Guillermo Esteban "Grilex": “No hay que llevar el Evangelio en la boca sino en las venas”
Guillermo Esteban, Grilex para los amigos del rap, es un joven de 24 años enamorado de Jesucristo, de ese Cristo que lava los pies de los apóstoles y no los llama siervos sino amigos. Todo un Dios a sus pies que da la vida hasta la última gota de su sangre por nuestro amor, para librarnos del pecado y de la muerte. A partir de ahí ya no se puede fallar a Cristo. Nobleza obliga. Un joven que necesita recibir a Cristo con frecuencia y ofrecer a María Santísima la fragancia de cincuenta rosas diarias. Un joven que al igual que San Pablo cuando se siente débil, se siente fuerte en Cristo.
Tras su conversión dejó de mirar el ombligo de su ego y levantó la mirada al cielo para pensar en los demás. Su vida cambió radicalmente en lo interior, aunque por fuera se sigue mostrando aparentemente igual, con la misma autenticidad. No ha dejado el rap, lo ha sublimado. Las rimas han pasado por el filtro de Dios y se han purificado en el crisol de la Verdad. Ahora va más a la esencia, al corazón, a lo que de verdad importa. Su arte ya solo cotiza para la Vida Eterna dejando que Dios administre los dividendos.
La dureza de sus letras se ha revestido de Buena Noticia, aunque con más fuerza y más potencia. Lo da todo en los escenarios, pero con la paz y alegría de quien está convencido de cuál es su misión en la vida. Su entusiasmo y felicidad lo irradia en sus conciertos, aunque huye del foco considerándose un simple instrumento de Dios y dejando a Él todo el protagonismo.