(6) Sufrir como Dios manda
La verdad es que no sabemos sufrir, pero lo más triste es que muchas veces, no tenemos ni la más remota intención de aprenderlo, ni lo creemos siquiera una necesidad imperiosa. Sí es posible que pidamos -los que ingenuamente nos creemos fieles, y nos gusta “hacer” muchas cosas- la gracia de “vivir” como Dios manda. Pero aprender a sufrir… pensamos que es como respirar, que no se aprende, y creo que puede ser un grave error para nuestro progreso espiritual.
Es algo sintomático, en los tiempos enfermos de optimismo o pesimismo –ambos extremos patológicos de la espiritualidad católica- que transitamos, el buscar como fuente de devoción sólo lo que nos causa consuelo espiritual. Así, sin querer casi, la Cruz se va desdibujando del centro de nuestro corazón, y todo el dolor anejo a ella también…
Nos espantamos ante la “clientela” que tiene la secta evangélica “Pare de sufrir”, pero no nos preguntamos cómo es posible que haya allí tantos católicos bautizados a los que no les cause rechazo la sola frase triunfalista, que abomina de la participación de los sufrimientos de Cristo. Si se les hubiese predicado convenientemente este misterio, hubiese sido una “vacuna”…
La Mater Dolorosa, “causa de nuestra alegría” -como la invoca la congregación argentina Miles Christi-, devoción tan cara a la piedad más genuinamente católica e hispánica, hoy no está tan de “moda” como la de la Paz, o con otras de rostro más suave, no tan afligido, y eso no es pura casualidad.
Por eso hoy -en que si no fuese domingo, celebraríamos la fiesta de Ntra. Señora de los Dolores- no quiero dejar pasar este día sin pedir a Nuestra Señora que nos enseñe a sufrir como Ella, según el querer del Padre;
Que no permita que “disimulemos” nuestras cruces, o pretendamos que desaparezcan;
Que las lágrimas no empañen nuestra vista y no nos confundan la claridad meridiana de nuestra Fe, la única verdadera;
Que el dolor y la soledad no justifiquen la cobardía o la traición;
Que la oscuridad no nos haga desfallecer, y no permita que dejemos de estar de pie en el momento de la tentación, reconociendo en la desesperanza uno de los más arteros zarpazos del enemigo infernal;
Que no dejemos, en fin, de mirar su Belleza, que enamora, consuela y sostiene, porque siempre es anticipo del Paraíso que el Señor nos tiene prometido luego de este destierro!
13 comentarios
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Así es, porque "optimismo/pesimismo son categorías antropocéntricas, y la vera espiritualidad católica es teocéntrica- o Cristocéntrica- hasta el caracú.
Es que la Paz de Cristo es un mar de fondo que calma las tempestades mas desagradables;"Estare con el en la desgracia"(Salmo;91).
Los sufrimientos por la Causa de Cristo nos unen a SU Cuerpo e indefectiblemente fortalecen nuestro espiritu y crecemos en humildad,que es la llave que abre la puerta de la santidad.Y el sufrir ya no es sufrir,sino gozar ;"He aqui ,Yo hago nuevas todas las cosas"(Apoc;21).
Cuando un hombre recibe la Gracia,no solo de llorar por sus pecados,sino por los de los demas,padece en el Amor,y la tristeza segun Dios,es gozo en el Señor.
No hay mayor felicidad,que conformarse al corazon sufriente de Cristo,porque no hay Amor mas grande.
Porque ser feliz no es reir vanamente,sino sufrir Cristianamente.
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"Que no permita que “disimulemos” nuestras cruces"
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Creo,que las cruces tienen que ser calladas,para que sean luminosas.Sobre todo porque la Cruz es una carga interior que Dios se encarga de que luzca en el silencio.
Porque Jesucristo no abrio la boca. No debemos preocupar a nadie y quitarle la "paz",que Dios ya se ocupa de nosotros y nos guarda en SU Paz.
En todo caso,hagamos lo que hagamos,si callamos como si hablamos,sea para glorificar a Cristo y que quede claro de quien estamos dando testimonio.
La Paz.
pd;Que malo es hablar mas de la cuenta y que infructuoso hablar por cuenta propia.
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Rta.: Estimado Luis: gracias por su comentario. Con lo de "disimular" me refería a querer "taparla", a no reconocerla, que es un modo de no aceptarla...
Hasta hace poco pensé que lógicamente, después de luchar por la supervivencia diaria, 'yo' me la ganaba con mis capacidades y esfuerzos. Gracias a los 'Talleres de Oración y Vida', del P Ignacio Larrañaga, Ofm Cap, estoy empezando a percibir nuevos horizontes de total dependencia del Altísimo. Cada latido continuado de mi corazón, es porque Él lo quiere, hasta que diga que se acabó. Cuándo y cómo Él lo disponga. Por mucho que me disguste o sufra, así será.
Gracias Señor por tu Misericordia.
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Rta.: Demos gracias a Dios! Estimado Alfonso: ¿ha leído el último artículo de "nuestro" padre Iraburu, y su serie sobre la Cruz Gloriosa? Se lo recomiendo vivísimamente, y también la obra de S. Luis M. de Montfort "Cartas a los amigos de la Cruz", que puede leer "on line" o bajar del sitio de la Fundación Gratis Date (www.gratisdate.org). Y sigamos apoyándonos mutuamente, en la bendita Comunión de los Santos.
Pero nos queda la Misa.
¡Gracias, Señor por la Misa!
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Rta.: ¡Nos queda la Madre, nos queda la Cruz -el mástil-, y la Iglesia, que es la Barca!¡Adelante, pues, en la tormenta!
JESÚS siempre pensó en discípulos que miraran el mundo con amor, ternura, misericordia y compasión. Los quería ver dedicados a aliviar el SUFRIMIENTO, mediante la caridad, e infundir esperanza.
Esa fue su herencia, junto a la resurrección, y no otra.
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Rta.: Por supuesto que debemos ser cirineos unos de otros, aliviando la Cruz del prójimo, pero pedir la gracia de aprender a sufrir como El, es justamente un alivio, porque nos enseña a reconocer que "su yugo es suave, y su carga liviana".
El "Pare de Sufrir" enseña: tira tu cruz y sigue al pastor.
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No hay un solo santo en el cielo que no haya cargado su cruz. Y no hay manera de ser cristiano sin cargar las cruces que el Señor nos envía o permite.
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Rta.: Querida Maribel: te pido que mires la Cruz, y pienses si Dios puede permitir algo sin sentido. No podemos encontrar sentido a Ella si no comprendemos antes el tremendo peso del Pecado Original, del cual la Cruz de Cristo es como "la otra cara de la moneda". No es masoquismo; si no se comprende la gravedad de un tumor, de una gangrena, no es posible entender la necesidad de amputar un miembro. Del mismo modo, aquí el problema es que no terminamos de convencernos de la gravedad del pecado, no sólo del original, sino de todo pecado, y de que nadie se salva solo. Por eso María Sma., en Fátima, les dijo a los niños al mostrarles nada menos que el infierno, que "hay allí tantos pecadores porque nadie reza ni se sacrifica por ellos". El sufrimiento bien ofrecido es un tesoro tan grande, que si lo sabemos aprovechar gana nada menos que "eternidades" para las almas. Hay una encíclica preciosa de Juan Pablo II, que es Salvifici Doloris; si te interesa, te la envío por mail. Un cariño, y recemos una por la otra.
Porque la Santidad es entrega incondicional,es convertir en bienes,el mal.
En la prueba se crece en la virtud y en la comodidad se agiganta el vicio.
Por el fuego del pecado la cruz ,y en la Cruz de Cristo se forja la Luz.
El tiempo siempre da la razon a Dios,lo que antes tuve por malo,acabo siendo lo mejor que me paso.
"Entonces ¿por que ,-como se nos calumnia y como afirman algunos que decimos nosotros- no hemos de hacer el mal para que vega el bien? .La condenacion de estos es justa."(Romanos;3)
Lo que pasa es que el dolor,que es la firma del pecado por maldicion de Dios(Genesis;3),en la nueva creacion,a las nuevas criaturas,Cristo,en la Cruz,hace del dolor por el pecado,la mas grande Bendicion;dando a Luz la Salvacion.
Por eso los que nacen en Cristo,nacen a la Luz,en Paz,y con un gozo inenarrable al poder ver los cielos abiertos a la reconciliacion,a la Comunion.
"Gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios,por la que nos visitara como el sol que nace desde lo alto,para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombras de muerte,y para guiar nuestros pasos por el camino de la Paz"(Lucas;1;78-79).
pd;Muy buena la recomendacion a Alf de; Luis M. de Montfort "Cartas a los amigos de la Cruz".
Muchas gracias,porque he podido aprovecharme de ella,en el Señor.
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Rta.: ¡Demos gracias a Dios!
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