(128) El Carmelo de Nogoyá: analfabetismo religioso y estrategia mediática
En época de Santa Teresa, una señorita llamada María del Corro ingresó al Carmelo con ínfulas de santidad, pero a poco de entrar tuvo que ser despedida por la santa, porque tenía tanta madera de carmelita como una gallina la tiene de lazarillo. Pero como lo que no le faltaba era un orgullo siniestro, no pudo digerir lo que juzgó como injusticia, y con la ayuda de un clérigo acusó a Santa Teresa de todo lo acusable ante la Santa Inquisición. Consta de ello en un escrito de aquel año, en que el Tribunal de Sevilla solicita orientación sobre el proceso. Tras algunas investigaciones y comprobaciones, el 29 de Abril de 1576 se dictó sentencia absolutoria contra las infundadas acusaciones de la mal intencionada y frustrada novicia…
En las últimas 48 horas miles de católicos argentinos –y suponemos que también del extranjero- se han rasgado las vestiduras por la noticia de un Carmelo allanado por presuntas “torturas”, y a más de uno seguramente se les ha escapado la expresión “¡Qué vergüenza…!” Y claro que sí: es una vergüenza que haya que explicar lo obvio, que haya que defender ante los “propios” algo que tras décadas de silenciamiento, tibieza, buenismo y apostasía declarada, se haya borrado de la concepción natural de los católicos de a pie.
El obispo de Paraná, Mons. Puíggari, se ha manifestado “perplejo” en sus declaraciones:
“Ante una denuncia de una revista, ya se allana un convento como si las hermanas fueran vendedores de droga. Hay instancias de diálogos que son mucho más fáciles. Podía ir el fiscal a tocar timbre y actuar de una manera más pacífica, tanto para las hermanas como la ciudad de Nogoyá”. Por otro lado, aclaró que “la vida de las carmelitas es muy exigente. Ellas van libremente y viven una vida austera y de oración. Además rezan por la Iglesia y por el mundo. Si hay que corregir algo, se corregirá. Pero no hacer eso de manera sensacionalista. No me termina de cerrar por qué fue hecho esto así”.
Por último, aseguró que “ellas dependen de la Santa Sede pero el Obispo las tiene que proteger. Insisto, es un reglamento, que se hace en todo el mundo. Fue aceptado por San Juan Pablo II. Me llama la atención el apuro de la justicia. Ojalá fuese así para todos”.
Valoramos que el obispo haya querido aclarar la situación, pero dice que “le llama la atención”, y que “no le termina de cerrar”, algo que sin embargo, es más lógico de lo que parece.
Los medios y el sistema saben bien adónde apuntan; es penoso que la propia Jerarquía no se termine de dar cuenta de las reglas del juego con el mundo, reglas que siguen en pie aunque algunos se hayan empeñado en suavizar y minimizar, haciendo creer que “somos todos amigos”. Si ellos se han creído el cuento, es lógico que estas cosas les llamen la atención.
Pero más allá de las explicaciones que se brinden ahora…¿cómo piensan que van a comprender los medios, y aún los fieles vulgares, el sentido y la necesidad de penitencia, oración, silencio, clausura, renuncia al mundo, inmolación, y sobre todo, libertad feliz en todo ello, cuando no oyen sino catequesis y prédicas colmadas de florcitas y corazones, cantos y bailes mundanos, y todo lo que halaga los sentidos y sentimientos, como si el catolicismo fuese la religión de Sarah Kay?
¿Reparación? ¡Si hay generaciones enteras que jamás han oído hablar del horror del pecado, ni de las penas del infierno y del purgatorio, ni mucho menos del sentir mundano como opuesto al sentir del Evangelio!
La secularización es tal, que todo lo que no cuente con el placet mundano, ha de ser “corregido”, como bien se insinúa. Pero no de manera “sensacionalista”, claro: lentamente se irá pidiendo a los monasterios que suavicen, hasta casi hacer desaparecer la penitencia o lo que huela a ella, y por si acaso algún sacerdote haya pensado en autorizarla a sus dirigidos, lo pensará dos veces, porque nunca se sabe… El respeto humano se va filtrando así -como el humo de Satanás-, por las rendijas del alma de unos y otros, hasta hacer el aire irrespirable según el Evangelio. Todo esto no busca sino una falsa iglesia genuflexa…pero ante los amos del mundo, y no ante el Rey del Universo.
El Temor de Dios ha cedido el paso al temor al dolor de cualquier tipo, incluso de la menor incomodidad. Se les ha pregonado a las multitudes hasta el cansancio -para que nadie se asuste- que “no hace falta ser santos” para ser buenos cristianos, y el proyecto de vida más alto de una inmensa cantidad de familias no pasa de ser “buenas personas” que no se drogan, ni matan ni roban…(al menos notoriamente). Si la fidelidad en los matrimonios ha llegado a ser un mero “ideal”, ¿qué podemos esperar de la vida contemplativa y penitente?
Millones de católicos tienen gran devoción por Nuestra Señora de Fátima, ¿pero cuántos recuerdan que cuando los pastorcitos -5 a 7 años- le dijeron a “la Señora” que estaban usando cilicio, Ella sólo les dijo que se los quiten para dormir?
Los católicos sencillos, al contrario, se han cansado de escuchar en homilías, catequesis, y hasta retiros (sic), que “Dios no pide tanto!”, a lo que habría que responder como León Bloy
“¿No llena de estupor pensar que cosa semejante sea dicha millones de veces cada día a la faz escarnecida de un Dios que pide, sobre todo, ser “devorado”? Lo desconcertante del regateo perpetuo que implica es que manifiesta la falta de apetito de un mundo que se halla, sin embargo, afligido por el hambre y reducido a nutrirse de su propia inmundicia. (…)
(…) Al fin de cuentas, no teniendo ese Dios nada que pedir a adoradores que pueden limitar indefinidamente su celo, nada tiene que hacer en delante de su Ser y debe necesariamente desvanecerse. (…) Si Dios no pide tanto, está obligado, como consecuencia incontrastable, a pedir cada vez menos, y finalmente, a rechazarlo todo. Y suponiendo que le quede todavía un poco de vida, se verá entonces en la apremiante necesidad de dejar que se viva como los cerdos y de lanzar el resto de su rayo sobre los puros y sobre los mártires. Los burgueses son demasiado adorables para no convertirse ellos mismos en dioses. A quienes les corresponde pedir es a ellos, sólo a ellos….”
En efecto, resulta que en la gloriosa Era en que el latrocinio y el crimen es considerado una “opción política”; en que no se disimulan las reverencias a los sodomitas y a todos los viciosos so capa de “apertura a sus derechos”, y se enarbola la bandera de Libertad para separar a los niños de sus familias lo antes posible para poder pervertirlos mejor,.. ¡oh, qué compasivos! en este tiempo, decimos, los periodistas se preocupan por la “tortura psicológica” que sufriría un grupo de monjas nada menos que en un Carmelo…
Las ciudades están plagadas de narcotráfico y prostitución -cuya promoción se hace ostensible en diarios, vía pública y todo tipo de medios-, y la opinión pública no se da por enterada; la policía nunca dispone de medios para actuar con eficacia… La esclavitud de todo tipo -corporal y espiritual- lograda por los medios más groseros hasta los más sutiles (música, telefonía digital, cine, tv, etc,etc,) es creciente entre los jóvenes, y a lo sumo, cuando un sacerdote u obispo se refiere a ello, es escarnecido por el público, cuando no por sus propios superiores. ¿Quién se alarma ante las devastadoras consecuencias de ciertas “modas” para satisfacer las cuales muchos jóvenes se someten a regímenes de hambre, laceraciones físicas, quemaduras, adicciones, etc,etc,?
Pero para romper la puerta de un Carmelo a plena madrugada, cualquier fuerza pública es diligente, y el público aplaude idiotizado como la turba celebraba en el Circo romano ante las fieras que bebían carne humana.
Que los lectores hagan la prueba de denunciar a una secta umbanda por “violencia psicológica” en medio de una de sus ceremonias, y se esgrimirá la libertad de cultos; traten de denunciar a un vecino que organiza fiestas sadomasoquistas, y se escudará en los supuestos “derechos sexuales”, y mejor no sigamos la lista.
Pero se descubre que en un Carmelo se usan “instrumentos de tortura medievales”, ¡y se ha tocado la alarma! ¡dijeron la palabrita mágica! En la Edad Media todo es “oscuro” (buuuu!!!, ululan los fantasmas….), y por si acaso alguien olvidara aquel horror, hay que refrescarle cada tanto la memoria (sigue León Bloy):
“..El alma (del cristiano medio) necesita ser persuadida de que la historia de la Iglesia es una larga fritada. (…) Puede dudar de cualquier cosa, pero sabe que ha habido una o varias órdenes religiosas instituidas con el único fin de quemar a fuego lento o desollar de cabo a rabo…”
Nos refería la madrina de una joven de Nogoyá -asidua visitante del Carmelo-, que ésta no sabe cómo responder al hostigamiento sufre en estos días entre su familia y amigos, pues le reprochan estar loca si sigue yendo “a que la torturen las monjas”. Y no creemos que se trate de un caso aislado, lamentablemente. El pueblo se va convirtiendo en masa, cuando los pastores no se atreven a dar todas las “vacunas” necesarias contra los lobos… ¿Un buen día dirán que “les llama la atención” cuando quieran volver a quemar iglesias? Antes de que eso llegue, la Masonería siempre se ocupa de preparar prolijamente un “clima cultural” y de opinión pública adverso a la fe y a la Iglesia, como lo hizo en Francia, en Rusia, en España, y otros tantos escenarios históricos de la “defensa de los derechos de los oprimidos” (sic).
Se dice al gran público que la Madre Superiora “opuso resistencia” ¡porque pidió un instante para comunicarse con el Obispo!. Si no fuese vergonzoso por el analfabetismo espiritual que denota esto, sería risible que las fuerzas policiales -que no son capaces de combatir la inseguridad en un país donde hay miles de desapariciones en democracia- se dediquen a secuestrar cilicios y disciplinas llamándolos “instrumentos de tortura y autoflagelación”, haciéndose eco de ex aspirantes traumadas, no por su experiencia en el Carmelo sino por la formación modernista que las “taró” espiritualmente. Porque el modernismo no sólo ofende a Dios por ser herético, sino que tara a sus profesos en muchas ocasiones.
Así, pues, parece razonable que esta sociedad cargue también las tintas contra el propio obispo de Nogoyá “quien tenía conocimiento de los excesos que se cometen”, y se lo culpe por no “revertir la situación” (¿¿??), indicando que tampoco los anteriores se habían ocupado del tema.
Un periodista señalaba que “el despliegue policial realmente es extraordinario, todas las esquinas están custodiadas por efectivos policiales” (¿hay leones salvajes acechando las calles…?¿francotiradores psicópatas?…No; algo peor: ¡eran monjas carmelitas!)
Y enfatiza el sensacionalismo: “es un golpe bajísimo para la comunidad porque es un convento que recibía importantes donaciones de la comunidad. (…) Esta noticia seguramente está conmoviendo a todo el mundo y especialmente a la grey católica. (…) Es una comunidad muy cerrada, se realizan misas en la capilla del convento pero quienes asisten no tienen ningún contacto –ni siquiera visual- con las internas, pero no hay más trabajos hacia el exterior”.
La protesta que el “incisivo” Daniel Enz -director del periódico Análisis Digital, que encabezó la “investigación”- realiza en su artículo -“El convento del sufrimiento”- , se centra además en la ausencia de espejos, abrazos, fotos, la prolongada oración de rodillas, y sobre todo, la clausura. Esto logra un gran efecto en una sociedad que se ha regocijado mirando cantar a Sor Cristina, y que piensa que el más “bonito” apostolado que puede hacer una religiosa es cantar bailoteando en las playas. Alguien con lógica elemental, sospecha: “una de las dos escenografías debe estar equivocada…!”
¿A nadie le “llama la atención” que el “señor Enz” dedique nada menos que 6 páginas a la nota de su diario llamando insolentemente “autoritaria, déspota, tirana…” a la Madre Superiora (sin antes haberse lavado la boca por ello), y se atreva a pedir cuentas sobre la presunta incoherencia de estos monasterios con los “documentos” (?) en que los últimos papas estarían insistiendo sobre la necesidad de que “se termine con este tipo de prácticas…”? En un video, este sujeto por una parte niega a la Santa Sede todo derecho de ingerencia en el asunto (casi burlándose de la normativa canónica al respecto), pero a los pocos minutos señala la urgencia de que “el Vaticano tome cartas en el asunto, porque estos monasterios dependen de él”. ¿En qué quedamos….?: la Iglesia tendría deberes, pero nunca derechos.
Entonces resulta que cualquier hijo de vecino puede opinar y “sancionar” el estilo de vida de una comunidad católica, pero ¿quién supervisa, juzga, condena el estilo de vida musulmán, talmúdico, budista, etc. etc.? ¿¿¿Qué pasaría si nosotros preguntamos por qué hay todavía gente que sigue realizando la tortuosa práctica de la circuncisión, cuando ya hace 2000 años que eso carece de validez y sentido alguno??
Tampoco nos parece casual que este tema haya convocado a otras voces “autorizadas” como la de Silvina Calveira (representante del Consejo de la Magistratura, y secretaria del departamento de Género de la filial Paraná de la CTA y conspicua militante de la despenalización del aborto), ha comparado la situación de las religiosas con las de las víctimas de trata, argumentando contra “prácticas que hablan de la vulneración de los derechos humanos de estas mujeres” y “que siguen muy latentes en las estructuras eclesiales católicas”, reclamando celeridad en el asunto, y que “la Iglesia y las autoridades eclesiales reflexionen y colaboren con la Justicia”.
Pueden parecer voces aisladas, pero por supuesto, van formando (y de-formando) opinión, mezclando lo sublime con lo más bajo, porque su consigna -consciente o no- es servir cada vez más a la confusión -siempre mayor y más fácil en medio de la conmoción-, en la que lamentablemente hay nadando una porción muy considerable de fieles.
No podemos dejar de advertir en este caso un interesante jalón de una paciente y violenta ofensiva contra la vida consagrada en el sentir popular, ya suficientemente “ablandado” por la telenovela “Esperanza mía”, y otras yerbas. El enemigo siempre ha tenido paciencia para hacer bien su labor aprovechando cualquier oportunidad, y a la larga, Voltaire y Gramsci siguen ganando almas…también dentro de la Iglesia.
Sabiendo que le queda poco tiempo, no dudamos que el ensañamiento de la Serpiente contra los monasterios contemplativos, “pulmón de la Iglesia”, se irá tornando cada día más feroz. Un dato interesante: Nogoyá fue la ciudad del milagro de Santa Maravillas de Jesús, quien bregó por la fidelidad del Carmelo a la reforma teresiana, en épocas de grandes combates… Para muchos, puede parecer un dato intrascendente; pero quien está detrás de toda esta tormenta -que no duerme ni se toma vacaciones-, lo tiene muy bien apuntado: ¡los Carmelos le molestan tanto, tanto…!
Es hora de que los católicos aprendamos a armar rompecabezas…y no nos lleven de las narices por sorpresa, para servir ingenuamente a las huestes del Padre de la Mentira.
PD: Unos días después de publicado este post, nos llega este otro artículo, seguramente con mucha menos difusión que todo lo que ya ha circulado sobre el tema: Daniel Enz, la pluma del odio contra el Carmelo (y la fe católica)
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Infocatólica agradecerá vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo.
28 comentarios
Gracias por este articulo, un saludo y que Dios la bendiga!!!.
En oración.
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Adhiero totalmente al comentario de Castellano.
Bendiciones.
El quid de la cuestión son LOS MOTIVOS por los cuales se emplean las disciplinas: la REPARACIÓN por los pecados del mundo entero y la SALVACIÓN de las almas. ¡Eso es lo que no se sufre! Eso es lo que no sufre el Maligno, y por ende sus secuaces con poder.
Por eso a mí también me ha parecido que el discurso del pastor involucrado muestra signos de pensamiento débil, de corrección política a toda costa, como tratando de evitar que la furia contra las santas carmelitas se termine dirigiendo contra él. Flaca defensa hace quien, en vez de mostrarse decidido y jugado defensor, sólo atina a balbucear su perplejidad y su confusión. Porque lo que correspondía era que el arzobispado propiciara inmediatamente un juicio político contra el magistrado que ordenó el delirante allanamiento. O una medida equivalente.
Así las cosas la mejor defensa de estas religiosas está en Dios, a quien dirigiré mis preces de ahora en más por ellas y por todos los religiosos perseguidos.
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V.G.: ¿Y la pena de EXCOMUNIÓN, que correspondería según derecho vigente? Tal vez haya pensado que el aplicarla echaría más leña al fuego...¿quién habla hoy de excomunión, si hasta los profesores de teología sostienen que "ya no es una práctica corriente"?
Entiendo el sentido de tu post.
Pero creo que es justo reconocer que en este monasterio se cometían verdaderos abusos de autoridad y manipulación psicológica. Me consta por fuentes completamente fidedignas.
Los abusos suceden desde hace bastante tiempo. La autoridad eclesiástica no actuó con suficiente diligencia, y familiares de ex religiosas recurrieron a la prensa. En Entre Ríos, parece que es la única manera de que la justicia civil actúe, aunque nos duela.
Recuerda lo que decía Benedicto XVI (tu blog lleva el nombre de uno de sus documentos) en su libro "Luz del mundo":
"Saltaba a la vista que la información dada por la prensa no estaba guiada por la pura voluntad de transmitir la verdad sino que había también un goce en desairar a la Iglesia y en desacreditarla lo más posible. Pero, más allá de ello, debía quedar siempre claro que,
en la medida en que es verdad, tenemos que estar agradecidos por toda información. La verdad, unida al amor bien entendido, es el valor número uno.
Por último, los medios no podrían haber informado de esa manera si el mal no estuviese presente en la misma Iglesia. Sólo porque el mal estaba en la Iglesia pudo ser utilizado por otros en su contra."
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V.G.: Perfecto; ahora bien: ¿convenimos que en muchísimas congregaciones modernistas, y aún en las más altas esferas de la Iglesia, hay también GRAVÍSIMOS abusos de autoridad? Pero a los modernistas no se los toca, porque lógicamente, son quienes hoy detentan muy buena parte del poder temporal de la Iglesia, que están en connivencia con sus propios enemigos.
Si ud. comprende el sentido del artículo, verá que lo que pido de rodillas, es que se empiece a ver por encima de ciertos hechos, el rostro de quien los mueve desde las sombras.
Había graves injusticias en la Rusia zarista? Las había. ¿Justificaremos entonces la Revolución bolchevique? No me haga reír, porque con este discurso los católicos venimos pidiendo perdón por existir desde hace años, y no creo que ese sea el sentido auténtico de la humiladad cristiana, sino de algo muy diferente.
No hay mentiras eficaces si no se utilizan medias verdades.
El fin PRIMARIO de esta situación, es el ataque al Carmelo, como arquetipo de la vida contemplativa. Lo demás es puramente ANECDÓTICO, que por supuesto, se aprovecha. Y está en los católicos distinguir la paja del trigo.
Pero a ver: ¿acaso las excomuniones en la Iglesia Católica no están DEROGADAS DE HECHO?
Todos sabemos muy bien que lo que se prescribe DE HECHO en nuestra postrada Iglesia, por un ente misterioso que podríamos muy bien llamar "LA INSTANCIA FÁCTICA", (en cierto momento se lo presentó como "el espíritu del Concilio") es acatado a pie juntillas por la inmensa mayoría de los obispos. ¡Mucho más que un documento pontificio!. ¿O acaso conoces a algún obispo que al día de hoy sea capaz de lanzar una excomunión? Y no me vas a decir que faltan candidatos. O que la excomunión fue abrogada "de iure", que no lo ha sido, como lo atestigua el Catecismo vigente, pero tan lleno de polvo él.
Fueron impuestas DE HECHO prácticas tan universales como la proscripción de la misa antigua, de la comunión de rodillas y de la misa ad orientem. O impuestas otras como el desmantelamiento iconográfico de las iglesias, la comunión en la mano o la comunión a los divorciados.
Así que de excomuniones, ni hablar: la "Instancia Fáctica" no lo perdonaría.
Viva Cristo Rey
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V.G.: Muchas gracias por su bendición, padre.
En cuanto a Rubín, yo tengo mis dudas de que ese hombre sea católico..."estaban con nosotros, pero no eran de los nuestros"...
Esto recién comienza. Se vienen tiempos duros, los del Enemigo. Un día nos vamos a despertar, y ya no existirán los Sagrarios en las parroquias, ni Consagración en las misas, ni oración y veneración a Nuestra Madre, la Virgen.
Recemos mucho, mucho. Que Dios mitigue lo que vendrá para todos. Pero, por sobre todo, que nos dé fortaleza y valentía para ser FIELES A LA VERDAD. Ésta es la "perla" por la que debemos jugarnos!
Tiempos duros nos ha tocado vivir, fraguados por la cobardia y la traicion de gran parte de la jerarquía eclesiástica. Para ellos, tan confiados en la misericordia, tan falsos como Judas y tan malvados como Nerón, nuestro Señor Jesucristo les tiene dicho que más les valdría no haber nacido o que les arrojen al mar con una piedra de molino atada al cuello.
Creo que es lo que corresponde y es lo que estas santas religiosas estarán seguramente esperando.
Laicos es hora de levantarse.
Ahora bien, ¿alguien recuerda al menos que UN obispo haya levantado su voz contra esta perversión masiva de menores?
Yo no. Que de haberlo habido es muy posible que me hubiese enterado, porque en esa época tenía varios hijos escolares.
Por lo tanto creo que lo que ahora padecemos, desde un presidente multi-adúltero y budista hasta la toma por asalto de un monasterio carmelita, es fruto de una crónica dejación episcopal cuyas causas desconozco, pero cuyas consecuencias ya no se pueden ocultar.
; )
¡Doy gracias a Dios por tu conciencia de "cuerpo" y responder los ataques a nuestra Santa Madre Iglesia!... algo que parece que muchos bautizados han perdido por completo.
Paz y Bien.
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