(93) En el 80º cumpleaños de nuestro pater Iraburu
Tal vez el editor de infocatolica refunfuñe un poco por este post, pero me perdonará la “travesura", porque yo creo que es de justicia no sólo agradecer, sino también comunicar todo lo posible el gozo por los bienes recibidos; compartir la alegría, y también nuestro corazón, cuando rebosa.
Por eso no me he conformado con la felicitación privada, y quiero ofrecer a nuestro querido pater Iraburu, las oraciones y Misas de todos los que a través de este portal-familia, recibimos tantas gracias de su mano.
Creo que a todos ellos, algunos hermanos nuestros más lejanos, les gustará saber que hoy el padre Iraburu cumple 80 juveniles años, y así podrán rezar un poco más por él, que es rezar por todos sus hijos espirituales, los que nos sostenemos en su Fidelidad y bendita paternidad sacerdotal. Y dar gracias al Padre, que nos lo ha dado.
Como regalo, querido pater, dejo para leer meditando, esta preciosa composición de nuestro compatriota, al Amor de los Amores:
Poema al Pan Eucarístico
(de Francisco Luis Bernárdez)
Yo, que lo miro con mis ojos, sé que este pan es el Señor
de cielo y tierra.
Yo, que lo gusto con mi boca, sé que este pan es el Señor
que nos espera.
Sé que la forma de las formas vive feliz en este trozo
de materia.
Y que esta harina inmaculada no es otra cosa que su
carne verdadera.
Sé que la luz que no se apaga brilla desnuda en esta luna
siempre llena.
Y que la voz de las alturas duerme callada en esta boca
siempre quieta.
Sé que el océano sin fondo cabe sin mengua en esta gota
que destella.
Y que la selva sin orillas está encerrada en esta brizna
carcelera.
Sé que el volcán inextinguible se manifiesta en esta
chispa de inocencia.
Y que el amor inenarrable tiembla escondido en esta
lagrima serena.
Durante siglos lo esperamos comiendo a obscuras el manjar
del viejo rito.
Y señalando nuestras puertas con una sangre que era sangre
y era símbolo.
Aquel cordero misterioso nos daba fuerzas y valor
para el camino.
Y con las huellas de su sangre cerraba el paso a la traición
y al exterminio.
Cuando los tiempos maduraron, el firmamento dio su fruto
prometido.
Y otro cordero vino al mundo para pagar al buen pastor
nuestros delitos.
Antes de ser sacrificado, quiso enseñarnos el supremo
sacrificio.
Y en este pan maravilloso se repartió de corazón entre
sus hijos.
Desde aquel día lo tenemos como alimento, como escudo y
como alivio.
Y su poder nos une a todos en una grey, en un pastor
y en un aprisco.
¿Quién al mirarlo no se acuerda del que llovió sobre la
vieja caravana?
¿Quién al gustarlo no se acuerda del que comimos en la
tierra solitaria?
La sed y el hambre nos movían hacia el magnífico país
del pan y el agua.
Pero la fe de nuestros pasos desfallecía en el desierto
sin entrañas.
Como la tierra estaba sorda, quisimos ver si el cielo azul
nos escuchaba.
Y el cielo azul nos dio con creces lo que la tierra desdeñosa
nos negaba.
Nubes de pan se deshicieron sobre el rencor de la llanura
desolada.
Y poco a poco la cubrieron con vestiduras de alegría
y de abundancia.
Con la virtud de aquel sustento fuimos llegando sin dolor
al agua santa.
Y, por el agua que renueva, dimos al fin con este pan
que no se acaba.
Su luz que alumbra y alimenta brilla sin tregua en el altar
y en la custodia.
Y desde el fondo del sagrario se multiplica sin descanso
en limpias ondas.
Cruza los muros de materia que la separan de los seres que ambiciona.
Vence las puertas que resisten a la profunda caridad que la devora.
Pisa el umbral de las tinieblas, entra en la ciega obscuridad, busca en las sombras.
Y al fin reposa en nuestras almas, que son estrellas apagadas y remotas.
Infunde paz en las que sufren; deja su brillo de piedad en las que lloran.
Y a todas juntas las abraza con un amor incomprensible para todas.
Después ajusta el movimiento de nuestras almas al del sol que la ocasiona.
Y con el sol que la difunde concierta el ansia incontenible de sus órbitas.
La luz penetra en los lugares más silenciosos y en los sitios
más obscuros.
Y va llegando con sus rayos hasta los últimos rincones
de este mundo.
En los más fríos y olvidados abre con honda caridad
su blanco puño.
Y de su mano bienhechora deja caer una semilla
en cada surco.
Luego de haberlos fecundado, vuelve cantando hacia su sol
eterno y puro.
Y en su reflujo melodioso va cosechando nuestros seres,
uno a uno.
Rumbo a su nido fulgurante, cruza de nuevo los umbrales
y los muros.
Pero esta vez lleva consigo nuestros más íntimos destellos,
que son suyos.
Bien abrazada con nosotros, entra por último en el cielo
sin crepúsculo.
Y se confunde con el astro que está escondido en este pan
que miro y gusto.
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- Imagen 2: San Pascual Bailón adorando la Eucaristía - Óleo sobre lienzo de Bernardo López Piquer (1811) - Museo de Bellas Artes de Valencia
33 comentarios
Felicidades y sobre todo Gracias en Nombre de Jesucristo .P.Iraburu ,porque ha multiplicado las gracias que EL le ha dado,y han redundado en nosotros ,que sin duda es voluntad de Dios.
La Paz de Cristo.
Me ha emocionado este poema de amor al gran Amor.
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V.G.: Bendito sea El.
Le dejo este precioso pasaje de Juan 6, que a mí me emociona siempre, porque vivo por Él, por el pan del Cielo que es Cristo, que nos acompañará en el desierto como a los judíos en la vieja caravana, y al igual que ellos vivieron comiendo ese pan, también nosotros viviremos comiendo sólo de ese pan, que es verdadera comida y verdadera bebida (que se lo digan a Teresa Neuman, Alexandrina Da cosyta, Marta Robin, Padre Pío, etc.).
Juan 6: 32 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;
33 porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al
mundo.»
34 Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»
35 Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no
tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.
36 Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.
37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo
echaré fuera;
38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me ha enviado.
39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de
lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.
40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo
y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
“Porque evangelizar no es gloria para mí, sino necesidad. ¡Ay de mí si no evangelizara!” (1ª Cor 9,16).
En nuestras oraciones!!!
Muchas felicidades al querido Padre Iraburu, dando buenos frutos en su -ya podemos llamarla- ancianidad, como está prometido en la Santa Biblia.
En mis oraciones a Santa Brígida de hoy, les tengo presentes, que Dios les bendiga
Rezaré para que el Señor le siga dando luz y fuerza para seguir anunciando su palabra en estos tiempos tan recios.
Dios le guarde por muchos años.
Felicidades al Padre Iraburu!!
Un fuerte abrazo en los Corazones de Jesús y María.
Que el Señor recompense copiosamente tanto estudio y la caridad de "contemplata aliis tradere"
Gracias ,por lo que con tanto tesón y esmero nos ofrece en este portal!!
He aprendido muchísimo de Ud.
Por muchos años mas!!
+
Dios lo bendiga por tanto bien que nos hace! Y le dé vida saludable para seguir con esta gran tarea......somos muchos los que lo necesitamos.
¡Feliz Cumpleaños!
Un fuerte abrazo desde Argentina!
Permítanme una oración "en voz alta" por nuestro querido P.José María.
Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea Tu Nombre...
Abba, hoy vengo como niño pequeño, a veces malcriado, como adulto, sería blasfemo, a pedirte, egoístamente, que conserves al P.José María muchos años con nosotros. Quizá esto está muy lejos de lo que él mismo a lo mejor desea, que es estar pronto Contigo en el cielo prometido, por tanto bien que me ha hecho y a innumerables personas más. O quizá mejor, por haber servido tan fielmente a Tu Gracia derramada sobre nosotros a través de él.
Padre de Bondad, el P.José María (y Tu lo sabes mejor que nosotros), no ha servido para otra cosa sino para hacer que "venga a nosotros Tu Reino", Reino de Verdad y Justicia, de Paz (como sólo Tú la sabes dar) y de Amor. Como una vez, junto con mi hermana, de rodillas te pedíamos que nos dejaras a Pio XII que tanto bien hacía... Igual ahora, sólo Te pido que continúes derramando Tu Gracia por medio de él (ya Te adelantaste con el P. José Rivera...), para que Tu Nombre sea conocido, alabado y amado por más personas, si fuera posible, por todos nuestros hermanos los hombres! Sé que es una labor gigantesca, pero fíjate que Internet todo acerca... Padre Bueno, sé y tengo la profunda fé de que nos escuchas, que no se vea truncada su labor todavía, que tiene mucho, quizá demasiado, por hacer y nosotros que aprender. Concédele en éste su cumple de 80 años (qué envidia!!!) de apostolado verdadero, todo lo que desea su corazón, y cuando decidas, por Tu inmensa Bondad, tenlo Contigo por toda la eternidad, que es (humildemente así lo pienso, no pretendo ser juez), lo que realmente merece. Te lo pido por Jesucristo tu único Hijo, quien con el Espíritu de Amor es Dios y reinas en todo. Amén.
P.D. Padre, pero no se haga nunca mi voluntad, sino la Tuya!
Su defensa de la Verdad es inmensa!!!esclarecedora!!!!!!Gracias por defender a la IGLESIA!!!!!!!!
Y gracias P. Iraburu por su fecunda y tesonera labor al servicio del Reino. ¡Que Dios nos lo conserve por muchos años!
In corde Iesu.
P.D.: aprovecho para felicitar a Mª Virginia por su columna.
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V.G.: Muchas gracias!
Que el buen Dios le de muchos muchísimos años más de vida sacerdotal. estoy profundamente agradecida del bien, al que sus conferencias de Espiritulidad me han llevado; especialmente a hacer camino de conversión, Concimiento de Dios y amor verdadero a la Iglesia.
Alabado seaJesucristo!
Padre Iraburu, sin cruz no hay cristianismo, y sin usted muchos estaríamos siguiendo el camino ancho que nos lleva a la perdición.
GRACIAS.
Siga con su magnifica tarea.
Dios le bendiga.
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