(231) Afrontar la crisis: las lecciones de la historia (Card. Walter Brandmüller)

Brandmüller

“…recordar estos acontecimientos en este contexto es útil, porque aún hoy es posible reconocer algunas de esas desviaciones, cuando la gente está demasiado empeñada en rebelarse contra sacerdotes y obispos.”

Se ha visto al lobo venir y se ha permanecido mirando como irrumpía a través de la grey.”

(Card. W. Brandmüller)

 

A principios de noviembre, el Card. Walter Brandmüller -presidente emérito de la Comisión Pontificia de Ciencias Históricas- ha brindado una serie de reflexiones sobre la grave crisis moral de la Iglesia, señalando la fuerte incidencia que en ella ha tenido la falta de vigilancia sobre heterodoxias y herejías en los seminarios teológicos.

Advierte asimismo los riesgos de un laicado que puede acusar cierta autosuficiencia soslayando la importancia del sacerdocio ministerial, y señala interesantes semejanzas con otras situaciones de la historia de la Iglesia.

Presentamos a continuación la traducción del texto completo, con la esperanza de ser debidamente aprovechado y difundido, dando gracias a Dios por la claridad, valentía y lucidez de este noble príncipe de la Iglesia. Por cierto, su lectura nos ha hecho recordar el libro de nuestro p. J.M. Iraburu “Infidelidades en la Iglesia“, de la Fundación Gratis Date.

Las negritas son nuestras.

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Afrontar la Crisis: las lecciones de la historia

Card. Walter Brandmüller   (traducción para InfoCatólica)

Saber que la homosexualidad y el abuso sexual se han extendido de manera casi epidérmica entre el clero y aun en la jerarquía de la Iglesia en Estados Unidos, Australia y Europa, sacude la Iglesia actual desde sus fundamentos, por no decir que la ha hecho caer incluso en una especie de shock.

Se trata de un fenómeno que, aunque presente también en el pasado, hasta mitad del siglo XX era desconocido en las terribles dimensiones actuales. Se plantea entonces la pregunta sobre cómo se ha podido llegar a este punto.

En busca de una respuesta, la mirada cae inmediatamente no sólo sobre la sociedad actual caracterizada por un liberalismo extremo, sino también sobre la  teología moral de las últimas décadas y sobre sus representantes.

Entre ellos, algunos líderes de opinión han abandonado el fundamento clásico de la ley natural y la teología de la revelación y han proclamado nuevas teorías. Una moral autónoma, que no quiere reconocer las normas comúnmente vinculantes; un consecuencialismo, que juzga la calidad ética de una acción según sus consecuencias, o la ética situacional, que hace depender lo bueno o lo malo de un acto de las relativas circunstancias concretas de las actividades humanas: todos estos nuevos planteamientos en teología moral han sido defendidos por los profesores de teología en incluso en los seminarios y por supuesto también aplicados a la moral sexual. Allí, entonces, también se ha podido delinear la homosexualidad como moralmente aceptable y su clara condena por parte de las Sagradas Escrituras como algo superado en el tiempo.

En el fondo estaba operando la vieja convicción típicamente modernista –siguiendo el patrón de la “evolución"– de la dinámica del desarrollo de la humanidad hacia un mayor nivel cultural que comprendiese también la religión y la moralidad. Por lo tanto, alcanzado el nivel más elevado de conciencia, lo que ayer todavía estaba prohibido, hoy podría permitirse. Los nombres que deben ser mencionados aquí son famosos; algunos de ellos incluso han enseñado en las universidades Pontificias sin ser relevados de su cargo. Las consecuencias de esto han emergido tempranamente cuando algunos seminarios, particularmente en los Estados Unidos, se convirtieron en incubadoras de la homosexualidad. El ex sacerdote jesuita Malachi Martin en su novela cifrada “La casa azotada por el viento” de 1996, presentó en su escenario un retrato que hoy resulta tremendamente real.

Cuando esta degeneración se ha hecho evidente, los católicos, tan espantados como indignados, han reaccionado en gran escala, como se muestra de manera impresionante en diversos portales de internet.

Como consecuencia, el flujo de dinero -por lo general abundante- de las donaciones provenientes de las organizaciones seculares católicas a las arcas vaticanas comenzó a disminuir: quien tomó las riendas del asunto no fue el episcopado, sino los laicos. El hecho de negar las ricas ofrendas habituales se ve, no erróneamente, como una protesta contra las carencias de Roma en la crisis actual. Y de esta manera siguieron-probablemente sin saber-un ejemplo histórico de la Alta Edad Media.

En efecto, la situación es comparable a la de la Iglesia italiana en el siglo XI-XII. El hecho de que durante el primer milenio el papado, las oficinas episcopales -hasta incluso las más sencillas funciones eclesiales- debido a los ingresos que se aseguraban, hayan sido cada vez más apetecibles, tuvo como consecuencia las luchas y combates, mercantilizando el acomodamiento en ellas. Este mal se llamaba simonía: Simón el Mago había ofrecido dinero al apóstol Pedro para que le confiriese los dones del Espíritu Santo.

A esto se agregaba la pretensión de los gobernantes temporales de interferir en la atribución de altos cargos en la Iglesia -la investidura secular- y por supuesto también el concubinato de muchos sacerdotes.

Lo mismo valía para el papado, que en los siglos IX y X se había convertido incluso en la cumbre de la discordia entre las familias nobles de Crescenzi y Tuscolo. Éstos, por lo tanto, ponían – no importa cómo – a uno de sus respectivos hijos o parientes como Papa. Entre ellos también había hombres muy jóvenes y moralmente disolutos, que se sentían más dueños de la herencia de Pedro que pastores supremos de la Iglesia.

A raíz de estos acontecimientos también creció la homosexualidad entre el clero. Y esto sucedió a tal punto que San Pedro Damián en 1049 entregó al recién electo Papa León IX su “Liber Antigomorrhianus“, escrito en forma epistolar, en el que exponía este peligro para la Iglesia y para la salvación del alma de muchos. El título del tratado se refiere a la ciudad de Gomorra que, según Gén. 18, debido a sus pecados había sido condenada por Dios a la destrucción juntamente con Sodoma.

S. Pedro Damián esperaba de ese Papa, conocido como reformador celoso, una intervención eficaz contra el pecado tan difundido. Escribió: “la inmundicia sodomítica se propaga como un cáncer en el orden eclesiástico, de hecho, como una bestia sedienta de sangre que ruge en el redil de Cristo con libre audacia, para que la salvación de las almas de muchos esté más segura bajo el yugo de la servidumbre de los laicos, que con el acceso voluntario al servicio de Dios bajo la ley férrea de la tiranía de Satanás", que reinaba entre el clero.

Es muy notable que casi al mismo tiempo se haya constituido un movimiento secular, no sólo contra la inmoralidad del clero y el concubinato de los sacerdotes, sino también contra el apoderamiento de las oficinas eclesiásticas por parte de los laicos, o la oportunidad de adquirirlos. Fue justamente así que entre el clero se insinuaron elementos que no tenían ni la capacidad ni la voluntad de llevar una vida conforme al estado clerical. Para los señores laicos, tener vasallos leales en las sillas episcopales era a menudo más importante que el bien de la iglesia.

Contra todo esto surgió el vasto movimiento popular conocido como “Pataria” (o movimiento patarino), dirigido por miembros de la nobleza de Milán y también por algunos miembros del clero, pero apoyado por el pueblo. Colaborando estrechamente con el pueblo reformista cercano a S. Pedro Damián y luego con Gregorio VII, con el obispo Anselmo de Lucca -importante canonista luego convertido en el Papa Alejandro II-, y con otros, los “patarinos” solicitaron, recurriendo también al uso de la violencia, la realización de la reforma que posteriormente tomó -por Gregorio VII- el nombre de “Gregoriana“: por un celibato del clero vivido fielmente, contra la ocupación de diócesis por poderes seculares y contra la simonía.

Lo interesante es que el movimiento reformador estalló casi simultáneamente en los máximos entornos jerárquicos de Roma y entre la vasta población secular de Lombardía, en respuesta a una situación considerada insostenible.

Pero sin embargo esta unión de intereses no duró mucho. De hecho, cuando más adelante se formaron las diversas ramificaciones del movimiento pauperístico,  aunque sin retomar el impulso eclesiástico y jerárquico de los primeros franciscanos, con la predicación espontánea y no autorizada desafió la resistencia de una jerarquía que no comprendía los signos de los tiempos. No pocos de los “pobres de Cristo", con su rechazo a la jerarquía fundada en el sacramento, se deslizaron a la herejía y la desobediencia. Así nacieron los movimientos empobrecidos ramificados, que sólo gracias a la longanimidad y acción pastoral de Inocencio III podrían ser reintegrados en gran parte a la iglesia.

Recordar estos acontecimientos en este contexto es útil, porque aún hoy es posible reconocer algunas de esas desviaciones, cuando la gente secular está demasiado empeñada en rebelarse contra sacerdotes y obispos.

Hoy, como entonces, ante los conflictos surgen reacciones entre un episcopado enredado en las instituciones y la burocracia -incluyendo la curia romana- y los movimientos laicos que se sienten abandonados, si no traicionados, por los pastores y maestros de la iglesia, por los sucesores Apóstoles. Para superar la pérdida de confianza que se crea entre los fieles, servirá de mucho un esfuerzo por parte de la jerarquía y del clero. Es verdad que la Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado documentos de teología moral, por ejemplo “Persona humana” (1975). Además, a dos profesores les ha sido revocada respectivamente en 1972 y 1986, la licencia de enseñanza debido a errores teológicos, y algunos libros sobre moralidad sexual fueron condenados. Pero los herejes realmente importantes, como el jesuita Josef Fuchs (1), que desde 1954 a 1982 fue profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana, y Bernhard Häring (2), que ha enseñado en el Instituto de redentoristas de Roma, y el muy influyente teólogo moral de Bonn, Franz Böckle (3) o el de Tubinga Alfons Auer (4), han podido seguir dispersando imperturbados, bajo los ojos de Roma y de los obispos, la semilla del error.

La actitud de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de los obispos en estos casos es, en retrospectiva, sencillamente incomprensible. Se ha visto al lobo venir y se ha permanecido mirando como irrumpía a través de la grey. La encíclica “Veritatis Splendor” de 1993 de Juan Pablo II – la contribución a ella de Joseph Ratzinger aún no ha sido debidamente reconocida – ha indicado claramente los fundamentos de la enseñanza moral de la Iglesia, pero se ha enfrentado con el amplio rechazo de los teólogos. Tal vez porque se publicó sólo cuando la decadencia teológico-moral estaba ya demasiado avanzada.

Por lo tanto, hay que decir que por un lado, el fracaso de la jerarquía es incomprensible y lamentable y, por otra parte, necesario y loable el compromiso de los laicos en la situación actual, aunque entre sus actitudes y comportamientos, es posible identificar elementos significativos de riesgo. Si el comportamiento ilustrado por encima de la llamada “Iglesia institucional", que se preocupa más por las finanzas y la administración, causa el creciente abandono de la Iglesia por poblaciones que alguna vez fueron católicas, un laicado demasiado seguro de sí mismo corre el peligro de no reconocer la naturaleza fundada en el orden sagrado de la iglesia y de deslizarse, en protesta contra el fracaso de la jerarquía, en un cristianismo comunitario de tipo evangélico.

Por tanto, al laicado conscientemente católico que se está formando sobre todo en el catolicismo norteamericano, a quien se reconoce y alienta en su protesta contra la degeneración sexual entre sacerdotes, obispos e incluso cardenales, sin embargo se le advierte que no puede perderse de vista el significado constitutivo del ministerio sacerdotal, fundado en el sacramento del orden, y mucho menos el hecho de que la mayoría de los sacerdotes viven fielmente de acuerdo a su propia vocación.

Mientras tanto, la tensión entre los dos polos podría ser útil para superar la crisis actual.

Sin embargo habrá que tener cuidado de evitar una nueva edición del conflicto entre los obispos y los “fideicomisos” laicos en los Estados Unidos relativos a la soberanía de las finanzas eclesiásticas, surgidas a mediados del siglo XIX, y que se mantuvieron virulentas.

Más bien, sería bueno recordar al Beato John Henry Newman, quien ha rendido newmanmaravillosamente homenaje al importante papel de los fieles ” en materia de doctrina". Lo que escribió en 1859 debe aplicarse hoy también a los asuntos económicos y morales, justo ahora que – como en las luchas cristológicas del siglo IV – el episcopado permanece inactivo por largos períodos. El hecho de que podamos ver esto también en la crisis actual de los abusos puede depender del hecho de que la iniciativa personal y la conciencia de la propia responsabilidad como pastor del obispo local se hace más difícil por las estructuras y aparatos de las Conferencias Episcopales, con el pretexto de la colegialidad o la sinodalidad.

Sin embargo, cuanto más los obispos lleguen a sentirse apoyados por la firme voluntad de los fieles de renovar y reavivar la iglesia, más fácil será para ellos poner sus manos a la obra de una reforma auténtica de la Iglesia.

Es en la colaboración entre obispos, sacerdotes y fieles, con el poder del Espíritu Santo, que la crisis actual puede y debe convertirse en el punto de partida para la renovación espiritual – y por lo tanto también de la nueva evangelización – de una sociedad post-cristiana.

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(1) Josef Fuchs S.J. (1912 – 2005) teólogo jesuita alemán, que enseñó en la Universidad Gregoriana de Roma durante más de 30 años. Fue miembro de la Comisión Pontificia de Población, Familia y Natalidad.  Asumió la antropología teológica de Karl Rahner. Presidió el informe de mayoría de la comisión que rechazó la Humanae Vitae de Pablo VI. Se centró principalmente en la crítica de la objetividad moral.   

(2) Bernhard Häring, redentorista, fue una de las columnas del Concilio Vaticano II, y se califica a sí mismo de “moderado", estimado por los papas Juan XXIII y Pablo VI, quienes habían elogiado sus obras, fue sostenido siempre por sus superiores, aunque, al mismo tiempo, ha sufrido durante años los según él “ataques y humillaciones” de la Inquisición teológica de Roma y de la Congregación para la Enseñanza Católica, a los que califica como “terroristas” de la fe. Fue uno de los más fervientes disidentes de la encíclica Humanae Vitae. Al publicarse la Veritatis Splendor, siendo rector de la Universidad San Alfonso, de Roma, dirigió al Papa una carta pidiéndole que se retractase de dicha encíclica.

(3) Franz Böckle catedrático de Teología Moral de la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Bonn, fue ordenado sacerdote en 1945, y vicario episcopal en Zurich, donde conoció a Urs von Balthasar, con quien él se interesó por la teología protestante moderna de Karl Barth.  La misión de la moral fundamental es para Bockle “reconstruir los fundamentos de una teoría ético-teológica en el marco de la situación histórico-cultural". Insistió en la autonomía moral, incompatible con el concepto de “moral heterónoma de los mandamientos", considerando que después de los descubrimientos del pensamiento moderno, el acceso y la relación del hombre con Dios han de tomar siempre como punto de partida la autonomía de la subjetividad.

(4) Alfons Auer (1915-2005) fue profesor de Teología Moral en las universidades de Wurzburgo y Tubinga. Aboga por una ética autónoma y una “ética del ambiente” . Considera que la indiferencia, orgullo y temeridad son consecuencias de la ciencia moderna, que resultó en la destrucción del hábitat del hombre. Altamente crítico del progreso científico y tecnológico, que  considera el mundo natural sólo en términos de utilidad y extiende su crítica hacia un cuestionamiento de la tradición cristiana por considerar la superioridad del hombre sobre la naturaleza.

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Nos adherimos a la Súplica filial para que NO se confunda a los fieles elevando a los altares al obispo pro-marxista montonero Angelleli - Agradecemos su firma en el sitio Liga Católica y difunda:

“Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Fátima, tú que has vencido al comunismo en la Unión Soviética no permitas que sus errores esparcidos por el mundo sigan haciendo estragos en la Iglesia a quien Cristo llamó a ser Luz del mundo. Madre de Dios hoy recurrimos a ti angustiadamente porque la confusión reinante quiere hacer pasar por mártir, amigo de los pobres y ejemplo de pastor a Mons. Angelelli a quien un accidente providencial libró de que siga haciendo daño a tus fieles con ideologías marxistas que llevan a la lucha de clases, odios intestinos y a perder la fe .(…)

Madre de Dios y Madre Nuestra, no nos abandones en esta hora aciaga en que los estertores del mundo aumentan y ya se oyen las trompetas de los ángeles, míranos con ojos misericordiosos y aumenta nuestra Fe, Esperanza y Caridad ya que Cristo predijo que la fe sería difícil de hallar, la Caridad se enfriaría y a su mismo Vicario los demonios lo zarandearían como el viento al trigo. Amén.”

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Infocatólica agradecerá vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo.

28 comentarios

  
Pedro Amate
Es cierto ; pero la gran mayoría de sacerdotes y religiosos, probablemente tengan tendencia homosexual o heterosexual ,pero son gente muy sana.


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V.G.: Creo que lo que ud. afirma desliza alegremente una gran ofensa a Dios y a su Iglesia, pues supone que para escuchar y seguir el llamado DIVINO a la vocación religiosa es casi condición sufrir algún tipo de patología sexual, o poco menos; es contradictorio al señalar además que son "gente muy sana"...
Con su argumento, la miríada de santos religiosos y sacerdotes caen bajo sospecha, cuando por el contrario, tal como señalaba Sta. Benedicta de la Cruz (Edith Stein en el mundo), el santo es la persona más "equilibrada" y SANA, o en otras palabras, quien mejor se configura con Nuestro Señor. ¿Dirá entonces que ÉL mismo, el más perfecto HOMBRE, no lo era en todas sus dimensiones, perfectamente ORDENADAS? Por favor, Pedro, le sugiero que revise sus conceptos.
01/12/18 12:23 PM
  
Pepito
Ciertamente se ha sido excesivamente tolerante con la herejía, tal vez por un complejo de ser autoritarios y condenatorios cuando lo que prima en el espíritu del siglo es ser tolerantes y permisivos liberales chachis, guays y colegis.
El liberalismo permisivo creo que está haciendo estragos en la Iglesia, también a nivel de la Doctrina, y ya dijo el eximio presbítero Sardá y Salvani que "el liberalismo es pecado."
Pero donde hay patrón (jerarquía) no manda marinero (simples laicos). Si la jerarquía no condena la herejía, los simples laicos poco podemos hacer, aparte de lamentarnos, protestar y enfadarnos un poco.
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V.G.: Creo que se equivoca, Pepito.
Los laicos tenemos bajo nuestra responsabilidad el "ambiente" público, que luego se va filtrando necesariamente a la Iglesia inmersa y peregrina en el mundo. Somos miembros de la Iglesia militante, y si nos decidiéramos a combatir seriamente el liberalismo y las doctrinas opuestas e incompatibles con el Evangelio, otro gallo cantaría. Tenemos bajo nuestra responsabilidad, como laicos, la política y la educación, y especialmente las familias. La Jerarquía no brota bajo los árboles como hongos, sino que nace en familias, se educa en escuelas, y crece en un medio político en el que los medios de comunicación ejercen un influjo mayúsculo. Creo que es MUCHO lo que podemos hacer, siendo fieles a nuestro propio rol, y empezando por llamar al pan, pan, y al vino, vino. Sólo la verdad nos hace libres, estemos donde estemos, y el bien es difusivo.
01/12/18 12:30 PM
  
Javidaba
Ave María Purísima.
Muchas gracias, María Virginia.
Es verdaderamente impresionante la facilidad que tiene el mal para reeditarse con ligeros retoques a través de los siglos volviendo a los mismos errores y herejías que fueron superadas antaño.
Y es verdaderamente alucinante la postura de tantos teólogos y moralistas inteligentísimos incapaces de percibir que caen en errores y herejías preteridos.
Está claro que la ciencia teológica entra por las rodillas.
Nuevamente muchas gracias.
01/12/18 12:35 PM
  
Ricardo de Argentina
"La actitud de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de los obispos en estos casos es, en retrospectiva, sencillamente incomprensible. Se ha visto al lobo venir y se ha permanecido mirando como irrumpía a través de la grey."
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Lo que a mí me parece incomprensible es que el Cardenal exima de responsabilidad al papado, conociendo como conoce el verticalismo eclesial. Me temo que así no le hace ningún favor a la verdad que estamos necesitando urgentemente en estos tiempos de confusión.
A modo de ejemplo del tal verticalismo, citaré una parte de un artículo del P. Iraburu publicado por Catholic.net, que se refiere al increíble desistimiento de autoridad de Paulo VI cuando le tocó confirmar la sanción que pesaba contra sacerdotes de la diócesis de Washington que, por haber aconsejado el uso de anticonceptivos a la feligresía, se negaban a aceptar la encíclica HV, a los que el papa sobreseyó de modo gratuito:

«Según los recuerdos de algunos testigos presenciales, todos los implicados [en la negociación] entendían que Pablo VI quería que el “caso Washington” se zanjase sin retractación pública de los disidentes, pues el papa temía que insistir en ese punto llevara al cisma, a una fractura formal en la Iglesia de Washington, y quizá en todo Estados Unidos. El papa, evidentemente, estaba dispuesto a tolerar la disidencia sobre un tema respecto al que había hecho unas declaraciones solemnes y autorizadas, con la esperanza de que llegase el día en que, en una atmósfera cultural y eclesiástica más calmada, la verdadera enseñanza pudiera ser apreciada».

Aparentemente el papa no había dado órdenes expresas, pero todos actuaban en consonancia con lo que sabían era su deseo. Más verticalismo cuesta imaginar, porque a nadie se le podía ocultar que se estaba violando flagrantemente el CDC, humillando públicamente a un obispo que se había limitado a sancionar en cumplimiento de su deber, y escandalizando a la feligresía.
Creo que en la actualidad eso sigue igual.
01/12/18 12:50 PM
  
Santiago
¡Dios bendiga al cardenal Brandmüller y le conceda salud y larga vida!
01/12/18 12:53 PM
  
José María Iraburu
Gracias, Virginia.
Dios te lo pague.
Abrazo y bendición +
01/12/18 1:00 PM
  
Chimo de Valencia
La homosexualidad y el "abuso sexual" a quien sacude es al progresismo eclesial y a este pontificado, no a la Santa Iglesia Católica, que responde con razones y argumentos a este problema.
01/12/18 2:53 PM
  
Fernando Martín López Avalos
Diagnóstico preciso. Se preentan las líneas maestras de la medicación. Es necesario actuar. Por cierto, recomiendo ampliamente el libro La casa azotada por el viento, que es como la resonancia magnética de lo que hoy acontece en la Iglesia. Igualmente, recomiendo la Carta a los católicos perplejos, de monseñor Marcel Lefevbre. Este útimo documento es de una gran contundencia doctrinal.
01/12/18 3:42 PM
  
Mª del PIlar
¡Como está el patio! ¡Dios mío, ven en nuestro auxilio! Oración, oración, oración y penitencia, para que el Señor tenga piedad de nosotros.
01/12/18 3:55 PM
  
VIKTIKO
Como siempre, a la luz de la historia debemos reconocer los derroteros ya andados y que llevan al abismo que "el enemigo" de nuestro Señor quiere para nosotros. Por un lado un clero invadido por elementos colocados por otros intereses y su neoliberalismo para apoderarse de la Iglesia y por otro unos laicos que creen que sus comunidades son las que salvan, con Cristo en sus bocas pero no en sus corazones. Manda el interés compuesto y los deseos de controlar.
Pero recordemos que no es lo mismo ver una foto de un león que halar su cola en persona y Dios Padre no ha perdido poder.
01/12/18 4:03 PM
  
hornero (Argentina)
Afirma el Card. Brandmüller: "Hoy, como entonces, ante los conflictos surgen reacciones entre un episcopado enredado en las instituciones y la burocracia -incluyendo la curia romana- y los movimientos laicos que se sienten abandonados, si no traicionados, por los pastores y maestros de la iglesia, por los sucesores Apóstoles. Para superar la pérdida de confianza que se crea entre los fieles, servirá de mucho un esfuerzo por parte de la jerarquía y del clero"... "Es en la colaboración entre obispos, sacerdotes y fieles, con el poder del Espíritu Santo, que la crisis actual puede y debe convertirse en el punto de partida para la renovación espiritual – y por lo tanto también de la nueva evangelización".

En efecto, cabe esperar de una y otra parte, del clero y de los laicos, una mayor conciencia de sus correspondientes lugares en la Iglesia. Si los laicos sirven de voz de alerta al clero cuando las cosas no marchan bien en la Iglesia, o cuando las multitudes ofrecen su testimonio ante los santuarios marianos, subestimados en general por el clero, puede entenderse que el Espíritu Santo habla en ocasiones mediante los laicos, como cuando la Virgen elije preferentemente laicos para manifestarse de modo extraordinario. Esta predilección por los laicos ya se manifestó en Belén al ser los pastores los primeros en recibir el anuncio gozoso de los ángeles y concurrir a ofrecerle al Niño y a Su Madre los primeros dones de los hombres, luego los Reyes venidos de Oriente guiados por la estrella fueron los primeros en reconocer la Majestad de Jesús. Quizás se haya insistido con parcialidad de la condición de rebaño de los laicos, olvidando que somos "linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para pregonar el poder del que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (I Pedro2,9), “sacerdotes, profetras y reyes”.
Conducir un pueblo así, exige mayor responsabilidad, dignidad y capacidad que conducir a un simple rebaño. Si los obispos y sacerdotes comienzan a tratar con los laicos como corresponde, será en beneficio mutuo. No olvidemos que sin los laicos no habría ni Iglesia ni humanidad. Sin los laicos no nacerían los Papas ni nadie del clero. Sin los laicos el clero no contaría con edificios para conventos, templos y demás; ni alimentos, ni vestidos, ni bibliotecas, ni ornamentos y elementos litúrgicos, ni pan ni vino para consagrar. La Iglesia está constituida como su Fundador , Hombre-Dios, necesitando de las cosas materiales para constituirse y subsistir. Esta tarea de proveer al cuerpo de la Iglesia, esto es, a su parte material, es misión sacra de los laicos. De lo cual cabe deducir que hoy se requiere una profunda ampliación del campo de la Liturgia, orientada a comprender en su misión toda la actividad físico-temporal de los fieles laicos, en tanto se orienta a la edificación del Reino de Dios entre nosotros. Para hacer comprensible esta misión trascendente y evidente de los laicos, insustituible por parte del orden sacerdotal, baste suponer que toda la humanidad por una gracia extraordinaria se constituyera en sacerdotes y religiosos: todos morirían en pocos días o semanas por falta de alimentos, agua, electricidad, transportes, comunicaciones, farmacias, etc. Esto muestra que las tareas que cumplimos los laicos, desde dar a luz los hijos, a mantener viva la humanidad, es de una magnitud aún no explorada en su significado sacro y trascendente. Lo cual conduciría a una comprensión más madura y plena de la Iglesia, abarcativa y coherente con la dimensión universal y cósmica asignada por Dios a los laicos. Una mutua comprensión entre clero y laicos es hoy absolutamente indispensable; no puede la Iglesia continuar en una vía unilateral. Debe comprender lo que es edificar el Reino de Dios en toda su inmensidad terrena y cósmica. En esa conjunción eminente de Pastores y fieles podremos entendernos mejor.


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V.G.:Muy bien, Hornero, pero cuidado con torcer la Escritura, porque "linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido.." se refiere a la Iglesia entera, y no sólo a los laicos. Y no olvidemos que con su criterio, también "el mundo moriría" si nos faltasen sacerdotes, pues sin ellos "simplemente" nos faltaría el Corazón de la Iglesia, que es Jesús Sacramentado, y su Perdón. No instalemos en la Iglesia la nefasta dialéctica, por favor.
01/12/18 4:18 PM
  
maru
Muy bueno todo lo que dice el Cardenal Brandmüller. Es incomprensible, como.los profesores q cita, teólogos y sacerdotes, pudieron dar clase sin q nadie les llamara al orden. Ahora, se explican muchas cosas, ahora se explica esta debacle y es q todo lo q enseñaban a los futuros sacerdotes, estaba cimentada en el ERROR. Realmente, lamentable!!!!
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V.G.: Esto nos debe llevar a una mayor conciencia de la responsabilidad de conocer más profundamente la fe que profesamos, y los nombres de los lobos que arrasan con ella a través de doctrinas putrefactas. Por eso es bueno saber dónde abrevan nuestros sacerdotes y obispos, y tener idea de los nombres de los lobos que se cuelan en el rebaño, reconociendo y desenmascarando a los herejes cuando se presentan. Miren por ejemplo la clara obra del p. Iraburu, en F.Gratis Date "Mala doctrina" (también está la serie en su blog de este portal).
Arriba los corazones, que no hay tiempo para el desánimo!
01/12/18 5:04 PM
  
Liliana
Todos estamos presionados por la cultura de muerte, porque se nos embotó la mente, por eso, no hemos sido ni somos capas de ver ni denunciar, los lobos que dispersan y dividen la Iglesia. Si ha llegado la hora, no nos vanagloriemos, porque es el Santo Espíritu que clama en las intenciones sobre el fin de la apostasía en nuestra Iglesia con el deseo que llegue el Reino de Cristo, para un Bien Común y la Salvación Eterna. Ven Señor Jesús.
01/12/18 5:20 PM
  
Pedro Amate
" SOBERANA OFENSA A DIOS Y A SU IGLESIA ".
Por favor me ha dejado usted con la sangre congelada !!!
Jesús es Verdadero Dios y Verdadero Hombre ; como Hombre fue tentado en todo menos en el pecado carnal.No tenemos un Dios que no pueda compadecerse de Nosotros.
Dios se hizo Hombre y asumió nuestra naturaleza humana .
Los seres humanos no somos ángeles desencarnados sin apetencia física alguna.
El ser humano se gesta en el vientre de su madre,y mientras está en gestación pueden pasar muchas cosas ; el niño recién nacido puede nacer con algún defecto totalmente ajeno a su madre ,y por supuesto al niño recién nacido.
Un niño puede nacer con tendencia heterosexual u homosexual, ya desde el día de su nacimiento.
Se supone, que el joven que abraza la vida sacerdotal o religiosa ,sabe que Dios no aprueba la práctica sexual de ninguna manera; ni heterosexual, ni homosexual.
Tengo entendido que para ser ordenado sacerdote ; hay que hacer VOTOS de obediencia ,pobreza y CASTIDAD. Lo que yo he querido decir de manera escueta, es lo siguiente: Hay casos de corrupción en la Iglesia ,como los hay en todas partes ,pero no todo el mundo es corrupto ,independientemente de nuestros defectos .LA MAYORIA DE LA SOCIEDAD Y DE LOS CLÉRIGOS DE LA IGLESIA ,SON GENTE MUY SANA.
01/12/18 5:30 PM
  
rastri
“Se ha visto al lobo venir y se ha permanecido mirando como irrumpía a través de la grey.”

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-Se ha visto el lobo venir no.

-Mejor: -Hemos visto. - Hemos visto. -Hemos visto el lobo venir, los que tenemos la obligación de vigilar, y hemos permanecido mirando cómo irrumpía a través de la grey.....sin importarnos el escándalo hacia los más pequeños

-¡Mea culpa, mea culpa!

- Qu Una vez más; siempre es el otro, el impersonal, el que delinque
01/12/18 6:33 PM
  
hornero (Argentina)
De acuerdo, la Iglesia entera, también los laicos, eso es lo que digo. No tuerzo la Escritura, subrayo que los laicos no solo somos rebaño sino todo lo que dice la Escritura. Lo mismo en cuanto a la necesidad imprescindible de los laicos, no he negado la eminente necesidad de la Iglesia Jerárquica, creo que no necesito afirmarlo, supongo que se me entiende, soy católico. Conviene leer con prudente calma, no ver dialéctica donde no la hay.
No he contrapuesto clero versus laicado, ¿dónde afirmo esa barbaridad? Dice el Cardenal: “Para superar la pérdida de confianza que se crea entre los fieles, servirá de mucho un esfuerzo por parte de la jerarquía y del clero"; eso es lo que he dicho. “(La Iglesia) debe comprender lo que es edificar el Reino de Dios en toda su inmensidad terrena y cósmica. En esa conjunción eminente de Pastores y fieles podremos entendernos mejor". No tuerzo la Escritura ni hago dialéctica.


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V.G.: Entendido, le pido disculpas, pero creo que tenemos que reconocer el peligro en que nos movemos hoy por hoy, en que como señala el Cardenal, muchos laicos sostienen esa actitud, y no podemos "darle de comer al león".
01/12/18 6:55 PM
  
Pepito
Gracias V.G. por tu amable contestación. Claro que los laicos podemos hace mucho para combatir el liberalismo que hoy en día invade a la Iglesia. Cuando dije que poco podíamos hacer los laicos es en el plano de la condena formal u oficial y del castigo jurídico canónico de la herejía liberal, pues ello son funciones propias de la jerarquía.

Siempre recordaré lo que dijo el Cardenal dubioso Walter Brandmüller a raíz de la Amoris Laetitiae: "Todo el que hace compatible el adulterio y la comunión eucarística es un hereje y promueve el cisma." Un pastor resistente a la dictadura del espíritu de los tiempos, como los que dijo Papa Emérito Benito XVI que necesita urgentemente la Iglesia. Deo gratias.
01/12/18 7:54 PM
  
Pedro Amate
La tendencia homosexual ,es un desorden genético u hormonal ; que se produce en el feto durante su gestación
Desde el punto de vista de la moral cristiana ,indudablemente es un desorden ,y no una inmoralidad.
Es un desorden en el cerebro ,que puede ser corregido con la ayuda de Dios y de la Ciencia en muchos casos , y en otros ,puede ser la solución ,una conversión religiosa.
San Pablo condena la práctica sexual o el pecado consumado.
El heterosexual, sólo puede encontrar en el matrimonio,su plena realización personal ; solo la infidelidad conyugal o el sexo fuera del matrimonio no es admisible, y es pecado muy grave.
La conversión religiosa para las personas con tendencia homosexual es la castidad ;También vale para las personas célibes con tendencia heterosexual que son ordenados.

Lo fundamental es la consagración sacerdotal o religiosa ,y los votos de pobreza obediencia y castidad.
LO QUE ES CONDENABLE ES " LA PRACTICA SEXUAL " ; AUNQUE EL ORDENADO SEA " VARÓN ,CÉLIBE Y HETEROSEXUAL".
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V.G.: De acuerdo, pero convengamos que será "más prudente" que los sacerdotes sean heterosexuales. Lo que en mi respuesta objeto es que ud. diga que "la gran mayoría..." Me parece inadmisible, además de juicio temerario.
01/12/18 8:10 PM
  
Pedro Amate
La tendencia homosexual ,es un desorden genético u hormonal ; que se produce en el feto durante su gestación. Desde el punto de vista de la moral cristiana ,indudablemente es un desorden ,y no una inmoralidad.
Es un desorden en el cerebro,que puede ser corregido con la ayuda de Dios y de la Ciencia en muchos casos , y en otros ,puede ser la solución ,una conversión religiosa.
San Pablo condena la práctica sexual o el pecado consumado.
El heterosexual, sólo puede encontrar en el matrimonio,su plena realización personal ; solo la infidelidad conyugal o el sexo fuera del matrimonio no es admisible, y es pecado muy grave.
La conversión religiosa para las personas con tendencia homosexual es la castidad ;También vale para las personas célibes con tendencia heterosexual que son ordenados.
Lo fundamental es la consagración sacerdotal o religiosa ,y los votos de pobreza obediencia y castidad.
LO QUE ES CONDENABLE ES "LA PRACTICA SEXUAL" ; AUNQUE EL ORDENADO SEA "VARÓN ,CÉLIBE Y HETEROSEXUAL".
01/12/18 8:42 PM
  
Pedro Amate
Los Medios tienden a maximizar los casos de corrupción en todos los órdenes ; político ,social o religioso ; y es verdad que por desgracia hay mucha corrupción ; demasiada.

Pero no podemos afirmar que todos los políticos sean corruptos y toda la sociedad ses corrupta, ni que todos los sacerdotes y religiosos sean corruptos.

LA MAYORÍA de los matrimonios son fieles a su cónyuge,como LA MAYORÍA de los políticos son gente sana y honrada ; y lo mismo los religiosos y sacerdotes y religiosas ; LA INMENSA MAYORIA ,son fieles a su VOCACION Y A SUS VOTOS ; SON GENTE SANA.
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V.G.: De acuerdo, Pedro, entonces o se expresó mal o yo lo comprendí mal, pues el texto decía "la inmensa mayoría....tienen inclinaciones homosexuales". Si por el contrario dice que la inmensa mayoría (esto es, la mayoría de los que son fieles) es sana, estamos de acuerdo.
01/12/18 8:53 PM
  
Javier
Chimo de Valencia:
La homosexualidad y el "abuso sexual" a quien sacude es al progresismo eclesial y a este pontificado

Oh, sí, ¡cómo no! Todo el mundo sabe que el caso Maciel es de este pontificado. Y el caso Buela, fundador el IVE, también. Ambos sumamente progresistas en temas doctrinales, ¿no es cierto?
Hasta que llegó Francisco al papado, la Iglesia no tenía un problema ni de homosexualidad en el clero ni de abusos sexuales, ¿verdad que sí, Chimo?
Fue llegar el argentino a Roma y de repente miles de sacerdotes se volvieron ...... y se pusieron a abusar de menores de edad.
01/12/18 9:34 PM
  
Ricardo de Argentina
Pedro Amate: "La tendencia homosexual ,es un desorden genético u hormonal ; que se produce en el feto durante su gestación"
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Disiento.
La tendencia homosexual se debe a experiencias en la infanto-juventud y/o a factores culturales. Es una consecuencia directa de la perversión moral reinante, de la destrucción de la famila, y de la demencial obsesión de las políticas antinatalistas, que ven en la homosexualidad una forma de promoverlas.

Caso contrario deberíamos concluir en que la proliferación de homosexuales y "homosexualas" que hay en la actualidad, se debe que en las últimas décadas los fetos se han desordenado inesperada y masivamente durante la gestación, cosa que no sucedía en tiempos de una medicina más primitiva.
Absurdo por donde se lo mire.
01/12/18 10:13 PM
  
hornero (Argentina)
Gracias, Virginia, por su solícita comprensión. En verdad estamos en tiempos en extremo agitados por la confusión, que hasta las palabras presentan dudas, ambiguas interpretaciones, debido al uso y abuso por parte de los difusores del error. "¡O tempora, o mores!"
01/12/18 11:39 PM
  
Pedro Amate
Ricardo de Argentina : " En las últimas décadas los fetos se han desordenado inesperada y masivamente durante la gestación, cosa que no sucedía en tiempos de una medicina más primitiva. Absurdo por donde se mire. "
Es cierto, vivimos en unos tiempos críticos en el contexto de la Historia de la Iglesia.
Después de las grandes persecuciones de los primeros siglos de nuestra era,por fin llegó la libertad religiosa en el 313 ,con el Edicto de Milán, por el emperador Constantino.
Sesenta y siete años después ,el emperador Teodosio ,un español segoviano, declaró oficial la religión cristiana en todo el imperio romano ; una década después,prohibió toda forma de religión, contraria y la la religión oficial romana.
Según muchos historiadores y contemplativos ,éste largo periodo de tiempo, terminó con la Primera Guerra Mundial ; después la Segunda Guerra,lo vendría a confirmar ; faltaba la reacción de la Iglesia Católica, y por fin llegó en 1.959 con el Concilio Vaticano II.

Es lo que podríamos llamar,el Milenio Preliminar ,o Primer Cumplimiento de la Historia de la iglesia y de la Humanidad.

Vivimos un tiempo de paréntesis en la Historia de la Iglesia ,que probablemente nos llevará hasta finales del presente siglo ; y los católicos estamos ante la Prueba final ,que sin duda debemos superar con éxito

Según Apocalipsis :20 ,después del Milenio Cristiano, el Diablo sería soltado de su prisión ,para engañar a todas las naciones de los cuatro ángulo de la tierra ; también afectaría a la Iglesia, como es evidente.

Se esta gestando en la actualidad un Nuevo Orden Mundial pagano con la Ideología de género, como bandera .Y también una conferencia de religiones progresistas en perfecta sintonía con el espíritu del Nuevo Sistema que se disponen a controlar al Nuevo Orden ; una Bestia salvaje de color escarlata ,que representa a todos los imperios de la antigüedad, desde Egipto a la Roma Imperial,representada muy bien en la actualidad por las Naciones Unidas ; una Bestia de color porque escarlata y una "mujer" sentada sobre la Bestia.

En realidad vivimos tiempos muy críticos y muy difíciles de manejar, como diría Santa Teresa ; aun más difíciles que los del siglo XVI ; por entonces el Diablo todavía estaba apresado ,pero hoy está suelto con total Libertad ,aunque por un corto espacio de tiempo.
No es que los fetos se hayan desordenado inesperada y masivamente en la actualidad, que también puede ser ; lo que ocurre es que el Diablo está engañando a los que quieren deliberadamente dejarse engañar.
Durante muchos siglos ha funcionado en la Iglesia el celibato y la castidad ,como recomendaba San Pablo a los célibes solteros y solteras de la Iglesia ; y de esta manera,acabó con la LGTBI romana ,que el mismo Apóstol condenaba en la Carta a los Romanos ,capítulo primero.
Lo que ocurre,es que el Diablo está engañando a una facción progresista de la sociedad y de la Iglesia, y los está convenciendo,de que eso de la " castidad " ,es algo pasado de moda que acabó hace un siglo ; esto al parecer ha calado en una minoría de clérigos de la Iglesia, y está produciendo mucho escandalo ,sobretodo en unos Medios controlados por Satanás y sus partidarios; los enemigos de la Iglesia.
02/12/18 9:09 AM
  
Spes
El padre Jorge Loring , jesuita, y hermoso sacerdote, que Dios tenga en el cielo, dice que Cristo escogió a 12 , discípulos, y de ésos 12, había un Judas, al leer éste artículo, pareciera que hubieran sido 11 Judas y sólo uno bueno, y éso no es posible, Dios no lo consentiría, que haya gente diabólica dentro de la Iglesia, no significa que ya Ella esté convertida en demonio. Ya Dios separará la cizaña,,,,a su tiempo.
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V.G: No, no creo que esa sea una interpretación justa que se desprenda del artículo de Mons. Brandmüller.
02/12/18 11:54 AM
  
Néstor
Excelente análisis del Card. Brandmûller. Aquellos vientos trajeron estas tempestades. El tolerar la herejía en la Iglesia nunca es sin consecuencias. Que el Señor quiera enviar pronto su gracia para que su Esposa rejuvenezca una vez más.

Saludos cordiales.
02/12/18 8:57 PM
  
Horacio Castro
El cardenal Brandmüller reconoce y también es parcialmente responsable del fracaso histórico de la moral sexual católica en el clero y jerarquías de la Iglesia. San Pablo, mucho antes que san Pedro Damián, ya expresaba su preocupación: los cristianos de Corinto estaban teniendo problemas de inmoralidad sexual (1 Corintios 1:6-9 y 6:18-20).
03/12/18 6:17 PM
  
Horacio Castro
1Corintios 6:9 y 1Corintios 6:18-19
04/12/18 9:38 PM

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