(98) La Peregrinación es lo más importante…?

Si por algo se viene caracterizando hace unas décadas la Iglesia en Argentina es por la sensación de formar una suerte de “iglesia nacional”, en la que no sólo se hace lo que a cada uno le place en materia de liturgia, sino que también el calendario se va acomodando “a piacere”, eso sí: siempre anteponiendo excusas relativas a un presunto carácter misionero, como si éste se pudiera contraponer al sentir católico-universal.

En este marco, la basílica de Luján ha sido lugar preferencial y emblemático para este tipo de discurso “nacional”, a tal punto, que hasta se permitió hace algunos años, que en lugar de la homilía, en una fecha patria, el ex presidente Néstor Kirchner pronunciara un discurso desde el ambón. 

Oportunidades privilegiadas para catequizar como son las Peregrinaciones -sabiendo que muchos participantes tienen una práctica religiosa muy débil-,  para enraizar a la gran multitud de fieles en la “catolicidad” y en la unidad, rezando por los temas prioritarios a la fe y la moral, han sido desaprovechadas, para llevar la atención, en cambio, a cuestiones estrictamente sociológicas, cuando no indirectamente partidarias o políticamente correctas, como cuando hace años, cerca de la sanción del homomonio, se pidió explícitamente a los grupos pro-vida que eviten difundir todo tipo de material relativo a la defensa de la vida y la familia.

Ayer ha sido la  XLIª Peregrinación Nacional a pie a Luján, patrona de nuestra patria, y providencialmente, al día siguiente -hoy- da comienzo el Sínodo de la Familia, que conmueve (o debería conmover) a todos los corazones de la Iglesia.

Providencialmente también, vemos que las maravillosas lecturas que nos “sorprenden” en la Misa de hoy, son las que muy bien comenta el p. Aberasturi afirmando que “son, sin duda, la respuesta del Espíritu Santo, al que ayer, en la víspera, invocaba el Papa”:

«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude. (…) Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla… y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo: -«Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne». (Gn 2, 18-24)

Y en el Santo Evangelio, ante la pregunta -directísima- de los fariseos a Jesús sobre la licitud del divorcio, y ante el argumento y peso de la ley de Moisés permitiéndolo, contestó, también dirtectamente:

«Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios ‘los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: -«Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.» (Mc 10, 2-16)

Las cito aquí porque los miles de peregrinos a Luján y fieles de Buenos Aires NO las escucharán hoy, no. Porque según nos refiere aica,

“el Cardenal Mario Poli y su consejo episcopal dispusieron que en las parroquias e iglesias de la arquidiócesis se celebre la Misa de Nuestra Señora de Luján, cuyo guión se puede encontrar en www.peregrinacionlujan.org.ar (de modo que las lecturas en Buenos Aires serán las que figuran aquí).  El arzobispo basó sus motivos en la conveniencia de que todo el pueblo de Dios participe plenamente de este acontecimiento y se una a los peregrinos y sus intenciones. Además, según indicaron en la curia porteña, permite que se honre convenientemente a la patrona de la Patria.”

Por supuesto que el Cardenal tiene la potestad de hacer legítimamente los cambios que hizo, y no estamos impugnando partes de la Sagrada Escritura, ni mucho menos pretendiendo enfrentarlas, pero cuando hace rato que uno escucha a muchos sacerdotes que bajo pretextos pastorales buenistas prefieren dejar a sus fieles en la ignorancia sobre lo que sucede en el mundo y la Iglesia, para “no hacer olas”, y resolviendo todo con “Nuestra Madrecita nos quiere y comprende todo”, no puedo evitar sentir algo así como una burla a quien desde el propio Evangelio nos dice “Hagan TODO lo que El les diga”.

Me perdonarán que “hile tan fino”, pero también legítimamente, como hija de la Iglesia, me pregunto por qué no puede “honrarse convenientemente” a nuestra Madre sin necesidad de cambio de Lecturas, teniendo en cuenta que su fiesta litúrgica es el 8 de mayo. De todos modos, muchos catequistas han aprendido que la elección de las lecturas de la Misa es algo así como un juego de truco, y a nadie le sorprende nada de nada. “Todo es igual, porque total, siempre es la misma Palabra de Dios, y siempre nos dice algo lindo.” Aquí se supone que lo esencial para manifestar la fe de nuestro pueblo, es “cantar y caminar”.

¿No podíamos unirnos “convenientemente” a las intenciones de los peregrinos recordándolos en la Oración de los Fieles? ¿Y no es necesario que “participemos plenamente” con todo el corazón, del “acontecimiento” que significa el Sínodo, recién iniciado?… Pero no, no hace falta: en la “iglesia argentina” lo más importante es la peregrinación a Luján (y por supuesto, la defensa de la democracia en las próximas elecciones presidenciales!).

¿Y las obras de misericordia espirituales, como enseñar al que no sabe, y corregir al que se equivoca (ya que el pecado no existe, y todo se resuelve en “errores")?… ¿Se escapará a nuestros obispos que hay miles y miles de argentinos que no tienen hoy la menor idea de qué es el Sínodo de la Familia, porque en una inmensa cantidad de parroquias ni siquiera se lo ha mencionado jamás?  ¿O es mejor que luego a esos miles de peregrinos les vayan llegando ecos desfigurados por los medios de comunicación, que afirman que gracias a Dios, “la Iglesia está cambiando y se está abriendo” ?

Que alguien nos diga, por favor, si para ser bueno es necesario ser ingenuo.

Madre y Reina de Luján, que eres Madre y Reina de la Iglesia ¡protege a tus hijos!

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