(151) 2017, Centenario de Fátima, ¿cómo celebramos su comienzo?...
El Nuevo Año viene siempre preñado de expectativas, pero sobre todo cumpliéndose en unos meses el Centenario de las apariciones de Ntra. Sra. de Fátima, y precipitándose una serie de acontecimientos eclesiales más que significativos.
Con este “telón de fondo”, no es ocioso plantearse cómo celebrar este Fin de Año y comienzo del que llega. Sabemos que más de una familia se lo ha planteado a menudo, tratando de remar “contra corriente” en medio de un ambiente para nada favorable a la coherencia cristiana, que se ha apropiado de nuestras Fiestas, pero vaciándolas de su espíritu genuino, y adulterándolo todo.
Aunque hace un par de años publiqué ya algunas de estas citas, las vuelvo a compartir con mis lectores, como para tenerlas en cuenta en nuestros criterios de “celebraciones navideñas".
Los cristianos no podemos ni debemos descuidar las Fiestas, pues ellas van signando el tránsito de nuestra vida, jalonando consuelos y esperanzas; de alguna manera nos brindan el “molde” de nuestro gozo y también del dolor. Sin duda, en el cómo vivimos las mayores alegrías y pesares, vamos sembrando el testimonio de la fe que profesamos…
Más allá de que se trate de revelaciones privadas, las locuciones interiores que se han difundido durante décadas en el Movimiento Sacerdotal Mariano, no han tenido, que yo sepa, sino frutos de edificación espiritual y conversión profunda, y el mismo S.Juan Pablo II era miembro de este Movimiento.
“¡Cuántos son los que festejan la llegada del nuevo año con diversiones, la mayoría de las veces vacías y ofensivas para la gran dignidad de criaturas amadas y redimidas por mi Hijo! Se embriagan de vaciedades estos pobres hijos míos y ¡cuán infelices son! (…) Con el año nuevo se avecinan momentos decisivos. Por eso empieza el nuevo año de rodillas, orando conmigo, oh, hijo!”(31-12-73)
“Ahora más que nunca el mundo está sumergido en las tinieblas; el hielo del odio, de la incredulidad y de la soberbia envuelve el corazón de los hombres. También la Iglesia es víctima de una crisis profunda; y aún muchos sacerdotes dudan de mi pequeño Hijo (…) Pronto todo el mundo, que está invadido por las tinieblas y ha sido arrebatado a mi Hijo, gozará finalmente del fruto de esta Noche Santa…”(24-12-75)
“…Como estaba presente entonces en el Niño pequeñito, así también ahora está presente el Hijo de Dios en la Hostia consagrada. En esta Noche Santa mi corazón de Madre se siente de nuevo herido al ver cómo aún entre los mismos sacerdotes se difunden dudas sobre la divina presencia de mi Hijo Jesús en el misterio de la Eucaristía. Y así se propaga la indiferencia al Sacramento Eucarístico, se apagan la adoración y la oración y aumentan cada día los sacrilegios de los que se acercan al este Sacramento en estado de pecado mortal. (…) Los errores tienden a difundirse, a pesar de que la doctrina sobre la presencia real ha sido claramente reafirmada por el Magisterio (…). Vendrán tiempos en que desgraciadamente estos errores se extenderán aún más y en la Iglesia casi se extinguirá el perfume de la adoración y del Santo Sacrificio. Llegará así a la cumbre la “abominación de la desolación” que ya ha entrado en el Templo santo de Dios….”(24-12-77)
“.. Semejante a la primera será su Segunda Venida, hijos predilectos. Como fue su nacimiento en esta Noche, será el retorno de Jesús en su gloria, antes de su última venida para el Juicio Final, cuya hora sigue aún escondida en los secretos del Padre. (…) El mundo se hallará todo envuelto en las tinieblas de la negación de Dios, de su obstinado rechazo, de la rebelión a su ley de amor. (…) Así casi ninguno estará preparado para recibirle. Los grandes ni siquiera se acordarán de El, los ricos le cerrarán las puertas, mientras los Suyos estarán muy ocupados en buscarse y afirmarse a sí mismos…
‘Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará todavía fe en la tierra?’ vendrá de improviso y el mundo no estará preparado para su venida. Vendrá para un juicio (…). Vendrá para instaurar su Reino en el mundo, después de haber derrotado y aniquilado a sus enemigos.También en esta segunda venida, el Hijo vendrá a ustedes a través de su Madre…”(24-12-1978)
“…Síganme por la senda de un sufrimiento comprendido, aceptado y vivido sólo por Mí, como humilde respuesta a cuanto en aquellos momentos me pedía el Señor. Un sufrimiento interior, que me procuraba el desarrollo de las circunstancias que se presentaban como respuesta a mi maternal pedido de colaboración, con su designio de Amor (…) Estos son los tiempos en que todos deben recogerse en una oración continua y confiada, como lo fue la mía en el largo camino hacia Belén El tiempo de los proyectos y las discusiones ha terminado. A quien quiera escuchar y entender, ya todo ha sido revelado (…)Caminen a la luz de la Estrella que les indica que ya ha llegado el tiempo en que se verifican los anuncios proféticos que les han sido dados…”(24-12-1984)
“…¡Cuántos hijos míos pasan estos momentos en diversiones y en la bulla, y se emborrachan de vacío en medio de frivolidades y pasatiempos con frecuencia contrarios a la Ley del Señor!”(31-12-1984)
“En las últimas horas del año, los quiero a todos recogidos junto a Mí en oración incesante (…) Y vendrá a ustedes la Paz por el triunfo del mi Corazón Inmaculado, mientras está por terminar el espacio de tiempo concedido por el Señor a la humanidad para el arrepentimiento y para su conversión….”(31-12-1986)
“El tiempo se ha cumplido. Por centenares de años se ha venido esperando este acontecimiento: voces de profetas y de enviados de Dios habían tenido encendida la antorcha de la esperanza y de la espera. El curso del tiempo y de la historia confluía hacia este extraordinario momento. En esta Noche Buena cada cosa tiene su cumplimiento (…) Vivan en espíritu de alegría profunda esta su Navidad, puesto que el tiempo se ha cumplido. Ya van a entrar en los acontecimientos que los preparan para su segunda Navidad. Se aproxima el momento del glorioso retorno de Cristo. Entonces no se dejen asir por el miedo, ni por la tristeza, ni por una vana curiosidad, ni por afanes inútiles…”(24-12-1989)
“…Rodeen la cuna desguarnecida con su amor sacerdotal y reparen el rechazo de muchos con la plenitud de santidad y de testimonio fiel (…) El hielo del pecado aún cubre la vida de los hombres y de los pueblos; la tiniebla de los errores invade el mundo entero (…) Han entrado en los últimos tiempos. Entonces acepten los anuncios proféticos que de muchas maneras les han indicado la cercanía de este segundo Nacimiento (…) Por eso en todas partes del mundo, estoy formando mi escuadrón de los pequeños, de los pobres, de los humildes, de los puros de corazón, para preparar así una cuna preciosa para Jesús, que regresa a ustedes en la gloria…”(24-12-1990)
“…Que un silencio profundo rodee el gran bullicio de palabras y de imágenes que hoy llena el mundo entero (…) Procedan seguros sobre las ondas tempestuosas de estos últimos tiempos de la gran tribulación, sin turbarse al ver que todavía se cierran las puertas a Jesucristo que viene..” (24-12-1991)
“Póstrense conmigo en un acto de gran gratitud, por todos los beneficios que les han sido otorgados, por el Amor y Providencia del Padre Celestial. (…) Están entrando en los tiempos en que se manifestará a todos el Milagro de la Misericordia Divina; miren cómo la humanidad está postrada y herida, lacerada y derrotada, amenazada y golpeada, enferma y moribunda. Ella no puede levantarse sola, si una gran misericordia no la levanta. ¡Cuánto mal se hace cada día en el mundo!(…)¡Cuántos son los pecados contra el Espíritu Santo que hoy se cumplen! (…) No pasen las últimas horas de este año en el bullicio y la disipación. Póstrense conmigo, en oración de adoración, gratitud y reparación, para alcanzar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que sea abreviado el tiempo de la gran tribulación que están viviendo…” (31-12-1991)
Que estos consejos de la Madre de Dios iluminen nuestras Fiestas para celebrarlas con renovado fervor y genuino espíritu de fe, junto a la Sagrada Familia y a todos los que la Providencia ponga en nuestro camino en el Nuevo Año!.
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4 comentarios
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V.G.: Me parece atinadísima su observación, Ricardo...!
Esta es una parte de la descripción, de la aparición de Fátima, del 13 de Octubre de 1917.
San José complementó el papel de Nuestra Señora en la educación y protección del Dios hecho hombre. En la actualidad, este Glorioso Patriarca, complementa, nuevamente, la misión de su Esposa, en la formación de Cristo en nuestras almas.
Aprovechemos la Gracia que esto significa.
“…José nos lleva derecho a María, y por María llegamos a la fuente de toda santidad, a Jesús…”
(“BONUM SANE ET SALUTARE”, BENEDICTO XV)
"Por José vamos a María
y por María a Jesús,
para que El haga nuestra
la Salvación de la Cruz"
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V.G.: Muchas gracias por este comentario, Vladimir; sin San José, había "algo incompleto", ciertamente!
La Santísima Virgen pide Penitencia ¡Y quién Hoy ¡Nunca! quiere Sufrir, padecer por la ¡Ay! lacerante, Cruel y Salvaje Existencia del Mal y la Injusticia ¡el Padre de la Mentira! ¡Si la Gente no quiere ni Pensar ¡porque Pensar hace Sufrir! En fin ¡Quién se Confiesa hoy día, el bendito y dulcísimo Sacramento de la Confesión! Nada más ¡Gracias, querida Amiga Mª Virginia por sus bellísimos Artículos, y éste aún Mas ¡y como todos una durísima Denuncia! por su Amor mariano, a la Purísima!
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