6.08.21

P. Olivera Ravasi: "Era absolutamente necesario un Chartres español y se logró con jóvenes aguerridos"

El P. Javier Olivera Ravasi, SE no necesita presentación, pues es uno de los comunicadores católicos más influyentes del mundo hispano con su web https://quenotelacuenten.org y su canal https://www.youtube.com/c/qntlcque les invitamos a seguir a los que aún no le conozcan, cosa difícil y más en este portal de InfoCatólica donde tenemos el honor de contar con él en su magnífico blog del mismo nombre: https://www.infocatolica.com/blog/notelacuenten.php

Es un gran entusiasta de las peregrinaciones Nuestra Señora de la Cristiandad y ha participado en varias de ellas para venerar a la Virgen de Luján, Argentina. Aprovechamos la ocasión para entrevistarle y comentar con él el hecho de que este año España se ha sumado a las peregrinaciones tradicionales.

¿Cómo valora la primera peregrinación tradicional a Covadonga que ha
habido en España y qué ecos le han llegado?

Cuando hace más o menos un año me enteré de que una serie de jóvenes aguerridos y entusiastas españoles comenzaron a pensar en la posibilidad de emular esta excelente iniciativa francesa, pensé para mis adentros, recordando al viejo Ásterix: “los romanos están majaretas…” ("pero los españoles también” – me dije).

Es que hace ya algunos años que vengo haciendo los fatigosos cien kilómetros en esta, mi patria natal, la Argentina, donde comenzaron 10 amigos y hoy suman ya más de 1000 peregrinos que, contra viento y marea, siguen siendo verdaderos custodios de la tradición.

Sabía que España no podía quedarse atrás; es nuestra madre y ha hecho cosas mil veces más grandes que estas. Porque España sigue viva; sigue viva en estas almas que mantienen en alto el pendón del imperio donde no se ponía el sol.

Usted es un gran entusiasta de todas las peregrinaciones de Nuestra Señora de
la Cristiandad. ¿Qué le ha aportado participar varios años en la peregrinación a la Virgen de Luján?

Sin lugar a dudas que, año tras año, uno ha venido viendo cómo esta experiencia completamente laical (en el excelente y legítimo sentido de la palabra) ha logrado lo que algunos creían imposible: que durante un fin de semana completo y un día más (la peregrinación dura tres días, casi) se dejen comodidades del mundo burgués, se desconecte uno de las pantallas y vaya cantando y marchando, cara al Sol, hasta los pies de Nuestra Señora, viviendo algo de aquella triple renuncia que hicimos en nuestro santo Bautismo: contra satanás, el mundo y la carne. Y todo, en un espíritu de excelente camaradería, alegría y compañerismo.

Hay quienes han descubierto allí su propia vocación católica, quienes han tenido su camino de Damasco, quienes han visto claro su llamado al sacerdocio o a la vida consagrada y, por último, quienes han encontrado la “víctima” ideal para pasar el resto de sus años en matrimonio. ¡Je! Porque ¡es un excelente lugar para encontrar, católicamente hablando, “un buen candidato", como decía mi abuela.

¿Era necesario un Chartres a la española en el país que llevó la fe a
América?

Sí; absolutamente. Es más: no entendía, años atrás, cómo aún no se había formado allí, en la tierra del Cid, de Cervantes, de los enormes misioneros, santos, conquistadores y mártires, algo tan loco y osado como esto. Es que es como decía el gran Pemán: “cuando se trata de consumar la maravilla / de una nueva hazaña,/ los ángeles que están junto a Su Silla,/ miran a Dios y piensan en España…” .

Quizás ustedes, los españoles, no se dan cuenta de esto; quizás deban despertar de ese sueño dogmático en el que tantos años de leyenda negra los ha sumergido: pero España ha sido la nación elegida por Dios, es un pueblo de grandiosos y sufridos labriegos que no tiene parangón en la historia de la Iglesia. Y no lo tiene sólo por haber sido elegida por San Pablo, Santiago y tantos otros apóstoles, sino porque la mismísima Madre de Dios quiso misionar allí para quedarse férreamente en la rudeza de un pilar. Al igual que con México, non fecit talliter omni natione (Ps 147).

Afortunadamente están proliferando este tipo de peregrinaciones por todo el mundo. Hace poco nos llegaban noticias de otra en Suecia. ¿A qué cree que se debe este auge de amor por la liturgia tradicional?

El auge de la liturgia tradicional posee un secuaz, un cómplice invisible y galopante que, gracias a Dios, no ha sido descubierto aún por la progresía canallesca y estéril que prolifera en buena parte de la Iglesia. Y no es otro que el modernismo (como lo llamó San Pío X), un veneno que hace más de un siglo se encuentra sus venas; pero es un veneno visible, un veneno que, a diferencia de las flores de loto, no atonta, sino que causa rechazo en las almas viriles, en las almas de quienes buscan con violencia el reino de los cielos.

La liturgia tradicional, la misa tridentina, es el verdadero opus Dei, obra de Dios que, a la vez, es culmen de una cultura; porque toda cultura engendra un culto y todo culto depende de ella. De allí que, para restaurar la verdadera cosmovisión católica, no quede otra opción que buscar sus fuentes y sus cúspides y, en este sentido, son muchos los que hoy, al conocerla, dejan todo, compran el campo y llaman a sus amigos porque han descubierto un tesoro (cfr. Mt 13,44).

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5.08.21

P. Pablo Pich-Aguilera: «En Covadonga vi jóvenes con ganas de formarse y dar razones a un mundo vacío»

El P. Pablo Pich-Aguilera Blasco, con sus dos escasos años de sacerdocio, ha sido sin duda uno de los sacerdotes más jóvenes de la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga. Reflexiona sobre unos días de los que sale exultante, reforzado y afianzado en la voluntad de servir al Señor.

¿Cómo valora esta peregrinación, de marcado carácter tradicionalista, a uno de los lugares más emblemáticos de nuestra patria?

La peregrinación a Covadonga ha superado en mucho las expectativas. Han sido tres días llenos de Fe, Esperanza y Caridad. Después de las recientes noticias sobre el Motu Propio que parecían hacer dudar a muchos, la respuesta ha sido de una entereza y visión sobrenatural encomiable. He salido exultante de la peregrinación.

¿Qué ha supuesto en su vida sacerdotal poder recorrer como peregrino esos más de 90 kilómetros por las montañas de Asturias?

La verdad es que durante los años de seminario y estos escasos dos años de sacerdocio, siempre había visto noticias sobre la famosa peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad en Francia, y otras iniciativas de carácter “Tradicional”, y siempre me llamaron la atención. Además, la Misa Tradicional estaba también en mi retina. Había estado practicando durante este año para poder celebrarla por primera vez durante la peregrinación.

Ha sido para mi vida sacerdotal un estímulo y un enriquecimiento por ver el trato y el cuidado hacia la celebración de la Santa Misa. Ver la fe de los fieles, a las cuatrocientas personas arrodilladas ante el Santísimo Sacramento, es siempre impactante. Salgo reforzado y afianzado en la voluntad de servir al Señor.

¿Por qué motivos es providencial que España cuente desde este año con una peregrinación de estas características?

En primer lugar porque la peregrinación es siempre una ocasión para la renovación espiritual. De allí siempre salen grandes frutos para la Iglesia. En segundo lugar, porque es imprescindible la unión del pueblo español en torno a la Fe Católica. En tercer lugar, porque es enriquecedor encontrarse con personas de todos los lugares de España y poder compartir juntos unos días de Fe y verdadera fraternidad.

Covadonga fue baluarte de grandes hazañas en la reconquista. ¿Podría ser ahora un nuevo fortín de la fe en tiempos convulsos?

¡Por supuesto! Sabemos las promesas que tanto el Señor como la Virgen Santísima han hecho sobre nuestra nación. Además, el Señor nos conmina en el Evangelio a tener Fe, y que esta mueve montañas y corazones. Si nuestra Fe fuese como un grano de mostaza…

Es más necesario que nunca recuperar una Fe vivida con radicalidad, especialmente de obra, mostrando la belleza del Evangelio a un mundo ansioso de Dios pero a quien no se le presenta la Verdad evangélica.

Usted tiene varios apostolados con jóvenes durante el año…¿Hasta que punto fue para usted motivo de alegría ver camino de Covadonga a tantos jóvenes devotos y alegres?

Basta mirar lo que pasa en países como Francia o Estados Unidos, donde la Tradición se vive con gran naturalidad y está teniendo frutos inmensos. La juventud busca algo radical, serio, exigente, que comprometa. El problema es querer contentar y rebajar la exigencia de la Fe para aquellos que no están dispuestos a acoger el Evangelio.

Es un signo de esperanza grande el ver tantos jóvenes con ganas de entregar su vida por la Fe, cada uno desde su ámbito. Jóvenes con ganas de formarse, de dar razones a un mundo vacío, de reconquistar España para Dios. Nos toca mantener viva esa llama y que ella encienda a otros jóvenes.

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4.08.21

Presidente de Una Voce España: “La peregrinación a Covadonga fue un ejemplo de fidelidad a la Iglesia”

Juan Manuel Rodríguez es sevillano. Tiene 46 años y fue cofundador de la asociación Una Voce Sevilla en 2004. Ha sido secretario general de la Federación Internacional Una Voce (FIUV), organización de asociaciones de laicos católicos que fue fundada en 1964 para defensa y promoción de la liturgia tradicional. Desde que el año pasado se constituyó la Federación Una Voce España como capítulo español, para proporcionar acceso a la FIUV de todas las asociaciones españolas -ya que el número por país está limitado a tres por sus estatutos-, fue elegido presidente de la misma.

¿Qué supone para Una Voce España haber participado en la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad?

Supongo que para cualquiera que lleve años siendo fiel de la liturgia romana tradicional esta es una idea que llevaba anhelando hace tiempo. En mi caso, desde luego, así ha sido. Una peregrinación similar a la Paris-Chartres en España es algo que algunos veían como imposible, pero que muchos soñábamos. En cuanto tuvimos noticia de la iniciativa que tuvo este grupo de jóvenes decidimos sumarnos a ella con entusiasmo. Puede imaginarse por tanto que ha sido una grandísima satisfacción, con emociones que se me hacen difíciles de describir. Una Voce España es una federación de asociaciones de laicos que funciona como capítulo de la Federación Internacional Una Voce. Así que, aunque propiamente no haya habido en la peregrinación un capítulo de Una Voce España, sí que hemos participado con tres capítulos de Una Voce: Sevilla, Córdoba y Huelva. El año que viene, si Dios quiere, seremos más.

Cabe destacar la actitud de amor y fidelidad a la Iglesia de todos los peregrinos.

Muchas veces se tiende, desde el desconocimiento, a hacer una caricatura de los fieles de la Misa tradicional, como por otra parte se hace también desde fuera del catolicismo a todo lo que sea católico. Esto ha podido provocar que algunas personas tuviesen dudas sobre la actitud de los peregrinos, y más después de Traditionis custodes recién publicado. Yo no albergaba la más mínima duda de que la peregrinación iba a ser un magno acto de amor y fidelidad a la Iglesia. Somos católicos, lo hemos sido siempre y seguiremos siéndolo. Sin matices, sin peros. Aunque para nosotros sea una obviedad, creo que es bueno que la gente que no nos conoce pueda percibirlo tal cual es.

Al hilo de esto le rogaría que transmitiese a sus lectores la próxima cita que tendremos los fieles de la liturgia tradicional los próximos 29, 30 y 31 de octubre en Roma, en la peregrinación anual Summorum Pontificum. Es una peregrinación que se celebra desde hace diez años, con participación de fieles venidos de todo el mundo, y que, entre otros actos, como el canto solemne de vísperas en el Panteón, tiene siempre como plato fuerte la celebración de un pontifical en la Basílica de San Pedro. Pienso que este año, más que nunca, es muy importante que acudamos el máximo número posible de peregrinos para mostrar en el mismo corazón de la Cristiandad nuestra fidelidad a la Iglesia y al Santo Padre.

Como novedad ha habido Misas de Campaña, que se han celebrado con toda la solemnidad posible y con unos cantos muy cuidados.

Hay que agradecer a la organización el enorme esfuerzo que hizo para que, en menos de una semana, con el cambio de planes, todo quedase listo para tener unos magníficos altares en los que celebrar la Santa Misa. Como bien dice, éstas se oficiaron con total solemnidad. Ha sido una verdadera lástima que las misas de la peregrinación no pudiesen celebrarse en los templos en los que estaban previstas. Comprendo el dilema en el que se encontró de repente el señor Arzobispo, Don Jesús Sanz, ante la publicación del motu proprio del Papa y la urgencia de la toma de decisión por la proximidad de la cita. He leído varias veces el documento pontificio y no menciona las peregrinaciones, que son en sí actos esporádicos, y además ninguno de los templos previstos en un principio son iglesias parroquiales. Por eso creo que, en una interpretación no restrictiva y con espíritu de acogida, no debería haber problema en las siguientes ediciones para que la Misa se celebre en las iglesias, que son además el lugar más apropiado para el culto católico. Ojalá pueda ser así.

Ha sido muy positiva la experiencia de este Chartres a la española, de juntarse amantes de la liturgia tradicional de todos los puntos de España…

Peregrinos de todos los puntos de España y también de fuera de nuestras fronteras, de toda condición social y de todas las edades. Este tipo de encuentros hacen que se fortalezcan lazos de amistad, de hermandad, entre personas y grupos que viven su día a día distantes los unos de los otros. Se viven momentos de emociones intensas en comunidad, que todos los peregrinos hemos experimentado. Pero más allá de lo sentimental, de lo emocional, de lo epidérmico, que es algo que puede darse en otras situaciones, lo verdaderamente importante es que es Cristo el que nos congregaba, el que nos reunía a todos allí. Y que nos juntamos para rezar, adorar, con las mismas formas que tantas y tantas generaciones de cristianos, de santos y de pecadores que anhelaban su salvación, hicieron antes que nosotros, en un acto de comunión con la Iglesia de hoy y la de siempre.

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3.08.21

Jaume Vives: “Lo más emotivo, llegar a Covadonga entonando el Laudate Mariam a pleno pulmón”

Jaume Vives es periodista y escritor. Ha trabajado principalmente la pobreza en la ciudad de Barcelona y la persecución a los Cristianos en Oriente Medio. Actualmente también trabaja en la ACdP con todo lo relacionado con campañas y comunicación. Lo pueden seguir en Twitter: @JaumeVivesVives. Nos cuenta lo que ha supuesto para él participar en la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad.

¿Qué supone para un hombre de fe y comprometido como usted haber participado en esta peregrinación con un sello tan especial?

Para mí ha sido un motivo de esperanza. Un regalo inmenso del Cielo que no esperaba poder disfrutar con tanta intensidad. Me he sentido en casa como hacía tiempo que no me sentía. A pesar de los 95 kilómetros mi corazón ha podido descansar. Y doy gracias a Dios por esta bendición. Era muy bonito estar caminando junto a 500 hermanos en la fe con los que compartes una mirada tan parecida de Dios, el mundo y la realidad. Durante 3 días mi familia ha crecido y se ha multiplicado. De normal somos muchos pero ¡nunca habíamos sido tantos!.

¿Era plenamente consciente de que vivía algo único, un momento muy providencial y un gran regalo del Cielo?

No me cabe ninguna duda. Uno piensa que el amor a la Tradición es algo que solo viven y comparten unos pocos locos nostálgicos. Descubrir que no son pocos, no están locos y no son unos nostálgicos es un alivio, una gran alegría y un motivo para la esperanza.

En Chartres ya van más de 15.000 jóvenes a la peregrinación que se organiza todos los años. Quizás el problema no es que no haya gente fiel a la Tradición, sino que esa gente no tiene un lugar al que acudir. Por eso iniciativas como esta peregrinación, con la voluntad de abrir la puerta a todo el mundo, son tan bonitas, esperanzadoras y necesarias. El mundo no irá mejor cuando rompamos con todo lo antiguo, no seamos tan soberbios de pensarnos mejores que los que nos han precedido. El mundo irá mejor cuando entienda que la tradición no es la adoración de la cenizas sino mantener el fuego vivo. Esa es nuestra misión. Algunos quieren apagarlo y acabarán matándonos de frío. Por eso es sin duda un momento histórico ver a tantos jóvenes que han entendido esto y quieren ser pieza clave a la hora de transmitir este fuego vivo para que nunca se apague.

¿Por qué la fe es un vínculo de unión tan grande?

No tengo una respuesta teórica sobre este asunto. Solo tengo una intuición y la experiencia de que en mi vida siempre ha sido así. Para mí el vínculo de la Fe es un vínculo muy grande, igual que el vínculo de la sangre también lo es. Así lo he vivido yo. Y no porque en mi cabeza de un modo racional haya tomado esta decisión. Más bien responde a un movimiento involuntario de mi corazón.

Han sido tres días muy intensos de gozos y emociones. ¿Cuál ha sido para usted el momento más emocionante de toda la peregrinación?

Sin duda la llegada a Covadonga. Fue un momento muy especial ver llegar a los más de 500 peregrinos entonando el Laudate Mariam a pleno pulmón después de los 95 km caminados. De repente era como si nuestras fuerzas no hubieran disminuido lo más mínimo. Nuestros músculos volvían a estar frescos como el primer día. Y allí estábamos, los 500 peregrinos, de rodillas ante la imagen de la Santina que habíamos transportado todo el trayecto. No recuerdo la última vez que lloré de alegría. Y doy gracias a Dios porque en esta peregrinación ha sido en varias ocasiones. Una de ellas, y como te decía la más especial, la llegada al Santuario. He llorado de alegría celebrando el Amor del Señor, la familia y la amistad.

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2.08.21

P. Emmanuel Pujol: “Fuimos a Covadonga a restaurar la Cristiandad según el ideal de nuestros mayores”

El P. Emmanuel Pujol es Sacerdote Diocesano de Terrassa. Fue ordenado en el 2015. Recientemente ha vuelto de misiones en Benín. Ha estado en varias parroquias, pero a partir de ir a misiones, fundamentalmente ha hecho de capellán del centro penitenciario Quatre Camins y de los Campamentos Cruz de Borgoña que organizan los jóvenes carlistas. Participó con el capítulo San Andrés en la primera peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga. Nos da sus impresiones sobre la peregrinación y reflexiona con nosotros sobre todo lo vivido.

¿Qué impresiones le han quedado de esta peregrinación bajo el cobijo de Nuestra Señora de la Cristiandad?

Creo que es para estar muy satisfecho. Felicitar a la organización por hacer realidad en España esta iniciativa. Ha sido una explosión de gozo contenido y una muestra de la ilusión que aporta la Tradición. Solo con una mirada superficial se adivina una juventud dispuesta a tomar su sitio en la Iglesia bajo sus pastores, por los que no se ha dejado de orar, aunque estos todavía puedan albergar recelos no tardarán mucho en darse cuenta de en donde se encuentran sus leales. La actitud ejemplar de todos contribuyó a crear un ambiente alegre muy al margen de las polémicas en las que se había envuelto este acto sin pretenderlo en ningún momento. En una palabra: católico, muy católico, ejemplarmente católico, descaradamente católico…

¿Cómo le ha ayudado en su vida sacerdotal acompañar a un grupo de jóvenes carlistas a una peregrinación cuyo centro es la Misa tradicional?

Yo he venido invitado por la Asociación Cruz de Borgoña que agrupa a muchos de los jóvenes carlistas. Hace tiempo que colaboro como capellán en sus actividades. Por otro lado, aunque en un principio fui muy escéptico para cuestiones que consideraba meramente rituales y estéticas, la Providencia me llevo hace un año a conocer profundamente el rito tradicional y a celebrarlo cotidianamente. El cambio no lo puedo describir con palabras… Me atrajo y me quedé atrapado. Cuando los carlistas me dijeron que iban a ir a la peregrinación me llené de alegría, porque estoy convencido que es esta liturgia la que ofrece el marco propio donde se entiende el tradicionalismo, da el contexto donde se desarrolla con naturalidad el pensamiento católico tradicional y el ambiente donde mejor puede conservarse y transmitirse la vivencia de la fe. Eso es la Tradición. Así de simple.

En mi vida sacerdotal, respondiendo a la segunda parte de su pregunta, ha sido una nueva ocasión para disfrutar del sacerdocio. En fin, hemos hecho lo que nos tocaba, es decir, hemos hecho de sacerdotes.

¿Por qué es tan importante que por fin haya una peregrinación tradicional en España como sucede en otros países?

Sabido es que en España, por factores que no alcanza aquí el tiempo ni la oportunidad para analizar, la Misa tradicional no ha tenido una presencia destacable después de la reforma litúrgica. Esto ha sido algo admirable para nuestro contexto. Parece que la Misa tradicional se niega tozudamente a desaparecer y aun tiene ánimo y desparpajo para presentarse como un factor de restauración social y eclesial. No en vano todos los convocados nos sentimos inspirados a acometer la ardua empresa de restaurar la Cristiandad según el viejo ideal de nuestros mayores.

Covadonga fue un lugar simbólico para reconquistar la fe en España, ¿puede ser ahora un nuevo revulsivo para la reconquista espiritual de nuestra patria?

Ese es el plan. ¿No? Si lo miramos con perspectiva sobrenatural, esto está hecho. Dios lo quiere. Ahora, para nuestros mayores no fue cosa de días, luego nosotros no deberíamos creer que nos lo pondrán fácil nuestros enemigos. Hay que forjar una actitud de milicia… de Cruzada por las Españas.

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