(62) Epifanía es fidelidad a la Verdad

epifaniaHay lecturas acerca de este grandioso misterio que dejan escapar toda su hondura apelando a una simbología bastante elemental. Por eso, hace un año esbozábamos algunas notas que según San León Magno (Cf. Sáenz, A.: San León Magno y los misterios de Cristo, Paraná, ed. Mikael, 1984) expresaban la riqueza de la fiesta de Epifanía, en cuya víspera estamos.  ¿Por qué dejar escapar su resplandor, relegándolo casi a mera celebración “infantil”, cuando hay tanto para meditar sobre él?  

Quisiera retomar entonces unos puntos en este Año especialmente dedicado a la Vida Consagrada. Porque además de mirar el valor de ésta en sí misma, hay que decir que los consagrados -tanto de vida activa como contemplativa- son apóstoles privilegiados, como lo fueron los Magos; sal y luz del mundo -que sin Dios es insípido y se sume en las tinieblas del error y el pecado-. Mundo que los repudia cada día más, y sin embargo, trata de seducirlos también para que la sal pierda su sabor

 

*Santos Reyes Magos, ¿imagen de los consagrados?:

Sabemos que la fiesta de Epifanía es sobre todo, “nuestra” fiesta como Nuevo Pueblo de Dios, la fiesta de la “gentilidad” que ha sido conquistada para Cristo; la fiesta de los hombres que son capaces de atravesar el desierto en busca de la verdad, para encontrar, de rodillas, a Quien es la Verdad Absoluta.  

Por eso parece que las almas consagradas reviven de alguna manera aquella “conmoción” que deben haber provocado los Santos Reyes Magos en su entorno originario. Como ellos, quienes son dóciles a la vocación, son dóciles a la Luz, a pesar de lo ancho del desierto, a pesar de la Noche, renunciando a todas las “garantías” del mundo, para llegar a adorar “de cerca”, en espíritu y en verdad, al Rey de Reyes escondido a los soberbios.

Tanto entonces como ahora, la iniciativa es siempre divina, pues Dios sigue eligiendo a ciertas criaturas para santificar por ellas a otras, expandiendo por medio de éstas Su luz, comunicándose de modo manifiesto y sensible por medio de ellas. Los consagrados son, ciertamente, epifanía gozosa de nuestra Iglesia viva, si son fieles.

Esta elección eleva las criaturas a una nueva dignidad, sobre la que ya tenían por su misma naturaleza, mientras que, como comprobamos en lamentables casos actuales, la desacralización las rebaja, y así el coqueteo con el mundo termina prostituyéndolos con él. Se insiste en su “apertura” al mundo, pero ¿para qué abrirse a él, si no es para redimirlo y llevarlo a Cristo? ¿Qué sucede cuando en esa apertura, se provoca la confusión con lo que quiere rescatarse, poniendo en peligro la propia identidad?

¡Qué contra-signo tremendo ha de ser, entonces, la apostasía de los consagrados, por la cual en vez de indicar el camino, confunden y ensombrecen la marcha de sus hermanos! ¡Qué piedra de tropiezo cuando el criterio mundano proviene nada menos que de un consagrado, sobre todo si se trata de un pastor de almas!

* El mundo bajo el poder del Maligno, y los nuevos Herodes:

Creer que el demonio ha dejado su principado sobre el mundo es tal vez una de las señales más groseras de corrupción de la fe bajo el imperio del modernismo, y así sufrimos hoy sus consecuencias, habiendo quitado toda defensa al son de la prédica buenista.

San Bernardo de Claraval (O.C., t. I, BAC, p.320 ss.) observa precisamente el contrastado gesto de los Magos, frente a la apatía u hostilidad al Mesías con que responde el mundo -teológica y tradicionalmente hablando- de ayer y de hoy:

 “… (Ellos) iluminan con alegres noticias el mundo todo. Sólo que la infeliz Judea, como aborrecía la luz, se obscurece al resplandor de la nueva claridad, y sus ofuscados ojos se ciegan mucho más, brillando los rayos del sol eterno. Oigamos qué dijeron los Magos: ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos? ¡Qué fe tan cierta y tan firme! No preguntan si ha nacido, sino que hablan confiadamente y preguntan sin dudar dónde está…El rey Herodes se llenó de pavor luego de que oyó el nombre del Rey. Y no es maravilla que se turbe Herodes, pero que Jerusalén, ciudad de Dios y visión de paz, se turbe en compañía de Herodes, ¿a quién no escandaliza? Ved, hermanos, cuánto daño hace una potestad perversa y cómo hace conformes a sus súbditos a su impiedad una cabeza impía…”

¡Cuántos Herodes de hoy, hacen apostatar a los hijos de Dios ante el signo de la tolerancia, del “diálogo con las culturas”, de la conveniencia democrática!

Y a quien se desentienda de la suerte de su patria renegada, advierte el santo:

“..Miserable ciudad, por cierto, aquella donde reina Herodes, porque será sin duda participante de su malicia y al nacimiento de la nueva salud se conmoverá con una turbación propia de Herodes (…) Malicia de un Herodes y crueldad de Babilonia sería querer extinguir la religión en su nacimiento y despedazar los párvulos de Israel.

Así, cuando nace entre nosotros algo que pueda conducir para el bien del alma, para la piedad, para la religión, cualquiera que resiste, cualquiera que repugna, pretende con los egipcios matar los párvulos y también con Herodes, persigue al Salvador cuando nace…”

 Herodesindagadatosdel Mesías

Volviendo al santo pontífice, veía la actualidad de los misterios de la Epifanía, que no envejecen ni se pierden en las brumas del tiempo. Señala así cómo el demonio sigue hoy actuando a través de “nuevos” Herodes, prolongando la obra de éste de manera más violenta o más sutil.

Ahí tienen como botón de muestra, al Card. Marx, pidiendo a los católicos que “lean con respeto” y “aprendan” del gran hereje Lutero, o al de Amberes pidiendo la bendición de la contranatura.

Así como al Imperio no le estorbaba la reunión de todos los cultos falsos, pero sí el verdadero, el Nuevo Orden Mundial tampoco deja de pregonar el “revoltijo” -eso no es unión- filantrópico-pacifísta, pero no bajo la fe verdadera:

“…el diablo, en otro tiempo su instigador secreto (de Herodes), es ahora su infatigable imitador, pues le atormenta la vocación de todos los pueblos (…). Prepara sus engaños, forja malentendidos, irrumpe en asesinatos y sirviéndose de los que aún engaña, arde de envidia en la persona de los judíos, echa las redes mentirosas en la de los herejes, se inflama de crueldad en la de los paganos.

¿Cómo no ver en las siguientes líneas una profética descripción de la globalización del aborto y del escándalo de los inocentes?

“…Por eso al matar a los niños cree que da muerte a Jesús. Es lo mismo que el demonio trata de hacer sin cesar cuando intenta arrancar el Espíritu Santo a los que acaban de renacer y de aniquilar al que, como niño, tiene aún una fe tierna (…); (y cuando) se aflige de que se le impida derramar la sangre de los cristianos, la emprende entonces contra las costumbres de quienes no puede conseguir su muerte. Reemplaza el pavor de las proscripciones por el fuego de la avaricia y corrompe por la sensualidad a los que no ha podido quebrar inflingiéndoles males (…). No ha depuesto su odio, sino que ha cambiado el modo, sometiendo con halago a las almas fieles. Enciende las concupiscencias de aquellos que no puede atormentar con suplicios…”

* El misterio de Israel en la Epifanía:

Por contraste, el misterio de Epifanía ilumina asimismo el misterio de Israel. ¿Cuántos católicos se empeñan hoy en procurar la conversión del antiguo Pueblo de Dios a la fe verdadera, a imagen de Nuestro Señor “viniendo a los suyos"; dando por ellos vida, palabra, Sangre, como San Esteban, San Pablo; Sta. Teresa Benedicta de la Cruz o San Maximiliano M. Kolbe, practicando la caridad heroica sin ocultar jamás la Verdad? Entre los no canonizados todavía, tenemos hoy luminosos ejemplos de verdadero ecumenismo y amor por el pueblo de Israel en el converso Eugenio Zolli (ex gran rabino de Roma); en el Venerable Hermann Cohen, apóstol de la Eucaristía; en el Papa Pío XII. Y si hay un testimonio bellísimo de verdadera fraternidad -no sólo carnal, sino en Cristo- es la de los hermanos Teodoro y Alfonso de Ratisbona. Pero si se silencia el nombre de Cristo o se oculta la Cruz (que une o divide aguas), lo único que tenemos es caricatura y apostasía, y más que sembrar, se desparrama.

La Escritura era -y es- una luz mucho más resplandeciente que la Estrella que guió a los Magos.  Hay que decir en voz alta, entonces, que el verdadero drama de Israel no está en la II Guerra Mundial, ni en un suceso histórico-político, sino en su relación con Cristo: su verdadero drama es teológico. Consiste en habernos señalado -como a los Magos- al Mesías, pero no haber ido tras El.

Dirá San León Magno:

 “El nacimiento del Salvador no sólo fue conocido por el camino que mostraba la Estrella, sino por la declaración de los mismos judíos.(…) Los judíos infieles, manifestaban con sus labios la verdad, pero guardaban la mentira en su corazón (Mc.7, 6). Rehusaron reconocer con sus ojos lo que habían indicado por medio de los Libros Santos; así no adoraron al que se humillaba en la debilidad de la infancia y crucificaron más tarde al que resplandecería por el poder de sus obras. (…)¿Por que vuestra falta de fe pone en duda lo que es manifiesto por vuestra respuesta?
La verdad ilumina a los Magos, la infidelidad ciega a los Maestros. (…) Así como por su infidelidad el pueblo judío ha mostrado que sus descendientes habían degenerado de su dignidad de pueblo elegido, del mismo modo la fe hace esto mismo común a todos.”

Y este verdadero pastor los exhorta paternal y celosamente:

“Muda de parecer, oh judío; muda de parecer, deja ahí tu infidelidad y vuelve hacia el Redentor, que es también el tuyo” No te dejes amilanar por la magnitud de tu pecado. Cristo no llama a la salud a los justos sino a los pecadores. No repele tu impiedad al que ha orado por ti cuando fue crucificado. Anula la dura sentencia dada contra tus padres y no soportes estar ligado por la maldición lanzada contra los que refiriéndose a Cristo, gritaron “¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!” y han hecho pasar sobre ti la responsabilidad de su crimen. Vuelve al que es misericordioso, entrégate a la clemencia del que perdona. Vive Aquel a quien quisiste hacer perecer. Confesad al que habéis renegado, adorad al que habéis vendido, para que se torne en bien vuestro la bondad de Aquel a quien vuestra maldad no pudo dañar.”

¿Qué caridad sincera o gratitud podemos tener con este Pueblo que nos ha dado al Mesías, si le escondemos “su” Tesoro, por pura obsecuencia carnal con ellos, confirmándolos en la mentira de una espera sin Esperanza -pues ésta es don de gracia-? Por el contrario, San León es ejemplo de caridad al afirmar la verdad:

“A los que les preguntan, responden que Cristo nace en Belén, y no siguen la ciencia suya, con la que instruyen a los otros. Por lo cual han perdido la sucesión de los reyes, la eficacia de sus sacrificios, el lugar destinado a sus plegarias, el orden sacerdotal, y constatando con su experiencia que todo ha sido clausurado y que todo ha terminado para ellos, no ven que todo eso ha pasado a Cristo (…).”

Hay también en la actitud de este Pueblo, por supuesto, una prefiguración de nuestra propia infidelidad. Pensamos sobre todo en teólogos, catequistas y pastores que conocen la Verdad y sin embargo, la contradicen con actitudes que no edifican, sino que hacen tropezar a los sencillos:

 “¿Por qué vuestra falta de fe pone en duda lo que es manifiesto por vuestra respuesta? Gracias al testimonio de la Escritura, indicáis el lugar del nacimiento; gracias a las señales del cielo y de la tierra, conocéis que ha llegado el tiempo, y sin embargo en el momento mismo en que el alma de Herodes se enardece para perseguir, vuestra inteligencia se endurece para no creer.

MagosBelen* Toda la tierra alabe al Señor

Finalmente, una mención a la Estrella. Hoy asistimos a una apoteótico y remozado paganismo a través de los espejismos de la new age, el ecologismo y el más grosero ocultismo, llevado por el interés hacia los astros. Ciertamente, la Creación puede -y debe- ser, como la Estrella, “evangelizadora”, como la llama San León. Así lo supo expresar también San Francisco, en la línea de la más pura tradición bíblica, en su Cántico a las criaturas.

Sin embargo, hoy resulta de suma actualidad esta advertencia de San Agustín en un sermón de Navidad:

“…Si alguien os predicara algo distinto de lo que habéis aprendido, sea anatema. No queráis anteponer a la espléndida verdad impías fábulas y todo aquello que contra la norma del símbolo católico y apostólico leáis o tal vez oigáis; juzgadlo decididamente como mortífero y diabólico. Que no os seduzcan con artimañas engañosas…”

“…Se ha de prevenir con mucho cuidado a los cristianos para que no sean apresados nuevamente en las insidias diabólicas y vuelvan a ser enlazados por los mismos errores que habían desechado. Pues el antiguo enemigo, transformándose en ángel de luz, no deja de colocar por todas partes trampas engañosas y procura por cualquier medio corromper la fe de los creyentes. (…) Se suman a éstos quienes mentirosamente afirman que todas las situaciones de la vida humana dependen de acciones de los astros y lo que sucede se debe a fatalidad inevitable de la voluntad divina o de la nuestra.(…) Mucho nos apenamos porque todo ello es hecho en parte a causa de la ignorancia, y en parte por espíritu de paganismo….”

“Despabílate, oh, hombre, y descubre la dignidad de tu naturaleza, acordándote que has sido hecho a imagen de Dios. Usa según debe usarse, de las criaturas visibles tal como utilizas la tierra, el mar, el cielo, el aire, las fuentes….y todo cuanto en ellos es hermoso refiérelo a la alabanza y gloria del Creador.”

* …Con ojos de niño:

Fidelidad dice obediencia, y sólo el humilde es obediente. ¿Y cómo ser fiel si no se es niño? Éste no conoce el doblez, ni la desconfianza que generalmente motiva la desobediencia y la traición. San León dice que los Magos no hubiesen podido mirar al Niño reconociéndolo Dios, si a su vez no hubiesen tenido ojos de niño:

 “…En la carne adoran al Verbo; en la infancia, a la Sabiduría; en la debilidad, a la Omnipotencia (…) Y para manifestar exteriormente el misterio que ellos creen y entienden, atestiguan por los dones lo que creen en su corazón (…) Cristo ama la infancia: hacia ella orienta las costumbres de los mayores, hacia ella conduce a la ancianidad. A los que eleva al reino eterno los atrae a su propio ejemplo.”

¿Qué decir, entonces, de tanta prisa por “emancipar” a los niños de sus familias; por quitarles cuanto antes la inocencia bajo pretexto de “realismo educativo”, y qué pensar incluso de los que con aire superado, se jactan de haber dejado atrás el abandono confiado de los niños?…

Quiera el Niño Dios concedernos por intercesión de San Melchor, San Gaspar y San Baltasar, cada vez más docilidad a la gracia, docilidad ante la vista del cumplimiento de las profecías, caridad ardiente en la defensa de la verdad.

—————————————

Infocatólica agradecerá vuestra generosa colaboración; le sugerimos cómo hacerlo..

 

9 comentarios

  
Ricardo de Argentina
"-. Mundo que los repudia cada día más, y sin embargo, trata de seducirlos también para que la sal pierda su sabor…"
----

Buena descripción has hecho, Virginia, del método del "palo y la zanahoria" empleado por el Mundo contra los católicos.

Es muy común que quienes han caído en las redes de la seducción mundana, y que por lo tanto gozan de las mieles de la benevolencia y de la amistad de los enemigos de Cristo, aconsejen a los testigos fieles que son aporreados por el Mundo un día sí y otro también, sobre la forma de hacer (falso) "ecumenismo" , de "comprender" al Mundo, y de ejercitar la "ternura".

Si no fueran necios, uno tendería a pensar que son perversos.
05/01/15 10:48 AM
  
Rexjhs
Inspiradísima Virginia. en mi opinión, todos tus últimos posts dan en la diana de lo que está pasando en la Iglesia: la "apostasía silenciosa", en palabras de JPII, dará lugar a un grito general, que ahora mismo sólo se masculla entre dientes, un terrible "Non serviam" en boca de cardenales, obispos y sacerdotes, que, contagiados del espíritu mundano, son infieles a Cristo y su Evangelio. Esta frase tuya es certísima: "Hay también en la actitud de este Pueblo, por supuesto, una prefiguración de nuestra propia infidelidad.". Como nos enseñaron los Santos padres, Holzhaüser o el propio Leonardo Castellani, lo pasado es tiempo de lo futuro, y lo que ocurrió es typo de lo que ocurrirá, como antitypo. Al igual que el Sinedrio (Sanedrín) en la época de Cristo había apostatado de la fe auténtica y no quisieron reconocer a Cristo, a pesar de ver que todos los signos mesiánicos de los profetas convergían en Cristo, también ahora, en la proximidad de su Segunda Venida, la Iglesia defeccionará y se preferirá el saduceísmo de Anás y Caifás, y el fariseísmo del resto, a la fe honesta y sincera de muchos en el pueblo. La Iglesia "oficial" pronto perderá la fe, como la iglesia oficial del tiempo de Cristo. Renunciará a sus dogmas y a su Magisterio. Y al igual que la fe la conservó un resto fiel en aquella época (la Virgen y los apóstoles y discípulos), también ahora ocurrirá lo mismo. Y al igual que entonces la Iglesia oficial persiguió al resto fiel (en el Cenáculo estaban encerrado por miedo a los judíos) también pronto, al ritmo que vamos, la Iglesia oficial perseguirá al resto fiel (ay). Roma perderá la fe, como perdió la fe Jerusalén. Pero la fe auténtica sobrevivirá en las catacumbas, como entonces. Lo que fue, será. Un abrazo y buena y santa epifanía Virginia.
05/01/15 12:20 PM
  
Rexjhs
Por cierto, estos días he ido a la Librería San Pablo de mi ciudad, a comprar un Libro de regalo para estos días. Me ha escandalizado ver la enorme preponderancia que le dan a los libros del Cardenal Kasper. Me da mucho que pensar.
-------------
V.G.:No olvidemos que bajo el pontificado de S.Juan Pablo II se le retiró el nombre de "católica" a su editorial, y en ese momento la respuesta de su director fue que ante todo, eran una "empresa".
05/01/15 12:39 PM
  
Ricardo de Argentina
Rexjhs, la Librería San Pablo, al menos en Argentina, está del lado de los apóstatas y de los herejes.
La última vez que vino al país el monje disolvente Anselmo Grün montaron en Buenos Aires un despliegue fenomenal promocionándolo. Y la anteúltima, también. Y así sucesivamente.
Son activísimos y ganan bien, porque la disidencia vende.
05/01/15 4:15 PM
  
voy
¡ Y pensar que en otros tiempos, por culpa de algunos ignorantes curas, yo dudaba de la existencia de los Tres Santos Reyes !. Dios les perdone. La ignorancia de los que tienen obligación de saber es lo peor que puede pasar a los cristianos que van a pedir sabiduría y les dan mentiras.
05/01/15 4:22 PM
  
Andrea
¡Muy bueno!
Recomiendo también esta homilía de un gran Obispo que supimos tener en mi tierra, porque es imperioso recuperar el verdadero sentido de la fiesta.
leonkruk.blogspot.com.ar/2015/01/manifestacion-de-dios-los-hombres.html
---------------
V.G.: Muchas gracias por el dato, Andrea!
06/01/15 9:07 PM
  
Tomás
Ricardo, las librerias San Pablo son de apóstatas y herejes? hombre....no te pases.
------------
V.G.: Tomás, no es pasarse advertir sobre datos objetivos y comprobables. Pedí en S.Pablo libros de Álvarez Valdés, Boff, A.de Mello, Pagola, Kasper, Queiruga, Schillebeek, Küng, etc.etc.etc. y verás que los tienen o te los consiguen muy solícitamente. Si no te parecen apropiados los adjetivos, podemos decir que es una librería "abierta", pero lo mismo da.
06/01/15 9:47 PM
  
Ricardo de Argentina
Tomás, si me apurás te digo que me quedo corto...
Conozco un sacerdote (sé que hay más de uno, gracias a Dios) que se pone verde cada domingo cuando al ir a dar la misa, se encuentra con las hojitas "del Domingo" (de la Ed. San Pablo) repartidas por las pías feligresas...
Esas hojitas, permitidas por el obispo -faltaba más-: mezclan las correctísimas y útiles lecturas dominicales con "genialidades varias" paridas por autores del tipo de los próceres mencionados por Virginia, que rebajan el mensaje evangélico del modo que el P. Iraburu nos lo advierte en su artículo Nº 298: "Así sí, y así no".
Lo de la"hojita" es siempre "y así no".
Es una herejía superrefinada que a quienes tenemos un carácter más bien colérico, nos obliga a reprimir el insulto.

(En esa misma parroquia, dos domingos atrás tuve ocasión de ver a un feligrés -al que sé bien formado- pasar por los bancos antes del comienzo de la misa recogiendo las hojitas que habían depositado las "pías fligresas". Descuento que lo hacía "motu proprio", porque el sacerdote deja que se repartan debido a que el obispo las permite.)
06/01/15 10:38 PM
  
Silvia Inés
¡Gracias M,Virginia! Que la estrella de Belén te ilumine cada día de este nuevo año.
07/01/15 7:07 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.