Venancio Carrión aborda el problema de la infertilidad en una charla que da hoy en Barcelona
Venancio Carrión Armero nació en Barcelona, en 1978. Está casado con Jordina Fabrés y es padre de dos niños Napro, Marc y Álex, que nacieron en el 2016 y en el 2019, respectivamente. Es profesor de educación secundaria y bachillerato. Imparte las asignaturas de Emprendimiento, Economía, Religión y Bioética. En su camino con Jordina se encontró con una gran oportunidad para crecer como matrimonio y afrontar la situación de esterilidad de casi siete años «sin que llegaran los hijos».
Es licenciado en Filosofía, máster en Bioética, máster en Pastoral Familiar y monitor afectivo-sexual. Junto con su mujer han acompañado a cientos de matrimonios ante la situación de esterilidad-infertilidad matrimonial. Fundador y presidente de Naprotec, desde donde realiza una labor informativa y de acompañamiento que ya ha llegado a más de tres mil matrimonios.
¿Por qué decidió estudiar bioética y dedicarse a la orientación familiar?
Cuando estudiaba filosofía me interesé por los cursos de bioética que se ofrecían en la Facultad. Cursé todos los créditos de la UB, pero quería algo más. Finalicé filosofía en el año 2003 y este objetivo quedó pendiente. En el año 2013 cursé el Máster en Bioética de la UCAM por insistencia de mi mujer, además en esa época necesitábamos respuestas como matrimonio.
La orientación familiar es una vocación matrimonial. Mi mujer y yo pertenecemos al Movimiento Apostólico de Schoenstatt y nuestro Santuario Hogar se llama “Caná” en alusión al Evangelio de las bodas. Desde siempre hemos sentido la llamada a ayudar a los matrimonios. De hecho, impartimos varios cursos a novios en el propio Movimiento y en las Diócesis de Barcelona y Sant Feliu.