P. Justo Antonio Lofeudo. Sacerdote de Misioneros de la Santísima Eucaristía, comunidad dedicada a la promoción de la adoración eucarística perpetua en el mundo. Nació en Buenos Aires donde realizó estudios de filosofía y teología en la universidad dominica UNSTA. Tras ejercer su ministerio en América opera desde hace veinte años en Europa, donde promueve la adoración perpetua de la Eucaristía a través de la fundación de capillas de adoración perpetua y también de conferencias, artículos y congresos sobre el tema. En Europa ha contribuido a la apertura de capillas de adoración perpetua en España, donde en el 2003, año de su llegada no había adoración perpetua de la modalidad que ahora se ha extendido por el territorio español y el continente europeo. Por un largo tiempo alternó sus misiones con Italia, y luego extendió el área a Rumania, Croacia, Austria, Hungría y últimamente Polonia. Ha impartido charlas en congresos internacionales (Quebec 2008, Roma 2011, Budapest 2021). Asimismo, ha escrito libros, opúsculos, y realizado audios y vídeos sobre la Eucaristía y la devoción mariana. En 2021 recibió el premio Religión en Libertad “Nueva Evangelización”. Es ingeniero químico graduado en la Universidad de Buenos Aires.
En esta ocasión nos habla de la nueva capilla de Vilasar de Mar (Barcelona).
Información e inscripción para adoradores de la zona: Inicio (adoracioperpetuamaresme.org)
¿Cómo está yendo el apostolado de la creación de nuevas capillas de adoración eucarística perpetua CAEP en España?
De maravilla. Estamos asistiendo a la acción de la gracia sobreabundante de Dios. Baste decir que en este medio año fueron inauguradas 5 capillas de adoración perpetua (cuando la media anual era de 3.5 por año). Las últimas en Málaga y en Gerona. Las misiones se multiplican porque las solicitaciones van en aumento incluso provenientes de zonas que hubiéramos pensado imposibles o al menos difíciles por la baja religiosidad y por otros factores. Sin embargo, vemos que nuestro Señor urge a que se abran esos faros de luz en medio de la oscuridad del mundo.
¿Cuáles son los principales frutos que están dando estas capillas?
El principal es una mayor conciencia de la Presencia divina en la Eucaristía. Este fruto lleva a otro: participación activa de la Santa Misa y debida recepción de la Eucaristía en actitud y con gestos de adoración.
A su vez, de la mayor y más profunda participación de la celebración de la Eucaristía se derivan mayores beneficios para estos fieles adoradores.
Otro fruto evidente es la conversión y, entre otros motivos, porque por medio de la adoración las vidas se ordenan ya que Jesucristo comienza a ocupar el centro de la existencia.
Fruto también son las buenas y asiduas confesiones, porque las personas que adoran encuentran el amor de Dios que no los acusa, pero sí los interpela y las lleva a hacer buenos exámenes de conciencia y a buenas confesiones. O sea, la adoración es un camino especial de profundización de conversión.
En momentos de gran confusión como el que vivimos, fuera y dentro de la Iglesia, para muchos permanecer en adoración ante el Santísimo significa recibir luz para discernir dónde está el error, dónde el engaño, dónde las desviaciones doctrinales y la falsedad moral.
Uno de los efectos que hemos visto una y otra vez es que una capilla, un oratorio, un lugar de adoración perpetua es polo de atracción para quienes buscan a Dios y llama la atención a quien está lejos de la fe y lo mueve a acercarse a Dios. El Señor irradia desde su entronización en adoración y, al mismo tiempo, atrae. Irradia paz y todo tipo de gracia y al mismo tiempo atrae con el poder de su amor.
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