa palabra! ¡Transubstanciación! Los niños no la entenderán y tú tampoco, pero no importa: ¡Empléala! ¡Empléala! No sólo molesta a los nuevos herejes… Al que molesta mucho más es al demonio».
Non Nobis.
Perdón por mi tardanza en comentar.
Sólo quiero agregar que los niños sí entienden la palabra "transubstanciación", y nosotros somos quienes -como adultos- primero debemos entenderla en toda su simplicidad y misterio, para que el mensaje a los niños sea absolutamente claro, como todo misterio que sólo se ve a la luz de la Fe.
No se trata sólo de repetirla para enfadar a los demonios, se trata de repetirla con renovada fe, en un acto de amor consciente de que esa "palabra" encierra el modo humillante de amor extremo en que Cristo quiso quedarse con nosotros, hasta que vuelva, recubierto de Gloria y Majestad.
Transubstanciación: cambio de sustancia, de lo que verdaderamente es, conservando los accidentes, las apariencias. Un niño lo entiende. Un niño tiene una fe simple, pura. Le costará repetir la palabra, pero no su comprensión.
Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
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V.G.: Coincido plenamente. Gracias Marisa!
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