(170) Mons. Barron se "embarra"; del dialoguismo ecumaníaco y sus erupciones
Parece ser que el título de “testigo del Evangelio” era poco para el heresiarca magno, y ahora el demonio se divierte insinuando a los pastores despistados que nos lo propongan como “místico de la gracia”.
Así lo ha llamado recientemente en el portal aleteia.org Mons. Robert Barron, famoso por su serie de tv “CATOLICISMO” , y a quien el Papa nombró obispo auxiliar de Los Ángeles en 2015.
En estos días, pues, muy suelto de cuerpo refiere al público que la lectura del libro de Alec Ryrie “Protestants” le hizo mirar de distinto modo a Martín Lutero, “porque en el centro de la vida de Lutero y su teología hubo una abrumadora experiencia de gracia".
Barron llama a su “movimiento” religioso -que quebró a la Iglesia y arrastró a tantos miles de almas a la perdición de la herejía-, “un romance” y sostiene que “Lutero era un místico de la gracia, alguien que se había enamorado completamente de la fe” (¡¡?!!).
Llama la atención que la vocación sacerdotal de Mons. Barron haya surgido al tomar contacto con la obra de Sto. Tomás de Aquino en la escuela secundaria, gracias a un joven dominico. Sin embargo, podemos vislumbrar el tipo de derrotero -inficionado ya de modernismo- que siguió a este “primer amor” a lo largo de sus estudios teológicos; su tesis doctoral fue: “La creación como discipulado: un estudio del De potentia de Tomás de Aquino a la luz del Dogmatik de Paul Tillich“, publicada en 1993 por Mellen Press…
Tuvo una intensa labor pastoral, sobre todo en el área de la cultura y educación, sobre todo como profesor y rector de varias universidades. En 2016 sería elegido presidente de la Comisión de Evangelización y Catecismo de la Conferencia de Obispos de EE.UU.
Pero tal vez su mayor influencia se halle en la serie televisiva Word on Fire, desde la cual explica cuestiones de la fe católica o comentando temas de la actualidad. Los programas de Word on Fire también han sido emitidos en cadenas como EWTN (¡si la Madre Angélica viviese hoy..!) , Yelecare o Relevant Radio. El Card. Francis George ha llegado a definirlo como “uno de los mejores mensajeros de la Iglesia.” Heredero sin duda de la misión del gran obispo Fulton Sheen, hay que colegir que no habría heredado, lamentablemente, su ortodoxia inclaudicable.
¿Por qué nos detenemos en el brillante “currículum vitae” de este joven obispo? Porque si bien hemos de lamentarnos una vez más, es hora de que muchos dejen de sorprenderse por estas derivas: Mons. Barron no puede llegar de un día para otro a ver a Lutero como un “místico de la gracia", o considerarlo “el teólogo de la palabra por excelencia” sin un proceso previo de opacamiento de lo que es la teología como vocación primordialmente eclesial, como tampoco tantos que hoy son “faros de tinieblas” para la grey aturdida.
No se llega a la irresponsabilidad episcopal de argumentar que
“La gente enamorada hace y dice cosas extravagantes. Tan abrumados están por la experiencia de la amada que usan palabra como “sólo” y “nunca” y “para siempre"…”
si previamente no se ha divorciado en su corazón el verdadero Amor, de la Verdad. Por este camino comencemos a justificar entonces también, como “apasionados” a Enrique VIII, a Mahoma, al Che Guevara, y hoy por hoy, a tantos supuestos “enamorados” -con amor desordenado- que no se han detenido ante nada, y sigamos justificando el pecado, la persecución a la fe verdadera y al Amor Cruficicado. Un altar al sentimiento.
No se llega a afirmar que
“Después de toda una vida de escrupulosidad y lucha interior, Lutero sintió el avance de la gracia divina a través de la mediación de la Biblia“,
si previamente no se ha desdibujado su concepción católica de la gracia.
No se llega a esta idea si la raíz católica es genuina, si está firmemente plantada, por más libros que se lean para torcer el sentido común. Porque es de sentido común, a la luz de los propios escritos y obras de Lutero, lo que Lutero ha sido. Ahora bien, si estamos dispuestos a poner todo, todo lo que ha sostenido y realizado la Iglesia en duda, porque decidimos tener la “mente abierta"…hemos picado el anzuelo, y “pisado el palito” para tropezar. Como decía Chesterton, “no hay que tener la mente tan abierta que a uno se le caiga el cerebro". Y esto es lo que a muchos les sucede cuando se enferman de “dialoguitis ecumaníaca", sosteniendo simultáneamente que
“Lutero estaba en lo correcto al expresar su extática experiencia del amor divino de una manera tan distintiva” y también que “el Concilio de Trento tenía derecho a ofrecer un claro correctivo teológico a la forma en que Lutero formulaba la relación entre la fe y las obras y entre la Biblia y la razón…”
Evidentemente, si uno evita definirse, y si cada gato tiene cinco patas y cada cosa su lado “fascinante", desaparecen los enemigos, y obtenemos un doctorado en navegación. Pero de lo que seguramente nos alejaremos es del “sí-sí; no-no", del Evangelio, prefiriendo tal vez el Yin Yang…”Navegando” se puede llegar a cualquier puerto.
Desde sus numerosos premios, libros, programas, Barron contribuirá entonces ahora -si no se desdice, Dios lo ilumine para ello-, como muchos de los clérigos de su generación, a la confusión y apostasía reinante, fruto maduro de la semilla diabólicamente sembrada hace décadas por el modernismo teológico, fieramente combatido en sus comienzos con la exquisita caridad de San Pío X, tolerado indulgentemente luego, y sostenido y alimentado hoy por no pocos miembros de las altas jerarquías de la Iglesia, que en muchas ocasiones, tienen de católico el conocer la letra del Credo, pero han perdido la Fe verdadera, y por eso es imposible que la puedan transmitir íntegra…
Toca desde ya, rezar por la conversión de los que aumentan esta zozobra, al elogiar a los herejes en tiempos de martirio.
Pero nos toca también aguzar el sentido, y no dormir en esta hora, ni sucumbir a estériles lamentos, redoblando el combate a la herejía serpentina que acecha a la Esposa, aunque tal vez con la certeza de que Ésta deberá huir al Desierto…(Ap.12,6 ss)
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27 comentarios
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V.G.: "La paciencia TODO lo alcanza".
Miremos nosotros cómo se alza más alto la Mujer vestida de Sol y vencedora de todas las herejías allí en el horizonte cada vez más próximo, y sigamos en paz nuestro combate diario.
Y cuando la Iglesia pretende iluminarlos con su Magisterio sacan a relucir su "abrumadora RESISTENCIA a la gracia".
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V.G.: Coincido plenamente.
Destaco en especial:
«No se llega a esta idea si la raíz católica es genuina, si está firmemente plantada, por más libros que se lean para torcer el sentido común. Porque es de sentido común, a la luz de los propios escritos y obras de Lutero, lo que Lutero ha sido. »
Sin duda. Aquí radica el problema. A falta de identidad católica, se cae rendido a falsas identidades. Ser católico es profesar una doctrina. Si esta doctrina es confusa, ser católico se vuelve confuso. Es por esta anemia doctrinal que los pseudo-reformadores parecen testigos del evangelio, y la garganta de la Iglesia queda muda.
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V.G.: Es posible que exageremos, desde ya: cada vez que uno ve un animal gigante, de orejas como pantallas y cola pequeña, y una trompa larga, no por eso hay que pensar que es elefante; ¿por qué no ha de ser un pingüino?.
A ver si le vamos perdiendo el miedo a la definición, Gregory!
En sus meditaciones de cuaresma en 2015 dijo que Cristo no conocía su identidad y que fue descubriendo su misión gradualmente. El momento de iluminación sería su Bautismo. Toma herejía. Casi nadie protestó.
En uno de sus videos de 2011 (!) puso en duda que en el infierno haya almas condenadas.
Quien quiera ir a la fuentes que lea esta artículo de 2015, está todo documentado: onepeterfive.com/the-incredible-shrinking-bishop-barron/
¿Y así cuántas más? No es una caza de brujas. Es hacer una obra de misericordia: corregir al que yerra para evitar que las almas se pierdan.
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V.G.: Muchas gracias por su dato.
Una fue su exaltación a Thomas Merton y su vida, poniéndolo como modelo a seguir y omitiendo completamente su suerte de conversión al new age y al hinduismo. Otra fue su afirmación de que los santos que apoyaron a las Cruzadas "estaban equivocados", y la última es una continua exaltación desmedida de la no violencia ("non violence"), como un valor absoluto y supremo, lo que a mi juicio demuestra que su pensamiento está teñido de una suerte de irenismo.
En fin, este último paso no es sino una nueva muestra que la tentación de seguir la moda y los nuevos "aires" eclesiales es demasiado fuerte para algunos.
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V.G.:Lo confirmamos: esto no sucede de un día para otro...
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V.G.: Gregory, por qué le cuesta tanto comprender que profesar una fe conlleva el no admitir lo que atenta contra esa misma fe? El fuego no puede decir "qué maravillosa es la humedad para mí". Ya se lo he dicho otras veces, pero el liberalismo que ud. reclama no es católico, y no puede pasarse por alto, sobre todo si se trata de un "pastor", quien debe velar para que las ovejas no vayan a admirar el "lindo pelaje" del Lobo. No cumple con su misión, coquetea con la herejía, ergo no puede dejar de advertirse que no es fidedigno como guía. Aunque no diga explícitamente "sean luteranos", su discurso lleva tarde o temprano a deducir que en en el fondo, da lo mismo.
¿Ahora está un poco más claro?
Por este post, sus intervenciones son suficientes.
en la última cita que presenta, creo advertir un par de errores de traducción relevantes para el asunto de su post:
Mons. Barron pregunta, y no afirma, si Lutero acertaba en esa formulación como expresión de su experiencia (cierto que parece una pregunta retórica).
Además, no dice que el Concilio de Trento "tuviera derecho", sino que pregunta (retóricamente; es decir, afirma) si no tenía razón al decir...
https://www.wordonfire.org/resources/article/looking-at-luther-with-fresh-eyes/5491/?utm_source=twitter&utm_medium=socialmedia&utm_term=twitter-barron&utm_content=luther-with-fresh-eyes&utm_campaign=article
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V.G: Como bien dice, en la respuesta afirmativa que él mismo da a continuación, podemos colegir que se trata de preguntas retóricas:
«...¿Quizás Lutero estaba en lo correcto al expresar su extática experiencia del amor divino de una manera tan distintiva? ¿Quizás el Concilio de Trento tenía derecho a ofrecer un claro correctivo teológico a la forma en que Lutero formulaba la relación entre la fe y las obras y entre la Biblia y la razón? (...) respondería que sí a ambas preguntas, tal vez para mostrar un camino a seguir en el diálogo ecuménico».
¿No ve ud. aquí el círculo cuadrado propio del dialoguismo extremo al que me refiero?
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V.G.: No hay por qué, Gregory.
Le sobra tiempo al Obispo?? o quiere quedar bien con aguien??
Basta ver la alusión a Bernanos: "todo es gracia", para descubrir que la linea de Barrón es insistir en la necesidad absoluta de la gracia (esto pertenece a la fe: concilio de Orange) y no canonizar a Luero. No es lógico poner a Lutero de ejemplo (no creo que Barron lo haga), pero tampoco es lógico pensar que por ser hereje no hay nada que pueda ser reconocido como "bueno" en su vida. Y esto lo digo desde el aprecio tanto a Infocatólica como a Barron.
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V.G.: Perdón, Miguel, pero creo que hay momentos en que uno debe definirse, más allá de nuestras simpatías humanas, sobre todo cuando se trata de temas en donde se juega la pureza de la fe, y se tiene la rsponsabilidad pastoral que ha recibido un obispo. El párrafo de cierre del artículo de referencia, en que afirma la razón a Lutero y a Trento simultáneamente, es una posición acomodaticia, que hace completamente a un lado el significado de la apostasía de millones de católicos, con consecuencias eternas. Y esto no puede pasarse por alto tan livianamente, a nuestro juicio. Si se tiene esto en cuenta, no hay excesiva dureza, pero sí repudio rotundo, que sigo manteniendo.
Pues si seguimos aplicando esta vara de justificación para todo con excusas psicológicas...así andamos, y con Sta. Teresa le recuerdo que "de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno".
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V.G.: Es que precisamente, Miguel, en estos tiempos de confusión, urge la definición, para no contribuir a la tibieza o componendas con el error. Insisto además en su responsabilidad episcopal, como "faro" de muchos. Sigo sosteniendo que ha sido escandaloso (es decir, piedra de tropiezo) para muchos la opinión de este obispo. Si aplicamos su razonamiento, vamos...¿acaso no habrá tenido también Hus un amor sensible a Dios, "a su manera", y lo mismo numerosos heresiarcas que tanto daño han hecho rasgando la túnica inconsútil de la Esposa? Remitiéndonos a los propios escritos de Lutero, no me parece admisible una actitud tan indulgente, sobre todo a la luz de su efecto en la historia.
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V.G.: Miguel, comprendo su postura y agradezco la honestidad en exponerla, pero sigo creyendo que no somos injustos. No dije que Barron sea un hereje, pero sí que transita por vías modernistas, aunque sea "con la mejor buena voluntad". Un comentario anterior aporta un par de datos que también me parecen relevantes para sostener esto, que no es difamación. ¿O sólo se puede disentir de la ortodoxia, pero somos faltos de caridad si disentimos de las posturas que creemos acomodaticias? Por otra parte, aquí no hay "acusación pública" sino intento de clarificación pública de algo que él mismo ha hecho público, no se trató de una opinión privada que oímos por el ojo de una cerradura... Finalmente: no niego buena intención, ni bonhomía moral a Mons. Barron, sino "simplemente" falta de claridad doctrinal, en un momento en que ésta es urgente.
I realize that it might annoy both my Catholic and Protestant friends even to pose the issue this way
Entonces, ¿a cuento de qué tanta sorpresa porque nos escandalicemos y protestemos?
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V.G.: No se ha "convertido", simplemente se supone que está tratando de que lo "comprendamos mejor"......
Creo, Luis Fernando y Virginia, que no habéis conseguido transmitir ni el contenido, ni el estilo, ni el tono del artículo de Barron. Por otra parte, creo que se puede hacer una crítica a lo que dice Barron -y sobre todo al libro de Ryrie- mucho más acertada de lo que decís:
La extravagancia de las afirmaciones de Lutero, justificables en un adolescente insensato, pero no en un sacerdote, demuestran que su enamoramiento de la gracia -su mística- estaba lamentablemente marcado por un profundo desequilibrio mental.
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V.G.: Sigamos interpretando las interpretaciones de las interpretaciones, Miguel. ¿No le parece que hay posibilidad de un poco más de claridad, entre tanta confusión? Disculpe, pero no me convence, pese a que valoro su intención.
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V.G.: No critico sus obras buenas (que si lo son es por gracia de Dios), sino precisamente, por la buena reputación de la que goza, critico lo que considero un error grave. Esto no invalida el bien que pueda hacer, pero sí, gracias a su autoridad, agrava el daño de confusión que puede provocar.
Feliz Domingo.
Francisco
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